Talleres del Festival Gabo 2020

Estos son los seleccionados a los talleres del Festival Gabo Nº8

Foto de Magnet.me en Unsplash.

Conoce a los seleccionados para participar en los 7 talleres virtuales que ofrecerá el Festival Gabo Nº8, la fiesta más importante de la ciudadanía, el periodismo y la cultura.

En próximos días, los seleccionados recibirán un correo electrónico con más información acerca de los pasos a seguir para acceder a las sesiones virtuales organizadas para cada taller.

En esta octava edición, que se celebrará de forma virtual del 30 de noviembre al 11 de diciembre, el Festival Gabo ofrecerá talleres que permitirán profundizar sobre la cobertura de temas LGBT, las noticias diarias, el pódcast, las nuevas narrativas en formato videojuego, la edición en fotoperiodismo, el guión documental, el periodismo cultural, entre otros temas.

La apuesta del Festival Gabo en este año marcado por la incertidumbre y por los enormes desafíos que la crisis sanitaria, económica y social causada por la pandemia del coronavirus ha planteado para el mundo y el periodismo, es recordar que, a pesar de todo, siguen las historias.

A continuación, los seleccionados para cada taller:

Clases magistrales del Festival Gabo 2020.

¡Inscríbete a las clases magistrales del Festival Gabo Nº8!

Las historias no se detienen, siguen y se renuevan como lo hace el Festival Gabo. Por eso, la fiesta que celebra las mejores historias de Iberoamérica quiere ofrecerte este año una experiencia única para continuar acercándote a grandes expertos, lecciones y herramientas para ejercer el mejor oficio del mundo.

Una de nuestras propuestas para ti son las clases magistrales, un espacio ideal para que reporteros, editores, profesores, estudiantes de periodismo y profesionales de múltiples disciplinas se inspiren, formen y reciban consejos útiles que luego podrán aplicar en temas tan diversos como la edición de textos periodísticos, la visualización de datos, la cobertura de la actualidad tecnológica, la creación de contenidos sobre gastronomía o la investigación de la desinformación organizada.

Leila Guerriero (Argentina), editora y cronista ; Martín Caparrós (Argentina), escritor y cronista; Jon Lee Anderson (Estados Unidos), reportero del New Yorker; Maya Goded (México), fotógrafa y documentalista;  Ignacio Medina (España), crítico culinario de El País; Diego Enrique Osorno (México), director de cine y reportero; Carlos Dada (El Salvador), periodista especializado en Derechos Humanos; Alberto Cairo (España), diseñador y profesor de periodismo visual; Patricia Campos Mello (Brasil), reportera de Folha de S.Paulo, y Jordi Pérez Colomé (España), periodista de tecnología de El País, hacen parte de la nómina de maestros y expertos que conducirán estas clases magistrales.

A través de este nuevo formato podrás acercarte a la experiencia que viven los participantes de los talleres de la Fundación Gabo, un poderoso espacio puesto en marcha hace 25 años por nuestro fundador, el periodista y Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, para reunir a maestros y jóvenes en ejercicio en un espacio de reflexión y aprendizaje práctico.

¿Quieres participar en las clases magistrales del Festival Gabo Nº8? Solo debes inscribirte. Sí, así de fácil. Las clases magistrales, así como todos los eventos de la programación del Festival Gabo, no tienen costo para los participantes.

En los próximos días anunciaremos las nuevas clases magistrales, por lo que te recomendamos suscribirte al boletín de noticias del Festival Gabo, en el que semanalmente te compartiremos las novedades de nuestra programación e invitados. También puedes seguirnos en nuestras cuentas de redes sociales en Instagram, Facebook, y Twitter.

Conoce e inscríbete a las clases magistrales del Festival Gabo 2020:

‘Colaborar para contar el cuento completo’, con María Teresa Ronderos 

En su discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura, “La soledad de América Latina”, Gabriel García Márquez dijo que este continente vive una realidad descomunal y que es más que un conjunto de países. Por eso, para entenderla y contarla hay que mirar más allá de las fronteras; hay que seguir los hilos de un país a otro hasta desnudar cómo pasa lo que pasa y por qué. 

En esta clase magistral del Festival Gabo Nº8, la periodista, maestra y directora del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), María Teresa Ronderos, hablará de cómo se potencia el periodismo cuando se hace de forma colaborativa, de las ventajas que trae para hacer visibles los temas poco cubiertos, los retos para el periodismo tradicional y los descubrimientos que ocurren cuando las historias son construidas entre equipos de diversos países y disciplinas. Ronderos compartirá la experiencia del CLIP en la construcción de proyectos como “Migrantes de otro mundo”, investigación en la que participaron 40 periodistas de 12 países, y “Transnacionales de la fe”, trabajo realizado entre 16 medios que acaba de ser galardonado con los Premios Ortega y Gasset de Periodismo. También aportará claves para la creación de alianzas transfronterizas, la coordinación de investigaciones, las lecciones y los desafíos que nos esperan. Más información e inscripciones aquí 

‘¿Para qué sirve la crónica?’, con Martín Caparrós

Quizá no pueda contestar esta pregunta; quizá sí.

Quizá podamos pensar juntos cómo se hace y, 

al pensarlo, empezar a responderla. O quizá no.

En esta clase magistral para estudiantes de periodismo, periodistas y escritores, el cronista argentino Martín Caparrós analizará y reflexionará sobre los objetivos de la crónica, cuestionará los moldes en los que se posiciona y aportará consejos, recursos y referentes para conocerla y escribirla mejor. Más información e inscripciones aquí.

‘Conociendo al personaje: la entrevista en el perfil periodístico’, con Jon Lee Anderson

A través de los personajes es posible analizar un momento de la historia, comprender un conflicto social, conocer el impacto de un acontecimiento y empatizar con una realidad ajena a la nuestra. El perfil como género periodístico posiciona a una persona en el centro del relato para transitar dentro de la cronología y acercar los hechos a los lectores. En esta clase magistral, Jon Lee Anderson, reportero del New Yorker y autor de libros periodísticos sobre personajes de la historia de América Latina, hará una introducción al proceso de construcción de un perfil periodístico y ofrecerá herramientas para identificar un individuo protagonista y determinar las preguntas adecuadas para entrevistarlo. Será un espacio para determinar qué se debe tener en cuenta a la hora de seleccionar estilos y ritmos en la redacción de la historia, y para recibir consejos sobre cómo conocer y adentrarse en el entorno del entrevistado para hacer un perfil justo a su protagonista. Más información e inscripciones aquí.

