“Gabo no fue un literato”: Héctor Feliciano

En la primera conferencia del homenaje que se le rinde a Gabo en el #PremioGGM, Héctor Feliciano, Joaquín Estefanía, Julio Villanueva Chang y Roberto Pombo conversaron sobre Gabo y el lenguaje. Su forma de expresarse, los mundos literarios que construyó y algunas anécdotas del Nobel, hicieron parte de la agenda.

A las cuatro de la tarde comenzó en Plaza Mayor, Medellín, el primero de los siete coloquios de homenaje a Gabo que tendrán lugar en el marco del #PremioGGM. Los primeros en abrir este ciclo de conferencias fueron Julio Villanueva Chang – editor de Etiqueta Negra –, Héctor Feliciano – editor de Gabo periodista – y Joaquín Estefanía – exdirector de El País-, quienes conversaron con Roberto Pombo – director de El Tiempo. El título del coloquio era “Gabo, el periodismo y el lenguaje” y fue de eso, exactamente, sobre lo que conversaron los cuatro profesionales del periodismo y la escritura.

Héctor Feliciano, editor del libro Gabo Periodista, del que se ha publicado una segunda edición especial para el premio, afirmó que Gabo “no era un literato”, haciendo referencia a que la forma de escribir y de expresarse del escritor más importante de Colombia se asemejaba más a la de los periodista que a la de los estudiosos del lenguaje.

Para Feliciano el verdadero valor de la literatura de García Márquez residía en su capacidad para captar “la psicología del mundo campesino”,  algo que atribuyó a su origen costeño, donde, según afirmó el escritor puertorriqueño, la relación entre el campo y la ciudad es mucho más estrecha.

El director de El Tiempo y amigo de García Márquez, Roberto Pombo, narró varias anécdotas que Gabo le compartió acerca de su manera de escribir. Contó ante los presentes que en una ocasión Gabo le confesó que se había demorado tres meses sin publicar una novela acabada “porque no encontraba el adjetivo adecuado”.

En la misma línea Villanueva Chang puso en relieve el hecho de que en Cien años de soledad García Márquez apenas utilizó un adverbio terminado en – mente, algo que atribuyó al “odio” que el escritor profesaba a los adverbios en general.

Por su parte, Joaquín Estefanía quiso recordar al Gabo cuentista, de quien afirmó que alcanzó una calidad superior a la del propio Ernest Hemingway en el citado género. También recordó la vez en la que Gabo se encontró con Hemingway en París. En esa ocasión el colombiano apenas pudo saludar al escritor que tanto admiraba, paralizado por la vergüenza.

Los cuatro se mostraron de acuerdo al afirmar que sin lugar a dudas Gabriel García Márquez, gracias al uso simple y directo del lenguaje, consiguió mostrar en su obra la idiosincrasia del caribe colombiano del que siempre formó parte.

En relación a este hecho, Roberto Pombo recuperó unas palabras de Gabo en las que afirmaba que  “Cien años de soledad es un vallenato de 400 páginas y El amor en los tiempos del cólera un bolero de 280”.

La conferencia fue seguida por quienes se acercaron hasta el centro de convenciones Plaza Mayor de Medellín, donde se están desarrollando la mayor parte de las actividades en torno al Premio Gabriel García Márquez de Periodismo, y por varios cientos de personas que siguieron el coloquio en streaming a través de la página de la FNPI.

Cuando no hay espacio para las historias, nace el video

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Alexandra García lideró durante cuatro horas un Taller de video para la web, espacio en el que cerca de 60 participantes tuvieron la oportunidad de recoger aprendizajes en torno a la tecnología, el estilo y la forma de narrar el audiovisual.

“Hay muchas historias que no salen en el periódico porque no hay espacio para sacarlas o simplemente requieren de un trato inmediato. Es ahí cuando deben ser contadas a través del video”, aseguró García, periodista visual de The New York Times.

