Festival Gabo 2023: Las mejores historias de Iberoamérica se toman de nuevo a Bogotá

  • Por segundo año consecutivo, la capital del país acogerá a contadores y amantes de las historias de toda Iberoamérica.
  • Con una amplia y diversa programación para todas las edades, el Festival Gabo 2023 se vivirá en distintos puntos de la ciudad, gracias a una alianza con la Alcaldía Mayor de Bogotá y la Secretaría de Cultura.
  •  Más de 100 actividades se llevarán a cabo entre el 30 de junio y el 2 de julio.
  • La programación en la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá se ofrecerá de manera accesible y gratuita para todos.
  • Para mayor información consulte el sitio web del Festival Gabo.

El Festival Gabo regresa a Bogotá para acoger a contadores, amantes y pensadores de las historias de toda Iberoamérica en la mayor celebración del periodismo, la ciudadanía y la cultura de la región. Gracias a la alianza con la Alcaldía Mayor de Bogotá y la Secretaría de Cultura, se vivirán durante tres días y desde distintos puntos de la capital más de 100 actividades para públicos de todas las edades, que incluirán talleres, clases magistrales, charlas, conciertos, shows de pódcast en vivo y exposiciones con invitados de diferentes partes del mundo. 

“Igual que le ocurrió a nuestro fundador, Gabriel García Márquez, que siempre tuvo razones para retornar a Bogotá, su Fundación y su Festival han encontrado en esta gran urbe latinoamericana una recepción cálida y un espacio idóneo de creatividad y diversidad, para celebrar las mejores historias e impulsar las transformaciones del periodismo y el oficio de narrar”, expresó Jaime Abello Banfi, director de la Fundación Gabo, organizadora del evento.

Al Gimnasio Moderno, que repite por segunda vez como uno de los epicentros de la fiesta de las historias, se suman distintos escenarios culturales como: Cinemateca Distrital de Bogotá, Teatro Colón, Centro Cultural Gabriel García Márquez, Librería Garabato, Casa Taller Cuarto Plegable y las bibliotecas públicas: Manuel Zapata Olivella, Virgilio Barco, Julio Mario Santo Domingo y Gabriel García Márquez, en las que se contará con programación gratuita.

Para Bogotá es un honor ser la casa de la Fundación y el Festival Gabo, el lugar de los contadores del mundo iberoamericano y sin duda, la mayor fiesta del periodismo. Gracias a esta alianza, seguimos consolidando a Bogotá como capital no solo de grandes espectáculos, sino del arte y la cultura. Es una oportunidad única que ningún ciudadano se puede perder.” afirma Catalina valencia, Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte.

Una programación para todos que celebra la diversidad 

Desde la capital colombiana, el Festival Gabo propone al público local y visitante habitar las historias, reconocerlas como ese punto de encuentro donde coexisten y cooperan múltiples voces, realidades, formas de expresión y visiones del oficio de narrar.

Bajo la premisa #TodosEnLasHistorias, la invitación es a unir nuestras historias con las de los otros y construir un relato en el que todos nos encontremos y nos sintamos representados.

El periodismo, la literatura, el cine, la música, la fotografía, la poesía, los videojuegos, el cómic, el pódcast, entre otros universos y formatos narrativos dialogarán en distintos escenarios durante 3 días.

Dentro de los temas principales se encuentran actividades asociadas a lo afro, la población LGBTIQ+, la diversidad de género, la cobertura ambiental y antirracista, la migración y el periodismo queer, que ocupan la agenda periodística a nivel mundial, pero que durante mucho tiempo estuvieron al margen de los relatos predominantes. 

Otras temáticas transversales que permean la agenda de charlas, conferencias, exposiciones, encuentros, pero también la oferta formativa de talleres y clases magistrales, son la libertad de expresión, los medios nativos digitales, la innovación, la inteligencia artificial y el mundo del pódcast, este último con un segmento exclusivo que durará dos días, y que se realiza en alianza con el Festival Pódcast al Oído de RTVC, en las instalaciones de la EAN.

Con 8 conciertos durante los 3 días del Festival, la oferta musical incluirá presentaciones de N. Hardem vs. Mismo Perro, La Boa y Nelda Piña, Nicolás y los Fumadores, Edson Velandia y Adriana Lizcano, La 33, Andrés Correa y Laura Pérez.

