Lo que aprendimos en la Maratón de las mejores historias de Iberoamérica 2019

Johanna Pérez, Almudena Toral, Néstor Oliveros y Rodrigo Abd. Foto: Julián Roldán/ Fundación Gabo.

Como es tradición, el Festival Gabo dio inicio a 72 horas de periodismo, literatura, arte y música en Medellín con la Maratón de las mejores historias de Iberoamérica, un espacio en el que se reconoce a los finalistas de las categorías Texto, Imagen, Cobertura e Innovación, sus historias, retos y revanchas a la hora de contar realidades a través de diferentes formatos. 

Texto

Tres historias: un perfil sobre Fernando Vallejo, un escritor iracundo que es considerado una de las plumas más brillantes de la literatura colombiana, y que regresa a la ciudad en la que nació después de 47 años jurando que nunca volvería; el retrato de un barrio de La Habana, Cuba, que vive expuesto al plomo, y el perfil del vicepresidente de Brasil, general retirado del ejército Hamilton Mourão, que expone las grietas e incertidumbres causadas por la creciente relación entre los militares y la política en su país, son los finalistas de la categoría Texto. 

Sus autores, Daniel Rivera Marín, Mónica Baró y Fabio Victor, respectivamente, hablaron con Miquel Molina, director adjunto del diario barcelonés La Vanguardia, respecto a cómo construyeron sus historias y cómo ven el quehacer del periodismo. Estas son algunas conclusiones del encuentro. 

Hay que reivindicar el periodismo narrativo 

Historias de largo aliento, de investigación de meses, de conversaciones eternas con los protagonistas de los hechos son las motivaciones de estos periodistas que no quieren cambiar la forma de contar historias. 

Mónica Baró afirma que no se imagina hacerlo de otra forma. Para ella, autora del trabajo La sangre nunca fue amarilla, este tipo de periodismo es necesario para la humanidad en general porque logra profundizar en lo humano detrás de los hechos. Hacerlo puede parecer revolucionario: vender este tipo de proyectos a los editores, en los que el periodista debe desmovilizarse por meses, se convierte en un reto, pero indica que ahí es donde está la convicción del reportero. 

“Es una apuesta a ciegas porque no se sabe cuál va a ser el impacto que va a tener en la comunidad de lectores. Debemos hacer un trabajo que trascienda y testimonie la realidad que no guardan las noticias de actualidad, sobre los problemas sociales a los que hemos naturalizado y en los que no creemos que haya una historia”. 

Por su parte, Fabio Victor comenta que el periodismo de largo aliento es como una cámara profesional, con un lente macro que permite ampliar los hechos y encontrar los detalles, mientras que el periodismo de actualidad es “como la cámara de un celular, que tienes siempre a la mano para registrar”. 

¿Cómo escribir las historias que queremos contar si trabajamos en un medio?

Hace siete años Daniel Rivera, finalista con Volver para incendiar a Colombia, entendió que quería escribir textos narrativos y que trabajando en un medio impreso debía usar sus horas de almuerzo y sobre todo las de la noche para hacer las reporterías y sentarse a escribir. Esa ha sido su apuesta hasta hoy. “Las masas de lectores están en las notas rápidas porque un texto de 16 o 18 páginas no lo lee mucha gente, por eso es que es muy difícil que un diario procure por este tipo de publicaciones, porque es posible que no se vea retribuido en los lectores”. 

“No importan las veces que te dicen que no si en realidad quieres contar una historia”

Daniel Rivera recordó las llamadas, los correos y las idas a la cafetería del hermano de Fernando Vallejo que debió hacer hasta que este le dejara escribir un perfil suyo. Comenta que no es una persona que permite fácilmente que se le acerquen, incluso un día le dijo que prefería a dos sicarios que hablar con un periodista. Debió pasar una prueba de literatura, en una conversación de casi dos horas sobre las grandes plumas de la historia. “Él quería saber si yo había leído su obra y claramente lo había hecho. Me dijo, haz el perfil, pero no me entrevistes”. 

Mónica dice que para lograr hacer su relato fue muy importante el acercamiento a los protagonistas de la historia. Dedicarles el tiempo necesario a las fuentes para crear la confianza es clave para hacer periodismo narrativo. 

“La gente debe educarse respecto a las fuentes de información”

Los finalistas son conscientes de que se debe educar a la sociedad sobre cómo consumir las noticias y las fuentes a las que les creen, al mismo tiempo en el que se escriben historias veraces, bien contadas, con forma y fondo. “Debemos hacer la verdad entretenida. Tiene que ser una narración que la gente disfrute leer porque las fakenews son sensaionalistas, saben cuándo salir, cómo enganchar al lector y la gente las prefiere”, dice Mónica. 

De acuerdo con Miquel Molina, la historia demuestra que las fakenews existen desde siempre. “El usuario actual no tiene un criterio marcado para saber cuál información cree o no. Las personas no leen, solo miran los titulares y se quedan con la información a medias sin saber si lo que leen es confirmado”. 

