Lo que aprendimos en la Maratón de las mejores historias de Iberoamérica

Jurados y finalistas del Premio Gabo 2017. De izquierda a derecha: Marcela Turati, Adelino Gomes, Mónica González y Martín Rodríguez Pellecer | Fotografía: David Estrada.

Por Hernán Restrepo | @hrestrepo

La apertura de las actividades del Festival Gabo se dio con la ya tradicional Maratón de las mejores historias de Iberoamérica. Durante toda la mañana del jueves 28 de septiembre se llevaron a cabo conversatorios de una hora de duración entre jurados y finalistas en cada una de las cuatro categorías del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo: Innovación, Imagen, Texto y Cobertura.

Estas son las principales conclusiones que dejó la Maratón:

Innovación

El primer paso, y el más difícil para poder innovar en periodismo, es convencer a tus jefes y editores de que la idea es buena y vale la pena desarrollarla.

Para María Cristina Castro, periodista colombiana de la Revista Semana, finalista por el trabajo Agua Bendita, los especiales multimedia representan una oportunidad para romper las barreras invisibles entre los periodistas digitales y los tradicionales en las salas de redacción. Para ella, cuando estos experimentos funcionan, logran infundir en aquellos que ven la tecnología con desconfianza un entusiasmo por comunicar a través de nuevos formatos.

La innovación en el periodismo de datos requiere la creación de equipos colaborativos donde la confianza es lo más importante.

Florencia Coelho, del diario argentino La Nación, finalista por el trabajo Dos años de análisis de las escuchas de Nisman, relató cómo para poder analizar 40.000 grabaciones utilizando la herramienta gratuita y de código abierto VozData, fue necesario armar un equipo diverso de voluntarios. Vincularon a estudiantes de periodismo, jubilados, profesionales de distintas áreas y Organizaciones No Gubernamentales quienes donaron su tiempo para analizar toda esta gran cantidad de información. Para ella, esto demuestra que no hay ningún proyecto imposible de desarrollar cuando se unen la tecnología, la pasión por la investigación y la curiosidad periodística.

Imagen

Un buen documental requiere que el protagonista de la historia no quiera controlar cómo los reporteros contarán su día a día.

Entre Os Homens de Bem es un documental que retrata a Jean Wyllyz, el primer legislador brasileño abiertamente homosexual que se convirtió en adalid de la causa LGBT en momentos de alta polarización social en Brasil. Para Mauricio Monteiro, productor del trabajo, la clave de la naturalidad del relato radica en que, a pesar de que Wyllyz es toda una celebridad, jamás quiso intervenir en la forma en que la cámara lo mostraría o sería editado el resultado final del filme.  

La fotografía puede ayudarnos a ponernos en el lugar del otro. Y esta es la mejor medicina contra la xenofobia.

Por iniciativa personal, el fotógrafo español Javier Bauluz decidió acompañar durante seis semanas a un grupo de refugiados por su travesía por Grecia, Macedonia, Serbia, Hungría, Austria y Alemania. Con su trabajo Buscando refugio para mis hijos pretende abrir los ojos de Europa hacia la emergencia humanitaria  que se vive ante la llegada de miles de migrantes provenientes del norte de África. “La logística es lo de menos, si crees que una historia tiene que ser contada, lo intentas de cualquier manera”, sostiene Javier.

Texto

Escribir es la parte fácil. Pero la clave de una buena historia está en una juiciosa labor de reportería y en las discusiones posteriores con tu equipo de trabajo.

“Debes dejar que la historia te sorprenda”, aconseja el periodista Alberto Arce Suárez, quien viajó con el reportero gráfico Rodrigo Abd a un  pequeño pueblo de pescadores ubicado en la península de Araya de Venezuela, sin saber qué historia iban a contar. Pero fue gracias a su paciencia, actitud y capacidad de observación que lograron encontrar un enfoque totalmente nuevo en la compleja realidad venezolana: Los nuevos piratas del Caribe.

Los periodistas estamos para poner más sustantivos que adjetivos.

A pesar de ser un personaje icónico de La Habana por tratarse del primer travesti que se declaró como tal en la década de los 80, la historia de Farah no había sido contada por ninguno de los medios oficiales de Cuba. Ahí radica el valor de la manera en que la revista El Estornudo plasmó su vida en Historia de un paria. “El mérito de la historia fue encontrar que un personaje tan manoseado como Farah no había sido contado aún”, afirma Carlos Manuel Álvarez Rodríguez.

Cobertura

El buen periodismo comienza a hacerse cuando dejamos simplemente de reproducir los comunicados de prensa de las entidades oficiales.

26.668 muertes violentas en los últimos 15 años. Esa fue la escandalosa cifra a la que llegó el equipo de periodismo de datos del diario El País de la ciudad colombiana de Cali para construir el Mapa de la Muerte. “Nuestro objetivo era sacudir a una sociedad que ya no se conmueve con nada para producir cambios en las políticas públicas”, dice Hugo Mario Cárdenas, líder del equipo que se dedicó durante meses a hacer zoom a los números que los políticos de turno solían manipular a su antojo. Al hacerlo, lograron mostrar en qué barrios, con qué motivos y en qué momentos se produjo cada una de estas muertes.

Los periodistas no podemos impedir que sucedan crímenes. Pero sí podemos evitar que queden en la impunidad.

