Fernando Ramírez, ganador del Reconocimiento Clemente Manuel Zabala a un editor colombiano ejemplar, con su familia. Foto: Julian Roldan / FNPI

Fotos: Así fue la ceremonia del Premio Gabo 2017

[vc_row][vc_column][vc_media_grid grid_id=”vc_gid:1511535567910-d33f28b2-5635-0″ include=”22650,22656,22716,22702,22683,22700,22690,22688,22660,22705,22662,22708,22710,22706,22718,22680,22678,22661,22713,22677,22676,22671,22668,22666,22686,22707,22725,22648,22703″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_message]Revive los mejores momentos de la ceremonia del Premio Gabo 2017, que tuvo lugar el . Durante el evento, se dieron a conocer los ganadores de las cuatro categorías de concurso (Texto, Imagen, Cobertura e Innovación) y fueron premiados los ganadores del Reconocimiento a la Excelencia Periodística y Clemente Manuel Zabala a un editor colombiano ejemplar.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y las empresas Bancolombia y el Grupo SURA y su filiales en América Latina.

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Disobey: Jorge Ramos speech Gabriel García Márquez Award

Medellín, Colombia
September 29, 2017

 

I come here today to urge you—no, to beg you—to not follow the instructions of your governments, to refuse to believe many of the things you learned in journalism school, to not always pay attention to your parents and teachers, and to not follow to the letter the precepts of what a respectable journalist is supposed to be.

I come here today to urge you to disobey.

All of you.

To disobey, after all, is to transgress. Good journalism always breaks something. It never leaves things as they were. That is why I like to think of journalism as a countervailing power. You must always be on the opposite side of those who hold power, and particularly those who abuse their authority.

That is why we must disobey the anti-immigrant bully that sits in the White House.

That is why we must disobey the dictators in Cuba and Venezuela.

That is why we must disobey the president of Mexico, where so many journalists have been killed, and where most crimes enjoy total impunity.

That is why we must disobey whoever demands of us loyalty and patience.

I understand journalism to be a public service. And what service can journalists provide? We can ask questions.

Here in Colombia they have a beautiful word that they use when one takes full responsibility and there are no two ways around it: toca—it’s on me.

Well, it’s on journalists to ask uncomfortable questions, to demand accountability, to put up against the wall the presidents and governors, the priests and businessmen—anyone that holds a little authority.

Toca—it’s on us.

When I’m going to interview someone important or influential, especially if it takes places in a historically relevant moment, I always remember two things.

The first is that if I don’t ask the difficult questions, those that make your hands sweat before you ask them, then nobody will.
The second is that I will never see the interviewee again. It’s better that way. I am not expecting kind words at the end of the interview or more access in the future. Sometimes it happens that the interviewee I skewered returns for another interview. Certainly, there have been cases of masochism. It usually happens, though, that those who return have nothing to hide.

I am convinced that the main social function of journalism is to question power. In the face of racism, discrimination, corruption, public lies, dictatorships, and violations of human rights, we are bound to break the silence and question. That is what journalism is for.

Journalism and parenthood are very similar. In both cases half the work is simply to be there. Good parents and good journalists are the ones that are where they need to be, the parent with his children and the journalist wherever the news is.
To be a witness is enormously important. When a starting journalist is off to a special assignment for the first time asks me for advice, I almost always say this: I want you to be my eyes. Take me to where you are.

In our dear, passionate, convulsed Latin America, where democracy and justice battle it out, we desperately need journalists that are where they need to be, and that, being there, will disobey.

Journalism, more than a profession, is a mission.

The courage of my colleagues never ceases to amaze me, those who report on the drug lords in a small town, or the ones that take on the task of finding the disappeared¬ from Ayotzinapa to Argentina, or those that call out heads of state and politicians for their whitewashed homes and black accounts.

I very often ask myself what would have happened if instead of moving to Miami—the foxhole from which I plan my battles—I had stayed in Mexico. I left my home country of Mexico in order to enjoy freedom from censure. Today, as I approach sixty, I believe I made the right choice. I have been able to say everything I have wanted to say. But others stayed back home.

We have been murdered—and I speak of we because we are a family. Over 109 journalists have been murdered in Mexico since the year 2000, according to the organization Article 19. In the six years of Enrique Peña Nieto’s term already thirty-six have lost their lives.

Tonight, this award goes to those who stayed, to those who did not flee, to the 780 journalists—our brothers and sisters—that according to Reporters Without Borders have been assassinated from 2006 to 2016 because of their professional work. This award goes to those who disobeyed and were murdered for it.

What their murderers and the governments who protect them do not know is that for every journalist they kill there will be two, three, or a thousand to take up their causes, their stories, and their words. This is our promise to the departed.
We are not in the business of holding silence.

