Seis perfiles periodísticos que han sido reconocidos en el Premio Gabo

Foto: Unsplash

Hacer un perfil periodístico implica dominar el ‘arte’ de acomodar las luces sobre un personaje: desde encontrar los ángulos para retratarlo, en toda su luminosidad, hasta dar con los recovecos para también mostrar sus lados más oscuros. Es decir, lograr instalarse en la intimidad de ese personaje para perfilarlo desde distintas perspectivas. 

Sin embargo, qué opciones le queda a un periodista cuando el mundo entero está en aislamiento o qué ocurre, en ese caso, con la regla inquebrantable de tener acceso permanente al personaje sobre el que se va a escribir. En estos días de cuarentena, el Festival Gabo en casa te ofrece la charla gratuita ‘Hacer un perfil periodístico desde la virtualidad’, en la que dos finalistas del Premio Gabo reflexionan sobre los desafíos y las oportunidades que el confinamiento ofrece a los periodistas que hoy planean realizar un perfil periodístico. 

Además, te acompaña con esta selección de textos que han sido reconocidos en el Premio Gabo y que saben cómo elevarse sobre lo que podría considerarse un perfil tradicional. 

O general do capitão

Fabio Victor (Brasil)
Revista Piauí
Finalista del Premio Gabo 2019 categoría Texto

Se trata de un perfil del vicepresidente de Brasil, el general retirado del Ejército Hamilton Mourão, realizado durante la campaña electoral y justo después del triunfo de la fórmula encabezada por Jair Bolsonaro. Aparte de anunciar la complejidad, ambigüedad y matices de personalidad de quien se convertiría en una figura central del actual momento político de Brasil, el reportaje expone las fisuras e incertidumbres provocadas por la creciente relación entre los militares y la política en el país. Conoce el trabajo O general do capitão

Volver para incendiar a Colombia

Daniel Rivera (Colombia)
Gatopardo
Finalista del Premio Gabo 2019 categoría Texto

Fernando Vallejo es uno de los grandes autores de nuestro tiempo. En 1971 llegó a vivir a la Ciudad de México después de vagabundear por Roma y Nueva York. Tenía veintiocho años y quería ser cineasta. Cuarenta y siete años después de vivir en México junto a su pareja, decidió regresar a su país y muchos creyeron que la razón era su viudez. Se instaló en Medellín y su regreso estuvo enmarcado de polémica, pues siempre había desdeñado —y amado con igual esmero— a Colombia, país al que dijo que nunca regresaría. Este es un perfil a profundidad de un escritor que no sabe de medias tintas, siempre candidato al Premio Nobel, siempre polémico, amante de los perros y fóbico de la religión, la política, las patrias y el novelista de tercera persona. Este perfil descorre el velo y no solo muestra a Vallejo, también muestra una ciudad inclemente y difícil, y a un país que en el decir del mismo escritor, “tiene la perversión de creer que lo grave no es matar sino que se diga”. Conoce el trabajo Volver para incendiar a Colombia

Historia de un paria

Jorge Carrasco (Cuba)
El Estornudo
Ganador del Premio Gabo 2017 categoría Texto

Negra, homosexual y pobre, Farah reunía en los grises años 80 todas las condiciones para ser un paria social en la nueva Cuba que se construía, mientras la homofobia se institucionalizaba paulatinamente en el país. La madre de las travestis cubanas que nunca ha salido en las páginas de la prensa nacional o los libros que publican las editoriales del Estado, el hijo no deseado de la Revolución, la adopción, la prostitución, el rechazo social, la cárcel, la violencia, la miseria y el sida: todo cabe en 53 años y un cuerpo flaco y largo como palo de escoba. Para esta extraordinaria diva, la gente es su público y su periplo dantesco por la vida es su carrera. Conoce el trabajo Historia de un paria

El señor de las papas

Eliezer Budasoff (Perú)
Etiqueta Verde
Finalista del Premio Gabo 2016 categoría Texto

El señor de las papas cuenta la historia de Julio Hancco, un campesino peruano que vive a más de cuatro mil metros de altura y produce más de 300 variedades de papa gracias a un saber de sus ancestros que ha mantenido y perfeccionado. Julio solo habla quechua, ha sido llamado “guardián de la biodiversidad” y “custodio del conocimiento”, fue premiado en festivales gastronómicos y ha recibido la visita de científicos de Europa y de América que llegan hasta sus tierras en Cusco para saber cómo produce tantas variedades de papa. Pero él preferiría que sus hijos se mudaran a la ciudad y se dedicaran a otra cosa, para evitarles una vida de sufrimientos a cambio de la subsistencia. Este es un texto sobre la ignorancia acerca de los alimentos que comemos cada día, y una indagación sobre la pérdida de saberes que, paradójicamente, podrían salvarnos del hambre en el futuro. Conoce el trabajo El señor de las papas