‘El relato fotográfico de la otredad’, con Maya Goded  

Al contar historias, las herramientas narrativas únicas de la imagen permiten dar a conocer múltiples realidades en lenguajes distintos pero universales. En esta clase magistral, la fotógrafa y documentalista Maya Goded hablará de cómo desarrollar una mirada que cuestione lo convencional e identifique lo divergente, explicará cómo se conceptualiza una historia y brindará consejos para convertirlas en proyectos fotográficos que evolucionen en paralelo a sus protagonistas y que permitan ilustrar realidades que tienden a ser ignoradas. Además, conversará sobre los retos de narrar la otredad y las oportunidades de la fotografía para conocer partes ocultas de nuestra humanidad. Más información e inscripciones aquí.

‘Experimentar la realidad: entre el periodismo y el cine documental’, con Diego Enrique Osorno

La relación entre el periodismo y el cine se hace cada vez más estrecha a medida que las audiencias aumentan su afinidad por las historias de no ficción. Las plataformas de video bajo demanda por streaming representan una oportunidad para que los periodistas lleven sus historias e investigaciones a formatos audiovisuales y encuentren nuevos públicos a quienes contar la realidad. Diego Enrique Osorno, periodista y fundador de Detective, una productora que ha impulsado documentales como La muñeca tetona, la serie 1994: Poder, Rebeldía y Crimen en México y el recién publicado documental Vaquero del medio día, contará en esta clase magistral las oportunidades que existen para incursionar en el mundo del cine, explicará cómo dialoga el periodismo con el documental y hablará sobre cómo identificar, desde la reportería, historias potentes para formatos audiovisuales. Más información e inscripciones aquí.

‘Contar víctimas y victimarios’, con Carlos Dada

En un crimen hay victimario y víctima, pero no siempre es fácil distinguirlos. ¿Cómo contamos sus historias? ¿Cómo nos acercamos a ellos? ¿Merecen víctimas y victimarios el mismo trato periodístico?

En esta clase magistral, dirigida por Carlos Dada, periodista especializado en Derechos Humanos y fundador de El Faro, se ofrecerán lineamientos generales para la cobertura de protagonistas de conflictos y violaciones a los derechos humanos en América Latina. Dada abordará los dilemas éticos del periodismo en el tratamiento y relacionamiento con víctimas y victimarios. También aportará algunas claves para huir de los estereotipos y evitar fortalecer los sesgos de la opinión pública respecto a los protagonistas de episodios violentos. Más información e inscripciones aquí.

‘Investigar la desinformación’, con Patrícia Campos Mellos

Los ciudadanos están expuestos cada vez más a estrategias de manipulación que buscan moldear actitudes o suprimir opiniones. El periodismo como servicio público y herramienta para cuestionar el poder debe investigar esa desinformación organizada. Patricia Campos Mello, periodista de Folha de S.Paulo y autora de “La máquina del odio: notas de un periodista sobre noticias falsas y violencia digital”, explicará en esta clase magistral cómo funcionan esas operaciones, el impacto que tienen en la democracia y la amenaza que representan para el ejercicio periodístico. Más información e inscripciones aquí.

‘Visualización de datos y narración de historias’, con Alberto Cairo

En un contexto de abundancia de contenidos y escasa atención de audiencias, es necesario que el periodismo tenga criterio para seleccionar el lenguaje más apropiado para contar una historia. Cuando en la información los datos son determinantes, el reto está en encontrar la mejor forma de visibilizarlos. Esta clase magistral, conducida por el periodista y diseñador Alberto Cairo, y dirigida a periodistas y diseñadores, cubrirá los principios generales para diseñar y construir contenidos de visualización de datos que aporten análisis y conocimiento a las audiencias. Además, se compartirán herramientas, referentes y recomendaciones para el desarrollo de proyectos gráficos que conserven los principios éticos de veracidad y rigurosidad. Más información e inscripciones aquí.

‘Editar la no ficción’, con Leila Guerriero

En un proceso de edición de textos de periodismo narrativo son varios los aspectos que se deben tener en cuenta para que la dinámica entre el autor, el texto y el editor funcione. En este punto, resultan determinantes el encuadre del género, la posición de lectura del editor, la manera en que este comunica las sugerencias al autor y el orden en que conviene observar los distintos elementos del texto. En esta clase magistral, la periodista y editora Leila Guerriero hablará acerca de estas y otras claves importantes para llegar a un buen resultado, producto del trabajo entre autor y editor. Más información e inscripciones aquí.

‘Por qué la tecnología necesita más periodismo’, con Jordi Pérez Colomé

La tecnología impacta cada día más en cómo vivimos. Ha dejado de ser una sección de aparatos e innovación para convertirse en un pulpo que afecta todas las áreas de nuestras vidas. Su capacidad para influir en nuestra toma de decisiones la ha hecho protagonista de titulares por desinformación, privacidad, hackeo de datos, operaciones de influencia o suplantación de identidad. El papel de internet en la actualidad solo va a aumentar y el creciente peso de esos temas va a requerir de mucha más investigación, análisis y contexto. En esta clase se abordarán enfoques y herramientas que debe tener en cuenta un periodista para cubrir la actualidad tecnológica: dónde debe fijarse para identificar las historias relevantes, cuáles son los ángulos desde los que puede emprender una investigación y cómo traduce la complejidad técnica a palabras comprensibles. Más información e inscripciones aquí.

‘El futuro del periodismo gastronómico’, con Ignacio Medina

La cocina y la gastronomía son parte esencial de la humanidad y reflejo del estado de las sociedades. Con el auge de la cultura gastronómica en América Latina, ha crecido también el interés por los contenidos sobre esta disciplina, para la cual hace falta un periodismo con análisis y criterio que pueda conocer, interpretar y comunicar los relatos y diálogos entre un producto, un cocinero, un plato y un comensal. En esta clase, conducida por el crítico culinario Ignacio Medina, podrás analizar el papel de la crítica para encontrar y compartir conocimiento, identificar los límites entre la crítica y la creación de contenidos en redes sociales y blogs, y abordar la necesidad de innovación y rigurosidad en las nuevas narrativas sobre la cocina. Además, te permitirá explorar el potencial del periodismo para impulsar y alimentar tanto el debate como la reflexión en torno a una industria en momentos de crisis. Más información e inscripciones aquí.

‘Más allá de la guerra: cómo investigar sobre drogas’, Alejandra Sánchez y José Luis Pardo

Lo que ha sucedido alrededor de las drogas ha marcado buena parte del último medio siglo de América Latina, pero para entenderlo utilizamos la misma palabra: guerra. El discurso oficial ha opacado a la historia, la ciencia, la economía o la salud. En esta clase magistral, Alejandra Sánchez y José Luis Pardo, fundadores de Dromómanos, darán consejos para ampliar la mirada y abordar investigaciones sobre estas sustancias, comúnmente asociadas a mitos. Es un espacio pensado para viajar desde los países andinos hasta Estados Unidos y descubrir que las drogas no son el principio y el fin de todos los males de nuestra región, sino una herramienta para que el periodismo explique el día a día de millones de latinoamericanos. Más información e inscripciones aquí

Cómo se financia el periodismo independiente en tiempos de crisis

Marcela Turati, María Catalina Colmenares, Vanina Berghella y Mario Tascón. Foto: Joaquín Sarmiento/Fundación Gabo. 