También aconsejó a los medios de comunicación tradicionales, como los periódicos, “elegir partes de las historias que merezcan un trato diferente”. Son éstas, las que deben llevarse al video web.

 

Recogimos algunas de las enseñanzas y consejos que quedaron de este espacio formativo del #PremioGGM, aprendizajes que buscan un mejor tránsito para las historias que pasan de la televisión al video digital.

 

El video web es una historia de comprensión

 

Si tiene que decir dónde aprendió gran parte de lo que sabe acerca de periodismo visual, Alexandra habla de The Washington Post. “Los grandes periodistas del video en este medio me enseñaron todo lo que sabían. Tuvieron la paciencia de iniciarme en lo que sé”.

 

Ahora, trabajando en The New York Times, donde produce reportajes interactivos, prepara y edita proyectos de video, ha podido recoger otras reflexiones. La gran mayoría de ellas están enfocadas en el periodismo y apuntan a la veracidad de las imágenes y a la importancia del momento oportuno a la hora de capturarlas.

 

“La escena del crimen solo está una vez y si haces un periodismo ético no debes imitarla después. Hay que buscar otra imagen real porque en ese punto ya no se pueden repetir”.

 

Los más de 10 años que acredita en el mundo de la imagen, también la han llevado a comprender que los videos de la web no pueden limitarse solo a un fondo de pantalla tipo croma. “Deben tener una narrativa visual y una historia. Un juego entre las dos cosas”.

Para esa unión entre historias e imágenes plantea realizarse algunas preguntas básicas antes de comenzar a narrar.  “¿Qué puede agregarle este video al texto?, ¿estoy grabando con la mirada del público o solo estoy usando la cámara?, ¿cuál es mi historia en tres palabras? y ¿cuáles son los comienzos y cuáles los finales?”.

 

Por último, los años le han ayudado a comprender que, en materia técnica, las audiencias “perdonan las fallas de las tomas visuales, pero no las fallas de audio. Si no pueden escuchar bien, no soportan el contenido”.

 

La tecnología, solo cuando sea necesario

 

En los videos de Alexandra hay constantes reflexiones del oficio periodístico.  “La tecnología solo debe usarse cuando sea necesario, usarla demasiado es perder la naturalidad. Por ejemplo, si tengo a una persona con la que estoy hablando y está sentada, estática, no tengo que usar el zoom, gano más cuando voy caminando hacia ella”.

 

También propone salir a buscar imágenes siempre teniendo un enfoque definido, ya que por cada 20 minutos de material grabado solo sale uno editado, pero todo lo que se edita se debe ver y es ahí cuando un reportero entra en problemas.

 

“Una vez grabé 40 horas de video y el proceso de edición fue muy difícil. Ahí comprendí que uno debe salir con un enfoque claro, saber qué imágenes va a buscar y tener claro qué más necesita para pintar la nota”.

 

Como tiene claro el poder de la música, su influencia y capacidad de generar emocionalidad, prefiere que si su noticia es un hecho complejo, trata un conflicto de intereses o está relacionada a algún tipo de denuncia, no lleve música.

 

“La música es una forma de manipular a la audiencia. Tenemos una audiencia inteligente, la gente se molestaría fácilmente si le pones música. Se daría cuenta de que la estás intentando conmover”.

 

Como conclusión, Alexandra les dijo a los participantes de este Taller que “cuando se graba algo con mucha emoción, no se necesita una cámara de 6.000 dólares” y que “si se piensa hacer un video igual al que están haciendo todos los medios, este trabajo se perderá, quedará extraviado en todo el universo que es la web”.

 

Segundo día: Panel sobre investigación periodística. Foto: Julián Roldán/ FNPI.

Video del panel sobre ética periodística

Javier Darío Restrepo (Colombia) y Marcela Turati (México), ganadores del reconocimiento a la Excelencia del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo 2014 charlan con Mónica González (Chile).