El 8 de marzo de este año Guatemala quedó en shock ante la noticia de la muerte de 41 niñas quemadas en un hogar gubernamental por un incendio en el lugar. El equipo de Nómada liderado por Martín Rodríguez Pellecer se dedicó a investigar la historia de cada una de estas niñas, evitando que se convirtieran apenas en cifras de una tragedia. Sus indagaciones los llevaron a descubrir que agentes del Estado habían participado en lo sucedido. Aunque el caso habría podido quedar registrado apenas como un accidente, el trabajo periodístico ayudó a que la justicia del país se involucrara en las denuncias.

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Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

Los nominados en cada una de las categorías del Premio Gabo compartieron su experiencia con los asistentes.

10 consejos para lograr trabajos periodísticos exitosos

Los nominados en cada una de las categorías del Premio Gabo compartieron su experiencia con los asistentes. Foto: David Estrada.

Por: Antonio Canchila García.

Los tres finalistas de cada una de las categorías del Premio Gabo: Texto, Imagen, Cobertura e Innovación conversaron sobre sus experiencias en la realización de los trabajos con los que fueron seleccionados.

Aquí te dejamos diez consejos para lograr un trabajo periodístico exitoso:

  1. Armar un equipo multidisciplinar

María Cristina Castro, de la Revista Semana, compartió su experiencia en la realización del reportaje Agua bendita, sobre la sequía en algunas regiones de Colombia. Armar un equipo transversal fue clave en ese trabajo.

“Hoy el periodismo dejó de ser el oficio en el que una sola persona podía hacer un gran reportaje. Ahora somos un equipo en el que cada uno -programador, reportero gráfico, infografista- es valioso para lo que le llega al lector o a la audiencia”.

  1. Crear alianzas estratégicas

Fuera de las salas de redacción hay aliados que pueden aportar a un trabajo periodístico sin altos costos. Tras la experiencia de crear una base de datos de audios sobre el caso Nisman, un fiscal argentino que fue encontrado muerto en 2015, Florencia Coelho, de La Nación de Argentina, aconseja tomar mano del recurso humano más allá del equipo tradicional.

“No piensen solo en sus compañeros de trabajo: hay universidades, ONG, personas del común que pueden ser sus aliados y ayudar a construir una gran historia”.

  1. Tomar distancia de las historias

Germán Andino, productor de un comic multimedia que narra la vida de Isaac, un pandillero de Honduras, duró casi cuatro años inmerso en la historia. Su principal aprendizaje de ese trabajo es la necesidad de apartarse un poco de lo que se pretende contar. “Hay que apartarse un poco; a ratos terminaba hablando como pandillero”.

  1. No perder la oportunidad

Mauricio Monteiro encabeza el equipo que realizó un documental sobre la polarización alrededor de la población LGTBI en Brasil. Durante cuatro años estuvo buscando las imágenes para armar la historia, su gran enseñanza es aprovechar todas las oportunidades.

“La oportunidad es algo muy sensible. No se sabe cuándo algo va a pasar y cuándo ese algo puede aportar a la historia”.

  1. Infiltrarse en la historia

En “Buscando refugio para mis hijos” el periodista Javier Bauluz logra retratar el drama de miles de personas que han salido de sus tierras a buscar refugio en Europa. Bauluz decidió acompañar a los refugiados en su ruta migratoria, en lugar de mirarlos desde la distancia en un punto fijo.

“La mejor forma de hacer periodismo es meterse en la historia haciéndose invisible para poder encontrar los momentos claves que sucedes cuando estás ahí”.

  1. No tener historias preconstruidas

Desde Cumaná, un pueblo de pescadores de Venezuela, Alberto Arce contó, para El Mundo, la historia de “Los nuevos piratas del Caribe”. Esa experiencia lo lleva a dejar de lado las historias preconstruidas antes de hacer la reportería.

“La historia no está contada cuando sales a reportearla, tienes que aprenderla, entenderla, para eso tienes que tener paciencia y hacer presencia en el lugar donde está esa historia”.

  1. Estar abiertos a cambiar la historia

Rodrigo Abd acompañó a Alberto a retratar la crisis de todo un país desde un pueblo lejos de Caracas, el centro de la noticia en Venezuela. Para Abd, el buen periodista debe ir abierto a cambiar de historias.

“El periodismo no es ir a contar lo que ya todos saben y ponerle la firma, debemos ir con una idea y poder cambiarla cuando estamos en el lugar de la historia que queremos contar”.

  1. Mirar más allá

Carlos Álvarez, en representación de Jorge Carrasco, contó la experiencia de contar “Historia de un paria”, la vida de un legendario travesti cubano, que ya habían contado otros medios, pero que tenía más por descubrir.

“A veces hay que contar las historias, aunque hayan estado manoseadas, porque siempre puede haber una mirada más allá, siempre se puede contar mejor una historia”.

  1. Humanizar las cifras

El bum del uso de los datos para contar la noticia o cubrir un tema tiene que llevar una mirada humanizada. Así lo pensó el equipo de El País de Cali que contó, en el especial “El mapa de la muerte”, la alta cifra de homicidios en la capital del Valle del Cauca. “Ponerle rostro humano a las cifras es darle vida a los reportajes”.

  1. Salir de la comodidad

Si Mary Triny Zea, periodista del diario La Prensa de Panamá, no hubiera preferido los retos que supone investigar a los políticos de su país, nadie habría conocido el entramado de corrupción que se tejió en la Asamblea panameña alrededor de supuestos fondos para ciudadanos que terminaban en los bolsillos de los diputados. Su concejo es claro: salir de la zona de confort.