El cartel de invitados también se distingue por la diversidad de los grandes narradores que acudirán a esta cita, provenientes de distintas partes del mundo y distintas disciplinas: Rodrigo García Barcha, Leila Guerriero, Martín Caparrós, Yásnaya Elena A. Gil, Luis García Montero, Juan Gabriel Vázquez, Diana López Zuleta, Ginna Morelo, Juanita León, Darío Adanti, María Teresa Ronderos, Didine Umunyana, Mónica González, Felipe Restrepo Pombo y Jon Lee Anderson, son algunos de ellos.

Conoce más sobre los invitados al Festival aquí.

Un Festival Gabo inclusivo que se vive en diversos espacios públicos

Queremos que este Festival sea un espacio inclusivo donde las personas puedan disfrutar de una variedad de actividades diseñadas especialmente para satisfacer sus necesidades e intereses frente a la lectura, la escritura y la oralidad.

“Las bibliotecas públicas de la capital acogen nuevamente la celebración del periodismo y los grandes narradores invitados al Festival Gabo. Gracias a la alianza con la Alcaldía Mayor de Bogotá y la Secretaría de Cultural contaremos con actividades gratuitas para así facilitar el acceso a la cultura escrita a toda la ciudadanía”, añadió Rafael Tamayo, director de Lectura y Bibliotecas de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y BibloRed.

De esta manera, se contará con una amplia programación cultural en cuatro bibliotecas de la Red de Bibliotecas Públicas de Bogotá-BibloRed: la Biblioteca Manuel Zapata Olivella, la Biblioteca Gabriel García Márquez, la Biblioteca Virgilio Barco y la Biblioteca Julio Mario Santo Domingo, en las que se presentarán encuentros y actividades que abordan los objetivos específicos de la Política Pública LEO, enmarcados en cinco enfoques: Derechos Humanos, Población diferencial, Territorial, Ambiental y Género.

Dentro de las actividades, la población podrá disfrutar de charlas y talleres sobre periodismo narrativo, crónica de viajes y las fronteras porosas entre la realidad y la ficción en las historias.

Conoce la programación en las bibliotecas públicas aquí.

Así mismo, a través de su propuesta programática, el Festival Gabo busca contribuir con la promoción de espacios, la creación y la consolidación de los Distritos Creativos, dentro de los cuales se formulan incentivos para el desarrollo de actividades asociadas al sector y se promueve la creación de espacios multifuncionales y de trabajo colaborativo con el fin de favorecer procesos de creación, comercialización y distribución de bienes y servicios culturales. 

Para ello, específicamente se llevarán a cabo actividades de creación literaria y producción de textos periodísticos, como el Taller sobre libros y librerías y otro sobre artistas en el Distrito Creativo Teusaquillo. En el mes del orgullo y la diversidad habrá una franja programática que se anunciará en los próximos días en el distrito creativo La Playa, y la Cinemateca Distrital acogerá una exposición sobre Inteligencia Artificial y unos talleres para aprender sobre este desafío para la creatividad y el periodismo. 

El Premio Gabo se entregará en una gala en el Teatro Colón

Como es costumbre, durante el evento se llevará a cabo la ceremonia de entrega del Premio Gabo, que cada año reconoce lo mejor del periodismo iberoamericano en las categorías: Texto, Audio, Imagen, Fotografía y Cobertura. 

Este año, la ceremonia tendrá lugar en el Teatro Colón, en una gala nocturna en la que se darán a conocer a los ganadores, quienes junto al resto de finalistas acompañarán también la programación.

Conoce la lista de los 50 nominados en las 5 categorías aquí.

Entre los invitados estará la periodista hondureña Jennifer Ávila, ganadora del Reconocimiento a la Excelencia del Premio Gabo 2023. Ávila es reportera, directora y cofundadora de Contracorriente y recibe ese galardón –que recayó en el escritor y periodista Juan Villoro en 2022– por ejercer un periodismo comprometido con la verdad, la justicia y combativo con la violencia estructural de los gobiernos. 

¿Quiénes hacen posible el Festival Gabo?

La Alcaldía Mayor de Bogotá, a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte-SCRD y la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá, BibloRed, se suma a los grupos Bancolombia y Sura, con sus filiales en América Latina, los aliados que, desde sus inicios y durante 11 años ininterrumpidos, han contribuido con la evolución y consolidación del mayor encuentro dedicado al periodismo, la ciudadanía y la cultura de Iberoamérica. 