La crisis en los medios de comunicación no se puede tapar con un dedo. Muchos son los conflictos por los que atraviesa el periodismo, desde no ser fiel a sus principios sino a los intereses económicos hasta tener que sobrevivir trabajando con las uñas —si lo concebimos como un sujeto—.

Es precisamente esa búsqueda de independencia editorial, de hacer periodismo veraz y con criterio, lo que ha motivado a un número considerable de periodistas a trabajar en defensa del derecho a la información en América Latina. Estos emprendimientos periodísticos que han surgido en el ecosistema mediático se enfrentan a retos económicos, tecnológicos y políticos para poder producir; sin embargo, aun así encuentran la forma de salir a flote.

En la charla ‘¿Cómo se financia el periodismo independiente en América Latina?’, Marcela Turati, María Catalina Colmenares, Vanina Berghella y Mario Tascón hablaron de las iniciativas que buscan impulsar este tipo de proyectos y las oportunidades que hay para emprender e innovar frente a las necesidades de cada contexto.

Vanina Berghella, directora de Velocidad, una aceleradora que pretende impulsar los modelos de negocio de medios digitales e independientes en América Latina, comentó que la pregunta ha sido la misma desde hace 20 años, y que la respuesta también es igual: “La pregunta del millón es respecto a la crisis y los distintos factores que están afectando a los medios de comunicación en distintas partes del mundo. ¿Qué vamos a hacer?: encontrar formas”.

Para hallarlas se refirió a los proyectos independientes. Aclaró que se debe pensar de acuerdo con el contexto y la audiencia a la que se quiere dirigir o la que ya los sigue. “Hablamos de estas apuestas que tienen intenciones de que los medios emprendedores en Latinoamérica tengan la oportunidad de pensar su modelo de negocio, su sustentabilidad. Para esto es importante pensar en la línea editorial y focalizarse”.

Dijo que actualmente casi todos los medios están trabajando en varias fuentes de financiamiento, pues la apuesta no puede ser por una sola, la inversión debe estar dada por distintos patrones. Marcela Turati leyó una gran lista de opciones a las que recurren, entre las que mencionó la aplicación a becas, apelar al apoyo de organizaciones filantrópicas, a los colegas, ofrecer almuerzos o cenas, realizar talleres, vender arte, asesorías o postres, entre otras.

María Catalina Colmenares,directora de programas para América Latina del Media Development Investment Fund, entre tanto, hizo énfasis en el cambio de un modelo antiguo unidireccional en el que la información se da a la audiencia pasiva del lector que recibe sin haber una respuesta de vuelta, soportado con la publicidad.

“Todo ha cambiado mucho impulsado por las nuevas tecnologías. Hay que adaptar ese modelo, pues la publicidad que financia una organización, que además es súper rentable, ya no existe, lo que sí siempre existirá es el contenido, lo que la gente consume”.

Los medios de comunicación, sean independientes o no, deben repensar sus equipos y el abordaje que se le da a la información, pues ahora, de acuerdo con los expertos, como vivimos en un mundo horizontal en el que existen muchos espacios de interacción, la pirámide del poder de la información ya no es la respuesta. “Se debe tener en cuenta quién consume la información y de qué forma para entender cómo monetizar lo que hago”, indicó Colmenares.

Lo que sufren los periodistas independientes

Marcela Turati, coordinadora de proyectos en Quinto Elemento Lab, se refirió a una realidad latente, la que tienen que padecer los periodistas que deciden emprender porque pasan de preocuparse por construir verdaderas piezas periodísticas a buscar formas de financiar los proyectos. “También es cambiar un poco la identidad del periodista. Los que creamos nuestros propios colectivos siempre tenemos problemas con los salarios. Hay unos que apelamos a becas para realizar algunos reportajes, pero ¿y el pago de los servicios públicos y de todo lo que conlleva tener un medio independiente?”

Enfatizó en que anteriormente esta preocupación no existía por hacer parte de un medio tradicional, en el que solo se esperaba el cheque de la quincena, pero cuando se trabaja de forma independiente ya se apela más a la colaboración entre colegas para realizar los trabajos. “Pasamos esa etapa en la que hacíamos los textos o las investigaciones en los tiempos libres a conseguir, además, proyectos u otras alternativas que te permitan vivir.
Ahora cada vez que me encuentro con mis colegas en congresos o eventos ya no hablamos de los reportajes que hacemos, sino de cómo nos financiamos”.

Recalcó el hecho de que los periodistas independendientes deben tener siempre los proyectos en la “punta de la lengua” para que cuando se encuentren “de casualidad” con un filántropo o una organización sepan venderlos. “Si te topas con Bill Gates en un ascensor tienes cuatro minutos para exponer cuál es tu proyecto y cómo puede contribuir. Esto es para decir que se debe ser claros con el objetivo de lo que quieren hacer”.

La filantropía como financiamiento

Colmenares indicó que la filantropía tiene diferentes clases y que esto estaría relacionado con el tipo de organización. En el proceso de analizar qué medios independientes tienen posibilidades de acceder a los financiamientos, los filántropos hacen un análisis de qué tan probable es que los emprendimientos sean sustentables o rentables. “Hay una lógica que va más allá de una filantropía caprichosa: existen diferencias entre el que quiere un medio y que la filantropía lo financie y quién entiende su producto, su entorno y las fuentes que lo pueden apoyar”.

Arranque y sostenibilidad

No es lo mismo la financiación de arranque de un medio que la que se necesita para que sea sostenible en el tiempo, ahí es cuando aparece la incertidumbre. Claramente, apostar por este tipo de proyectos periodísticos totalmente independientes no es fácil, pero se puede lograr si existe un objetivo claro, una estructura y se plantea un modelo de negocio que propenda por diferentes alternativas que permitan sufragar el emprendimiento.

Sobre el Premio Gabo y el Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabo con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio Gabo y el Festival Gabo son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con su filiales en América Latina.

Para mantenerte al tanto de las novedades del Premio Gabo y del Festival Gabo, puedes suscribirte a nuestro boletín o seguirnos en nuestras redes sociales: FacebookInstagram y Twitter.

La libertad de prensa actúa como antídoto contra la corrupción en Suecia

Ola Sigdvarsson, defensor del lector en Suecia, en el Festival Gabo. Foto: Joaquín Sarmiento/ Festival Gabo.

En Suecia la ley referente a la libertad de prensa es “bastante permisiva”, según les contó Ola Sigdvarsson, quien ejerce como defensor del lector en ese país desde 2011, a los asistentes a la charla ‘Los desafíos de la autorregulación, la experiencia del ómbudsman de prensa sueca’ en el Festival Gabo.