Concuerdan en que el periodista debe entender muy bien las dinámicas de los medios en los que trabajan, pues la competencia no es con los otros medios sino con la información que corre en redes sociales. 

Imagen

Almudena Toral, finalista con el trabajo America First: El legado de una redada migratoria;  Néstor Oliveros, autor del documental La fiesta del fútbol, y Rodrigo Abd, ojo tras El drama de bucear en busca de langostas, hablaron con Johanna Pérez sobre las preguntas que dieron pie a estas imágenes, que son finalistas del Premio Gabo en una categoría diversa que reúne fotografía, videos y animaciones. En el conversatorio compartieron algunos consejos para lograr trabajos trascendentales. 

Buscar el equilibrio entre forma y fondo 

“La imagen no debe quitarle protagonismo a la historia” fue una de las conclusiones de los finalistas, quienes enfatizan en que debe haber una armonía entre lo que se quiere contar y la forma como se muestra. Johanna Pérez, jurado de la categoría, destacó que estos trabajos lograron ir más allá de la imagen por la imagen. 

Viajar al pasado para encontrar la forma de contar el presente

En America First los realizadores tuvieron que hacer una retrospección sobre cómo había vivido la comunidad de Postville, Iowa, una de las mayores redadas migratorias de Estados Unidos para 10 años después contar cómo está el panorama actual. 

Almudena señala que en un tema tan recurrente como las redadas era necesario repasar cómo fue la historia en ese momento para llegar a la forma en la que viven hoy los que la padecieron hace una década. 

Capturar el alma de los personajes

“El tiempo fuera de cámara es necesario para entregar un producto honesto, que sea sincero. No se puede llegar enseguida con la cámara, que es un elemento un poco intruso. Parte del hacer bien tu oficio es empatizar con la gente, escuchar, para que cuando en verdad regreses a filmar se note que el testigo te ha brindado la confianza, que es genuino y no actuado”, dice Almudena. 

Néstor Oliveros le apuesta a capturar el alma de los personajes diversos, pero también el de la región que cuenta por sí sola sus verdades. En el caso de su trabajo, señala, si no hubiese contado el Chocó en todo su esplendor, con sus paisajes de ríos y selvas exuberantes, no habría conseguido transmitir lo que pretendía con ´La fiesta del fútbol´. 

Rodrigo dice que ellos siempre están invadiendo espacios, cosa con la que deben tener mucho cuidado. Sin embargo, la gente, afirma, es muy intuitiva y sabe si se quiere una conexión, compartir una comida o dormir en cualquier lado para contar una historia.

Cobertura 

Pepa Bueno conversó con tres mujeres representantes de los equipos que son finalistas de la categoría Cobertura del Premio Gabo 2019. Señaló que las historias escogidas por los jurados son una radiografía de lo que están haciendo los periodistas y de adónde queremos llegar. “Son trabajos transmedia muy diferentes que cuentan realidades con rigor”.

Susana Morán habló de Frontera Cautiva, una investigación multimedia y colaborativa sobre las circunstancias que rodearon el secuestro y asesinato del equipo del diario El Comercio en una zona fronteriza donde opera el crimen organizado en Colombia. 

No callar, el periodismo habla

“La mejor forma que teníamos para mostrar la inconformidad con lo que estaba pasando con las autoridades respecto al asesinato de nuestros compañeros era haciendo periodismo. Fue una participación de muchos colegas en un grupo binacional para hacer cuatro grandes reportajes multiformato”. 

Mago Torres, con el equipo de A dónde van los desaparecidos – Quinto Elemento Lab, hizo el trabajo El país de las 2000 fosas, una investigación que muestra la expansión del hallazgo de fosas clandestinas en México entre los años 2006 y 2016. 

Fue más de año y medio de trabajo colectivo. “Trabajar en equipo nos ha ayudado a darle vuelta a zonas de censura, una parte a la que queríamos acceder. Hay que comunicarnos de forma honesta, sobre todo si lo hacemos de manera independiente”.

La ciencia ayuda a contar historias

Patricia Campos Mello indicó que fueron a tres continentes y siempre hubo una combinación de historias periodísticas con el respaldo de la ciencia. “Hay tanto negacionismo del calentamiento global que es necesario siempre acudir a la ciencia”. Crise do clima compila nueve reportajes multimedia que muestran el drama de las poblaciones, los sectores económicos y las regiones que enfrentan impactos de eventos climáticos extremos, como los que la ciencia prevé para las próximas décadas.

“Es muy importante toda la estructura multimedia porque así es menos aburrido para la gente, es más interactivo, por ello la gente lo lee hasta el final”. 