Silence is an accomplice.

Wherefore—please—disobey.

Desobedezcan: Discurso de Jorge Ramos en el Premio Gabo 2017

Hoy vengo aquí a pedirles -no, más bien a rogarles- que no sigan las instrucciones de sus gobiernos, que se rehúsen a creer muchas de las cosas que aprendieron en las escuelas de periodismo, que no siempre le hagan caso a sus padres y maestros, y que no sigan al pie de la letra los preceptos de lo que se supone debe ser un reportero respetable.

Hoy vengo a pedirles que desobedezcan.

A todos.

Desobedecer, al final de cuentas, es una transgresión. El buen periodismo siempre rompe algo; nunca deja las cosas como están. Por eso me gusta pensar en el periodismo como contrapoder. Hay que estar siempre del otro lado de los que tienen el poder y, particularmente, cuando esos poderosos abusan de su autoridad.

Por eso hay que desobedecer al bully antiinmigrante que hay en la Casa Blanca.

Por eso hay que desobedecer a los dictadores de Cuba y Venezuela.

Por eso hay que desobedecer al presidente de México, donde nos han matado tantos periodistas, y donde la mayoría de los crímenes queda en total impunidad.

Por eso hay que desobedecer a cualquiera que pida lealtad y paciencia.  

Entiendo el periodismo como un servicio público. ¿Y para qué servimos? Servimos para hacer preguntas.  

Aquí en Colombia tienen una hermosa palabra que dicen cuando uno asume toda la responsabilidad sobre algo y no hay más remedio: toca.

Bueno, nos toca precisamente a los periodistas hacer las preguntas incómodas, exigir rendición de cuentas y poner contra la pared a los presidentes y gobernadores, a los sacerdotes, empresarios y a cualquiera que acumule un poquito de autoridad.

Toca.

Cuando voy a hacer una entrevista con alguien importante o influyente -sobre todo si ocurre en un momento históricamente relevante- siempre pienso dos cosas. La primera es que si yo no hago las preguntas difíciles -esas que te hacen sudar las manos antes de soltarlas- nadie más lo va a hacer.

Y lo otro que pienso es que nunca volveré a ver al entrevistado. Es mejor así. Al final del encuentro no estoy esperando palabras amables ni más acceso en el futuro. A veces pasa que ese entrevistado al que fusilé, regresa para otra entrevista. Claro, hay casos de masoquismo. Pero suele ocurrir que los que regresan, de verdad, no tienen nada que esconder.

Estoy convencido que la principal función social del periodismo es cuestionar a los que tienen el poder. En casos de racismo, discriminación, corrupción, mentiras públicas, dictaduras y violaciones a los derechos humanos tenemos la obligación de romper el silencio y cuestionar. Para eso sirve el periodismo.

El periodismo y la paternidad son muy parecidos. En ambos casos la mitad del trabajo es estar presente. Los buenos papás y los buenos periodistas son los que están donde tienen que estar; los padres con sus hijos y el reportero donde está la noticia.

Es de una enorme importancia el ser testigo. Cuando algún periodista que comienza se va por primera vez a una asignación especial y me pide consejo, casi siempre le digo esto: quiero que tú seas mis ojos. Llévame a donde estás.

En nuestra querida, apasionada y convulsionada América Latina -donde la democracia y la justicia se pelean con puños y con teclas- nos urgen periodistas que estén donde tienen que estar y que, ya ahí, desobedezcan.

El periodismo, más que una profesión, es una misión.  

Nunca deja de sorprenderme la valentía de mis colegas; esos que reportan sobre los narcos en un pueblito, o los que se echan a cuestas la tarea de encontrar a desaparecidos -desde Ayotzinapa hasta Argentina-, o los que denuncian a mandatarios y políticos por sus casas blancas y sus cuentas negras.

Me pregunto muy seguido que hubiera ocurrido si en lugar de irme a vivir a Miami -la trinchera desde donde preparo mis batallas- me hubiera quedado en México. Me fui de México, donde nací, para no ser censurado. Hoy, casi a los 60, creo que calculé bien. He podido decir lo que se me pega la gana. Pero otros se quedaron.

Nos han matado -y lo digo así porque en esto somos una familia- a más de 109 periodistas en México desde el año 2000, según la organización Artículo 19. Y ya van 36 muertos en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

Esta noche, este premio va por los que se quedaron, por los que no huyeron, por los 780 hermanos periodistas que de acuerdo con Reporteros Sin Fronteras han sido asesinados del 2006 al 2016 debido a su profesión en todo el mundo. Este premio va por los que los que desobedecieron y los mataron por eso.

Lo que no saben sus asesinos -y los gobernantes que los protegen- es que por cada reportero que matan, habrá dos, o tres, o mil que retomarán sus causas, sus reportajes y sus palabras. Esta es nuestra promesa a los que se fueron.      

