El escritor Jordi Esteva regresa a Costa de Marfil para averiguar sobre el espíritu de la pantera que se manifestó durante el rodaje de su anterior documental “Retorno al país de las almas” sobre las creencias ancestrales y los fenómenos de trance y posesión. En la película, rodada en blanco y negro, con el ritmo de una “road movie”, el escritor asistirá de nuevo a una ceremonia de trance en la que un komián será poseído por el espíritu de la pantera y emprenderá la búsqueda de la otra komián, en toda la Costa de Marfil, poseída por el mismo espíritu poderoso. El periplo le llevará a la vecina Ghana en busca de los únicos percusionistas que pueden invocar al espíritu de la pantera con sus ritmos.
También puedes disfrutar de otras tres películas del fotógrafo y escritor Jordi Esteva, invitado del Festival Gabo Nº8– que se extenderá hasta el 11 de diciembre– y participar de su conversación con Jon Lee Anderson, reportero de The New Yorker, sobre la travesía para contar historias apasionantes sobre genios, serpientes monstruosas y espíritus poderosos, el viaje por encontrar esos relatos aún no contados y la oportunidad que ofrecen para reivindicar mundos que están en vía de extinción. Inscríbete a la charla ‘Crónicas desde paraísos secretos’.
Socotra, la isla de los genios está basada en el libro del mismo título publicado por Atalanta Ediciones. La película, rodada en cuidado blanco y negro, trata de un viaje a la remota isla de Socotra en el océano Índico conocida en la Antigüedad por ser la morada, según la leyenda, del ave Roc y el ave Fénix. Socotra no posee ningún abrigo natural y los monzones, que en otras regiones del Índico propiciaron la navegación y el intercambio, en las costas de Socotra resultaron un gran peligro. El aislamiento ha preservado una flora que parece de otra era. La película, dirigida por Jordi Esteva, sigue el recorrido por el interior de la isla de un grupo de camelleros que se dirigen a las montañas antes de la estación de las lluvias. Por la noche, alrededor del fuego, se cuentan historias de genios y serpientes monstruosas. En un remoto poblado, los camelleros recibirán la visita de Ahmed Afrar, hijo póstumo del último sultán de Socotra, quien les hablará del trágico destino de su padre. La película trata de un mundo que desaparece. Es la primera película hablada enteramente en socotri, una lengua sudarábiga emparentada con el antiguo idioma del Reino de Saba.
También puedes disfrutar de otras tres películas del fotógrafo y escritor Jordi Esteva, invitado del Festival Gabo Nº8– que se extenderá hasta el 11 de diciembre– y participar de su conversación con Jon Lee Anderson, reportero de The New Yorker, sobre la travesía para contar historias apasionantes sobre genios, serpientes monstruosas y espíritus poderosos, el viaje por encontrar esos relatos aún no contados y la oportunidad que ofrecen para reivindicar mundos que están en vía de extinción. Inscríbete a la charla ‘Crónicas desde paraísos secretos’.
En la costa del Pacífico colombiano, en Chocó, alrededor del Cabo Corrientes, vive una comunidad de afrodescendientes que conserva una rica historia oral. El Golfo de Tribugá es un santuario donde acuden las ballenas de todo el Pacífico americano y tanto el océano como los bosques constituyen una reserva de incalculable valor ecológico. Pero hoy, este maravilloso reducto que, apenas conoce un respiro tras la guerra abierta entre narcotraficantes, paramilitares, guerrilla y Ejército, se ve amenazado por la construcción de un gran puerto que transformará radicalmente la región y contaminará las aguas, alejando para siempre a las ballenas y convirtiendo a sus habitantes en minoría en su propia tierra. Esta película dirigida por Jordi Esteva, pretende hacer una llamada de atención y preservar la memoria de sus cálidas gentes.
También puedes disfrutar de otras tres películas del fotógrafo y escritor Jordi Esteva, invitado del Festival Gabo Nº8– que se extenderá hasta el 11 de diciembre– y participar de su conversación con Jon Lee Anderson, reportero de The New Yorker, sobre la travesía para contar historias apasionantes sobre genios, serpientes monstruosas y espíritus poderosos, el viaje por encontrar esos relatos aún no contados y la oportunidad que ofrecen para reivindicar mundos que están en vía de extinción. Inscríbete a la charla ‘Crónicas desde paraísos secretos’.
“En memoria del cocodrilo sagrado”. Con esa frase comenzó la charla a modo de homenaje que la Fundación Gabo hizo sobre Mercedes Barcha Pardo durante la octava versión del Festival Gabo. En la conversación participaron los escritores Sergio Ramírez (Nicaragua) y Felipe Restrepo Pombo (Colombia), y los periodistas Héctor Feliciano (Puerto Rico) y Pilar Calderón (Colombia), quienes ahondaron en el carácter de la esposa de Gabriel García Márquez y recordaron el papel fundamental que jugó en la vida y obra del Premio Nobel de Literatura colombiano.