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

Video: ‘Gabo, Torrijos y Panamá. Una historia contada en imágenes’

https://vimeo.com/album/3167138/video/119349086

Conversación entre Graciela Iturbide (México) y Jorge Eduardo Ritter (Panamá), moderada por Rodrigo Pardo (Colombia).

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

Video: ‘Gabo, la política y la búsqueda de la paz’

https://vimeo.com/album/3167138/video/120111680

Conversación entre Rafael Pardo (Colombia), Sergio Ramírez (Nicaragua), Enrique Santos Calderón (Colombia) y Jon Lee Anderson (Estados Unidos), moderada por Joaquín Estefanía (España).

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

Video: Discurso de Javier Darío Restrepo al recibir el Reconocimiento a la Excelencia

https://vimeo.com/album/3167138/video/119292106

Ícono del periodismo colombiano, Javier Darío Restrepo ha trabajado como reportero y columnista de medios impresos, radio y televisión, desde 1957. Ha cubierto guerras, concedido voz a los invisibles, investigado con lucidez los problemas de un país, desde el oficio cotidiano del reportero. Versátil en la escritura, lo ha sido también en el periodismo televisivo, en el que se le recuerda por sus informes documentados sobre problemas que el escudriñaba con paciencia e imaginación. Realizó su tarea de defensor del lector de El Tiempo en Bogotá y El Colombiano en Medellín, con una justicia a toda prueba, un conocimiento detallado del oficio periodístico y una atención indudable a los requerimientos de los lectores, a quienes siempre ha considerado como ciudadanos de primera.

Pero quizás una de sus facetas más estimadas, ha sido su compañía permanente a los periodistas, con quienes camina como un compañero más, los aconseja y les da ejemplo. Durante años ha conducido talleres de ética periodística, ha dado clases, charlas y conferencias, pero, sobre todo, semana tras semana, ha analizado con los periodistas de Colombia y todo el continente sus preocupaciones éticas, de modo que cada caso que se le ha planteado en el Consultorio Ético en línea de la FNPI se ha convertido en un aprendizaje, una lección de vida.

Releer sus análisis en el Consultorio es reconstruir un mapa de las tensiones y los conflictos que viven a diario los periodistas en esta parte del mundo y reafirmar que es posible construir una información en que sea inseparable el zumbido del moscardón.

Por todo ello, por esa indeclinable vocación de periodista que ha sabido recrear durante tantos años y que es un ejemplo para las nuevas generaciones, el Consejo Rector, le concede a Javier Darío Restrepo el Premio Gabriel García Márquez de Periodismo en la categoría de Excelencia.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

Video: Discurso de Marcela Turati al recibir el Reconocimiento a la Excelencia

https://vimeo.com/album/3167138/video/119343401

En lo que corresponde a la joven periodista Marcela Turati, el Consejo Rector considera que ella ha respondido con una opción de coraje e inteligencia al horror de los miles de desaparecidos y cuerpos decapitados o quemados con ácido que el crimen organizado han esparcido por el territorio de México.

Marcela ha trabajado en la revista Proceso, donde ha cubierto los impactos sociales de la violencia y el narcotráfico y temas de derechos humanos. Ha sido colaboradora de periódicos y revistas de Perú, Chile, Colombia, Argentina, Uruguay, Ecuador y Estados Unidos. Sus textos han aparecido en antologías de Gatopardo, Etiqueta Negra y la FNPI. Hace parte del grupo Nuevos Cronistas de Indias y ha recibido premios, becas y reconocimientos en varios países.

Su extraordinaria trayectoria como reportera ha brillado varias veces en la historia de los premios de la FNPI: sus investigaciones sobre la muerte de migrantes mexicanos perdidos en el desierto de Arizona y sobre la masacre irresuelta de indígenas en Acteal fueron finalistas en dos ocasiones en el concurso del Premio Nuevo Periodismo Cemex + FNPI. En 2013 fue finalista en la primera edición del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo, con su trabajo de cobertura sobre la desaparición de personas.