No estamos en el negocio de quedarnos callados.

El silencio es cómplice.

Por eso, por favor, desobedezcan.

 

Discurso de Fernando Ramírez en el Premio Gabo

Definitivo

Buenas noches,

La vida es mucho más fácil cuando se camina sobre hombros de gigantes, y a mí me han sobrado hombros para apoyarme, por fortuna, como los de mi esposa, la que me recuerda que al regresar a casa siempre encontraré Esperanza. Y, por supuesto, mi hija, Valeria, el motor que desde que crecía en el vientre de su madre ya movía mi mundo con solo un dedo.

Y en hombros me lleva Orlando Sierra Hernández, mi jefe asesinado hace 15 años por el poder político sicarial que mandaba en Caldas. Este es el único caso en Colombia del asesinato de un periodista en el que se ha condenado a toda la cadena criminal. Falta que se pronuncie la Corte Suprema de Justicia para saber si se quedará así definitivamente o engrosará las listas de impunidad en nuestro país. Ya veremos. Igual nada nos devolverá el inteligente humor de Orlando.

A él y a ustedes les debo presentar excusas por estar aquí y por haber mojado prensa durante esta semana. Mi editor interno me recordó una y otra vez que “los periodistas no son noticia”, tal como reza el Manual de Trabajo Periodístico de La Patria, por lección de Orlando. Para superarlo, me engañé con un cuentazo de cronista: no es protagonismo, es perspectiva de autor. Así llaman ahora al yoísmo, terminacho con el que designo esa necesidad de algunos periodistas por hacernos creer que las cosas son importantes porque ellos se meten a contaminar la historia. A mí no me vengan con ese cuentazo.

Cuando me llamaron a darme la noticia: que el jurado había seleccionado mi nombre para recibir este reconocimiento, no pude evitar darme cuenta de que ese 21 de septiembre él cumpliría 57 años. Él debería estar aquí antes que yo recibiendo el homenaje que nunca tuvo en vida, como los tantos que ha tenido tras su asesinato. Yo, apóstata, convencido de que no se puede tener por cierto nada que no se pueda comprobar por el método científico, tengo que reconocer la magia de Orlando en todo esto. No en vano, su nombre bautiza en La Patria la sala en la que los periodistas libramos a diario batallas campales en el consejo de redacción en busca de un mejor producto. Confiamos en su magia y en las lecciones que repetimos como mantras.

En 1995 recibí una beca de la FNPI para asistir a un taller de reportaje. No estaba programado con Gabriel García Márquez, pero él lo dictó. Escuché de su voz, y lo vi simular con sus manos, esta anécdota: cuando llegó a El Universal, en Cartagena, Clemente Manuel Zabala le corregía de una manera sencilla. Le tachaba todos los renglones escritos y encima de las enmendaduras escribía con corrección.

Nos contó entonces García Márquez que él se fijaba en las correcciones y las iba teniendo en cuenta. Así, cada vez las enmendaduras eran menos, hasta lograr textos limpios. Siempre les cuento esta enseñanza a mis alumnos, porque me funciona. Fijarme en las correcciones que me hacen es una buena forma de soñar con el ideal de un texto limpio.

El último día del taller, García Márquez tomó el trabajo que yo había enviado. El bueno, el de mostrar. ¿Recuerdan que había que enviar uno bueno y uno malo? Claro, uno nunca enviaba el más malo. Empezó a leerlo y terminó con una frase concluyente: “esta es una excelente investigación”. Mi ego subió más que si me hubiera ganado el reconocimiento Clemente Manuel Zabala, y continuó: “pésimamente escrito”.

Ese día él me entrevistó, largo, sobre el reportaje mal escrito, con el fin de ayudarme a encontrar el camino para reescribirlo. Me puso a habilitar. Que lo volviera a escribir y se lo enviara. Les confieso, le incumplí, pero aprendí a revisar mis errores cada día. Y corrigiéndome corrijo a otros, no siempre con éxito. Que lo digan los lectores de La Patria, que nos envían a diario los gazapos que se encuentran en la maraña de las letras impresas, pero tengan la certeza que no lo hacemos a propósito como muchos piensan. Trabajamos cada día por un periódico más riguroso en el quehacer periodístico y más limpio en la gramática y la ortografía.

Volví a la Fundación en 1998, a una reunión de directores de medios, a la que me colé, gracias a que el director de La Patria de entonces, Luis Felipe Gómez -maestro y mentor- no podía asistir. En ese encuentro conocí a María Teresa Ronderos y a Ignacio Gómez, quienes me llevaron de su mano a colaborar con la Fundación para la Libertad de Prensa, en donde me han formado en estas lides y me dieron alas para ser un activista.