“Algunas veces es más cómodo hacer periodismo desde las declaraciones y ser amigo de las fuentes, pero atreverse a investigar y salir de esa comodidad es más satisfactorio”.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

Participantes del taller Visión y expresión fotográfica, con Gihan Tubbeh. Foto: Juan David Tamayo M / FNPI

Fotos: Así se vivió el taller Visión y expresión fotográfica durante el Festival Gabo 2017

[vc_row][vc_column][vc_media_grid grid_id=”vc_gid:1509040821256-1a1a9f35-f413-9″ include=”22580,22579,22578,22576,22575,22577,22573,22572,22571,22570,22569,22568,22567,22566,22565,22564,22563″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]El Premio y Festival Gabriel García Márquez de Periodismo, Focos Narrativos y Universo Centro convocaron al taller Visión y expresión fotográfica con Gihan Tubbeh, ganadora del World Press Photo; que se realizó en Medellín, Colombia, del 25 al 27 de septiembre de 2017. El taller reunió durante tres días a 12 fotógrafos profesionales de América Latina junto Tubbeh para reflexionar sobre la introspección de cada autor y cómo utilizar la imagen como vehículo de expresión.

En esta galería se encuentran fotos de la conductora del taller, los participantes y algunos de los mejores momentos de los recorridos y actividades.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y las empresas Bancolombia y el Grupo SURA y su filiales en América Latina.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Los eventos del Festival Gabo que podrás transmitir en tu sitio web

La ceremonia de premiación del Premio Gabo, la conversación entre Totó La Momposina y Juan Mosquera, la charla con Jorge Ramos, ganador del Reconocimiento a la Excelencia, y la conversación con Fernando Ramírez, ganador del Reconocimiento a un editor colombiano ejemplar, son sólo algunos de los momentos del Festival Gabo que podrás transmitir en tu sitio web.

¿Qué debes hacer? Tomar el código emebebido del canal de YouTube de la FNPI y llevarlo a tu sitio web. Estas son las charlas que podrás ofrecer a tu audiencia.

28 DE SEPTIEMBRE

9:00 / 10:00 a.m.
Maratón de las mejores historias de Iberoamérica -Categoría Innovación

10:00 / 11:00 a.m.
Maratón de las mejores historias de Iberoamérica -Categoría Imagen

11:00 / 12:00 m.
Maratón de las mejores historias de Iberoamérica -Categoría Texto

12:00 / 1:00 p.m.
Maratón de las mejores historias de Iberoamérica -Categoría Cobertura

4:00 / 5:00 p.m.
Las imágenes que nos narran

5:00 / 6:00 p.m.
El chip de Bastenier

6:00 / 7:00 p.m.
El gozo omnipresente de ‘Cien años de soledad’

29 DE SEPTIEMBRE

9:00 / 10:00 a.m.
Reconocimiento Clemente Manuel Zabala 2017

10:00 / 11:00 a.m.
Inteligencia artificial y datos en el periodismo

11:00 / 12:00 m.
Libertad de expresión e impunidad en México

12:00 / 1:00 p.m.
Desobedezcan, siempre desobedezcan

3:00 / 4:00 p.m.
El libro recomendado del Festival Gabo

4:00 / 5:00 p.m.
Médicos y medicina en la obra de Gabo

5:00 / 6:00 p.m.
28 letras del alfabeto y dos dedos como arsenal

6:00 / 7:00 p.m.
Lo único mejor que la música, es hablar de música

8:00 / 9:30 p.m.
Ceremonia del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo

30 DE SEPTIEMBRE

9:00 / 10:00 a.m.
El género como espectro, no como ideales opuestos

10:00 / 11:00 a.m. 
Radio y contenido multimedia para audiencias diversas

12:00 / 1:00 p.m. 
El ABC de Venezuela hoy

4:00 / 5:00 p.m.
La palabra es una herramienta de lucha

5:00 / 6:00 p.m.
Periodismo en cómic para un mundo visual

6:00 / 7:00 p.m.
Nexo jornal

 

¡Mañana inicia el Festival Gabo!

Este 28 de septiembre arranca la quinta edición del Festival Gabo

Mañana Medellín empezará a vivir la celebración de las mejores historias con el inicio de la quinta edición del Premio y Festival Gabriel García Márquez de periodismo, que reunirá a más de 90 invitados en 46 actividades gratuitas a lo largo de un circuito que recorrerá diez espacios de la ciudad. Conoce toda la programación del Festival Gabo.

Durante la primera jornada habrá charlas, exposiciones y proyecciones en el Jardín Botánico, el Parque Explora, cuatro universidades, el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM) y La Pascasia. Esta programación pasará por temas como la innovación periodística, el documental, el fotoperiodismo, el periodismo narrativo, Cien años de soledad, y mucho más. Quienes no puedan llegar a Medellín podrán conectarse y seguir todas las actividades del Festival Gabo en directo.

El día empezará a las 9 a.m. en el Orquideorama del Jardín Botánico con la Maratón de las mejores historias de Iberoamérica, donde los asistentes podrán conocer cómo se investigaron y desarrollaron los 12 trabajos finalistas del Premio Gabo en sus cuatro categorías: Texto, Imagen, Cobertura e Innovación.