Innovación

Los equipos finalistas de estas categorías dan cuenta de que no todo está dicho, siempre hay una forma nueva de contar una misma historia. Es el caso de los trabajos de Cristina Castro, Joao Brizzi y Susana Morán, que conversaron con Laura Zoomer respecto a los desafíos a los que se enfrentaron creando sus historias. 

Un trabajo sobre la explotación de mujeres que caen en la trata de blancas, uno relacionado con la devastadora tala de los bosques colombianos y otro sobre cómo son las zonas de las organizaciones criminales en Brasil, todos contados en multiformatos, llevan la bandera de esta categoría.

¿Cómo debe ser un trabajo innovador?

Concuerdan que debe tener estas características: originalidad, calidad e intención de servicio público, transparencia respecto al método, intención de interactuar con la audiencia y debe ser un modelo replicable. 

Apostarle a los múltiples formatos

La innovación no necesariamente está relacionada con las nuevas tecnologías, pero sí debe aprovecharlas al máximo para lograr llegar a diferentes audiencias. Los finalistas quisieron tener un impacto diferente en sus historias, por eso le apostaron a abordar de forma distinta las que ya habían contado. 

Sobre el Premio Gabo y el Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabo con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio Gabo y el Festival Gabo son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA, con sus filiales en América Latina.

Alejandro Valdez Sanabria, director y miembro fundador de El Surtidor

Los hitos que marcaron el éxito de El Surtidor

Alejandro Valdez Sanabria, director y miembro fundador de El Surtidor habló de innovación en el periodismo en medios independientes en el Festival Gabo 2018. Foto: Julián Roldán/FNPI.

Por Camila Del Villar | @cdvillar

Una iniciativa de siete jóvenes ganó el Premio Gabriel García Márquez 2018 en la categoría de Innovación por su trabajo ‘Los desterrados del Chaco’.  Esta narrativa creada en técnica de scrollytelling para móviles cuenta la historia del lugar con la deforestación más acelerada del planeta. El trabajo es un logro de El Surtidor, un medio independiente de Paraguay que con autenticidad, creatividad y tecnología cuenta la realidad de este país.

En el marco del Festival Gabo, Alejandro Valdez Sanabria, director y miembro fundador de El Surtidor, compartió los hitos que marcaron el camino de este medio en la charla ‘El Surtidor: desde el scrollytelling hasta la performance o cómo hacer nuevos medios en Latinoamérica’.

Aquí algunas lecciones que se convirtieron en hitos en el camino al éxito de El Surtido:

1. Todos nos dejamos tentar por la curiosidad

La mayoría de los medios en Paraguay están relacionados con los jugadores comerciales del país, lo que implica que la mayoría de paraguayos reciben información contada por un grupo que está de acuerdo en las mismas cosas, explica Valdez. Así fue como los creadores de El Surtidor encontraron la necesidad de fundar un medio independiente y alternativo. El Surtidor se lanzó con un fan page en Facebook y publicó su primera pieza con información precisa, sencilla y clara sobre cómo el Estado paraguayo espía a los ciudadanos.

Sin embargo, se dieron cuenta de que había una feroz batalla por la atención en internet, entre videos, memes y contenidos sobre temas no tan relevantes  que atrapaban la curiosidad de la gente y la distraían de lo realmente interesante. “Nunca fue tan fácil abrir un medio, pero nunca fue tan difícil tener la atención de la audiencia”, dice el director de El Surtidor. “Todo el mundo termina cayendo en fotos de gaticos: periodistas, sociólogos, estudiantes y gente preocupada por la realidad. Todos finalmente nos dejamos tentar por la curiosidad”.

El equipo de El Surtidor aprendió que la curiosidad es algo implícito de las personas y que es una entrada para llamar la atención hacia temas importantes. Con esa primera lección comenzaron a publicar afiches con información de actualidad para personas entre los 18 y 30 años en el lenguaje cultural de esta población.

Con el tiempo, cuenta Valdez, El Surtidor fue desarrollando otro tipo de imágenes con diferentes propósitos informativos. Empezaron a usar memes, habilitaron una sección de fact checking y crearon explainers con información más larga. Todo con imágenes en un formato sencillo que permitía que sus contenidos circularan bien en redes sociales y que fuera atractivo a la curiosidad. Así acumularon una masa critica de personas en su audiencia.

2. El formato sigue a la función

Luego se dieron cuenta de que este público les exigía más y apareció el reto de cómo ser más profundos y tratar temas complejos usando siempre el motor de la curiosidad y las imágenes como medio. “La audiencia valoraba la información que le dábamos, pero en algunos casos sentía que era muy limitada”, dice Valdez. Con este reto El Surtidor comenzó a producir videos, un formato que funcionaba bien en Facebook.

“Fue un fail total”, admite el periodista. Su equipo investigó y descubrió que Paraguay es el segundo país con el internet más lento de Sudamérica, después de Venezuela, y que además el servicio es costoso. “La gente no estaba dispuesta a gastarse sus megas en esta información”, añade Alejandro Valdez. “El formato sigue la función. Primero pensamos en un formato después se nos ocurrió pensar en la función y por eso fracasamos”.