La Flip ha sido mi casa desde entonces. Esta semana celebramos el encuentro de corresponsales, aquí en Medellín, y estoy seguro que al recibir hoy este reconocimiento se está rindiendo homenaje a ese grupo de valientes. Yo solo los represento, este año desde la Presidencia, debido a lo mucho que me quiere la gente. Era impensable hace unos años, que se tuviera un presidente de la Flip que vive en una ciudad pequeña como Manizales y de un medio modesto como La Patria.

Y gracias a la Flip conocí a otras personas. Carlos Huertas me invitó a ser parte de un grupo para promover el periodismo de investigación en Colombia y acepté. Consejo de Redacción, la organización que mi maestra Ginna Morelo, y a quien presuntuoso llamo mi mejor amiga, ha hecho grande. CdR está compuesto en su mayoría por periodistas regionales que pagan una mensualidad con el único fin de capacitarse y de mejorar la información periodística en el país.

La Flip y Consejo de Redacción no serían lo que son, si no fuera por los periodistas de región. Y yo estoy aquí simplemente en nombre de todos esos periodistas que se la juegan a diario en sus regiones para informar a sus coterráneos. De todos esos a quienes ningunean desde Bogotá, de esos corresponsales a los que sus jefes no les creen, de esos que quedan en riesgo por su medio cuando un irresponsable enviado especial vuelve a la comodidad de las capitales y suelta cualquier barbaridad sin reflexión previa. En nombre de un país sometido a lo que he llamado el provincianismo a la inversa, que no es otra cosa que ese talento natural que tienen la mayoría de medios nacionales de sentar cátedra de las regiones con base en la mirada de su propio ombligo.

A esto, súmenle los desplantes que se reciben en despachos públicos: “tiene que pedir esa información por Bogotá”. Además de la pésima gramática, esa muletilla oficial demuestra el Bogocentrismo colombiano. O cuando un alto funcionario va a tu región y todos esperamos que resuelva los asuntos pendientes de su cargo allí, pero él se lleva encamado un séquito de periodistas capitalinos a los que les habla de otras cosas. Y si acaso el corresponsal de región puede preguntar se verá obligado a hacerlo sobre lo que le ordenan desde Bogotá porque lo que interesa es su declaración sobre un tema nacional y no la acción o la denuncia de una inversión pendiente en un departamento.

Una buena manera de superar mis carencias han sido los libros. No alcanzo a leer los deseados. Si algo no lo entiendo, busco un libro que me lo explique; si estoy cansado, leo un libro que me divierta; si tengo tiempo libre, leo poesía. Pierdo la cuenta de la cantidad de libros que me han hecho mejor en este oficio. Los subrayó y los comparto, son mi mayor vicio. A ellos llegué inspirado por Fernando y Margarita, mis papás, que todavía viven en la república independiente de Pensilvania, mi pueblo. Ellos dos nos inculcaron a hijos y familia muchos valores, de los cuales resalto tres: honestidad, responsabilidad y solidaridad.

Honestidad es lo que intento lograr en cada información, solidaridad es la que me mueve a aportar algo, desde el voluntariado, a organizaciones como la Flip, como Consejo de Redacción y como Estoy con Manizales, grupo ciudadano para pensar la ciudad. Pero quiero hablarles de la responsabilidad, la que me permitió salir adelante, porque es en acatamiento de este valor que he podido ir superando todas mis carencias. Para que un reportaje saliera bien, yo tenía que madrugar más; si mi sección era chiviada, tenía que buscar la manera de encontrar un nuevo ángulo y me costaba mucho, y aún me cuento entre los primeros que entra a la oficina y entre los últimos que salen. No tengo mucho que enseñar, pero de lo que se acuerdan todos aquellos que han laborado conmigo es que nunca dejé tirado un trabajo y es ese ejemplo el único que me siento en capacidad de dar.

Cuento estas anécdotas, porque de alguna manera hoy, al lograr este reconocimiento se confirma el esfuerzo que ha hecho durante 22 años la Fundación García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano. Si estoy aquí, parado frente a ustedes, para recibir este galardón, es gracias a las entidades que se han preocupado por hacer de mí un periodista menos mediocre.

En La Patria, el periódico de casa, que hoy es además web e informativo radial, todos los que salimos a aprender en talleres como los de estas organizaciones, tenemos el permiso, siempre y cuando asumamos el compromiso de replicar lo aprendido. Esto se hace en el consejo de redacción, que debe ser siempre una tertulia en la que aporta el practicante más joven o el más veterano editor. Y por si acaso no se puede en este espacio, también tenemos una tertulia informal cada miércoles a las 5:30 de la tarde. Están invitados.