Desde que está en su cargo, Sigdvarsson atiende todas las quejas de los ciudadanos que denuncian tratos injustos por parte de la prensa para determinar si su reclamo debe llevarse al Comité de Opinión de la Prensa (PON), entidad que emite multas u obliga a los responsables a hacer otras restituciones.

Durante 45 años ha trabajado como periodista, reportero y jefe editorial de periódicos, lo que le da una amplia experiencia para analizar las situaciones que, por lo general, llegan a su oficina por correo.

“En mi país todo se permite y es fantástico. Tenemos un registro público de los documentos oficiales para que las personas puedan solicitarlos. En Estocolmo se puede ir a la oficina del primer ministro y pedirle cualquier documento porque se lo va a mostrar”, señaló Ola para evidenciar un contexto de cómo son las políticas de privacidad.

La idea, indicó, es poder luchar contra la corrupción, debido a que si cualquier persona puede analizar los archivos de un político para escribir sobre sus hallazgos sin que esto represente un riesgo de seguridad da cuenta de que el sistema ha funcionado bien durante todos estos años.

“Transparencia internacional saca un listado de los niveles de corrupción en los países, Suecia es el número tres entre los de menor grado el mundo junto con Nueva Zelanda y Finlandia. Esto no es porque los políticos suecos hayan nacido siendo más honestos que los servidores públicos en Italia o en Colojmbia, la diferencia es que hay una herramienta efectiva para combatir la corrupción y es libertad de prensa”, enfatizó.

Sin embargo, precisamente por este contexto en el que todo se acepta, es muy difícil que un individuo pueda lograr la corrección en el caso de que se escriba algo malintencionado o sin fundamentos. “La libertad que se ha dado debe ser usada de manera responsable y nuestro trabajo es velar por eso. La libertad y la responsabilidad van de la mano”.

La estructura del sistema ético

Ola Sigdvarsson explicó que hacen parte de un sistema independiente sin participación estatal, responsable del código de ética y de las instrucciones para el defensor del lector y el consejo de prensa, que es ejecutado por una red conformada por el Comité para la asociación de medios, la Asociación sueca de editores de medios, la Unión sueca de periodistas, la Asociación de editores de revistas y el Club nacional de prensa.

“Muchas personas erróneamente piensan que somos parte del sistema judicial, hay unas similitudes en el proceso, pero no tenemos un soporte legal y hay unas diferencias. En el sistema judicial uno trata de encontrar quién es el culpable. Nosotros nos ocupamos del tema de los daños que un artículo le ha generado a un individuo, pero no nos interesa determinar quién es el culpable, sino el daño, y nos cuestionamos si el daño era justificable o no”.

El código de ética sueco

Plantea proporcionar noticias precisas, ser generosos con el derecho de responder, respetar la privacidad individual, actuar con responsabilidad,escuchar a todo los involucrados y tener cuidado al publicar nombres y apellidos de personas.

“Les presento esto no para que copien nuestro modelo, pues dependiendo de la situación y el contexto en el que están deben idear una forma de actuar al respecto con modelos de autorregulación”, enfatizó Sigdvarsson.

Sobre el Premio Gabo y el Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabo con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio Gabo y el Festival Gabo son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con su filiales en América Latina.

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Cómo sacarle provecho a Instagram y hacerlo más que una egoteca

María Elisa Botero, gerente de Alianzas con Medios de Noticias de Facebook para Colombia y Perú, en el taller de Instagram para elecciones. Foto: Julián Roldan/Fundación Gabo. 

Instagram se ha convertido en una de las redes sociales más usadas a nivel mundial. Su facilidad, dinamismo y, sobre todo, estructura narrativa —o la forma que diseñó para que sus usuarios cuenten historias— la hace tan atractiva que la mayoría de medios han migrado, en un porcentaje, a esta plataforma digital.

En el Festival Gabo se llevó a cabo el taller ‘Instagram para elecciones’ con María Elisa Botero, gerente de Alianzas con Medios de Noticias de Facebook para Colombia y Perú, en el que hizo un repaso por los casos de éxito de noticias desarrolladas en esta red con el fin de ofrecer claves para adaptar las fortalezas de los medios de comunicación que permitan conectar con las audiencias, especialmente con las más jóvenes que “viven” en esta red social.

En el taller se evidenciaron algunas cifras. Por ejemplo, Instagram tiene un billón de usuarios activos, 500 millones de personas consumen stories a diario, el 80% está fuera de Estados Unidos y 200 millones de usuarios están en el buscador (la lupita). Entre tanto, el 51% de los que consumen noticias en Instagram está en el rango de edad de 18 a 29 años.

¿Cómo son las noticias en Instagram?

Se podría decir que en Instagram se vale todo (después de que no se haga nada ilegal y que atente contra los derechos de autor): que la imaginación vuele, que no haya un límite en el uso de recursos, que se aprovechen al máximo todas las herramientas que ofrece esta plataforma digital. Aquí no todas las veces menos es más, por el contrario, entre más variedad haya al momento de presentar una información, más interacción se va a generar.

Botero enfatizó en que las noticias en esta aplicación deben lucir jóvenes, ser atractivas, tener movimiento, ser muy visuales y tener personalidad de sobra.

“Es importante tener en cuenta que se deben usar todos los tipos de formatos: fotos, videos, boomerang, música, stickers. Crear contenidos llamativos, replantear una noticia seria y contarla de una forma diferente para atraer la atención”.

Stories para conectar más con las audiencias

Las historias en Instagram son una forma directa de llegar a más audiencias, pero la forma en la que se envía información a través de este formato también tiene sus trucos para ser efectiva.

Botero recomienda encontrar un foco, entender quién es la audiencia a la que te quieres dirigir a la hora de comunicar y usar un tono directo dando siempre la cara a la cámara. “Las stories son personales, se entienden como la forma de hablarle directamente al usuario que está consumiendo la información del otro lado de la pantalla”.

Las historias detrás de la historia son importantes y para eso están las stories de Instagram, contenido que no va a quedar consignado en el feed, pero que es igual de importante. “No se preocupen si no tienen todos los recursos, las redes sociales reciben perfectamente todo el contenido”.

Consejos

-Usar historias con mucha imaginación

-Aprovechar los recuerdos que ofrece como videos, imágenes, stickers con música, gifs. “Lo audiovisual es lo que más vende”.

-No usar contenido que pueda generar problemas de copyrights.

-Apostarle a los formatos en vertical

El porcentaje de usuarios que ven el celular de forma vertical es mayor que el número que lo hace horizontalmente; incluso, la mayoría de las personas tiene bloqueada la opción de girar la pantalla con el movimiento del equipo, por ello aconsejan idear contenidos y subirlos de esta forma con el fin de reclutar más seguidores.