Entonces El Surtidor preguntó a su audiencia quiénes eran, qué querían, cuándo y cómo lo querían. En respuesta a esto descubrieron que su público era joven, interesado de conocer cómo le afectan las cosas que pasan en su país, dispuestos a consumir información en los largos viajes entre la casa y el trabajo y que no querían contenidos que gastaron todos sus megas.

Como el video no funcionaba, para definir hacia dónde debían seguir para satisfacer esa necesidad de profundidad de la audiencia estudiaron varios formatos del periodismo digital y decidieron que debían romper las barreras y hacer una mezcla  de crónicas de largo aliento, historias horizontales como en Snapchat e Instagram y el video epígrafe como Playground. También tomaron en cuenta tendencias del marketing digital como el landing page y de la literatura como el kamishibai japonés. Con la combinación de estas influencias llegaron a lo que denominan scrollytelling o “Surtiscroll” como le llama el equipo fundador de este medio. Consiste en piezas gráficas pensadas exclusivamente para el móvil en función de  “gestos que definen a una generación”, como los describe Valdez. “Esta generación decide a sus parejas sexuales con un scrolling de izquierda a derecha. Hoy en día son gestos muy potentes”, añade.

3. Escuchar como un cyborg

“Escuchar es un valor común entre el buen periodismo y los procesos de innovación”, dice el director. Explica que gracias a la tecnología ahora los medios pueden escuchar el feedback de lo que hacen como cyborgs, criaturas que son mitad humano y mitad robots. Según Valdez hay muchos servicios que ofrecen métricas como el número de likes o de perfiles alcanzados pero que se quedan en datos amorfos que miden masas. “Mientras que al escuchar como cyborgs podemos ver también métricas relacionales de cuántos usuarios únicos tenemos y cuántas personas conocemos”, dice Valdez.

Con esta herramienta El Surtidor logró hacer el lograron hacer el primer chequeo en vivo de un debate presidencial en la historia del país, antes que cualquier redacción tradicional. Hicieron una convocatoria y se sumaron ocho periodistas, 9 voluntarios y 10 especialistas y después de unos talleres hicieron el chequeo en vivo y sacaron en tiempo real afiches con el fact check. “Fue un momento histórico para el país y pudimos hacerlos gracias a las métricas tradicionales”, dice él . Para lograr esto siguieron las experiencias de Chequeado.com en las elecciones argentinas y La Nación Data en el caso de las escuchas de Nisman.

También más allá de métricas tradicionales, como cuáles son las secciones más visitadas, aplicaros métricas relacionales para conocer qué comunidades existen en los usuarios. “Se dice que hay que apostar a la comunidad pero la realidad es que no hay una única comunidad en la audiencia”, dice Valdez. Descubrieron que había una gran comunidad de fotógrafos e hicieron fotocaminatas en un barrio segregado de Asunción con 100 fotógrafos y publicaron con un hashtag común alentando que la gente visitara ese barrio. Igualmente trabajaron con la comunidad trans de Paraguay y con un taller de podcast recopilaron la memoria de este grupo.

Esta forma de mirar a las comunidades fue una lección del periódico uruguayo La Diaria y el laboratorio de periodismo Performático de Anfibia. “Estas lecciones de aprender a escuchar con métricas relacionales nos enseñaron que más que un medio ahora funcionamos como una comunidad informativa”, dice el director de El Surtidor.

Revive aquí la charla:

https://www.facebook.com/FNPI.org/videos/2130693750513002/?__xts__%5B0%5D=68.ARDdEFsYhj5wzXFUIp0utLPKzK6pWzSJ8Ok6AzXNxsn07jSd_-7ELwH8SK544m6AIYqvQ3gng7XyMqq1GCT7A96ZJ2ozTDceUzl5PhMPX9MyMDMwqZp1pZ4qMDBdt05Kg8QVFMFPsG2vUvEjgwD2doX-VV_GF0zAb53ma6NNy54EGYo0bc3Xog&__tn__=-R

Sobre Alejandro Valdez Sanabria

Es comunicador visual, director y miembro fundador de El Surtidor, medio de periodismo gráfico nativo digital de Paraguay. Ha expuesto su obra como diseñador en 15 países y ha premiado por la OEI por el proyecto más innovador de la industria cultural Iberoamericana. Desde su rol de emprendedor, se ha formado en herramientas para el diseño y la incubación de proyectos periodísticos basados en el design thinking, participando en distintas redes a nivel regional.  Se licenció en Diseño Gráfico en la Universidad Católica de Asunción y es diplomado en Diseño de la Información de la Universidad José Martí.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI – Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.