Eso es la escuela de La Patria, un lugar en el que aprendemos cada día a hacer un mejor periodismo entre todos, desde que se inició un cambio, que no ha parado, a comienzos de los años 90. Una redacción pequeña con ínfulas, llena de periodistas con la ambición de contar buenas historias y en la que yo apenas soy un coequipero al que el director que nos ha dejado hacer, Nicolás Restrepo, le dio la confianza de coordinarla y permitir varias locuras. Gracias por eso, jefe.

A mis pupilos, que han traído mi nombre a este premio, gracias. Son ellos los que me han graduado como editor y como profesor en la Universidad de Manizales, en donde me sufren. Nunca me preparé para ser jefe, pero las circunstancias determinaron que me convirtiera en eso, como nos pasa a casi todos los editores en Latinoamérica. He tratado de hacerlo de la manera más decorosa posible, y sé que en mi aprendizaje se me fue la mano muchas veces. Repartí más garrote del necesario. A todos con los que en algún momento me excedí, aprovecho aquí para pedirles que me perdonen y sepan que cada día me esfuerzo por repartir menos ‘madrazos pedagógicos’, como los definió un pupilo, y por ser más paciente, lo que tanto me cuesta.

A María Teresa Ronderos, mi guía; a Mónica González, mi maestra en el periodismo de investigación; y a Germán Rey, una inspiración para entender los meandros de la comunicación, gracias por su generosidad. Ustedes y quienes me postularon son la prueba de que soy el producto de la gente que me quiere mucho más de lo que merezco y que hoy encontrará motivos para quererme más.

Gracias.

¡No te pierdas el segundo día del Festival Gabo!

Foto: David Estrada / FNPI.

Ayer, el Festival Gabriel García Márquez de Periodismo 2017 abrió sus puertas con una jornada dedicada a celebrar lo mejor del periodismo y a dialogar sobre las tendencias, retos y oportunidades que marcan el día a día del oficio en la región. Conoce las mejores lecciones de los finalistas del Premio Gabo.

La programación continúa este viernes 29 con charlas, exposiciones y proyecciones en el Jardín Botánico, la Universidad de Medellín, el Parque Explora, el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM) y la sede de Área Metropolitana Valle de Aburrá. Quienes no puedan llegar a Medellín podrán conectarse y seguir todas las actividades del Festival Gabo en directo.

El recorrido por varios espacios de Medellín iniciará a las 9 a.m. en el Orquideorama del Jardín Botánico, donde los asistentes podrán presenciar conversaciones con Jorge Ramos, ganador del Reconocimiento a la Excelencia, y Fernando Ramírez, editor de La Patria de Manizales y ganador del Reconocimiento Clemente Manuel Zabala. Conoce la programación del Festival Gabo 2017.

Luego la inteligencia artificial y el uso de los datos en el periodismo serán un tema de debate con una charla entre Gilad Lotan, jefe de científicos de datos de BuzzFeed, y Jean François Fogel, asesor de medios.

Durante la tarde el público podrá conocer, en la sección Periodismo de tú a tú,  cómo se gestan los proyectos periodísticos La Pulla, En malos pasos y ¡Pacifista!. Estas actividades de entrada libre hasta completar aforo.

La cocina del periodismo acogerá las charlas El documental como espejo, entre Tatiana Huezo, Miguel Coyula y Marcela Zamora, los tres documentalistas de esta edición del Festival Gabo. También habrá un espacio para el libro periodístico con la presentación de No somos refugiados, el libro recomendado del Festvial Gabo, donde su autor conversará con Martín Caparrós y Mónica González.

El Festival Gabo llegará a las 2 p.m. hasta la sede de Área Metropolitana Valle de Aburrá. Ese será el espacio para hablar sobre periodismo ambiental con Consuelo Dieugez y Eliezer Budasoff.

También continuará la celebración  de las obsesiones de Gabo en el Parque Explora, con charlas sobre la medicina en la obra de Gabo y la narración en voces del Caribe, con la conversación 28 letras del alfabeto y dos dedos como arsenal  entre Carlos Manuel Álvarez, Frank Báez y Alberto Salcedo Ramos.

La muestra documental que proyectará el MAAMM será Tempestad, que contará con una charla entre su directora, Tatiana Huezo, y la cineasta colombiana Daniela Abad.

En la noche llegará el momento para celebrar las mejores historias de Iberoamérica y dar a conocer a los ganadores del Premio Gabriel García Márquez para el Periodismo. La ceremonia del Premio Gabo es con invitación previa pero podrá verse en directo a través de festivalgabo.com y de Facebook live.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y las empresas Bancolombia y el Grupo SURA y su filiales en América Latina.