Por la tarde, el Festival Gabo llegará a cuatro universidades de la ciudad con una serie de charlas que entrarán en la cocina del periodismo: Medios innovadores y redacciones multidisciplinarias, en la Pontificia Universidad Bolivariana; ¿Cómo cubrir Latinoamérica, la región más violenta del mundo?, en la Universidad de Antioquia; y Periodismo y tecnología: el caso La Nación, en EAFIT.

A las 3 p.m. se abre el espacio de interacción Periodismo de tú a tú en el Parque Explora, donde el público podrá conocer de primera mano cómo se han gestado los proyectos periodísticos Actualidad Panamericana (Colombia), BuzzFeed (Estados Unidos), Vokaribe radio (Colombia) y 2 mujeres, 48 días y 8.000 millas (Cuba).

La programación del Orquideorama no se detendrá. A las 4 p.m. habrá una conversación entre el fotógrafo Federico Ríos y el académico Germán Rey para hablar sobre #Transputamierda, la serie fotográfica de Ríos que revela el abandono de la Colombia rural y que está expuesta en el Jardín Botánico durante los tres días del Festival. Al finalizar la charla, el autor hará una visita guiada por la exposición.

Luego, en ese mismo espacio, se reunirán algunos de los colegas y amigos de Miguel Ángel Bastenier para recordar las mejores lecciones que dejó como maestro de la FNPI y de la Escuela de Periodismo de El País, donde dejó instalado el ‘chip Baste’.

Al caer la tarde llegará el momento de celebrar juntos el gozo de Cien años de soledad. En el 50 aniversario de la obra más universal de Gabo, conversarán los escritores Wendy Guerra (Cuba), Guadalupe Nettel (México), Sergio Ramírez (Nicaragua) y Darío Jaramillo (Colombia), quienes conversarán con Jorge Franco (Colombia) sobre cómo la novela se convirtió en un clásico instantáneo y logró crear una comunidad enorme de lectores.

Por la noche el Festival Gabo podrá vivirse desde el centro de Medellín. A las 7 p.m. la fotógrafa peruana Gihan Tubbeh, ganadora del World Press Photo en 2010, estará en La Pascasia contando cómo vive la búsqueda permanente de su visión personal.

La primera jornada cerrará con un espacio para el documental, con la proyección de Los ofendidos en el MAMM. Al finalizar, la directora Marcela Zamora conversará con Jineth Bedoya y con el público sobre los desafíos de elaborar este largometraje que abrió un capítulo doloroso en la historia de El Salvador.

Será un día para que periodistas, estudiantes y todas las mentes curiosas interesadas en el oficio de contar la realidad recorran Medellín viviendo las mejores historias de Iberoamérica.

 

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y las empresas Bancolombia y el Grupo SURA y sus filiales en América Latina.

 

Sigue al #FestivalGabo en:

Sitio web: festivalgabo.com

Facebook: Festival Gabo

Twitter: @FestivalGabo

Instagram: @festivalgabo

Hashtag: #FestivalGabo

 

Fernando Ramírez gana el Reconocimiento Clemente Manuel Zabala 2017

Foto: Cortesía Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar.

El 24 de junio de 2015 es una fecha histórica para la libertad de expresión en Colombia. Después de 13 años del asesinato de Orlando Sierra, director del diario La Patria de Manizales, la justicia condenó a su autor intelectual a 36 años de prisión.

El largo camino para vencer la impunidad en este caso estuvo liderado en gran medida por uno de los reporteros de la redacción más fieles a las enseñanzas de Sierra: Fernando Ramírez, quien en medio del dolor debió asumir el liderazgo del periódico.

Con la misma valentía de su jefe y maestro, Ramírez creó el Proyecto Manizales, una iniciativa que reunió a periodistas de varias regiones y medios para buscar justicia. La estrategia era clara: retomar las investigaciones que Sierra había dejado inconclusas y que involucraban al diputado Ferney Tapasco; a partir de allí desarrollaron una hipótesis que, más de una década después, fue confirmada.

Luego de 25 de años haciendo un periodismo de investigación riguroso e innovador desde este medio regional, Fernando Ramírez recibirá el Reconocimiento Clemente Manuel Zabala a un editor colombiano ejemplar, que entrega el Premio Gabriel García Márquez de Periodismo por tercer año consecutivo.

María Teresa Ronderos, Mónica González y Germán Rey, miembros del Consejo Rector del Premio, encargados de escoger al ganador a partir de 22 postulaciones recibidas mediante convocatoria pública, destacaron además su trayectoria como maestro de periodistas “formando profesionales a los que supo cómo trasmitir la pasión por el oficio y el trabajo bien hecho”.

Ramírez combina el oficio periodístico con la docencia y la defensa de la libertad de expresión desde organizaciones como Consejo de Redacción y la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP). Es coautor de los libros Entre el silencio y el coraje, Periodismo y paz y Comunicarnos sin daño, una perspectiva psicosocial y editor de Pistas para narrar la memoria.

Fernando Ramírez en el Festival Gabo

Fernando Ramírez recibirá el Reconocimiento Clemente Manuel Zabala el viernes 29 de septiembre a las 8 p.m. durante la ceremonia de entrega del Premio Gabo en Medellín –que podrás seguir en directo por www.festivalgabo.com-. Este será el espacio para conocer a los ganadores de las cuatro categorías del concurso: Texto, Imagen, Cobertura e Innovación.