Video: Entrevista con Carola Solé, finalista del Premio Gabo 2018 – categoría Innovación

 

Carola Solé compartió su experiencia durante la realización de Balas Perdidas, uno de los trabajos finalistas del Premio Gabo 2018.

*Esta entrevista hace parte del cubrimiento especial que los estudiantes de Comunicación Social de la Universidad Tecnológica de Bolívar realizan del Festival Gabo 2018 #UTBenFestigabo

Video: Juzgamiento del Premio Gabo 2017 categoría Innovación

https://vimeo.com/233343899

Así resumen los jurados de la categoría Innovación del Premio Gabo 2017, Daniela Pinheiro, de Brasil; Jean-François Fogel, de Francia, y María C. Colmenares, de Colombia, lo que encontraron en los trabajos que evaluaron. Conoce a los Nominados.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

Video: “Maratón de las mejores historias de Iberoamérica. Categoría Innovación”

https://vimeo.com/album/3167138/video/116781037

Esta categoría busca premiar los trabajo que mejor han sabido adaptarse a las nuevas narrativas, creando alternativas novedosas a la hora de transmitir la información a los ciudadanos. Esta sesión fue moderada por el periodista venezolano Boris Muñoz.

La periodista colombiana Carolina Guerrero será la encargada de representar a Radio Ambulanteun proyecto transfronterizo que reúne historias de toda Iberoamérica aunando la crónica escrita con la narración radiofónica.

La también colombiana Olga Lucía Lozano, editora creativa de La Silla Vacía lideró el equipo que dio forma a Quién es quien, una base de datos interactiva que permite conocer cómo se arman las relaciones del poder en Colombia.

El periodista de Folha de S. PauloMarcelo Leite, representará a su equipo, que realizó el primer reportaje multimedia sobre el impacto socioambiental y económico de la tercera hidroeléctrica del mundo, ubicada en Brasil.

 

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

Historias detrás de las historias

El segundo día del Premio comenzó de la mejor manera: contando historias. Los cuatro ganadores y los ocho finalistas presentaron sus trabajos y narraron cómo los hicieron. Compartieron anécdotas, consejos, aprendizajes, fracasos, satisfacciones: la jornada de excelencia fue un espacio en el que periodistas de todo el continente se sentaron a celebrar su oficio y a enriquecerse mutuamente en la conversación.

 

Innovación

La categoría de Innovación fue la primera en exponer sus experiencias. Gumersindo Lafuente, maestro de la FNPI, presentó los tres mejores proyectos, y destacó que ninguno de ellos es parte de un gran medio de comunicación: como ellos, son muchos los pequeños emprendimientos abriendo caminos y liderando cambios.

Sala Negra

Sala Negra es una redacción de ocho periodistas salvadoreños que busca responder una pregunta a través del periodismo: ¿por qué los centroamericanos nos estamos matando tanto? Daniel Valencia, miembro de este proyecto finalista, contó que desde el comienzo supieron que no se quedarían en un solo lado de la historia, y por eso se acercan tanto a víctimas como a victimarios. Recordó la vez que fueron a la cárcel para establecer contacto con los líderes de la Mara Salvatrucha, escucharlos, comprender quiénes eran y de dónde venían. Encontraron, sorprendidos, que los pandilleros tenían acceso a Internet, y que además conocían bien el trabajo periodístico que ellos hacían.

Aunque trabajan en el diario salvadoreño El Faro, y a veces tienen que cubrir noticias del día a día, los miembros de Sala Negra reconocen eso como una ventaja: hacer investigaciones a profundidad permite trazar un mapa extenso de fuentes, y comprender las dinámicas del conflicto. Esa experiencia les permitió en 2012 revelar la verdad oculta tras la tregua entre las pandillas de su país: no fue por efectividad policial, como lo hizo creer el gobierno, sino que fue un proceso diseñado por el ministerio de seguridad y con conocimiento del presidente.

Gumersindo Lafuente resaltó la importancia de los contenidos publicados por Sala Negra, y dijo que lo que hace innovador a este proyecto es que con una redacción muy pequeña publica investigaciones que impactan el contexto centroamericano y que los grandes medios no están interesados en hacer. “Cuando esos medios luego se preguntan por qué tienen cada vez menos éxito, yo creo que una de las respuestas es que no abordan a profundidad los temas”opinó Lafuente.

Chequeado.com

Otro proyecto finalista fue Chequeado.com, un equipo de cuatro argentinos que se encarga de verificar la veracidad de lo que declaran algunos líderes de su país. El objetivo es aportar a los lectores datos reales para que a partir de ellos construyan su opinión. Laura Zommer, quien empezó su carrera en La Nación, un medio tradicional, es ahora la que dirige este proyecto que usa el potencial del periodismo digital.