Sigue al #FestivalGabo en:

Sitio web: festivalgabo.com

Facebook: Festival Gabo

Twitter: @FestivalGabo

Instagram: @festivalgabo

Hashtag: #FestivalGabo

Participantes del taller Visión y expresión fotográfica, con Gihan Tubbeh. Foto: Juan David Tamayo M / FNPI

Fotos: Así se vivió el taller Visión y expresión fotográfica durante el Festival Gabo 2017

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En esta galería se encuentran fotos de la conductora del taller, los participantes y algunos de los mejores momentos de los recorridos y actividades.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y las empresas Bancolombia y el Grupo SURA y su filiales en América Latina.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

¡Mañana inicia el Festival Gabo!

Este 28 de septiembre arranca la quinta edición del Festival Gabo

Mañana Medellín empezará a vivir la celebración de las mejores historias con el inicio de la quinta edición del Premio y Festival Gabriel García Márquez de periodismo, que reunirá a más de 90 invitados en 46 actividades gratuitas a lo largo de un circuito que recorrerá diez espacios de la ciudad. Conoce toda la programación del Festival Gabo.

Durante la primera jornada habrá charlas, exposiciones y proyecciones en el Jardín Botánico, el Parque Explora, cuatro universidades, el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM) y La Pascasia. Esta programación pasará por temas como la innovación periodística, el documental, el fotoperiodismo, el periodismo narrativo, Cien años de soledad, y mucho más. Quienes no puedan llegar a Medellín podrán conectarse y seguir todas las actividades del Festival Gabo en directo.

El día empezará a las 9 a.m. en el Orquideorama del Jardín Botánico con la Maratón de las mejores historias de Iberoamérica, donde los asistentes podrán conocer cómo se investigaron y desarrollaron los 12 trabajos finalistas del Premio Gabo en sus cuatro categorías: Texto, Imagen, Cobertura e Innovación.

Por la tarde, el Festival Gabo llegará a cuatro universidades de la ciudad con una serie de charlas que entrarán en la cocina del periodismo: Medios innovadores y redacciones multidisciplinarias, en la Pontificia Universidad Bolivariana; ¿Cómo cubrir Latinoamérica, la región más violenta del mundo?, en la Universidad de Antioquia; y Periodismo y tecnología: el caso La Nación, en EAFIT.

A las 3 p.m. se abre el espacio de interacción Periodismo de tú a tú en el Parque Explora, donde el público podrá conocer de primera mano cómo se han gestado los proyectos periodísticos Actualidad Panamericana (Colombia), BuzzFeed (Estados Unidos), Vokaribe radio (Colombia) y 2 mujeres, 48 días y 8.000 millas (Cuba).

La programación del Orquideorama no se detendrá. A las 4 p.m. habrá una conversación entre el fotógrafo Federico Ríos y el académico Germán Rey para hablar sobre #Transputamierda, la serie fotográfica de Ríos que revela el abandono de la Colombia rural y que está expuesta en el Jardín Botánico durante los tres días del Festival. Al finalizar la charla, el autor hará una visita guiada por la exposición.

Luego, en ese mismo espacio, se reunirán algunos de los colegas y amigos de Miguel Ángel Bastenier para recordar las mejores lecciones que dejó como maestro de la FNPI y de la Escuela de Periodismo de El País, donde dejó instalado el ‘chip Baste’.

Al caer la tarde llegará el momento de celebrar juntos el gozo de Cien años de soledad. En el 50 aniversario de la obra más universal de Gabo, conversarán los escritores Wendy Guerra (Cuba), Guadalupe Nettel (México), Sergio Ramírez (Nicaragua) y Darío Jaramillo (Colombia), quienes conversarán con Jorge Franco (Colombia) sobre cómo la novela se convirtió en un clásico instantáneo y logró crear una comunidad enorme de lectores.

Por la noche el Festival Gabo podrá vivirse desde el centro de Medellín. A las 7 p.m. la fotógrafa peruana Gihan Tubbeh, ganadora del World Press Photo en 2010, estará en La Pascasia contando cómo vive la búsqueda permanente de su visión personal.

La primera jornada cerrará con un espacio para el documental, con la proyección de Los ofendidos en el MAMM. Al finalizar, la directora Marcela Zamora conversará con Jineth Bedoya y con el público sobre los desafíos de elaborar este largometraje que abrió un capítulo doloroso en la historia de El Salvador.

Será un día para que periodistas, estudiantes y todas las mentes curiosas interesadas en el oficio de contar la realidad recorran Medellín viviendo las mejores historias de Iberoamérica.

 

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y las empresas Bancolombia y el Grupo SURA y sus filiales en América Latina.

 

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Fernando Ramírez gana el Reconocimiento Clemente Manuel Zabala 2017

Foto: Cortesía Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar.