Instagram en épocas electorales

En los periodos de elecciones esta aplicación puede ser un gran aliado para los medios de comunicación, pues es una buena fuente de noticias. “Los candidatos están en Instagram y son muy activos. Se pueden plantear distintas formas de mostrar la información relacionada”.

Una herramienta que puede ser útil es Redcheck, una asociación de medios y periodistas que hacen fact checking sobre los contenidos falsos respecto a los candidatos. “Todo es de probar, medir y tomar las decisiones. Debemos esperar mínimo dos semanas para calcular el movimiento de agujas a ver si hay resultados”.

5 cosas que no se pueden olvidar en Instagram

1.Las noticias en Instagram tienen visuales fuertes, son personales y pensadas para ser consumidas en movimiento

2.Foco: encuentra cuál es el tuyo

3.No pienses de más, usa las herramientas nativas

4.Habla de una manera directa, nunca con superioridad

5.Invita a la gente a que sea parte de la conversación

Anatomía de una storie: introducción, cuatro o cinco historias y una salida

-Selfie para introducir

-Usa un copy corto y llamativo (con mucho color)

-Utiliza las herramientas de location, tags, hashtags

-Usa herramientas interactivas

-Mezcla formatos como fotos, moomerangs, stickers

-Abusa de los GIFs

-Usa links cuando se pueda

-Involucra a la comunidad

Sobre el Premio Gabo y el Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabo con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio Gabo y el Festival Gabo son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con su filiales en América Latina.

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8 motivos para romper el molde de la crónica prefabricada (y lograr ser publicado), según Josefina Licitra

La cronista argentina Josefina Licitra, durante el taller que impartió en el Festival Gabo. Foto: Julián Roldán – Fundación Gabo

Por Andrea Jiménez Jiménez@andrejimenezj

¿Por qué los editores devuelven crónicas y otros textos que les llegan como propuestas? Josefina Licitra tiene la respuesta. “Lo que llega hace muchos años es un formato. Quizá sea el formato de la nueva crónica latinoamericana, que es muy ordenador, que sigue dando piezas periodísticas interesantes que vale la pena leer, pero que impuso una especie de estructura que también vale la pena romper”.

Las crónicas, como producción en masa, vienen con molde pre-hecho, una guía establecida que ha convencido a la argentina, ganadora del Premio Cemex en 2004, de que hay que comenzar a darle la vuelta a la forma en la que contamos las historias para que estas tengan cabida, con una voz propia, en espacios dedicados a cultivar este arte narrativo.

Entonces, ¿por qué rebotan las historias cuando las rebotan? ¿Cómo se puede fundamentar la idea de que hay un molde a romper? Aquí, las razones:

  1. La crónica busca –supuestamente- usar el dato paro luego trabajar el texto en función de su elemento visual, que es imaginártelo como un documental, y eso no está mal. Pero en esta forma de concebir las crónicas como elementos organizados por escenas, el dato dejó de importar. Cuesta dar con estos, con material que esté fuerte de datos. Empecé a tener profundo respeto por los datos, porque, más allá de que estén chequeados, una cosa es equivocarse en el dato y otra no buscarlo. Pero en nombre del estilo y del nuevo periodismo literario, no hay datos. Hay un manejo más literario del material, más allá de que sea bueno o malo. Y el dato es fundamental. En nombre de que a la idea hay que articularla en elementos visuales, que estoy de acuerdo, hemos olvidado los datos, y las ideas hay que argumentarlas, y eso es tan importante como la estética.

 

  1. No hay estructura. A veces uno se encuentra escena, pero no hay progresión dramática. Esto no necesariamente debe pasar en el perfil, porque el perfil es otra cosa, es como una fotografía. En la crónica debe haber movimiento. Hay que hacer lo que en lenguaje audiovisual se llama escaletear. Es muy importante la estructura, y esa estructura está rezagada y solo vemos escenas lindas una al lado de la otra.

 

  1. El periodismo tiene un punto de vista que no es opinión, y está bien seguir pensándolo en ese sentido, pero la pregunta sobre el punto de vista hoy nos terminó quedando antigua. Creo que a nadie se le ocurre pensar que el periodismo se concibe sin la idea del punto de vista, porque el tema de la objetividad dejó de ser una discusión, porque todos entendemos que la objetividad no existe, es una discusión estéril. Así que encontrar y mostrar el punto de vista es importante.

 

  1. Esta no es una pregunta menor: Con eso que vemos, ¿podemos hacer algo? En los talleres de creación es una pelea constante por lograr que los participantes cuenten lo que vieron y no lo que sienten que tienen que contar. Hay un temor y una autocensura que son bastante grandes.

 

  1. Las crónicas se hacen con eso que el periodismo narrativo llamó “detalle simbólico”. Como recurso está bien, es interesante, pero suele ser una equivocación. Y uno recibe textos que tienen detalles que no dicen nada, y el detalle tiene que decir algo. El texto no puede ser la fiesta del detalle, hay que elegir un par, mirar bien dónde lo vas a poner. Si uno muestra un detalle, este tiene que explotar. Si no, no ayuda: hace ruido.

 

  1. La falta de moralización, de línea ideológica, es uno de los preceptos del ‘nuevo viejo periodismo’ que sigo sosteniendo. Creo que nos cuesta mucho meternos con “gente buena”. Les perdonamos la vida en todos los aspectos. Tenemos miedo de que nos señalen, y más en tiempos de redes sociales, en los que estamos con una fiscalía digital que a muchos nos atemoriza, pero debemos superar.

 

  1. Siempre hubo esa idea de que el periodismo narrativo no iba detrás de la primicia, de la urgencia, y como nunca vamos a llegar a tiempo, nuestra posibilidad de diferenciarnos no es en flecha horizontal sino vertical: vayamos hacia el fondo ya que no podemos ir más rápido que los demás. Pero no tomar las características de la televisión o internet para ir rápido no quiere decir que debamos hacer una alegoría de lo pequeñito, de lo demorado. ¡Queremos que nos lean! Y si queremos que nos lean debemos empezar a pensar un poco más en grande. Hay pequeñas historias que valen porque pueden crecer, pero por eso valen, y si se quedan pequeñas no van para ningún lado. Pero la idea no tiene que ser en el nombre de que no estamos apurados, y eso no nos vuelve demagógicos, sino con sentido común. Debemos pensar que un buen tema puede pasar desapercibido, pero que no necesariamente hay que buscarlos en el universo marginal. Saber leer los diarios, que son la centralidad del discurso periodístico, también nos puede dar un punto de partida para hacer una buena historia.

 

Teniendo los rasgos del molde a romper, no está mal tener en cuenta otras recomendaciones (e ideas):

-Cuando golpeas muchas puertas y hay mucho “no, no, no”, ahí hay algo. Cuando los rebotes son sistemáticos, esas negativas son sintomáticas. Y hay que revisarlas.