Como parte de la programación del Festival Gabo, Ramírez conversará con María Teresa Ronderos, directora del programa de periodismo independiente de Open Society Foundations, y con Boris Muñoz, editor de opinión en The New York Times en español. La charla será el viernes 29 de septiembre a las 9 p.m. Conoce aquí toda la programación del Festival Gabo.

Sobre el Reconocimiento Clemente Manuel Zabala

Desde 2015, en el marco del Premio Gabo, la FNPI entrega un reconocimiento anual a un editor colombiano que sea ejemplar como periodista, formador y ciudadano. El ganador recibe un estímulo de 15 millones de pesos, un ejemplar de la escultura Gabriel, del artista colombiano Antonio Caro, y una invitación al Festival Gabo en Medellín.  En ediciones anteriores este Reconocimiento fue otorgado a Mauricio Sáenz, jefe de redacción de la Revista Semana, y a Jorge Cardona, editor general de El Espectador.

Este galardón es un homenaje a Clemente Manuel Zabala, el primer editor y maestro periodístico de Gabriel García Márquez en El Universal, el diario de Cartagena donde Gabo trabajó a los 21 años de edad.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

Acta Reconocimiento Clemente Manuel Zabala 2017

Acta

Reconocimiento Clemente Manuel Zabala a un editor colombiano ejemplar

Premio Gabriel García Márquez de Periodismo 2017

 

Entre el 11 y 17 de septiembre la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano abrió una convocatoria pública para postular a editores de todo el país y de todos los tipos de medios al Reconocimiento Clemente Manuel Zabala, que premia por tercer año consecutivo a un colombiano ejemplar como periodista, formador y ciudadano, en el marco del Premio y Festival Gabriel García Márquez de periodismo.

Se recibieron 22 postulaciones que fueron revisadas por un comité elector integrado por María Teresa Ronderos, Germán Rey y Mónica González, miembros del Consejo Rector del Premio Gabo, quienes declararon como ganador a

 

Fernando Ramírez
Editor de La Patria, Manizales

 

Comentarios del jurado

Desde la redacción de un medio regional, Fernando Ramírez ha conseguido con su equipo innovar en el periodismo de investigación, convirtiendo a La Patria en un medio de relevancia a nivel nacional.

Como editor  también ha ejercido de maestro de periodistas formando profesionales a los que supo trasmitir la pasión por el oficio y el trabajo bien hecho.

Más allá de su trabajo como editor, Ramírez también destaca por la gran valentía demostrada tras el asesinato en el año 2002 del subdirector de La Patria, Orlando Sierra. Junto con otros periodistas integró el Proyecto Manizales, en el que investigaron y publicaron las causas y posibles culpables del asesinato, hasta demostrar la implicación de Ferney Tapasco, exdiputado de la Asamblea de Caldas, cuya corrupción había denunciado Sierra en La Patria. Las investigaciones periodísticas hasta hallar la verdad se prolongaron durante meses, pero el proceso judicial hasta la captura de Tapasco se alargó hasta 2015, un periodo de tiempo en el que 11 testigos del crimen fueron asesinados.

Su defensa de los derechos humanos lo llevó ocupar la presidencia de la Fundación para la Libertad de Prensa – FLIP-, donde ejerce un papel invaluable asesorando y acompañando a periodistas con el fin de que la libertad de expresión sea garantizada por el Estado y reconocida por la ciudadanía como un valor importante en la sociedad.

Prográmate para seguir el Festival Gabo en directo desde Facebook Live

No hay nada como asistir a las 46 actividades que el Festival Gabo trae este año a Medellín, pero si no puedes trasladarte hemos preparado transmisiones en directo que podrán seguirse desde Facebook Live, así como desde www.festivalgabo.com.

Las charlas que podrás ver desde las páginas de Facebook de FNPI y Festival Gabo

28 DE SEPTIEMBRE

9:00 / 10:00 a.m.
Maratón de las mejores historias de Iberoamérica -Categoría Innovación

10:00 / 11:00 a.m.
Maratón de las mejores historias de Iberoamérica -Categoría Imagen

11:00 / 12:00 m.
Maratón de las mejores historias de Iberoamérica -Categoría Texto

12:00 / 1:00 p.m.
Maratón de las mejores historias de Iberoamérica -Categoría Cobertura

3:00 / 4:00 p.m.
Actualidad Panamericana

4:00 / 5:00 p.m.
Las imágenes que nos narran
¿Cómo construir un medio basado en el uso de datos?

5:00 / 6:00 p.m.
El chip de Bastenier
Vokaribe Radio

6:00 / 7:00 p.m.
2 mujeres, 48 días y 8.000 millas – Historia de migración cubana
El gozo omnipresente de ‘Cien años de soledad’

29  DE SEPTIEMBRE

9:00 / 10:00 a.m.
Reconocimiento Clemente Manuel Zabala 2017

10:00 / 11:00 a.m.
Inteligencia artificial y datos en el periodismo

11:00 / 12:00 m.
Libertad de expresión e impunidad en México

12:00 / 1:00 p.m.
Desobedezcan, siempre desobedezcan

3:00 / 4:00 p.m.
– El libro recomendado del Festival Gabo
– La Pulla

4:00 / 5:00 p.m.
En malos pasos, ¿por qué en Latinoamérica matamos más?

5:00 / 6:00 p.m.
– 28 letras del alfabeto y dos dedos como arsenal
– ¡Pacifista!