Hace unos meses, Chequeado.com hizo el primer chequeo colectivo en tiempo real aprovechando el discurso de la presidenta Cristina Fernández ante el Congreso. Mientras ella presentaba el balance del año anterior y hacía promesas para los meses siguientes, el equipo de Chequeado y quince expertos en diferentes temas verificaban en Twitter los datos de la mandataria y les decían a los usuarios si eran verdaderos, falsos o engañosos. Si hubiera tenido que pagarle a los expertos por las nueve horas que trabajaron ese día, Chequeado habría invertido casi un tercio de su presupuesto anual; sin embargo, ellos lo hicieron de manera voluntaria, convencidos del aporte que estaban haciendo a través de esta iniciativa periodística.

Zommer opinó que el futuro del periodismo está en aprovechar la generación de conocimiento colectivo. En unos días presentarán una aplicación móvil para que los usuarios envíen datos, ellos los verifiquen, y así formarán una base de información que podrán usar en cualquier momento y que le permitirá a quien la consulte darse cuenta de cifras reales para que puedan hacerse preguntas reales.

Proyecto Rosa – La silla vacía

Este proyecto inició con el objetivo de darle reconocimiento a las víctimas del conflicto colombiano que ahora buscan recuperar las tierras de las que han sido desplazado. Lo hace a través de Rosa Hernández, una líder que va de pueblo en pueblo recogiendo las denuncias que los campesinos temen hacer, para luego hacerlas ella misma.

Olga Lozano, periodista de La silla vacía y coordinadora del proyecto, contó que llegaron a Rosa Hernández luego de un proceso riguroso en la selección del personaje. En su historia aparecen con nitidez los procesos de las víctimas colombianas ante un reciente marco legal que pretende hacer justicia.

El proyecto inició con 2.500 dólares, una cantidad relativamente baja para su naturaleza multimedial, pero cuando les contaron a los lectores lo que querían hacer, recibieron un respaldo inesperado. Las personas se entusiasmaron con la idea, y empezaron a hacer donaciones para construirla. Algunos donaban trinos para sumar a más personas, artistas reconocidos donaron canciones y piezas gráficas, otros más salieron a la calle a pegar carteles. Lo innovador de Proyecto Rosa es que lograron que los mismos usuarios consumieran y protagonizaran la producción del contenido, basado en historias georreferenciales, videos, datos, y otros géneros tradicionales. “A mí este proyecto me permitió ser lo que más me gusta: una periodista en un tubo de ensayo”, concluyó Lozano.

 

Cobertura noticiosa

“Yo me odié como jurado de esta categoría, porque veía unos trabajos deslumbrantes, hermosos, y después me tenía que preguntar ¿qué les falta? Esa pregunta me parecía arrogante, pero me reconcilié cuando entendí que eso era lo que debía hacer. Estos premios no sirven para encontrar lo perfecto, que es imposible, sino para encontrar formas de avanzar”, dijo Javier Darío Restrepo, maestro de la FNPI y jurado del Premio, para presentar a los tres mejores trabajos de cobertura noticiosa.

Marcela Turati – Cobertur sobre desaparición de personas en México

Durante los últimos años esta periodista mexicana se ha dedicado con persistencia a un tema en especial: la desaparición de personas en su país. Sus reportajes en la revista Proceso retratan una realidad dolorosa, consecuencia de la violencia. Su persistencia, reflejada en más de veinticinco crónicas y reportajes, la fue convirtiendo en referencia para familiares e individuos que buscaban a sus desaparecidos.

“En México hay una crisis humanitaria por desaparición de personas, y es algo que me interesa contar. Eso me ha llevado a investigar y cubrir otros temas que son igualmente difíciles, pero que tengo que hacer”, contó Turati, quien mostró páginas de sus reportajes: niños desaparecidos, marchas de familiares, exhumaciones de cadáveres, agentes del Estado buscando a los suyos y decisiones políticas que afectaban investigaciones.

Un sueño llamado paz – Carlos Betancur, Noticias RCN.

Este documental narra en 55 minutos varias décadas de conflicto armado en Colombia, y se enfoca en los procesos de paz que se han entablado desde los años ochenta. Más de 200 horas de imágenes fueron revisadas para seleccionar las más representativas. El guión y la dirección de Carlos Julio Betancur tuvieron siempre claro una cosa: este trabajo debe ser un aporte para que los colombianos no olviden lo que han vivido. A través de un lenguaje audiovisual limpio y contundente, el equipo de RCN deja un testimonio para la memoria de un país. “Colombia es un país que no tiene derecho a olvidar, y menos ahora, cuando se encuentra en un nuevo proceso de paz”, dijo Betancur.

“Quien hace el cubrimiento de una noticia tiene un gran problema: el exceso de información. El mérito de este documental es que permite comprender un fenómeno sobre el que los colombianos estamos sobresaturados de información”, dijo Javier Darío Restrepo.

