Dos pasiones unidas

Recuento del coloquio “Los partidos del periodismo: contar historias sobre fútbol”.

El fútbol y el periodismo reunieron a Martín Caparrós, a Daniel Samper Pizano, a Juan Pablo Meneses, a Lucio Castro y  a Waldir Ochoa, quien moderó la conversación. El púbico se divirtió con las historias de los periodistas invitados y descubrió por qué este deporte despierta tantas emociones en todo el mundo.

Como el gran hecho cultural del siglo XX lo definió Caparrós. Un deporte que, para él, no excluye en principio a nadie y suscita tanta pasión por la figura del equipo que supone la perdurabilidad en el tiempo, más allá de las personas. “Es un fracaso sistemático pero produce una explosión cuando se supera”, dijo. Se refería al gol, casi único dentro de los deportes pues por lo general en los demás se habla de puntos. “Sin el gol todo fuera menos divertido”, afirmó.

Además señaló entre sus virtudes que se puede jugar en cualquier lado y casi con cualquier cosa y las reglas son fáciles. “Si no hubiera existido nadie hubiera notado su ausencia pero es un hecho que atrae y se vuelve una necesidad intrínseca”, aseguró.

Para Samper la diferencia está en sus códigos únicos: “es un lenguaje de emociones que no lo da nada más”. Resaltó a los humoristas, pues considera que son los primeros que exploran el mundo del fútbol con lente literario. Mencionó entre sus favoritos a Roberto Fontanarrosa y anotó que la cobertura de este deporte se ha movido entre el  dato, la emoción a través de la radio, la llegada de la televisión y el relato.

Pero no solo es una pasión. Hoy el fútbol se ha transformado hasta llegar a lo que Juan Pablo Meneses llamó el pos fútbol en el que se mezcla la mercantilización, las estructuras de poder y la ética que se mueve a través del dinero.

Meneses se refirió a la “compra” de niños y dijo que estos “ya no quieren jugar a la pelota sino ser contratados por un gran equipo. El fútbol es la telenovela de los hombres y algunas historias no tienes un final feliz”. Eso fue lo que trató de plasmar en su libro Niños futbolistas.

Además, los invitados abordaron el tema de este deporte como una herramienta política. Gobiernos y dictaduras lo han utilizado para paliar momentos difíciles. En Brasil, por ejemplo, “es un microcosmos de la sociedad y a través de él se pueden contar muchas historias”, dijo Lucio Castro.

En el auditorio no quedó duda de que el fútbol despierta emociones y pasiones, como el periodismo. Al final, Caparrós expresó que “hay una relación muy confusa entre el fútbol y los periodistas que nos ocupamos de él. Ambos se necesitan mutuamente”.

Gabo periodista contado por sus amigos

Resumen del coloquio “Imágenes inéditas e historias no contadas sobre El Otro y otras aventuras del Gabo periodista”
Por Juan David López

Entre todos los invitados suman más de cuatrocientos años, algo así como cuatro veces y media la vida de García Márquez o cuatro veces la de las estirpes condenadas a cien años de soledad. Tantas vidas juntas en el escenario de un auditorio no podían tener sino una razón y una consecuencia: la razón es que Gabo hizo parte fundamental de algún momento de sus vidas, personales y profesionales; la consecuencia, un perfil a voces hecho a manera de tertulia sobre las historias inéditas del Gabriel García Márquez periodista. Y sin embargo, ni sumando cuatrocientos años, parece posible terminar de conocer al Maestro, fundador e inspirador de la FNPI.

Los invitados fueron el argentino Rodolfo Terragno, el puertorriqueño Héctor Feliciano y los colombianos Daniel Samper Pizano,  Mauricio Vargas, Pilar Calderón, Ricardo Ávila y Jorge Alfredo Vargas.

Terragno sería el cómplice de Gabo en uno de sus proyectos editoriales. La creación de un diario que se llamaría El Otro, y del cual lo único que García Márquez tenía claro era el nombre. Más tarde sería también responsabilizado por Gabo de que no saliera. El Otro no se trataba de un diario complementario, como infería Terragno del nombre, sino de un homenaje de García Márquez a Jorge Luis Borges, un homenaje fallido, valga decirlo. “El Otro fue una ficción vivida. Ni él ni yo pensamos que el diario fuera a salir”, cuenta Terragno.

