Cómo verificar para anticiparnos a los desinformadores

Los directores de International Fact-Checking Network en el Festival Gabo. Fotografía: Julián Roldán / Fundación Gabo.

Autor: Hernán Restrepo / @hrestrepo

La lucha contra la desinformación fue uno de los temas centrales en el Festival Gabo 2019. Muestra de ello fueron los dos talleres de fact-checking que se realizaron durante los tres días del evento. El segundo de ellos fue conducido por Baybars Örsek y Cristina Tardáguila, directores del International Fact-checking Network del Instituto Poynter.

Luego de hacer un recorrido por la historia y panorama de las organizaciones dedicadas a la verificación de datos en el mundo entero por parte de Baybars, el taller conducido por Cristina estuvo dedicado a compartir con los 50 asistentes herramientas útiles para verificar datos. 

De este panorama, se destaca que actualmente existen 188 organizaciones de fact-checking en 64 países del mundo, con las marcadas excepciones de China y Rusia. La mayoría de ellas son organizaciones sin ánimo de lucro, también las hay pertenecientes a medios de comunicación, y unas cuantas ligadas a instituciones académicas. 

Al empezar su charla, Tardáguila destacó que fue en el año 2017 en el Festival Gabo donde tuvo su primer contacto con el movimiento de fact-checking al escuchar una charla conducida por Laura Zommer del portal argentino Chequeado.com.

Resumimos aquí algunos de los aprendizajes arrojados durante el taller:  

  • • Verificar información en formato de texto y fotografía es realmente fácil. Pero los audios y videos, en especial los conocidos como deep fakes, representan todo un nuevo reto para aquellos dedicados al fact-checking. 
  • • A la hora de combatir la desinformación en época electoral, lo más efectivo es combinar tres estrategias: colaboración entre los medios de comunicación, alfabetización digital a la ciudadanía y trabajo coordinado con las plataformas digitales de mensajería y redes sociales. 
  • • No vale la pena desperdiciar tiempo haciendo fact-checking de tres temas: opiniones, conceptos indefinidos y sobre el futuro.  
  • • Es cierto que entre una información falsa y una verdadera puede haber zonas grises. Pero debemos ser cuidadosos en la forma de calificar la veracidad de la información en nuestros chequeos, porque  si somos demasiado tibios en la calificación, podemos terminar confundiendo a nuestra audiencia. 

Este es el paso a paso para chequear una frase: 

  • 1. Lea ‘todo’ sobre el tema.
  • 2. Encuentre las bases de datos oficiales.
  • 3. Utilice las leyes de acceso a la información. 
  • 4. Hable con el personal de prensa. 
  • 5. Salga a la calle, haga entrevistas, visite sitios. 
  • 6. Contacte especialistas. El contexto es importante. 
  • 7. Piense en cómo publicar y repartir el contenido. 

 

La sección final del taller estuvo dedicada a compartir herramientas útiles para verificar información, y después a una conversación con Pablo Medina Uribe de ColombiaCheck y Juan Esteban Lewin de La Silla Vacía, dos organizaciones colombianas destacadas por su labor de fact-checking.

De la conversación con ellos, se destacaron las siguientes ideas: 

  • • Es un reto para las organizaciones dedicadas al fact-checking hacer que nuestros chequeos tengan un verdadero impacto, porque a pesar de que se publica la información verificada, esta no suele tener tanta difusión como la desinformación. 
  • • Es necesario trabajar de la mano con instituciones como la Policía, pues también están interesadas en combatir la desinformación que puede llevar a la ciudadanía a asumir conductas riesgosas. 
  • • Uno de los principales retos para las organizaciones dedicadas al fact-checking en Colombia es Whatsapp, pues funciona como una caja negra donde resulta imposible medir el impacto u origen de un mensaje que contenga desinformación. 
  • • Las organizaciones dedicadas al fact-checking necesitan ser más activas en la realización de talleres sobre alfabetización digital dirigidos a estudiantes de colegios y universidades, pues es el primer paso para combatir la desinformación más allá de internet.
  • Finalmente, Örsek y Tardáguila recomendaron a los asistentes prestar atención a las estrategias que utilizan para distribuir en redes sociales y otras plataformas digitales sus chequeos, pues quienes difunden noticias falsas nos llevan una enorme ventaja en lo efectivos que son para que sus mensajes sean masivamente difundidos.

Sobre el Premio Gabo y el Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabo con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio Gabo y el Festival Gabo son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con su filiales en América Latina.

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Cómo ir más allá del fact-checking para luchar contra la desinformación 

Luiza Bandeira en el Festival Gabo. Fotografía: Julián Roldán / Festival Gabo. 

Autor: Hernán Restrepo / (@hrestrepo)

Brasil es uno de los países donde recientemente el problema de la desinformación ha sido protagonista, pues en las últimas elecciones presidenciales que resultaron con Jair Bolsonaro como presidente, el impacto de las denominadas noticias falsas fue evidente en el comportamiento del electorado. 

Esta fue una de las razones por las que en el Festival Gabo 2019 fue una brasileña la invitada para compartir en un taller cuáles son las estrategias que están funcionando para combatir el problema de la desinformación. Luiza Bandeira, integrante del Digital Forensics Research Lab del Atlantic Council, compartió con 50 periodistas seleccionados provenientes de toda América Latina sus aprendizajes en la lucha contra la información falsa que circula en internet.  