Gracias a ellos, esta undécima edición se robustece y amplía para convertirse en un plan y evento de ciudad, con el que Bogotá palpitará al ritmo de las historias durante tres días de fiesta.  

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Periodismo e inteligencia artificial: el sentido de la innovación en el Festival Gabo 2023

Los principios éticos aplicados al periodismo innovador, charlas y talleres sobre inteligencia artificial y una experiencia inmersiva sobre la IA fueron los grandes momentos del undécimo Festival Gabo en torno al binomio insuparable de periodismo y tecnología.

¿Cómo lograr que la audiencia se interese por consumir periodismo de calidad en el entorno digital? ¿Qué reflexiones hacen los periodistas sobre el futuro del oficio que García Márquez definió como el mejor del mundo? ¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de adentrarse en una cultura de experimentaciones y cambios constantes?

Esas fueron algunas de las preguntas que recorrieron el Festival Gabo 2023 durante sus tres días. Las respuestas, inevitablemente, pasan por una reflexión sobre el uso de las herramientas digitales; lo que no debe eludir los principios éticos del periodista y la preocupación sobre lo que necesitan hoy saber las audiencias para estar bien informadas.

Con una exposición y talleres sobre inteligencia artificial, conferencias magistrales sobre TikTok y otros espacios sobre innovación periodística el undécimo Festival Gabo propuso escenarios de reflexión, indagación y puesta en escena del periodismo que se abre a los cambios.

El sentido de la innovación
En la charla ‘Hacia dónde va el periodismo’, un evento en homenaje a Jean-François Fogel, fallecido maestro de la Fundación Gabo y pionero del periodismo digital en el mundo, se hizo un repaso de sus ideas y lecciones, entre ellas el acento que siempre puso en ‘cambiarlo todo’ y en la idea de que sin movimiento no hay futuro para el periodismo.

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El periodista Gumersindo Lafuente, recogiendo las enseñanzas de su maestro Fogel, afirmó que todo lo que tenía que ver hoy con las audiencias y el periodismo se vincula al manejo de la innovación tecnológica. “Como pensaba Fogel, una industria periodística tiene que ser una industria de la tecnología. Sin controlar la tecnología no puedes ser innovador periodísticamente”.

Así, periodismo y transformación tecnológica forman una especie de binomio inseparable. La negación de este sistema conjunto podría desembocar en lo que ha desembocado antes: que quienes lideran los medios “pierdan el control”, dijo Lafuente, responsable entre 2010 y 2012 del cambio digital de El País.

En esa misma charla, María Sánchez Díez, editora senior, digital storytelling & training en The New York Times, sostuvo que la innovación implica estar abiertos “a la experimentación y al cambio constante”, pues la “dinámica de cambios constantes y acelerados” de estos tiempos “no va a terminar”, por ello nos corresponde “estar instalados en una cultura de la experimentación”. Díez considera que la apertura a los cambios es lo que va determinar el “éxito” de tu empresa periodística, seas redactor o editor o editor de audiencias.

En este punto, Olga Lucía Lozano subrayó que “los medios son una cosa y el periodismo otra”. Y en esa diferenciación subrayó la necesidad de dar una “primera pelea”: la de lograr que la gente “confíe en nosotros”.

Lozano, cofundadora de La Silla Vacía y creadora de Proyecto Rosa, resaltó otro punto importante en la relación del periodista con las herramientas digitales: “Siempre, hagamos lo que hagamos, el experimento que hagamos tecnológicamente, destruyamos lo que destruyamos, debe hacerse con ética: que sea para reivindicar el periodismo y no para ser estrellas”.

De ahí que “el sentido de la innovación” sea defender el oficio y no sólo promocionar que ya tienes cuenta en una red social nueva. “Es defender lo que somos, y hacer lo mejor para poder convencer a las audiencias de que la innovación está al servicio de los principios del periodismo”.

Innovación e Inteligencia Artificial
Con la reciente llegada de aplicaciones como Chat GPT, que se valen de una inteligencia artificial generativa para transformar por completo la experiencia de los usuarios, muchos periodistas y profesionales de otros campos se han acercado a la IA con una mezcla de incredulidad y fascinación.

Durante el Festival Gabo 2023 se realizó una experiencia inmersiva para abordar el momento actual de esta tecnología, invitando a jugar a los espectadores con la obra de García Márquez; la muestra incluía el uso de infografías, líneas de tiempo y otras herramientas para explicar la manera en que se revolucionan los métodos de contar e informar.