En 2007, junto a otros periodistas mexicanos, Marcela creó la organización Periodistas de a Pie: buscaban unir fuerzas para adquirir nuevas herramientas y abrir espacios a la huella letal de la pobreza, la corrupción y el narcotráfico. Y en eso estaban, capacitándose, cuando la violencia irrumpió con más fuerza en ese país, convirtiendo a millones de mexicanos en prisioneros del crimen organizado. Los periodistas también engrosaron las víctimas haciendo más difícil su tarea de informar.

Fue entonces que Marcela y sus compañeros decidieron dar un vuelco. Tocaron todas las puertas dentro y fuera de México y en pocos años capacitaron a centenares de periodistas en técnicas de seguridad digital y física, en herramientas de periodismo investigativo para cubrir el conflicto armado, y crearon espacios de apoyo emocional para enfrentar la muerte de los suyos. Los mejores expertos llegaron a entregar conocimientos. Sin barniz de caridad. Porque la lucha por mantener o recuperar la dignidad de los periodistas fue la tónica de sus acciones al reforzar la discusión ética. Los periodistas colombianos también hicieron su aporte.

Marcela ha privilegiado el bien común por sobre el protagonismo individual, la organización regional o sectorial por sobre el golpe o la primicia. Un método que ha mostrado sus frutos en la protección de la vida de los periodistas. Así, su trabajo y el de su organización se convirtieron en un vehículo de esperanza. Su trabajo ha sido clave para vencer la negación y el horror, armando las bases de datos que urgen a la justicia a permear la impunidad.

La huella abierta por Marcela es un ejemplo para cientos de periodistas que en distintos rincones del continente han encontrado allí herramientas para impedir que se acalle el zumbido del moscardón. Y ha mostrado una vez más que, en tiempos de muerte y sequía, vale la pena invertir energía y creatividad en arroparnos, protegernos y codo a codo avanzar. El ejército que hoy encabeza Marcela recoge lo mejor del legado de Gabriel García Márquez. Por eso, el Consejo Rector del Premio de Nuevo Periodismo Iberoamericano le concede a Marcela Turati el Premio Gabriel García Márquez en la categoría de Excelencia.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

Así se cubre la violencia en América Latina

La categoría Cobertura recibió 256 trabajos, de los cuales se escogieron tres finalistas provenientes de México, Venezuela y Guatemala. El jurado resaltó, entre otras cosas, la apuesta por la justicia, la capacidad de investigación y el uso de recursos innovadores.

Los tres trabajos finalistas de la categoría Cobertura tienen algo en común: todos retratan episodios violentos que han ocurrido a lo largo del continente. En México, el periodista Alejandro Sánchez registró en la revista Emeequis cómo los habitantes de un pueblo de Michoacán conformaron un grupo de autodefensas para contrarrestar a un cartel de narcotraficantes que se hace llamar Los Caballeros Templarios. Desde Guatemala, la periodista Alejandra Gutiérrez y el equipo de Plaza Pública se organizaron para cubrir el juicio contra el dictador Efraín Ríos Montt y el jefe militar José Mauricio Rodríguez Sánchez. Y recorriendo las calles de Caracas, Venezuela, César Batiz y sus colegas de Últimas Noticias investigaron los asesinatos cometidos por la policía durante las jornadas de protesta ocurridas el 12 de febrero de 2014.

En el conversatorio moderado por Martín Caparrós, miembro del jurado de la ronda final de esta categoría, salieron a flote las dificultades del ejercicio periodístico en contextos donde peligra la vida de las personas implicadas, hay censura, no hay apoyo de las autoridades locales o, incluso, los directores de los medios se oponen a la publicación de los contenidos.

“En Últimas Noticias no queda ningún integrante del grupo de investigación”, dice César Batiz. El trabajo del equipo de Batiz se valió de las fotos y de los videos que capturaron los asistentes y testigos de una marcha estudiantil en contra del gobierno de Nicolás Maduro para demostrar que el joven Bassil Da Costa fue asesinado por policías y funcionarios de inteligencia. Cuando la publicación se volvió viral, los propietarios del medio quisieron desmontarla de la página web. “La redacción se opuso y no permitió que eso ocurriera. Tiempo después nos volvieron a censurar y todos renunciamos”.