El 24 de junio de 2015 es una fecha histórica para la libertad de expresión en Colombia. Después de 13 años del asesinato de Orlando Sierra, director del diario La Patria de Manizales, la justicia condenó a su autor intelectual a 36 años de prisión.

El largo camino para vencer la impunidad en este caso estuvo liderado en gran medida por uno de los reporteros de la redacción más fieles a las enseñanzas de Sierra: Fernando Ramírez, quien en medio del dolor debió asumir el liderazgo del periódico.

Con la misma valentía de su jefe y maestro, Ramírez creó el Proyecto Manizales, una iniciativa que reunió a periodistas de varias regiones y medios para buscar justicia. La estrategia era clara: retomar las investigaciones que Sierra había dejado inconclusas y que involucraban al diputado Ferney Tapasco; a partir de allí desarrollaron una hipótesis que, más de una década después, fue confirmada.

Luego de 25 de años haciendo un periodismo de investigación riguroso e innovador desde este medio regional, Fernando Ramírez recibirá el Reconocimiento Clemente Manuel Zabala a un editor colombiano ejemplar, que entrega el Premio Gabriel García Márquez de Periodismo por tercer año consecutivo.

María Teresa Ronderos, Mónica González y Germán Rey, miembros del Consejo Rector del Premio, encargados de escoger al ganador a partir de 22 postulaciones recibidas mediante convocatoria pública, destacaron además su trayectoria como maestro de periodistas “formando profesionales a los que supo cómo trasmitir la pasión por el oficio y el trabajo bien hecho”.

Ramírez combina el oficio periodístico con la docencia y la defensa de la libertad de expresión desde organizaciones como Consejo de Redacción y la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP). Es coautor de los libros Entre el silencio y el coraje, Periodismo y paz y Comunicarnos sin daño, una perspectiva psicosocial y editor de Pistas para narrar la memoria.

Fernando Ramírez en el Festival Gabo

Fernando Ramírez recibirá el Reconocimiento Clemente Manuel Zabala el viernes 29 de septiembre a las 8 p.m. durante la ceremonia de entrega del Premio Gabo en Medellín –que podrás seguir en directo por www.festivalgabo.com-. Este será el espacio para conocer a los ganadores de las cuatro categorías del concurso: Texto, Imagen, Cobertura e Innovación.

Como parte de la programación del Festival Gabo, Ramírez conversará con María Teresa Ronderos, directora del programa de periodismo independiente de Open Society Foundations, y con Boris Muñoz, editor de opinión en The New York Times en español. La charla será el viernes 29 de septiembre a las 9 p.m. Conoce aquí toda la programación del Festival Gabo.

Sobre el Reconocimiento Clemente Manuel Zabala

Desde 2015, en el marco del Premio Gabo, la FNPI entrega un reconocimiento anual a un editor colombiano que sea ejemplar como periodista, formador y ciudadano. El ganador recibe un estímulo de 15 millones de pesos, un ejemplar de la escultura Gabriel, del artista colombiano Antonio Caro, y una invitación al Festival Gabo en Medellín.  En ediciones anteriores este Reconocimiento fue otorgado a Mauricio Sáenz, jefe de redacción de la Revista Semana, y a Jorge Cardona, editor general de El Espectador.

Este galardón es un homenaje a Clemente Manuel Zabala, el primer editor y maestro periodístico de Gabriel García Márquez en El Universal, el diario de Cartagena donde Gabo trabajó a los 21 años de edad.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

Acta Reconocimiento Clemente Manuel Zabala 2017

Acta

Reconocimiento Clemente Manuel Zabala a un editor colombiano ejemplar

Premio Gabriel García Márquez de Periodismo 2017

 

Entre el 11 y 17 de septiembre la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano abrió una convocatoria pública para postular a editores de todo el país y de todos los tipos de medios al Reconocimiento Clemente Manuel Zabala, que premia por tercer año consecutivo a un colombiano ejemplar como periodista, formador y ciudadano, en el marco del Premio y Festival Gabriel García Márquez de periodismo.

Se recibieron 22 postulaciones que fueron revisadas por un comité elector integrado por María Teresa Ronderos, Germán Rey y Mónica González, miembros del Consejo Rector del Premio Gabo, quienes declararon como ganador a

 

Fernando Ramírez
Editor de La Patria, Manizales

 

Comentarios del jurado

Desde la redacción de un medio regional, Fernando Ramírez ha conseguido con su equipo innovar en el periodismo de investigación, convirtiendo a La Patria en un medio de relevancia a nivel nacional.

Como editor  también ha ejercido de maestro de periodistas formando profesionales a los que supo trasmitir la pasión por el oficio y el trabajo bien hecho.