De la mano con Prodigioso Volcán, la exposición se tituló “Sólo vine a hablar con la IA. Inteligencia artificial, periodismo y sociedad”. Estuvo abierta en la Cinemateca Distrital de Bogotá, uno de los múltiples escenarios del Festival Gabo. “Buscamos informar y desarrollar espíritu crítico, alejarnos del temor a lo desconocido y mostrar que, aunque cambie el emisor, el receptor tiene las herramientas para confiar en los avances tecnológicos”, indicó Prodigioso Volcán sobre esta experiencia que invitaba a “comprender en lugar de temer”.

La exposición acudió a extractos de los libros de Gabriel García Márquez para que los asistentes crearan otros extractos e imágenes, jugaran con su obra e inclusive ensayasen una ‘conversación’ –desde luego ficticia– con el autor de Cien años de soledad.

Los visitantes también pudieron observar una línea de tiempo con los grandes hitos de la IA desde 1950 a la actualidad. Así, esta línea pasaba por la famosa prueba de Turing hasta llegar a la popularización de la IA generativas con sus modelos estrellas: Chat GPT-4 de Open Ai, Bard de Google y los generadores de imágenes Midjorney o Dall-E.

Adicionalmente, entre los múltiples talleres y espacios de formación que ofrece la Fundación Gabo a lo largo del año y durante el Festival Gabo, se realizaron cuatro talleres sobre inteligencia artificial y periodismo a cargo de Prodigioso Volcán. Los participantes recorrieron la exposición mencionada y trabajaron en equipo aprovechando las posibilidades de IA generativa, guiados por editores que les explicaron cómo hacerlo y con qué material contaban.

Del multitudinario estallido social al rechazo de la nueva constitución en Chile: ¿Qué falló y qué lecciones quedaron?

Los agitados días de 2019 en los que la ciudadanía chilena salió a las calles a manifestarse contra la desigualdad social parecían ir en la misma vía de reescribir las leyes de ese país. Sin embargo, el intento de una nueva Constituyente fracasó. ¿Por qué? Aquí, algunas respuestas.

Por Andrea Jiménez Jiménez 

Desde afuera, desde los demás países de América Latina, se tiene claro que la historia reciente de Chile ha estado marcada por el estallido social, que detonó con una fuerza inusitada el 19 de octubre de 2019, cuando el entonces presidente Sebastián Piñera decretó el estado de emergencia que comenzó en el Gran Santiago y se extendió a diversas regiones del país. 

Sin embargo, lo que aún parece difuso y complejo de dilucidar es por qué con este panorama como telón de fondo, por qué cuando las nuevas generaciones chilenas parecían pedir a gritos un cambio de fondo, una nueva constitución –estaban regidos por las leyes creadas en la dictadura–, la sociedad del país austral no respaldó la propuesta hecha por la Convención Constitucional en el plebiscito convocado para saber si los chilenos la aceptaban o la rechazaban. El 62% de los votantes dijo “no”.

Sobre la atmósfera que lo dominaba todo durante los días más agudos del estallido social, y sobre esta aparente imposibilidad de trazar un derrotero claro para el país, conversaron, durante el Festival Gabo 2023, Ximena Torres, gerenta programática del equipo de Innovación Democrática en Fundación Avina; Patricio Fernández, periodista, escritor e integrante de la Convención Constitucional chilena, y Pedro Bahamondes Chaud, periodista chileno. Con la moderación de Mónica González, maestra y miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo, se animaron a dar luces sobre la democracia en Chile y los enormes retos que significa. 

¿Por qué todo estalló?

“No es que los chilenos ese día se levantaron a quemar el metro, con el hartazgo por los abusos y la desigualdad, y otros a reprimir, a herir los ojos de jóvenes y ciudadanos que solo querían vivir en un país con mayor igualdad. Eso se incubó durante mucho tiempo”. Esta frase introductoria de Mónica González evidencia, al igual que en otros casos –como el de Colombia–, el estallido de Chile se produjo por la desazón general que se convirtió en caldo de cultivo para el levantamiento social. 

De golpe, los chilenos se rebelaron contra la desigualdad social que demostraba la concentración de la riqueza en una parte de sus habitantes y las condiciones de pobreza extrema de otro lado, en campamentos o villas miseria, donde muchas familias, especialmente migrantes, viven sin agua, sin árboles alrededor: sin los mínimos vitales. La indignación también saltó por otras causas: pensiones dignas, derechos femeninos, tarifas justas… y estallaron cuando subió el pasaje del metro. 