Memórias No Chumbo – Lucio Castro

Las dictaduras latinoamericanas de las últimas décadas del siglo XX tuvieron dos estrategias principales para conservar el poder: infiltraban y reprimían. Esa infiltración llegó a todos los espacios de la sociedad, incluso a los menos sospechados. El periodista Lucio Castro, de Brasil, quiso investigar los rumores que decían que la dictadura brasileña de los años sesenta y setenta eran las que manejaban algo casi sagrado para el país: el fútbol.

“Empecé consultando los archivos nacionales, cinco meses haciendo minería en esos papeles viejos y poco consultados. Encontraba cosas sorprendentes, pero a veces, también, pasaban semanas en las que sentía que estaba perdiendo el tiempo, hasta que sin esperarlo, volvía a aparecer un dato revelador que me devolvía la energía”, contó en su portuñol rápido.

Las anécdotas que narró Castro dejaron atónitos a los asistentes. Contó cómo los clubes de fútbol más grandes del Brasil no tenían independencia para escoger a sus directivos, sino que tenían que pasar la lista de candidatos a los militares para que ellos los escogieran. Contó que Joao Saldanha, el entrenador de la selección nacional que se preparaba para participar en el mundial de 1970, no inspiraba confianza entre los militares que gobernaban, pues temían que ganara la copa, tomara un micrófono y señalara los crímenes que estaban cometiendo, por eso lo obligaron a salir de su cargo tres meses antes de que iniciara el torneo. Castro contó también que en esa delegación brasileña que viajó a México 70 había un hombre desconocido, que solo apareció en una foto, y que no tenía nada que ver con el fútbol: era un torturador y violador enviado por los militares. Por último, Lucio Castro mostró un documento que encontró en los archivos nacionales, en los que se registra la visita de Pelé a las instalaciones de la institución que realizaba todas las torturas en la dictadura: en ese papel amarillo se relata que el ídolo de fútbol brasileño se compromete a hablar bien públicamente del gobierno.

Mémorias No Chumbo es, en definitiva, una serie de reportajes rigurosos, que muestran cómo las dictaduras latinoamericanas se aprovecharon del fútbol para captar la atención de las masas, hacer propaganda y mantener su poder. Lucio Castro hizo una investigación a profundidad que aún estaba pendiente en su país, y que se adentró en la verdad, aunque tuviera que referirse a ídolos y a triunfos sagrados para muchos. “Desmitificar los ídolos del balón, y mostrar los pies de barro del poder. Se necesitó mucha valentía, y por eso es el ganador de la categoría”, finalizó Javier Darío Restrepo.

 

Imagen periodística

A través de la imagen se pueden contar grandes historias y esto fue lo que demostraron durante la presentación de sus trabajos Amaro Gómez-Pablos Benavides, Álvaro Cardona y Esteban Félix, finalistas y ganador de la categoría imagen periodística, respectivamente.

Antes de contar sobre Plástico: el doble filo,  Amaro Gómez-Pablos Benavides resaltó la importancia de “compartir con otros colegas en una instancia en la que estás expuesto a lo mejor del periodismo y donde la curva de aprendizaje es grandísima”. Para él, a todos los identifica la pasión y recordó una frase que su padre, también periodista, mencionó alguna vez: “nunca le digas a tus jefes que esto lo haríamos gratis, y eso es muy cierto”.

Con su investigación publicada en la Televisión Nacional de Chile, Amaro Gómez-Pablos Benavides quiso hacer una interpelación a cada persona sobre su papel como ciudadano y consumidor. Lo que les movió a hacer este reportaje “es lo excesivamente irreflexivo que somos antes el derroche. La basura ajena es también basura propia. Es necesario que cada quien se haga cargo de algo que nos toca a todos”.

La imagen del reportaje es un pájaro que ha comido un encendedor, tapas de plástico y otros derechos que permanecen en su estómago. Ese pájaro, según el periodista, es una metáfora de lo que le sucede a cada persona en el actual modelo de consumo  y elgran desafío fue convocar al espectador para generar una reflexión sobre la ecología, la ciencia, el consumo desmesurado y su efecto en la contaminación.

Un trabajo que aunque en términos precisos no se refiere a la violencia armada sí expresa, en palabras de Jesús Abad Colorado quien dirigió la conversación, uno de sus tipos  y además está estrechamente relacionado con la vida.

También lo está Padre, Hijo y Espíritu armado, de Álvaro Cardona quien con  sus fotografías brindó la posibilidad de expresión a las víctimas del conflicto en la zona del Catatumbo, Colombia. “Hay una analogía directa con la religión. Si le quitamos la r a la palabra armado queda amado; de lo contrario hace referencia a lo armado del conflicto pero también al ejercicio de armar en el rostro de las víctimas la imagen de la persona desaparecida”, dijo Cardona.

La idea surgió como un experimento que se materializó con la ayuda de un amigo. En este proceso estuvo un año viendo lo que ocurría en La Gabarra y “me encontré con que esta parte de la geografía del país no se había tocado. A la gente solo le quedan tres alternativas: ser parte del proceso de la coca, de las guerrillas o desplazarse”, expresó.