6:00 / 7:00 p.m.
Lo único mejor que la música, es hablar de música

8:00 / 9:30 p.m.
Ceremonia del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo

30 DE SEPTIEMBRE

9:00 / 10:00 a.m.
El género como espectro, no como ideales opuestos

10:00 / 11:00 a.m.
Radio y contenido multimedia para audiencias diversas

12:00 / 1:00 p.m.
El ABC de Venezuela hoy

3:00 / 4:00 p.m.
Radio Ambulante

4:00 / 5:00 p.m.
-La palabra es una herramienta de lucha
-La Tribu: retratos de Cuba

5:00 / 6:00 p.m.

-¿Cómo el periodismo puede responder las preguntas de la ciencia?
-Periodismo en cómic para un mundo visual

6:00 / 7:00 p.m.
Nexo jornal

Las charlas que podrás seguir desde la página de Facebook Red Ética

30 DE SEPTIEMBRE
11:00 / 12:00 p.m.
Fábrica de la desinformación

Las charlas que podrás seguir desde otros canales de transmisión en vivo

28 DE SEPTIEMBRE 
2:00 / 3:00 p.m. 
Medios innovadores y redacciones multidisciplinarias
https://streaming.upb.edu.co/

2:00 / 3:00 p.m. 
Periodismo y tecnología: el caso de La Nación
http://envivo.eafit.edu.co/EnvivoEafit/?page_id=62

2:00 / 3:00 p.m. 
¿Cómo cubrir Latinoamérica, la región más violenta del mundo?
http://original.livestream.com/universidadantioquia

3:00 / 4:00 p.m. 
Periodismo y literatura: una cuestión eterna
http://www.funlam.edu.co/funlamenvivo

29 DE SEPTIEMBRE 

2:00 / 3:00 p.m. 
El documental como espejo
(Canal por definir)

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

“No importa cuánto bajes, cuánto escarbes, siempre hay alguien debajo”: Agus Morales

Foto: Anna Surinyach (No somos refugiados).

No somos refugiados, del periodista español Agus Morales, es el libro recomendado del Festival Gabo en su quinta edición. Su autor conversará, el 29 de septiembre en el Parque Explora, con la chilena Mónica González y el argentino Martín Caparrós, miembros del Consejo Rector de la FNPI. Inscríbete al Festival Gabo.

Morales, quien se ha dedicado  durante la última década a investigar y escribir sobre migrantes y víctimas de guerras, escribe en este libro las historias de aquellas personas obligadas a huir por los conflictos en Siria, Afganistán, Pakistán, República Centroafricana y Sudán del Sur. También las de los centroamericanos que atraviesan México en busca del sueño americano. Entrevistamos al autor de No somos refugiados y director de la Revista 5W, para conocer cómo nació y se cocinó este libro de 360 páginas. Lee las razones del Consejo Rector para escoger este libro.

¿En qué momento las historias que cubría como reportero comenzaron a convertirse en pequeñas obsesiones que lo llevaron a mirarlas como la materia prima de un proyecto de largo aliento como es este libro?

Fue en verano de 2013, en la frontera entre Sudán y Sudán del Sur. Lo recuerdo perfectamente, como si fuera una epifanía. Volvía de campos con centenares de personas a las que ni siquiera el Gobierno sabía poner nombre, porque habían huido de Sudán, del norte árabe, pero eran negros, como la sociedad que ahora tenía que darles acogida en Sudán del Sur. Eran contradicciones que había visto en otros lugares, pero que eran difíciles de explicar. Ni siquiera había tiendas con lonas de plástico en el campamento: las viviendas eran frágiles castillos de ramas. Pensé que el tema de nuestro tiempo, que uno de los temas de nuestro tiempo, era el de esas personas que huyen de la violencia en todo el mundo: los refugiados, que en realidad no son refugiados, porque muchas veces no son acogidos. Me di cuenta de que tenía material, de que mi carrera profesional me había conducido hacia ese tema. Me di cuenta de que necesitaba muchas más historias. Y decidí ponerme manos a la obra. Eso fue mucho antes de que la mal llamada crisis de los refugiados fuera mediática.

Con este libro busca retratar a los refugiados que huyen de la guerra, de la persecución política y de la tortura, pero sin quedarse en el instante traumático de la guerra o en la alegría de la acogida. ¿Desde qué enfoque cuenta la historia de estos refugiados?

Quise huir de mis propios errores. Un libro te da esa oportunidad. Los medios (y yo también me incluyo, entono el mea culpa) tienden a sustituir la persona por la herida. Una víctima de la guerra, alguien que busca asilo, es mucho más que el día en que perdió a un familiar o el día en que sufrió un balazo. Quise escribir la vida cotidiana de esas personas, y eso incluía el aburrimiento.

La vida de un refugiado puede ser soporífera y desesperante. Meses esperando en un campo. Años esperando la resolución de una solicitud de asilo. Incertidumbre. No tenemos una visión más realista de algunos fenómenos globales porque a veces parece que ese tipo de pequeños detalles no nos interesan. Y son los que dibujan una vida, un contexto, una situación, un horizonte. Este libro no es sobre los refugiados, es sobre la experiencia refugiada.

¿Cómo logró ganarse la confianza de los refugiados? ¿Cómo fue ese proceso de romper el hielo, teniendo en cuenta que por las duras experiencias que han vivido muchos de ellos suelen ser muy prevenidos?