Patricio Fernández toma las ideas generales del politólogo búlgaro Ivan Krastev para explicar las razones formales de los estallidos formales: se hacían en contra de los medios de comunicación oficiales, en contra de los partidos políticos, y se orquestaban a través de redes sociales. “Luego están las razones de fondo”, señala Fernández: “El estallido social, y eso es lo que lo vuelve un buen comienzo para la idea constituyente, está lleno de esquirlas. O sea, no hay una explicación. Aparecían, irrumpieron múltiples fuerzas culturales y sociales que habían crecido en Chile hace algunas décadas, luego de la recuperación de la democracia, sin nunca haber sido incorporadas en la toma de decisiones”. 

El primer gran movimiento que se puede señalar son los jóvenes escolares de una generación posterior a la del Frente Amplio –la del actual presidente Gabriel Boric–, que comenzaron a “saltarse los torniquetes en las estaciones del metro. Ese es la primera escena, digamos. Comienza con una generación que tiene entre 16, 18 y 20 años más o menos, que llena las alamedas (…) Había un movimiento muy juvenil, y había causas que eran ‘antiadultocracia’, o sea estaban en contra del poder de los adultos”, precisa Fernández.

Otra característica del estallido social fue la gran ruptura que significó con las figuras de autoridad. “Lo que se suponía que mandaba aquí fue rechazado: los profesores, los políticos, los empresarios, y se resumió muy esencialmente en Sebastián Piñera, que estaba en el gobierno y que sintetizaba toda esta fuerza elitaria, y en los Carabineros, que se convirtieron en la gran contraparte” de quienes salían a las calles. Así que el choque de fuerzas fue esencial.

La comunión de causas ayudó a fortalecer el estallido: el feminismo, la igualdad sexual, la lucha por pensiones dignas (las pensiones que llegaban a la primera generación que logró jubilarse representaban sueldos que no alcanzaban). “Había en estos mismos tiempos una encuesta que decía que solo al 2% de los chilenos les generaba confianza algún partido político existente; por lo tanto los partidos políticos se dieron cuenta de que si se unían no podían llegar a un acuerdo cupular, no les daba para esto. Y de alguna manera, como Poncio Pilato, tiraron al pueblo la responsabilidad”, explica el periodista e integrante de la Convención Constitucional.

El pueblo se apropió de esa responsabilidad que habían dejado a su merced: en el estallido social no había banderas de partidos políticos; no había liderazgo, nunca hubo un nombre, no se marchaba detrás de un gran lienzo ni de un gran líder. “Había una fuerza antiliderazgo. Quien hubiera querido enarbolarse como líder habría sido decapitado. Esta fuerza pasó intacta a la Constituyente”.

¿Qué falló en la nueva constitución?

Fueron muchos los que se preguntaron, especialmente desde otros países de América Latina, ¿qué pasó en el Chile post estallido social para rechazar la nueva constitución? Entre muchos otros factores, Ximena Torres, gerenta programática del equipo de Innovación Democrática en Fundación Avina, señala que apenas se está comprendiendo que hay una gran diferencia entre la movilización y la representatividad, lo que se suele confundir. “Quienes redactaron la constitución en su primera versión estaban movilizados, pero necesitaban ser representativos para toda la sociedad, y eso no solo sucedió en Chile. Son ese tipo de ejercicios los que nos deben hacer reflexionar constantemente y entender que la forma y el fondo van pegados”: entender cómo pasar del estallido a unas apuestas de transformación estructural reales. 

Otro factor del rechazo del 62% de los chilenos a la propuesta de la Constituyente es que hay una deslegitimidad muy fuerte de las instituciones. “Siento que el rol de los medios de comunicación, de lo que pasó en las redes sociales, el fenómeno de desinformación fue muy fuerte para que ese resultado y ese proceso no transitara de la forma en la que idealmente los constituyentes hubieran buscado”, añade Torres.

El proceso de la Convención Constitucional estuvo marcado en parte por hechos como la enfermedad que fingió tener uno de sus miembros, como recordó Mónica González: “Siempre sospechamos que alguien le había pagado para arruinar el proceso Convencional, que había sido una operación.  Hubo muchos hechos como ese que fueron amplificados por los medios. De pronto no fuimos lo suficientemente claros los periodistas, y hago un mea culpa, en mostrar el descrédito de una función tan importante, así como establecer los métodos de convivencia para no caer en la violencia extrema”.