La voz de Cardona se quebró al hablar de su experiencia con las familias, de las fotografías rasgadas que muestra en su trabajo, de la historia que hay detrás de ellas. Y esto lo trasmitió a través de la cámara que para él “no es un muro sino es una forma de hablar”. “Después de esto asumo que lo único que le queda a las familias es la imagen física o mental de sus desaparecidos”, agregó.

De último estuvo Esteban Félix ganador del premio con Azúcar amargo: la epidemia misteriosa, que cuenta la realidad de los trabajadores de los ingenios azucareros en Nicaragua y otros países de Centro América. “Uno trabaja para vivir pero en realidad esta gente trabaja para morir”, expresó. Habló poco pero su trabajo lo dijo todo.

“Ignacio Flórez era un ex trabajador del ingenio. Cuando lo conocí me dijo que le hiciera fotos de la condición en que vivía, enfermo, abandonado; incluso me dijo que el día de su muerte yo lo fotografiara”, contó Félix. Otro de los personajes, Segundo Zapata, cortó caña en el Ingenio San Antonio durante 20 años hasta que enfermó y quedó relegado del trabajo: “estuve con él durante toda la historia. Fue al hospital y a los cinco minutos de llegar a su casa, falleció”.

Las imágenes fueron tomadas por el periodista. El trabajo se publicó internacionalmente, caso contrario a lo que sucedió en Nicaragua donde no se conoció ni una sola foto sobre el tema.

 

Crónica y reportaje

Martín Caparrós introdujo a los finalistas y al ganador y mencionó lo interesante que le pareció encontrar diversidad y el hecho de que desde distintos espacios se intentara contar a través del periodismo narrativo.

El primero en relatar su experiencia en la construcción de Carta desde La Laguna, reportaje que le dio el primer premio, fue Alejandro Almazán. “Llegué a La Laguna cuando estaban matando ‘solamente’ a 2 personas al día”, dijo.

En sus palabras, La Laguna es una zona de México que siempre ha suministrado todo lo que necesita un adicto. Es el caldo de cultivo donde están los Zetas y el Cartel de Sinaloa y fue en ese lugar en el que el periodista se metió para construir la historia. Contó con un guía de la zona y un drug dealer; este último lo condujo en su recorrido por varios lugares: “decidí antes qué historias quería contar. Llegué un lunes y primero hice lo más difícil porque en esa zona te empiezan a ubicar. Tuve que trabajar 24 horas al día porque no me podía quedar en el lugar por seguridad”.

En el reportaje, Almazán utiliza diversos recursos narrativos porque “en México nos ha entrado ya mucha sangre por los ojos y contarlo de una forma distinta hace que el lector se interese en leer lo que está pasando”, concluyó.

Luego el público escuchó algunos detalles de Especial Paraguai. “La historia de Natalia Viana es realmente todo lo que usted nunca quiso preguntar sobre lo que pasó con el derrocamiento del expresidente Fernando Lugo en Paraguay”, así introdujo Caparrós a  la periodista.

A diferencia de otros, a Viana sí le interesó el país. En el tema encontró un drama profundo pues por primera vez una nación tenía un presidente progresista y era derrocado. Ese fue para ella el mayor hecho geopolítico de América Latina en 2012. Un quiebre democrático que dejó marcas y envió un mensaje a toda América Latina. En cinco entregas presentó un trabajo de largo aliento que empezó un mes después de ser derrocado Lugo.

“Él estaba en San Pablo haciéndose su tratamiento contra el cáncer linfático y disponible para cualquier medio que lo quisiera entrevistar. Hizo una rueda de prensa y fueron cinco periodistas. Me sentía mal y le dije que me encantaría contar qué pasó en su país. Accedió y me fui a Paraguay”, contó Viana.

Finalmente, con La larga risa de todos estos años de Diego Erlan  cerró esta jornada de excelencia. El trabajo fue la reconstrucción de la vida del escritor argentino Rodolfo Fogwill a través de sus restos, sus papeles, sus escritos. “Tuve acceso a los papeles gracias a la familia. Me enteré de que algunos apenas se estaban descubriendo y me uní a ellos. Encontré novelas inéditas, un diario bastante difícil de leer y un libro de sueños que es casi de relatos y se publicó este año con Alfaguara”, contó Erlan.

En su trabajo mostró eso además las facetas poco conocidas del escritor como la de publicista en los años 70 y 80. “El articulo termina casi con un dejo de melancolía de cuánto lo extrañamos a él y sus intervenciones en el campo cultural”, concluyó.

 

Charla: Jornada de la excelencia periodística

Cuatro ganadores y ocho finalistas del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo presentan sus trabajos e historias, con una introducción del jurado de cada categoría de concurso: crónica y reportaje, cobertura noticiosa, imagen periodística e innovación.