Precisamente, el jurado resaltó como características de esta cobertura su valentía y el uso de una metodología innovadora que le permitió tener acceso a material imprescindible para establecer quiénes fueron los autores de los asesinatos.

En el caso de Alejandro Sánchez, el principal problema de escribir sobre los campesinos que habían constituido un grupo paramilitar en Ruana, Michoacán, para frenar las extorsiones, asesinatos, secuestros y violaciones de los que eran víctimas, fue la inseguridad en el pueblo. “A medida que los grupos de autodefensa se acercaron a los puntos de dominio de los Templarios, la violencia fue aumentado”, dice Sánchez. “Había caos informativo. Toda la prensa local estaba supeditada a este peligroso cartel”.

En el concepto del jurado sobre esta crónica, se lee que el trabajo sobresale por “el mérito de la inmediatez, la cercanía con su asunto, la buena prosa, el relato eficaz, la voluntad de investigar más allá de lo evidente y entender el contexto y las razones de los hechos”.

A raíz del seguimiento al juicio contra Ríos Montt, las presiones en la redacción de Plaza Pública, medio en internet dedicado al “periodismo de profundidad”, tampoco se hicieron esperar. Según Alejandra Gutiérrez, editora general, había muchos sectores de la sociedad guatemalteca interesados en que el proceso no se llevara a cabo. Tanto que, aunque el equipo se preparó de antemano para la cobertura, le tomó por sorpresa que se iniciaran las audiencias. “No esperábamos que las palabras ‘sentencia’ o ‘culpable’ fueran a llegar. Pero llegaron. Y por fin las víctimas dijeron: ahora se puede escuchar nuestra historia”.

El equipo de base de Plaza Pública estuvo conformado por tres periodistas y dos fotógrafos. Además, contó con el apoyo de toda la redacción del medio. “Cuando se cubren temas de justicia transicional hay que girar la mirada. También hay que contar el contexto y las historias que podían explicar por qué estaba sucediendo ese juicio”, dice Alejandra Gutiérrez.

Pese a lo histórico del fallo, la corte de constitucionalidad de Guatemala anuló el juicio que sentenció a Ríos Montt a 80 años de prisión por genocidio. Precisamente, de este trabajo el jurado valoró que usara la combinación de recursos multimedia como una “apuesta decidida por la justicia”.

Para concluir, Martín Caparrós llamó la atención sobre otros puntos comunes entre estos ejercicios de Cobertura, clasificados como los mejores publicados en Iberoamérica en el último año. Los tres acuden a la web, no solo como plataforma para llegar a los lectores, sino que utilizan otros recursos digitales para crear y hacer curaduría de contenidos, lo que también supone que recurren a otras formas de financiación y buscan un nuevo tipo de usuarios con hábitos de lectura diferentes a los que producen los medios de comunicación tradicionales: “Los medios más interesantes no están siendo creados por empresas periodísticas ni por los innovadores que solían hacerlo”.

Segundo día: Panel sobre investigación periodística. Foto: Julián Roldán/ FNPI.

Video: ‘Periodismo de investigación en la era del espionaje total’

https://vimeo.com/album/3167138/video/117445365

En la conversación participaron Antonio Rubio (España), Alberto Arce (España), Carlos Fernando Chamorro (Nicaragua), moderada por Carlos Alberto Giraldo (Colombia).

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

De la avalancha a la unión: historias para rescatar el uso de la imagen

Los tres finalistas de la categoría Imagen del #PremioGGM compartieron una conversación con el maestro Jean-François Fogel. En una maratón de sensaciones destejieron historias que estaban encerradas.

