A un año de #MeToo, editora del New York Times comparte lo que ha aprendido

Rebecca Corbett al fondo y Ana Cristina Restrepo. Fotografía: Julián Roldán | FNPI.

Por Hernán Restrepo | @hrestrepo

Rebecca Corbett, editora de investigaciones de The New York Times, y la periodista colombiana Ana Cristina Restrepo fueron las encargadas de abrir la tarde ética que tuvo lugar en el tercer día del Festival Gabo 2018.

Ante una audiencia compuesta mayoritariamente por mujeres, Corbett respondió a las preguntas de Restrepo sobre los retos y aprendizajes que le ha dejado su trabajo como responsable del rigor informativo en los artículos del Times sobre denuncias de acoso sexual que dieron origen al movimiento #MeToo.

Los retos que enfrentaron

• El primer reto al que nos enfrentamos cuando comenzó el movimiento de #MeToo fue el de definir qué era una mala conducta, qué era acoso sexual. Otro reto fue el de las fuentes anónimas. Muchas víctimas no querían hablar por miedo a perder sus trabajos.

• Muchas de las denuncias de #MeToo eran casos que ocurrieron en habitaciones de hotel donde no había más de dos personas. Así que el contrastar las historias fue siempre un reto.

• Las historias donde la víctima no quiere revelar la identidad de su acosador son las más difíciles de contar en cuanto a #MeToo.

• Cuando las fuentes preferían no hablar de sus casos de #MeToo, acudimos a técnicas de periodismo investigativo para respaldar las historias con registros de correos electrónicos o testimonios de terceros.

• Cuando las denuncias de #MeToo fueron publicadas, sabíamos que enfrentaríamos una enorme presión legal de los acusados para tratar de hacer ver nuestros reportajes como mentiras.

Lo que han aprendido

• Jamás sentí que alguna de las víctimas de #MeToo estuviera tratando de manipularme para hacerle daño a su acosador. Pero era una preocupación que mantuvimos en mente.

• Sabíamos que debíamos cuestionar a las víctimas del #MeToo, contrastar sus historias, hacerles ‘fact-checking’ a sus versiones.

• Sería equivocado pensar que el periodismo hace parte del movimiento #MeToo. Lo hicimos posible, pero la misión del periodismo es contar, no movilizar.

• No nos desanimamos al ver que siguen presentándose casos de acoso sexual, como si nada hubiera cambiado con #MeToo. El cambio llegará a mediano y a largo plazo porque el problema era sistémico.

• Con #MeToo demostramos que en casos de acoso sexual no hay personas intocables. Directores de empresas, presidentes, celebridades. Su estatus no les impide ser investigador por el periodismo.

 

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI – Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.