No sirve un editor que te perdone todo, o que te admire. No está mal desenamorarse del texto de uno, si es un buen editor

– Si no hay algo que te conecte con trabajos de largo aliento, te vas a cansar.

-Sobre la primera persona: si en una escena uno tiene algo que contar, uno cumple una función. De ninguna manera me parece algo vanidoso o egocéntrico.

-Uno tiene que poder escuchar su propio hartazgo y saber cuándo parar (con respecto a la autoedición)

-Cuando uno escribe sobre sí mismo es toda una decisión a tomar. Son textos son muy dolorosos de hacer. Si se hacen con honestidad, no son textos fáciles, y exigen un procedimiento que tal vez sea complicado cuando llevas poco tiempo escribiendo, porque suponen cierta madurez. Porque uno tiene que escribir sobre la falla y analizarse uno mismo desde lo editorial; uno debe mirar la textura, la calidad. Hay que tener distancia como sea. Creo que eso se ejercita. Uno paga precios altísimos. No hay que escribir una falsa literatura. Hay que entregar todo lo que uno tiene.

-Uno tiene que poder sacrificar su ansia de lucirse en pos de lo que el texto necesita.

Se necesitan personajes. Si no hay personas, lo que tienes es una nota.

-En general, escribir con mucho moño, con mucha retórica, es fácil. La escritura es limpieza.

Sean incorrectos. No como dogma, no como provocación, sino como honra a la verdad.

Sobre el Premio Gabo y el Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabo con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio Gabo y el Festival Gabo son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con su filiales en América Latina.

Luciana Peker

“Sin mujeres no hay información” y otras lecciones de Luciana Peker sobre periodismo feminista

La periodista de Página 12 dio consejos para usar los datos y la narración en noticias con enfoque de género. Foto: David Estrada Larrañeta /Fundación Gabo.

Por Marcela Madrid Vergara@marcemv91

Para Luciana Peker, el mejor periodismo feminista es aquel que se dirige a las masas, incluye a los hombres y evita hablar desde un pedestal. La autora de La revolución de las hijas, quien lleva más de 20 años haciendo periodismo con enfoque de género, se considera una activista con ganas de cambiar el mundo, pero siempre repitiéndose una premisa: no perder de vista las herramientas del periodismo.

Durante el taller ‘Periodismo feminista: la asignatura pendiente’, Peker dio algunos consejos para los interesados en combatir el machismo desde las redacciones sin perder el rigor, la calidad narrativa y el respeto hacia las víctimas.

Sin mujeres no hay información

La periodista argentina abrió el taller con una noticia económica: el aumento del desempleo. Tomó varios periódicos nacionales y mostró cómo ninguno lograba contarla con enfoque de género. En uno había cuatro opinadores, todos hombres; otro no mencionaba la cifra de desocupación en mujeres, y el último lo hacía pero bajo un eufemismo como “se retiran del mercado laboral”. En todas, las imágenes o ilustraciones estaban protagonizadas por hombres.

“La idea de desocupación está ligada a que el mayor sufrimiento lo padecen los hombres, cuando suelen ser las mujeres rurales las más afectadas”, aseguró Peker, y compartió un artículo que escribió para Página 12 que puede dar una idea de cómo llenar ese vacío. Inicia así: “La desocupación global llego al 10,6 por ciento y pasó las dos cifras. Pero, en realidad, entre las mujeres ya era del 10,5 desde hace tres años”.

Ante la falta de voz de las mujeres en las noticias, Peker propone que en las redacciones exista una persona dedicada a generar una agenda de género. No se trata de policías vigilando los contenidos de los demás, sino de garantizar que el medio incluya temas, enfoques y fuentes mujeres. Así ha ocurrido con varios medios en Argentina donde existen editoras de género, como Clarín o Infobae.

Incluir la masculinidad

Si el primer consejo de Luciana Peker es incluir a las mujeres, el siguiente es hablar de los hombres y para los hombres: “Estamos produciendo contenidos que empoderan a las mujeres pero los hombres no encuentran contenidos para explorar nuevas formas de masculinidad”.

Un ejemplo de esto es investigar las consecuencias de los abusos en los hombres, especialmente los adolescentes. Otra manera de desarrollar este enfoque es analizando las iniciativas que intentan incorporarlo, como la campaña Cambia el Trato de Avon.

Activismo sí, ‘sobre militancia’ no

Luciana Peker es de las que cree que el periodismo y el activismo son compatibles, mientras que el periodismo que se denomina ‘neutral’ suele ser realmente machista. Sin embargo, advierte sobre un riesgo en el que pueden caer los reporteros feministas, y es lo que ella llama la “sobre militancia”.

Este error ocurre cuando los periodistas dejan de lado el rigor, la verificación de la información y el equilibro de fuentes por el apasionamiento del tema. Editorializar y adjetivar demasiado, hablar desde un pedestal moral o usar términos más cercanos a los académicos que a las audiencias son los ejemplos más comunes de esto.

Otro error en el que se puede caer fácilmente es ceder a todas las peticiones de las organizaciones feministas. “Hay una confusión en el rol periodístico donde se intenta que todo lo que escribamos las periodistas sea reproducir lo que nos piden las organizaciones de mujeres”.

La gradualidad existe

“Hay que acabar con todas las formas del machismo pero no todas son iguales. La gradualidad existe”, aclara Peker. Una violación no es igual de grave a un comentario machista y, aunque ninguna de las dos situaciones debe ser tolerada, el periodismo debe abordarlas teniendo claro que no puede medirlas con la misma vara.

La periodista argentina tiene una explicación clara para eso: “Si medimos todas las violencias como si fueran una violación, las violaciones dejarían de tener peso”.

¿Narrar es revictimizar?

Narrar los detalles de un acto violento contra una mujer puede terminar fácilmente revictimizándola. Sin embargo, Luciana Peker cree que en ocasiones es necesario hacerlo con todo el cuidado y respeto posibles. Así lo decidió con el caso de la actriz argentina Thelma Fardin: “Narré su violación a los 16 años. Los manuales de periodismo nos dicen que no lo hagamos. ¿Por qué lo hice? Porque no hemos ganado, porque siguen existiendo abusos y violaciones. Todavía tenemos que contar eso para que les puedan creer”.

Protocolos para las redacciones

Como cualquier empresa, las redacciones no son ajenas a los casos de violencia de género. Por eso, Peker propone que los medios implementen protocolos para poder responder. A pesar de los vacíos, riesgos y errores que pueden implicar, cree que es la única forma de proteger a las víctimas: “Es necesario establecerlos ante escenarios nuevos, ante hombres que naturalizan formas de abuso y mujeres denunciando lo que no denunciaban”.