Recuerdo que una vez, en Siria, una mujer ingresada en un hospital descubrió sus maltrechos pies al verme pasar. Casi en forma de reclamo. Estaban llenos de quemaduras. Me dijo que el régimen había atacado su casa con misiles. Le pregunté si podía grabar una entrevista en vídeo, y dudó. ¿Arriesgarse a ser identificada o denunciar lo ocurrido? Al final dijo que no, pero la impotencia se leía en su mirada.

Muchas de las personas con las que me he encontrado se parecen a ella: quieren contar, quieren denunciar, quieren explicar. No deja de sorprenderme. Yo no lo haría. Si huyera de Estado Islámico o de los talibanes, pensaría que una entrevista con un periodista solo me puede traer problemas. La generosidad de muchas de esas personas no tiene límites. La confianza se gana con el tiempo, no creo que sea ningún secreto. Se genera un vínculo que es difícil que se rompa. No voy a ser hipócrita: siempre hay una asimetría en esa relación, porque en muchas ocasiones el refugiado está en una situación vulnerable, pero poco a poco se va construyendo una relación humana que es de ida y vuelta, y que tiene grandes momentos, pero también puede tener desencuentros o malentendidos. Porque tanto ellos como yo somos personas.

¿Cómo fue el proceso de escritura del libro? ¿Cuánto tiempo le tomó?

Las primeras voces que aparecen en el libro, que son de Afganistán y Pakistán, datan de 2010. Entonces no sabía que iban a formar parte de algo más grande. Poco a poco fui acumulando diarios de todos los viajes que hacía, con un esquema cada vez más claro de lo que quería a partir de 2013. Analicé qué cosas me faltaban para dar una visión global y no eurocéntrica del fenómeno. Acabé de construir el puzzle y me puse a escribir todo. Esta última fase duró un año más o menos. Pero el proceso de escritura, tal y como yo lo entiendo, duró mucho más. Quizá arrancó antes de que lo supiera: con el comienzo de mi carrera profesional.

¿Cómo seleccionó las historias de los refugiados que aparecen en él?

Antes hablaba de la importancia del tiempo. En el libro hay todo tipo de historias, pero privilegié aquellas con más recorrido, aquellas que he podido seguir, porque he mantenido el contacto. Intenté en todo caso no forzarlas: hay veces que el texto rechaza una historia determinada, y es absurdo intentar encajarla. Algunas historias que considero de gran valor no han entrado en el libro. Hay que ser implacable con eso, aunque a veces haya una implicación sentimental. Decir que no es importante. Seleccionar. Editar. Yo establezco una relación con el libro: le pido cosas, y él también me las pide. Nos intentamos respetar. Y a veces llegan sorpresas.

Me obsesioné, por ejemplo, con que la historia de Ulet, un somalí de 16 años que murió en alta mar, cuando ya había sido rescatado, apareciera en la crónica que escribo sobre el Mediterráneo. Lo tenía todo grabado en la mente, como si fuera una película, y quería escribirlo, estaba obsesionado. Pero me di cuenta de que el libro no quería esa historia ahí, conviviendo con la de otros personajes en otro plano temporal. Acepté su voluntad. Y luego el libro me dijo que esa tenía que ser su primera historia. La que abriera todo. Y tenía razón. Era una historia que hablaba de la desigualdad, el tema fundamental del texto, y del escenario azaroso en el que se mueven los que nunca llegaron a ser refugiados. Durante la escritura vas negociando ese tipo de cosas con el libro que estás escribiendo.

¿Qué aprendizajes personales y profesionales le dejó la corresponsalía en la India y Pakistán y sus viajes a África?

Buf, la mitad de mi vida está allí. Desde allí lo soñé todo. Sería imposible ser exhaustivo. Cada sitio me dejó sus aprendizajes y preguntas, quizá la India más que ningún otro país. Pero si tengo que decir la primera cosa que me viene a la cabeza y que agrupa todos esos lugares, diría algo que entra tanto en la esfera profesional como emocional, y que es una conclusión política: siempre hay alguien debajo. Siempre.

Si en la India me fijaba en una casta discriminada que luchaba por sus derechos, luego descubría que había otras que ni siquiera eran conscientes de que uniéndose podían cambiar su situación. Si en República Centroafricana había desplazados en un campamento que no tenían casi recursos, a unos metros había otro campo en el que refugiados que habían vuelto a su país no tenían ni derecho a distribuciones de alimentos. Si en la ruta de los refugiados que pasaba por Grecia y los Balcanes había sirios que huían desesperados, luego te encontrabas a iraquíes o afganos que se hacían pasar por sirios, porque pensaban que así tendrían más facilidades para entrar en Europa. No importa cuánto bajes, cuánto escarbes: siempre hay alguien debajo. Hay jerarquías en todos los estratos.

Durante los más de cinco años que trabajó para EFE,  ¿cuáles eran las historias de refugiados más recurrentes?

Durante más de tres décadas consecutivas, Afganistán fue el país del que más refugiados habían salido, hasta que hace unos cuatro años pasó a ser Siria. La nueva casa de estos afganos fue Irán y, sobre todo, Pakistán. Con EFE estuve en Pakistán y también hice alguna cobertura en Afganistán. En aquellos años aún se cubría algo la región, aunque siempre era para hablar de Al Qaeda, los talibanes y el yihadismo. Lo que había detrás no importaba demasiado. Las historias de aquellas personas eran la de uno de los éxodos más importantes de las últimas décadas, por no decir el más importante, y pasaron desapercibidas.