Más allá de su trabajo como editor, Ramírez también destaca por la gran valentía demostrada tras el asesinato en el año 2002 del subdirector de La Patria, Orlando Sierra. Junto con otros periodistas integró el Proyecto Manizales, en el que investigaron y publicaron las causas y posibles culpables del asesinato, hasta demostrar la implicación de Ferney Tapasco, exdiputado de la Asamblea de Caldas, cuya corrupción había denunciado Sierra en La Patria. Las investigaciones periodísticas hasta hallar la verdad se prolongaron durante meses, pero el proceso judicial hasta la captura de Tapasco se alargó hasta 2015, un periodo de tiempo en el que 11 testigos del crimen fueron asesinados.

Su defensa de los derechos humanos lo llevó ocupar la presidencia de la Fundación para la Libertad de Prensa – FLIP-, donde ejerce un papel invaluable asesorando y acompañando a periodistas con el fin de que la libertad de expresión sea garantizada por el Estado y reconocida por la ciudadanía como un valor importante en la sociedad.

Prográmate para seguir el Festival Gabo en directo desde Facebook Live

No hay nada como asistir a las 46 actividades que el Festival Gabo trae este año a Medellín, pero si no puedes trasladarte hemos preparado transmisiones en directo que podrán seguirse desde Facebook Live, así como desde www.festivalgabo.com.

Las charlas que podrás ver desde las páginas de Facebook de FNPI y Festival Gabo

28 DE SEPTIEMBRE

9:00 / 10:00 a.m.
Maratón de las mejores historias de Iberoamérica -Categoría Innovación

10:00 / 11:00 a.m.
Maratón de las mejores historias de Iberoamérica -Categoría Imagen

11:00 / 12:00 m.
Maratón de las mejores historias de Iberoamérica -Categoría Texto

12:00 / 1:00 p.m.
Maratón de las mejores historias de Iberoamérica -Categoría Cobertura

3:00 / 4:00 p.m.
Actualidad Panamericana

4:00 / 5:00 p.m.
Las imágenes que nos narran
¿Cómo construir un medio basado en el uso de datos?

5:00 / 6:00 p.m.
El chip de Bastenier
Vokaribe Radio

6:00 / 7:00 p.m.
2 mujeres, 48 días y 8.000 millas – Historia de migración cubana
El gozo omnipresente de ‘Cien años de soledad’

29  DE SEPTIEMBRE

9:00 / 10:00 a.m.
Reconocimiento Clemente Manuel Zabala 2017

10:00 / 11:00 a.m.
Inteligencia artificial y datos en el periodismo

11:00 / 12:00 m.
Libertad de expresión e impunidad en México

12:00 / 1:00 p.m.
Desobedezcan, siempre desobedezcan

3:00 / 4:00 p.m.
– El libro recomendado del Festival Gabo
– La Pulla

4:00 / 5:00 p.m.
En malos pasos, ¿por qué en Latinoamérica matamos más?

5:00 / 6:00 p.m.
– 28 letras del alfabeto y dos dedos como arsenal
– ¡Pacifista!

6:00 / 7:00 p.m.
Lo único mejor que la música, es hablar de música

8:00 / 9:30 p.m.
Ceremonia del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo

30 DE SEPTIEMBRE

9:00 / 10:00 a.m.
El género como espectro, no como ideales opuestos

10:00 / 11:00 a.m.
Radio y contenido multimedia para audiencias diversas

12:00 / 1:00 p.m.
El ABC de Venezuela hoy

3:00 / 4:00 p.m.
Radio Ambulante

4:00 / 5:00 p.m.
-La palabra es una herramienta de lucha
-La Tribu: retratos de Cuba

5:00 / 6:00 p.m.

-¿Cómo el periodismo puede responder las preguntas de la ciencia?
-Periodismo en cómic para un mundo visual

6:00 / 7:00 p.m.
Nexo jornal

Las charlas que podrás seguir desde la página de Facebook Red Ética

30 DE SEPTIEMBRE
11:00 / 12:00 p.m.
Fábrica de la desinformación

Las charlas que podrás seguir desde otros canales de transmisión en vivo

28 DE SEPTIEMBRE 
2:00 / 3:00 p.m. 
Medios innovadores y redacciones multidisciplinarias
https://streaming.upb.edu.co/

2:00 / 3:00 p.m. 
Periodismo y tecnología: el caso de La Nación
http://envivo.eafit.edu.co/EnvivoEafit/?page_id=62

2:00 / 3:00 p.m. 
¿Cómo cubrir Latinoamérica, la región más violenta del mundo?
http://original.livestream.com/universidadantioquia

3:00 / 4:00 p.m. 
Periodismo y literatura: una cuestión eterna
http://www.funlam.edu.co/funlamenvivo

29 DE SEPTIEMBRE 

2:00 / 3:00 p.m. 
El documental como espejo
(Canal por definir)

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.