Tiene claro que aún falta un camino largo para que los dueños y empleados de recursos humanos de los medios sepan reaccionar. Por eso cree que “la gran diferencia no va a ocurrir en las redacciones, empresas o sindicatos que sean perfectos, sino en los que aprendan de los errores”.

Sobre el Premio Gabo y el Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabo con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio Gabo y el Festival Gabo son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con su filiales en América Latina.

También hacen posible la séptima edición del Festival Gabo instituciones como el Área metropolitana del Valle de Aburrá, Comfama y Facebook.

3 razones por las cuales no llamar fake news a la desinformación

Juan Manuel Lucero conversó con Cristina Tardáguila, Laura Zommer y Dora Montero en el Orquideorama de Medellín. Foto: David Estrada – Fundación Gabo

Por Andrea Jiménez Jiménez@andrejimenezj

“La desinformación llegó para quedarse. Va a ser parte de nuestra práctica, por eso debemos tener soluciones de corto, pero sobre todo de mediano y largo plazo”. Quien sentencia lo anterior es Laura Zommer, directora de Chequeado, la primera organización de discurso en América Latina, ya acostumbrada a lidiar con lo uno y lo otro, con fake news y desinformación real. 

Ella, junto a Cristina Tardáguila, Directora adjunta del International Fact-Checking Network (IFCN), y Dora Montero, directora de Colombia Check, compartió sendas ideas sobre la verificación de la información y el discurso en tiempos de coyuntura electoral. Puede que tal vez la más importante sea aprender a llamar las cosas por su nombre, hacer diferenciaciones claras entre lo que es o no una fake new en el contexto político, y entregaron tres razones por las cuales los periodistas – y la comunidad en general- no debería calificar como noticias falsas a cantidades de datos que solo son desinformación. ¿Por qué no hacerlo?

  1. Decir noticias falsas, que sería la traducción de fake news, es pagar más precio del que vale. En la universidad nos enseñaron que las noticias son sucesos que merecen ser contados. Si es un invento, entonces no es noticia.
  2. Líderes de distintos lugares del mundo usan el término fake news para referirse a la prensa que les critica. Si nos sumamos a ese concepto, lo validaremos.
  3. Si nos quedamos con la idea de que la desinformación política y nos olvidamos de la desinformación que circula sin intención, nos vamos a quedar cortos.

Entre otros aspecto, recomendaron tampoco olvidar:

  • – En el contexto electoral, el único foco  no puede ser trabajar en desinformación. El trabajo del periodismo es sobre todo controlar, llevar contexto, explicar, reclamar a los líderes que sean más claro con respecto a sus propuestas, investigar sobre el financiamiento. La agenda tradicional no puede darse por superada. La agenda del cubrimiento electoral no se puede quedar en la desinformación, aunque esta sí se convirtió en pieza clave del contexto político. 
  • Hay que estar atentos a la tecnología. Esta no puede ir más rápido que nosotros e intentar alcanzarla en el camino. Debemos anticiparnos, entender las herramientas. 
  • – También hay que mirar la legislación. En varios países hay procesos para llevar a la cárcel a quienes hacen fake news, pero también debemos velar por cómo impedir que una ley en contra de la libertad de expresión pase.
  • – Hacer fact checking colaborativo. Aquí, un documento sugerido por las expertas: http://bit.ly/2nhkTwi

 

Sobre el Premio Gabo y el Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabo con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio Gabo y el Festival Gabo son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA, con sus filiales en América Latina.

Beatriz González, en primera persona

Beatriz González contó detalles sobre su obra y su carrera en el Festival Gabo. Foto: Julián Roldán – Fundación Gabo

Por Andrea Jiménez Jiménez@andrejimenezj

Tenía una fama yo de que era una buena dibujante, pero una mala pintora. No sé si era cierto o no. Me costaba la pintura, eso sí. 

Tenía un profesor que se fue a hacer un curso de fotografía, y al regreso debíamos presentar una obra. Un tema que me pareció bonito de hacer era el de una cafetería en la que había unas niñas tontas que siempre cantaban el tururete.  Le puse ‘Los cretinos del pan pan’. Los cretinos eran las niñas, esas niñas que no nos dejaban hablar con los profesores cosas importantísimas. Siempre aplaudiendo y no dejaban oír las clases. El pan pan era el tururete que cantaban.

Faltaban tres días para que volviera el profesor y vi que el cuadro era espantoso. No tenía volumen y los colores eran muy pálidos. Me asusté. Entonces puse un lienzo blanco encima del caballete, vertical, y dije: “¡¿Qué voy a hacer?! Va a venir el profesor y va a ver este cuadro horrible”. 

Entonces, miré un afiche que estaba colgado en el salón. Era un detalle de un cuadro de Velázquez. Tomé el lienzo, lo manché de verde, chorreado de trementina, con pinceladas muy fuertes.

Pinté eso rápidamente, llegó el profesor y le fascinó. Hubo una especie peregrinaje hacia la obra de los arquitectos, que eran nuestros compañeros. 

Ahí me di cuenta de algo trascendental para mi carrera: yo no podía partir del natural, sino de cosas hechas por otros. Impresas, sobre todo.

A través de eso, que me aclaró, como si hubiera descubierto una cortina, dije: “Yo tengo que salir de eso”.

Estaba en una gran crisis. Yo decía: “Soy solo una señora que pinta”. Tenía unos inventos, unas locuras, que sentía que eso no podía ser.

Cojo el periódico, lo abro, miro la página tercera y miro la foto chiquita. ¿Cuál es el paso que doy? Traer una tijera, cortar solo la foto. La clavé con una tachuela, y lo puse sobre un cuadro que no me gustaba,  al revés -porque cuando había que borrar un cuadro para pintar otro encima había que hacerlo al revés, nos enseñaron-. Y me pregunto: ¿Por qué me gustó esa toto? Porque era plana. No me interesaba la noticia. Mi interés era cómo la solapa del vestido era la solución para pintar los ojos.

Pinté varias versiones de la foto. Yo estaba buscando los suicidas perfectos. Martha Traba -reputada crítica de arte- me dijo: “¡No vas a pasar toda la vida pintando Los suicidas del Sisga!”.No te vas a quedar toda la vida… Todavía me resuena esa frase en la cabeza. 

Un día, me fui por la carrera 11 en Bogotá, donde había varios almacenes de imágenes religiosas. Vi las imágenes y pregunté si había en papel, y me sacaron un cerro de imágenes con colores muy fuertes, y era lo que yo quería ver en ese momento. Había temas religiosos, muchas veces inspirados en Leonardo o Rafael, pero simplificados. Temas mitológicos, pintores rarísimos. Había bodegones, muy pocos de pintores reconocidos -ninguno de Bélgica-, y había temas patrióticos. Compré un cerro grande y me lo llevé para la casa. Ya tenía suficiente material para comenzar una nueva etapa.