De los sirios y su huida sabemos mucho más. El éxodo afgano es una de las grandes noticias no contadas del siglo XXI, y de parte del XX. El desconocimiento que tenemos sobre ese capítulo de la historia es descomunal. En 2011, con la muerte de Bin Laden en Pakistán, se cerró un capítulo histórico en la región y los medios dejaron de informar, aunque en Afganistán hoy hay más muertos civiles que hace unos años. Ya no nos llega nada. Ahora miles de afganos están volviendo a su país, muchas veces obligados por Pakistán o deportados desde países europeos. Es una de las historias que me gustaría contar en los próximos años. La siento como una obligación.

¿Qué le aconseja a los periodistas que quieran escribir sobre refugiados?

Aconsejar es un verbo que no me gusta demasiado, y que me empujaría en este caso a caer en clichés, a cosas que los periodistas ya saben y que algunos de ellos deciden simplemente ignorar: respeto, sentido crítico, instinto narrativo. Pero sí hay una cosa que echo de menos en el periodismo actual. La poesía. Leo crónicas que empiezan in media res, crónicas que usan el estilo indirecto libre, crónicas con tramas y subtramas. Se ha hecho de todo en ese ámbito. Donde veo menos esfuerzo es en forjar las palabras.

Emerson decía que el lenguaje es poesía fosilizada. Alguien decidió que esto era una piedra, e hizo la primera metáfora. Eso lo hemos olvidado. Cada palabra es una metáfora. Y cada una está dentro de una cadena más grande: hay que darles un ritmo. No es solo un asunto formal. La poesía es más que nunca una urgencia periodística. Además, la poesía tiene una ventaja para los periodistas: tiende a la verdad. Los fragmentos del libro en los que más me pareció que me acercaba a lo que realmente había visto en Siria, Pakistán o Sudán del Sur eran los que se movían al ritmo de la huida de los refugiados, los que soñaban al ritmo de los refugiados, los que pronunciaban palabras que, por algún motivo que aún no puedo explicar, evocaban la sensibilidad de ese momento, perdido para siempre.

La medicina en el realismo mágico de Gabo

Para Juan Valentín Fernández de la Gala (España), profesor de Historia de la Medicina y la Enfermería en la Universidad de Cádiz, la literatura puede convertirse en un camino perfecto para llegar hacia la medicina y viceversa. Su tesis doctoral, titulada Médicos y medicina en la obra de Gabriel García Márquez, desentraña todo un universo médico oculto tras la imaginación y la fantasía del premio nobel colombiano.

Juan Valentín Fernández de la Gala es uno de los más de 80 invitados al Festival Gabo. Conversará con Alejandro Gaviria (Colombia), Ministro de Salud, este viernes 29 de septiembre a las 4:00 pm en el Parque Explora (Teatro Explora). Consulta toda la programación del Festival Gabo aquí.

Aquí te presentamos algunas de sus ideas y descubrimientos más asombrosos:

Los médicos también cuentan historias

«Superficialmente, la medicina parece algo muy diferente a la literatura, pero en el fondo es también un arte narrativo. Cuando vamos al médico respondemos las preguntas del doctor y conversamos con él de nuestros síntomas, formando así un diálogo que determinará la escritura de lo que conocemos como ‘historias clínicas’. Así que, desde cierto punto de vista, los doctores también se dedican a contar historias».

Humanidades y ciencias: hermanos conectados

«Desde una literatura tan bien hecha como la de García Márquez es posible acercarse a la medicina y tender un puente entre las humanidades y la ciencia. Un buen lector es capaz de extraer información médica de calidad de la obra de Gabo».

La prueba de diabetes en el Coronel no tiene quién le escriba

«Un momento médico asombroso en El coronel no tiene quien le escriba sucede cuando el doctor evalúa la diabetes de Don Sabas a través de la detección clásica de cuerpos cetónicos en orina. Conocida como la reacción de Lieben, este método analítico consiste en percibir un extraño aroma frutal en el simple calentamiento de la orina, lo cual podría poner en evidencia un exceso de cuerpos cetónicos. Así el doctor puede saber si Don Sabas tenía la dosis necesaria de insulina antes de irse para su finca».

El perfecto suicidio de Jeremiah de Saint Amour

«Para narrar la intoxicación por cianuro en el suicidio de Jeremiah de Saint Amour, personaje de El amor en los tiempos del cólera, Gabo utilizó un manual de toxicología. Por ejemplo, escribió que Saint Amour tenía el cuerpo torcido (dato exacto porque la rigidez es algo propio de este tipo de cadáveres) y que además tenía las pupilas diáfanas, lo cual concuerda con el hecho de que la trasparencia de la córnea en personas que han muerto intoxicadas con cianuro se mantiene por más tiempo que en los cadáveres normales. El olor de las almendras amargas también está justificado: ese es el típico olor del ácido cianhídrico».

El médico detrás de la autopsia de Santiago Nasar

«La descripción y el procedimiento de la autopsia de Santiago Nasar en Crónica de una muerte anunciada me parecen brillantes. Investigando sobre el tema descubrí que hay un médico chileno, muy amigo de Gabo, llamado Danilo Bartulín, que fue quien se ofreció a redactar detalladamente el fragmento de la autopsia que luego aparecería íntegramente en la novela, salvo algunos retoques de estilo realizados por García Márquez».