Vasco Pimentel, el oidor

Sabrina Duque (Ecuador)
Etiqueta Negra
Finalista del Premio Gabo 2015 categoría Texto

Casi nadie recuerda a un sonidista tras una ceremonia del Óscar.
 Algunos son genios sin rostro y sin sus creaciones sonoras 
no podríamos llorar ni tener miedo ni recordar. Uno de ellos, 
Vasco Pimentel, va por el mundo con tapones en sus oídos. Cada mañana, este director de sonido que inspiró Lisbon Story, una película del cineasta Wim Wenders, necesita una hora y media sin oír nada. Cuando su mujer lo olvida y empieza a hablarle, él levanta la mano como un policía que detiene el tránsito y hace una señal de alto. Stop. Silencio. Es pronto para escuchar. La esposa del sonidista, una arquitecta que dejó su vida en Perú para irse a vivir con él a Lisboa, se ha acostumbrado a verlo levantarse, preparar su desayuno y leer su correo sin decir una palabra. Conoce el trabajo Vasco Pimentel, el oidor

El caso del doctor Favaloro

Bruno Larocca
Gatopardo
Finalista del Premio Gabo 2014 categoría Texto

René Favaloro fue un cirujano argentino tan venerado en su país como el Che Guevara o Maradona. Se ha equiparado en encuestas, incluso, con la Madre Teresa, Mahatma Gandhi o Nelson Mandela y fue, durante mucho tiempo, el personaje que todos los políticos argentinos querían tener a su lado en la foto. Hace 20 años, Favaloro, ese héroe mundial de la cardiología por su técnica del ‘bypass’, salvador de incalculables vidas, decidió terminar con la suya.  Este perfil redescubre al hombre detrás de la bata blanca y recorre no solo sus más grandes logros sino luchas y angustias, internándose así en la cadena de sucesos que hicieron peso en la vida de alguien que terminó convertido en una víctima emblemática de la corrupción política argentina de la última década del siglo pasado. Conoce el trabajo El caso del doctor Favaloro

Sobre el Premio Gabo y el Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabo con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio Gabo y el Festival Gabo son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con su filiales en América Latina.

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Lo que aprendimos en la Maratón de las mejores historias de Iberoamérica 2019

Johanna Pérez, Almudena Toral, Néstor Oliveros y Rodrigo Abd. Foto: Julián Roldán/ Fundación Gabo.

Como es tradición, el Festival Gabo dio inicio a 72 horas de periodismo, literatura, arte y música en Medellín con la Maratón de las mejores historias de Iberoamérica, un espacio en el que se reconoce a los finalistas de las categorías Texto, Imagen, Cobertura e Innovación, sus historias, retos y revanchas a la hora de contar realidades a través de diferentes formatos. 

Texto

Tres historias: un perfil sobre Fernando Vallejo, un escritor iracundo que es considerado una de las plumas más brillantes de la literatura colombiana, y que regresa a la ciudad en la que nació después de 47 años jurando que nunca volvería; el retrato de un barrio de La Habana, Cuba, que vive expuesto al plomo, y el perfil del vicepresidente de Brasil, general retirado del ejército Hamilton Mourão, que expone las grietas e incertidumbres causadas por la creciente relación entre los militares y la política en su país, son los finalistas de la categoría Texto. 

Sus autores, Daniel Rivera Marín, Mónica Baró y Fabio Victor, respectivamente, hablaron con Miquel Molina, director adjunto del diario barcelonés La Vanguardia, respecto a cómo construyeron sus historias y cómo ven el quehacer del periodismo. Estas son algunas conclusiones del encuentro. 

Hay que reivindicar el periodismo narrativo 

Historias de largo aliento, de investigación de meses, de conversaciones eternas con los protagonistas de los hechos son las motivaciones de estos periodistas que no quieren cambiar la forma de contar historias. 

Mónica Baró afirma que no se imagina hacerlo de otra forma. Para ella, autora del trabajo La sangre nunca fue amarilla, este tipo de periodismo es necesario para la humanidad en general porque logra profundizar en lo humano detrás de los hechos. Hacerlo puede parecer revolucionario: vender este tipo de proyectos a los editores, en los que el periodista debe desmovilizarse por meses, se convierte en un reto, pero indica que ahí es donde está la convicción del reportero. 