El Otro fue un proyecto posterior al Nobel de Literatura de García Márquez, pero en la década de los cincuenta, mientras trabajaba en El Universal de Cartagena siendo todavía un jovencito, ya había emprendido un proyecto editorial con Guillermo Dávila, ‘El Mago’, un linotipista del diario. Ese proyecto recibió el nombre de El Comprimido, porque la idea era economizar. El Mago viajó desde Bogotá para llegar a la tertulia, y sin estar programado, terminó haciendo parte de este rompecabezas sobre la vida de Gabriel García Márquez.

‘El Mago’ tardaba dos horas poniendo en linotipo lo que a García Márquez le tomaba una hora escribir. A fin de economizar, El Comprimido se redujo a la nada, convirtiéndose, en palabras de García Márquez, en “el primer diario metafísico del mundo”. Apenas duró seis días. Para el último, el editorial anunciaba la despedida bajo el título “Tirando la última piedra”.

Pero Gabo estaba lejos de tirar su última piedra. Apenas estaba comenzando. En los años setenta, durante la alternancia bipartidista del Frente Nacional en Colombia, y como consecuencia de esta, surgieron movimientos como el M-19, pero también surgieron opciones mediáticas como Alternativa, una revista de izquierda crítica del contexto político del bipartidismo.

Daniel Samper Pizano no trabajó en Alternativa, de hecho, nunca estuvo vinculado directamente con ningún proyecto de Gabo. Pero era cercano al equipo, y esto le permite decir que “Alternativa era una revista política, pero sobre todo, era una revista periodística” que “quiso hacer un periodismo honrado, profesional, y reflejar a quienes nunca llegaban a la gran prensa”. Aunque Samper Pizano dice que era una revista realmente democrática, también asegura que es un error vincular directamente la actividad periodística con la militancia política. Pero es precisamente esa la faceta de Gabo que se puede leer a través de Alternativa: un hombre que combinó sus ideales políticos con el ejercicio de la escritura, tanto desde el periodismo como desde la literatura.

Ya en los noventa, una generación de periodistas jóvenes, entre los que estuvo Jorge Alfredo Vargas, pudo tener a García Márquez como maestro en una sala de redacción de televisión, entre 1992 y 1997, cuando fue transmitido el noticiero QAP. Como editor de televisión, Gabo alargaba las historias en vez de cortarlas. En su defensa decía que “Hay que saber contar bien las historias”.

Apenas un año después de que QAP dejara de transmitirse, Gabriel García Márquez ya estaba en otro proyecto. Desde entonces y hasta 2006, la revista Cambio estuvo a cargo de la sociedad Abrenuncio S.A,, y de esa etapa de la revista hicieron parte no solo Gabo, sino también Mauricio Vargas Linares, Pilar Calderón y Ricardo Ávila. La manera de enseñar de Gabo era situándose como compañero, como un par.

Es difícil separar al García Márquez periodista de su faceta humana. Por eso, este ejercicio de perfilar a Gabo fue más allá de sus proyectos editoriales. Significó hablar de Mercedes, y de la entrevista que le hiciera Héctor Feliciano; de la relación complementaria que significa para los dos el matrimonio; hablar de las entrevistas hechas por Samper Pizano, el hombre que más lo ha entrevistado en la vida aprovechándose de su punto débil: la pasión por las buenas historias.

Es probable que todas las voces se armonicen en torno a una idea. Gabo ha sido un periodista intrépido, atrevido, inquieto.. En cada proyecto ha dejado su marca, editorial y personal. Si García Márquez de verdad cree que el periodismo es el mejor oficio del mundo, es porque así lo ha vivido.

Charla: “Los partidos del periodismo: contar historias sobre fútbol”

 

Con Martín Caparrós, escritor y periodista (Argentina); Daniel Samper Pizano, El Tiempo (Colombia), Juan Pablo Meneses, HoyxHoy (Chile), Lucio Castro, ESPN (Brasil)

Introducción y moderaciónWaldir Ochoa, Telemedellín (Colombia)

Imágenes inéditas e historias no contadas del Gabo periodista

Participan: Rodolfo Terragno (Argentina), Héctor Feliciano (Puerto Rico), Enrique Santos Calderón (Colombia), Daniel Samper Pizano (Colombia), Mauricio Vargas Linares (Colombia), Pilar Calderón (Colombia), María Jimena Duzán (Colombia), Ricardo Ávila (Colombia).

Introduce y modera: Jorge Alfredo Vargas, Canal Caracol, y Jaime Abello Banfi, FNPI (Colombia)