Patricio Fernández, quien vivió desde adentro el proceso constituyente, afirma, antes de enumerar otros factores que terminaron desembocando en el fracaso de dicho proceso, que “ la democracia es muy complicada, muy difícil, y es más difícil mientras más amplia es”. Eso parece haberles pasado factura a los miembros de una convención que  venían de “un mundo de independientes, que no tenía relación con partidos, que no tenía experiencia política, que muy mayoritariamente venía de causas y de luchas activistas: el agua, la ecología, las mujeres, en fin (…) No tenían el conocimiento y la experiencia, ni quizás la sensibilidad, para entender lo que era construir, estar en el poder para construir el espacio común”. Esto derivó  en el “peor y más garrafal error de la Convención: que con la derecha, nada; que con los que venían de determinado mundo, nada. Esa es la primera gran explicación de su fracaso, porque a medida que se fue distanciado, se fue asfixiando en su propio mundo”. 

El trabajo era intenso que había poco tiempo para que algunas de esas 155 personas pudieran percibir lo que pasaba afuera, por lo cual no terminaron nunca de entender que el “trabajo de una constituyente era acordar un espacio común y no imponer lo que cada uno de esos grupos o representantes lo movía a estar ahí”, sintetiza Fernández. 

¿Qué papel jugaron los medios? 

Pedro Bahamondes recuerda que debió afrontar el estallido social desde la realidad de un periodista que está dentro del monopolio de los medios en Chile. Era “un periodista de Cultura, relegado a las páginas de atrás del periódico, redactando temas aparentemente inofensivos, pero que desde allá podíamos decir bastante. Se nos pidió no parecer tan activistas en nuestras redes sociales, y eso ya era una señal muy clara de lo que estaban pensando desde arriba”. 

Recuerda que por entonces, en el diario La Tercera, donde trabajaba, le tocó hacer una entrevista a María Paz Grandjean, una actriz que fue de las primeras víctimas del estallido: el 18 de octubre de 2019 fue baleada por los Carabineros. En la entrevista que concedió a La Tercera, Grandjean afirmaba que esa fuerza policial había disparado entre el 18 y el 20 de octubre, cuando se declaró el estado de emergencia. Balas de verdad, y no de goma. “Esa entrevista, y cualquier otra pauta que tuviera que ver con el estallido en un medio de circulación nacional que aún se imprimía, a nosotros nos empezó a acorralar editorialmente”, rememora Bahamondes. 

El periodista sentencia que si bien los medios cumplían su función de informar, lo hacían “con el sesgo de siempre. Lo había porque se abordaba con el acento en la violencia de las calles, por ejemplo”. 

Mónica González hace énfasis en la particularidad del tratamiento televisivo de la información y, además, el tratamiento que la ciudadanía dio a la TV. “La ciudadanía, donde pudo, arremetió contra los periodistas de televisión, porque le parecía que la televisión no daba cuenta ni antes ni durante de la realidad de la que estamos hablando. Hubo una respuesta muy violenta contra la televisión, se le acusó de ser absolutamente discrecional”.

Bahamondes le pone otro acento del que pocas veces se habla en estos espacios: “Supongo que cada uno también intenta sobrevivir en este medio, que se ha vuelto bien ingrato. Hay mucha presión dentro de los medios de comunicación, y con esa presión hay que sobrevivir a diario. Un tema termina desvirtuándose por la línea editorial de un medio, y eso te compromete como periodista y suma al desprestigio, a la falta de confianza que hay hoy hacia los medios desde la ciudadanía”.

Enfrentar la corrupción, el sistema desigual que aprovecha la “mafia” para hacer de las suyas, “significa una ciudadanía despierta, periodistas despiertos, dispuestos a tejer de nuevo. Tenemos que aprender a tejer”, añade Mónica González. “La ciudadanía tiene que buscar la forma de informarse adecuadamente y de repeler la desinformación, pero no nos desconozcamos, que hay una podredumbre que tiene que ver con la corrupción y de que el periodista ha sido presa de una egolatría fundamental. El ego, el hecho de ser showman o show-woman, y de convertir la noticia, el drama… Esa falta de respeto es simplemente ego que carcome el alma, y eso es lo que nosotros no nos atrevemos a enfrentar”.