La mujer que hizo posible Macondo
“Mercedes fue la compañera de vida de Gabo desde su juventud y muchas veces se habla de ella como de un acompañante o un personaje relegado a un segundo plano, pero yo estoy convencido de que ella estuvo al frente de la obra y de la vida de García Márquez”, dijo Restrepo Pombo.
Para el periodista colombiano, Mercedes Barcha no se había amparado en la sombra de su esposo sino que había trabajado a su lado, garantizando todas las condiciones necesarias para la escritura de los cuentos y novelas que luego embelesarían a lectores del mundo entero. “Ella era la brújula de Gabo y sin ella, él no hubiera llegado hasta donde llegó. Alcanzaron el éxito juntos”, concluyó Restrepo Pombo.
Al respecto, Sergio Ramírez relató una anécdota en la que se evidenciaba la autoridad de Mercedes Barcha sobre la vida de su esposo. “Gabo y Mercedes fueron mis huéspedes en Managua, justo después de la revolución en Nicaragua. Ambos exploraron el país y lo conocieron a fondo. En esa ocasión entendí su papel en la vida de Gabo: era maestra de ceremonias, la que administraba sus entrevistas y, en últimas, su vida. García Márquez sólo mandaba cuando escribía sus novelas. Mercedes administraba todo lo demás”.
Todo este dominio, por supuesto, lo ejercía con mucha reserva, sin afanes protagónicos. Una actitud que se mantuvo incluso después de la muerte de García Márquez. “Un día me dijo: ‘yo lo que nunca quiero ser es una viuda oficial, una viuda pública’. No le gustaba el protagonismo. Era muy discreta y elegante en ese aspecto”, contó Ramírez.
La esfinge de sabiduría caribeña
Aunque “cocodrilo sagrado” era un apodo que le había puesto García Márquez a Mercedes por su filiación paterna con el Oriente Medio, ella se reconocía, ante todo, como una mujer del Caribe colombiano. “A pesar de haber vivido décadas en México, siempre mantuvo un vínculo con el Caribe y jamás perdió el acento de su tierra natal”, comentó Héctor Feliciano.
En ese reconocimiento a su identidad caribe residía su gusto por la oralidad. “Consideraba la oralidad mucho más importante que la escritura. Al hablar con ella, uno sabía de la importancia que tenía la palabra. Su registro iba desde halagos, chistes y cuentos”, dijo Feliciano, que comparó a Mercedes con “una esfinge de sabiduría caribeña”.
Esta conexión cultural con el Caribe era la que explicaba, en parte, que su libro preferido fuera Cien años de soledad, la obra que su marido definió como un vallenato de cuatrocientas páginas.
Obsesiva por la información
La periodista Pilar Calderón contó que una de las pasiones de Mercedes era la información. “Estaba todo el tiempo preguntando por la realidad y eso la convirtió en una mujer muy informada”, dijo. Su curiosidad la mantuvo repasando las ediciones más recientes de los periódicos de distintos lugares del mundo y oyendo noticias en la radio. Con el tiempo se volvió una interlocutora audaz frente a las personalidades que visitaban a su marido.
“Aprendía mientras Gabo aprendía. Leía y escuchaba mucho las opiniones de los demás, en especial la de los políticos y artistas que se acercaban a Gabo”, dijo Calderón.
A raíz de su interés en la actualidad y el periodismo, acompañó a García Márquez en los proyectos que involucraran medios de comunicación como la fundación de la revista Alternativa, el manejo de la revista Cambio y la creación de la Fundación Gabo, en la que asumió la presidencia de honor cuando su esposo falleció en abril de 2014.
“Nunca quiso protagonismo aunque estaba claro el papel trascendental que representaba tras bambalinas”, concluyó Restrepo Pombo.
Sobre el Festival Gabo
El Festival Gabo continúa hasta el próximo 11 de diciembre con una nutrida oferta charlas públicas y clases magistrales con grandes invitados como el Premio Pulitzer de biografía 2020, Benjamin Moser; el filósofo italiano Alessandro Baricco, autor de The Game y Los Bárbaros, la escritora Camila Sosa Villada, ganadora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz por su novela Las Malas, y la cantautora colombo-canadiense Lido Pimienta. Consulta toda la programación aquí.
El Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y a la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía de Medellín. Para mantenerte al tanto de las novedades de estas iniciativas, puedes seguir las redes sociales: Facebook, Instagram y Twitter.
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Gracias a las charlas públicas podrás reflexionar sobre temas como los deberes humanos, el fortalecimiento de la democracia a través de la tecnología, los retos para narrar la migración, la sostenibilidad del periodismo, las travesías por paraísos ocultos, el impacto social de nuestra interacción con la tecnología y el oficio de escribir y retratar las vidas ajenas, entre otros.
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