“Es una apuesta a ciegas porque no se sabe cuál va a ser el impacto que va a tener en la comunidad de lectores. Debemos hacer un trabajo que trascienda y testimonie la realidad que no guardan las noticias de actualidad, sobre los problemas sociales a los que hemos naturalizado y en los que no creemos que haya una historia”. 

Por su parte, Fabio Victor comenta que el periodismo de largo aliento es como una cámara profesional, con un lente macro que permite ampliar los hechos y encontrar los detalles, mientras que el periodismo de actualidad es “como la cámara de un celular, que tienes siempre a la mano para registrar”. 

¿Cómo escribir las historias que queremos contar si trabajamos en un medio?

Hace siete años Daniel Rivera, finalista con Volver para incendiar a Colombia, entendió que quería escribir textos narrativos y que trabajando en un medio impreso debía usar sus horas de almuerzo y sobre todo las de la noche para hacer las reporterías y sentarse a escribir. Esa ha sido su apuesta hasta hoy. “Las masas de lectores están en las notas rápidas porque un texto de 16 o 18 páginas no lo lee mucha gente, por eso es que es muy difícil que un diario procure por este tipo de publicaciones, porque es posible que no se vea retribuido en los lectores”. 

“No importan las veces que te dicen que no si en realidad quieres contar una historia”

Daniel Rivera recordó las llamadas, los correos y las idas a la cafetería del hermano de Fernando Vallejo que debió hacer hasta que este le dejara escribir un perfil suyo. Comenta que no es una persona que permite fácilmente que se le acerquen, incluso un día le dijo que prefería a dos sicarios que hablar con un periodista. Debió pasar una prueba de literatura, en una conversación de casi dos horas sobre las grandes plumas de la historia. “Él quería saber si yo había leído su obra y claramente lo había hecho. Me dijo, haz el perfil, pero no me entrevistes”. 

Mónica dice que para lograr hacer su relato fue muy importante el acercamiento a los protagonistas de la historia. Dedicarles el tiempo necesario a las fuentes para crear la confianza es clave para hacer periodismo narrativo. 

“La gente debe educarse respecto a las fuentes de información”

Los finalistas son conscientes de que se debe educar a la sociedad sobre cómo consumir las noticias y las fuentes a las que les creen, al mismo tiempo en el que se escriben historias veraces, bien contadas, con forma y fondo. “Debemos hacer la verdad entretenida. Tiene que ser una narración que la gente disfrute leer porque las fakenews son sensaionalistas, saben cuándo salir, cómo enganchar al lector y la gente las prefiere”, dice Mónica. 

De acuerdo con Miquel Molina, la historia demuestra que las fakenews existen desde siempre. “El usuario actual no tiene un criterio marcado para saber cuál información cree o no. Las personas no leen, solo miran los titulares y se quedan con la información a medias sin saber si lo que leen es confirmado”. 

Concuerdan en que el periodista debe entender muy bien las dinámicas de los medios en los que trabajan, pues la competencia no es con los otros medios sino con la información que corre en redes sociales. 

Imagen

Almudena Toral, finalista con el trabajo America First: El legado de una redada migratoria;  Néstor Oliveros, autor del documental La fiesta del fútbol, y Rodrigo Abd, ojo tras El drama de bucear en busca de langostas, hablaron con Johanna Pérez sobre las preguntas que dieron pie a estas imágenes, que son finalistas del Premio Gabo en una categoría diversa que reúne fotografía, videos y animaciones. En el conversatorio compartieron algunos consejos para lograr trabajos trascendentales. 

Buscar el equilibrio entre forma y fondo 

“La imagen no debe quitarle protagonismo a la historia” fue una de las conclusiones de los finalistas, quienes enfatizan en que debe haber una armonía entre lo que se quiere contar y la forma como se muestra. Johanna Pérez, jurado de la categoría, destacó que estos trabajos lograron ir más allá de la imagen por la imagen. 

Viajar al pasado para encontrar la forma de contar el presente

En America First los realizadores tuvieron que hacer una retrospección sobre cómo había vivido la comunidad de Postville, Iowa, una de las mayores redadas migratorias de Estados Unidos para 10 años después contar cómo está el panorama actual. 

Almudena señala que en un tema tan recurrente como las redadas era necesario repasar cómo fue la historia en ese momento para llegar a la forma en la que viven hoy los que la padecieron hace una década. 