Generalmente comienzo con dibujos en libretas. A veces, en Santa Marta, cuando estoy de vacaciones, llevo las libretas en blanco y cojo un periódico de allá. En la última página, ellos sacan fotos de la noticia judicial que antes sacaban los medios en la tercera página (Todavía no se han quitado esa herencia que quedó suprimida por la civilización). Las fotos son en color, unos colores maravillosos, un poco mal distribuidos. Entonces yo corto esas fotos y me pongo a trabajar esas imágenes. Para mal del país, hay mucho crimen para bien del arte, hay mucha inspiración para mí. 


Sobre el Premio Gabo y el Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabo con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

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Guerriero y Caparrós, reflexiones de dos maestros sobre los libros periodísticos

Los argentinos Leila Guerriero y Martín Caparrós, en conversación en el Teatro Explora. Foto: David Estrada – Fundación Gabo

Por Andrea Jiménez Jiménez@andrejimenezj

Para escribir crónica, Leila Guerriero y Martín Caparrós. Para hablar de esta, también. Porque estos dos escritores argentinos conocen como pocos los secretos del periodismo de largo aliento, el arte de la filigrana de las historias. Puede que sean los máximos  exponentes de Hispanoamérica de eso que hemos convenido llamar periodismo narrativo, que viene a ser la misma cosa que ese periodismo que desgrana, que se detiene en los detalles, y que le da una especie de aura extraordinaria y fascinante, desde el relato, a eso que todos habían contado de la misma manera, o a eso que vemos a diario sin mayor sorpresa. 

Aquí, sus mejores ideas.

¿Qué es un libro periodístico? ¿Sí es un refugio?

Un libro es recuperar lo que uno pensó que había perdido: Martín Caparrós

Los libros no deberían ser el refugio, o no me gusta pensar en los libros como un refugio. Debe ser vistos como un formato más: Leila Guerriero

El refugio hace alusión a que el periodismo no está donde uno espera, porque los medios lo rechazan, lo desdeñan, y encuentra su lugar en este medio autopropulsado que es un libro: Martín Caparrós

Los libros, a veces, son una hermosa manera de publicar una versión más larga, bien documentada. Los veo como una manera de equivocarme mejor: Leila Guerriero

Si el periodismo es por esencia una actividad del despilfarro, el libro sería su quintaesencia. No hay nada más despilfarrado que un libro. Trabajar, trabajar y trabajar para no recibir ninguna de las recompensas que creemos habituales: Martín Caparrós

Sobre el auge de libros periodísticos

Odio pensar que es una cosa más de mercadotecnia, pero funciona, y es que todas las editoriales tienen su premio de crónica, su sello de crónica y su libro de crónica. Es una tradición que en este momento tiene más adictos, pero no creo que toda esa producción sea buena. Hay muchos altibajos, hay libros que se publican y no deberían publicarse: Leila Guerriero

Hay altos y bajos, momentos de relativo esplendor y de relativa opacidad, que tienen que ver con un entorno, un contexto. En los 60, 70, la novela en América Latina era tan poderosa que no había lugar para nada más. En el boom, una ambición desmesurada de algunos autores que dijeron: “Yo voy a escribir América Latina”: Martín Caparrós

Había en toda la época del boom el pensamiento de que lo que te consagraba era escribir ficción. Ese es un pensamiento que se ha corrido. Hay gente, y me incluyo, que no tiene la ambición ni el talento para escribir ficción y solo escribe no ficción. Hay gente que hace las dos muy bien, pero la pretensión cambió también, y eso genera necesariamente un cambio en la escritura: Leila Guerriero

Sobre los temas de los libros periodísticos

A la violencia en América Latina se le da un sentido desproporcionado, y es en sentido literal. No hay una buena lectura de las cifras de violencia, y se dejan de contar otras historias: Martín Caparrós

Me gustaría encontrar nuevos abordajes de esos temas (como el de la violencia), y otras temáticas, como el poder, y no necesariamente el poder político. Me gustaría ver a un buen cronista entrando a mundos de empresarios poderosísimos, que son los que terminan decidiendo que en un país haya muertos, por ejemplo. Estamos contando la historia de los efectos colaterales y no yendo hacia arriba,que es lo difícil. Ciencia, salud, música clásica… Se ven como temas un poco bobos, o son abordados de manera cándida, como cosas positiva, cosa que me parece una aberración: Leila Guerriero

La mayoría de las personas hacen parte de la clase media. ¿Qué escribo sobre la clase media? Es un lío, un problema, y nos falta dar con una manera de contar lo más significativo, lo que envuelve nuestras vidas: Martín Caparrós

Solemos ver temas relacionados con la muerte, la sangre, pero siento que la temática sigue siendo restringida, y muchas veces los premios terminan validando temas marginales, del conflicto, por eso celebro que este año esté entre los finalistas una persona que haya escrito un perfil de un escritor: Leila Guerriero

Y sobre otras cosas…

Yo tengo la sensación de que no se habla de otra cosa (con respeto al cambio climático), de que hay una especie de exceso, y no hay muchas cosas interesantes. No leo trabajos interesantes, documentados, pero sí se publica en los medios todo el tiempo. No nos van a matar los males calientes ni el deshielo, sino el exceso de corrección política: Leila Guerriero

Hay libros que creen que no tiene que preocuparse del mundo, sino de nuestra parte del mundo. No somos comos los anglosajones, que lo miran todo. Le dejamos el mundo a ellos. Hay muy poca ambición de descripción global de los que escriben libros de no ficción en castellano: Martín Caparrós

Quiero creer que le he dado a la crónica latinoamericana un entusiasmo y una especie de entrega al trabajo. Hacerle sentir a otra gente a través de talleres, conferencias, contacto directo, que se puede hacer, pero para hacerlo bien hace falta hacerlo bien. Con el trabajo como una posible habilidad, más la disciplina, uno puede transformar a la escritura en una forma de vida si es lo que se quiere: Leila Guerriero

Las compilaciones de crónica son más un gesto de muy modesta vanidad. O de una muy vanidosa modestia, porque a un libro uno le sigue atribuyendo ciertos caracteres mágicos, como un fetiche, pero ¿cuántos lo leen?: Martín Caparrós 

No creo que deba, como periodista, cumplir un rol social, evitar que la gente se suicide y que no bote papelitos en la calle: Leila Guerriero

Querría creer que si algo he aportado es que la idea desde ese procedimiento es posible: tratar de copiar fragmentos de lo que nos gusta, y dejar salir al más noble de los sentimientos, que es la envidia. Sentir que algo es tan bueno y querer hacerlo así: Martín Caparrós

Ponernos siempre en el lugar de las víctimas no siempre ayuda a que esto tenga algún impacto: Leila Guerriero

Escribiendo cuentos soy malo: Martín Caparrós 

 

Sobre el Premio Gabo y el Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabo con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio Gabo y el Festival Gabo son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA, con sus filiales en América Latina.