Cada año el mundo digital ve llegar una avalancha de imágenes. Al finalizar el 2013, 880 mil millones de fotografías habían sido subidas al ciberespacio, un universo de recursos entre los cuales, pocos, lograban tejer una historia.

En medio de un escenario atiborrado y en ocasiones hasta “obsceno”, como lo califica el maestro de la FNPI Jean François Fogel, el Premio Gabriel García Márquez se propuso un objetivo: “Darle valor a los que, en medio de esta inundación, son capaces de contar periodismo con imágenes”.

Entre 183 trabajos que se postularon en la categoría Imagen aparecieron algunas respuestas. 13 de ellos fueron preseleccionados para ser evaluados por los jurados de la ronda final y, posteriormente, tres se establecieron como finalistas.

Las historias, tejidas con recursos audiovisuales que lograron reflejar la mirada de la gente, fueron compartidas el martes 30 de septiembre con el público que sigue el festival que, desde Medellín (Colombia), le da vida al #PremioGGM.

Eliza Capai (Brasil), de Agência Pública; Carolina Trejo (Chile), de La Red; y Manolo Sarmiento (Ecuador) periodista independiente, reabrieron historias encerradas. Narraciones con características en común que, según Fogel, lograron detectar los jurados: “Un rechazo a la velocidad informativa y una intención clara de escuchar a la gente”.

Con el documental Severinas, que puede verse en Youtube, Eliza Capai retrató dos problemas sociales relevantes en su país: el machismo y la pobreza.

El lugar elegido para la investigación fue Guaribas, al interior de Piauí, noreste brasileño, una ciudad “pobre y machista” en la que el programa Hambre Cero (hoy Bolsa Familia) logró transformar las realidades al privilegiar a la mujer como receptora de ingresos económicos.

Entre silencios que según Eliza, “no se pueden explicar con verbos”, las imágenes contaron una historia de transformación en la que las mujeres fueron protagonistas.

Bajo una idea similar: posicionar a la fuente oral como la única capaz de revelar realidades, Carolina Trejo compartió desde Chile su experiencia con el documental Mehuín y la defensa del mar, el cual hizo parte de una serie llamada Chile se moviliza, con la cual se buscó dotar de sentido la protesta social y una reivindicación de los medios de la capital con las regiones.

“Decidimos escuchar a la gente. Lo que hace este trabajo especial es la mirada de la comunidad y no la mirada del editor o del periodista como pasa en muchas ocasiones”, afirmó Trejo quien invitó al auditorio y a los colegas periodistas a regresar a las historias de la gente, a reflejar a las organizaciones sociales en los medios, “las mismas que ven con temor a los periodistas porque han sentido que los poderes económicos y políticos los han alejado de ellos”.

El tercer finalista de esta categoría, Manolo Sarmiento, insistió en la importancia de rescatar las historias que nunca pasaron por los titulares. Con La muerte de Jaime Roldós, un documental de dos horas que pasó por las pantallas de cine antes de llegar a la televisión, Sarmiento y su compañera Lisandra Rivera se propusieron mostrar “la manera de callar de los ecuatorianos, del pueblo andino”.

En un documental histórico revivieron el misterio que desde 1981 esconde la muerte del presidente Jaime Roldós y su esposa Martha Bucaram.

Con estas tres historias, donde hay un periodismo con sentido que ayuda a determinar con precisión lo qué pasó, también se logran extraer conclusiones convertidas en tendencias dentro de esta edición del #PremioGGM.

De un lado está la intención de querer contar historias de minorías. Del otro, un compromiso por una narración audiovisual responsable que logre determinar la autenticidad de las realidades y por último, una tendencia inminente de publicar en formatos libres, novedosos y atractivos que siguen ahondando en reflexiones sobre el qué hacer del periodismo actual.

El ganador de la categoría Imagen del #PremioGGM, al igual que los demás ganadores, se darán a conocer el miércoles 1 de octubre en la ceremonia de premiación que será en el Teatro Metropolitano de Medellín.