Capturar el alma de los personajes

“El tiempo fuera de cámara es necesario para entregar un producto honesto, que sea sincero. No se puede llegar enseguida con la cámara, que es un elemento un poco intruso. Parte del hacer bien tu oficio es empatizar con la gente, escuchar, para que cuando en verdad regreses a filmar se note que el testigo te ha brindado la confianza, que es genuino y no actuado”, dice Almudena. 

Néstor Oliveros le apuesta a capturar el alma de los personajes diversos, pero también el de la región que cuenta por sí sola sus verdades. En el caso de su trabajo, señala, si no hubiese contado el Chocó en todo su esplendor, con sus paisajes de ríos y selvas exuberantes, no habría conseguido transmitir lo que pretendía con ´La fiesta del fútbol´. 

Rodrigo dice que ellos siempre están invadiendo espacios, cosa con la que deben tener mucho cuidado. Sin embargo, la gente, afirma, es muy intuitiva y sabe si se quiere una conexión, compartir una comida o dormir en cualquier lado para contar una historia.

Cobertura 

Pepa Bueno conversó con tres mujeres representantes de los equipos que son finalistas de la categoría Cobertura del Premio Gabo 2019. Señaló que las historias escogidas por los jurados son una radiografía de lo que están haciendo los periodistas y de adónde queremos llegar. “Son trabajos transmedia muy diferentes que cuentan realidades con rigor”.

Susana Morán habló de Frontera Cautiva, una investigación multimedia y colaborativa sobre las circunstancias que rodearon el secuestro y asesinato del equipo del diario El Comercio en una zona fronteriza donde opera el crimen organizado en Colombia. 

No callar, el periodismo habla

“La mejor forma que teníamos para mostrar la inconformidad con lo que estaba pasando con las autoridades respecto al asesinato de nuestros compañeros era haciendo periodismo. Fue una participación de muchos colegas en un grupo binacional para hacer cuatro grandes reportajes multiformato”. 

Mago Torres, con el equipo de A dónde van los desaparecidos – Quinto Elemento Lab, hizo el trabajo El país de las 2000 fosas, una investigación que muestra la expansión del hallazgo de fosas clandestinas en México entre los años 2006 y 2016. 

Fue más de año y medio de trabajo colectivo. “Trabajar en equipo nos ha ayudado a darle vuelta a zonas de censura, una parte a la que queríamos acceder. Hay que comunicarnos de forma honesta, sobre todo si lo hacemos de manera independiente”.

La ciencia ayuda a contar historias

Patricia Campos Mello indicó que fueron a tres continentes y siempre hubo una combinación de historias periodísticas con el respaldo de la ciencia. “Hay tanto negacionismo del calentamiento global que es necesario siempre acudir a la ciencia”. Crise do clima compila nueve reportajes multimedia que muestran el drama de las poblaciones, los sectores económicos y las regiones que enfrentan impactos de eventos climáticos extremos, como los que la ciencia prevé para las próximas décadas.

“Es muy importante toda la estructura multimedia porque así es menos aburrido para la gente, es más interactivo, por ello la gente lo lee hasta el final”. 

Innovación

Los equipos finalistas de estas categorías dan cuenta de que no todo está dicho, siempre hay una forma nueva de contar una misma historia. Es el caso de los trabajos de Cristina Castro, Joao Brizzi y Susana Morán, que conversaron con Laura Zoomer respecto a los desafíos a los que se enfrentaron creando sus historias. 

Un trabajo sobre la explotación de mujeres que caen en la trata de blancas, uno relacionado con la devastadora tala de los bosques colombianos y otro sobre cómo son las zonas de las organizaciones criminales en Brasil, todos contados en multiformatos, llevan la bandera de esta categoría.

¿Cómo debe ser un trabajo innovador?

Concuerdan que debe tener estas características: originalidad, calidad e intención de servicio público, transparencia respecto al método, intención de interactuar con la audiencia y debe ser un modelo replicable. 

Apostarle a los múltiples formatos

La innovación no necesariamente está relacionada con las nuevas tecnologías, pero sí debe aprovecharlas al máximo para lograr llegar a diferentes audiencias. Los finalistas quisieron tener un impacto diferente en sus historias, por eso le apostaron a abordar de forma distinta las que ya habían contado. 

Sobre el Premio Gabo y el Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabo con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio Gabo y el Festival Gabo son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA, con sus filiales en América Latina.