Algunas herramientas básicas de verificación

Para Luiza, todo periodista interesado en no dejarse engañar por las denominadas ‘fake news’ que se publican en la redes, necesita manejar un mínimo arsenal de herramientas digitales que pueden ayudarle a identificar el origen de una imagen, video o historia. Algunas de ellas son: 

Búsqueda inversa de imágenes en Google: para identificar la primera versión de una fotografía publicada en la red. 

Archive Wayback Machine: para encontrar versiones anteriores de un sitio web, así la página haya sido borrada ya o editada.

• Archive.today: para garantizar que el pantallazo de un tuit o publicación que estamos guardando es real, y así no nos puedan contradecir después diciendo que ha sido un pantallazo editado. 

Fotoforensics: para conocer el origen de una fotografía a partir de sus metadatos.

  • Quién produce desinformación y cómo se difunde

  • Para Bandeira, son cinco los principales actores que producen y amplifican la desinformación en internet: sitios web, blogs de aficionados a las teorías de la conspiración, influencers, líderes políticos y actores internacionales.

Al respecto, recomienda leer el informe de Data Society, que analizó de qué manera la desinformación afectó el comportamiento de la ciudadanía durante las elecciones presidenciales en Estados Unidos donde Donald Trump resultó ganador. A pesar de que el campo del estudio es ese país, los aprendizajes arrojados por el análisis son aplicables a cualquier sociedad. 

Cómo monitorear sitios de ‘fake news’

Detectar cuáles son las cuentas de redes sociales que están amplificando un mensaje falso es clave para entender quiénes son los responsables de una estrategia de desinformación. Para esto, Bandeira recomienda dos herramientas:

• Buzzsumo: es una herramienta paga que permite ingresar un término clave e identificar así qué cuentas de redes sociales y sitios web están promoviendo que un tema sea tendencia digitalmente.   

•  Crowdtangle: es una herramienta gratuita de Facebook para medios de comunicación que permite identificar qué publicaciones en redes sociales están siendo más veces compartidas, filtrándolas por palabras clave.

Además está la extensión de Crowdtangle para Google Chrome, que permite conocer el listado de cuentas en redes sociales que han compartido un enlace. 

Cómo verificar bots en Twitter

Los bots son cuentas automatizadas. No todos los bots son malos. Aquellos que admiten que son bots, están actuando bien. El problema está cuando un bot trata de hacerse pasar por una persona. Para establecer si una cuenta está automatizada, Luiza pide prestar atención a cuatro Aes: 

  • • Actividad: más de 72 tuits por día, es sospechoso, más de 144, demasiado sospechoso.
  • • Anonimato: no tienen nombre definido o foto de perfil. O si la tienen, es copiado de otra cuenta. 
  • • Amplificación: demasiados RTs y citaciones, pero pocos tweets originales. Más del 95% es sospechoso.
  • Adicionalmente, prestar atención a otros factores de alerta:
  • • Políglotas: bots comerciales que tuitean en varios idiomas. Más de 4 lenguas, es raro. 
  • • Software de automatización: utilizan comandos como ift.tt para que las cuentas hagan ciertas acciones de manera programada. 
  • • Actividad noche y día: publican mensajes a altas horas de la noche o en la madrugada. 
  • • Spam de hashtags: pocos usuarios de Twitter incluyen muchos hashtags en sus publicaciones. 

Luiza también recomienda algunas herramientas para esta labor de verificación de la “humanidad” de una cuenta de Twitter:

Tweetbeaver: es una herramienta que permite identificar qué tan alta es la actividad de una cuenta de Twitter, además de otros aspectos como su antigüedad que sirven para establecer la autenticidad de una cuenta. 

Twittonomy: sirve para establecer qué porcentaje del total de publicaciones de una cuenta corresponde a RTs o tuits originales. Si en su mayoría son RTs, sospechen, porque puede ser un bot utilizado para amplificar mensajes específicos. 

  • Botometer: plataforma que arroja en una escala de 1 a 5 qué tan robotizada está comportándose una cuenta de Twitter.
  • A pesar de la información arrojada por estas herramientas, es peligroso que periodistas califiquemos cuentas como bots, pues hay cuentas cyborg. Es decir, manejadas por humanos ocasionalmente, pero que se prestan también para participar en campañas automatizadas a favor de los mensajes de ciertos grupos políticos.

Luiza también recomendó a los periodistas asistentes ser muy cuidadosos al escribir noticias solamente porque un tema sea tendencia en redes sociales, pues los políticos se han especializado en volver tendencia temas que quieren ver reflejados en los medios de comunicación, y al volver noticia un tema solo porque está caliente en Twitter, le estaríamos haciendo el juego a los políticos interesados. 

Las 4Ds para identificar la desinformación

¿Cómo clasificar la desinformación? De acuerdo al análisis realizado por el Digital Forensics Research Lab, se pueden establecer cuatro Ds que sirven para identificar cuál es la motivación de quien está desinformando. 

  • • Desacreditar (Dismiss): opacar información que no les conviene, publicando noticias que contradicen a noticias verdaderas. 
  • • Distorsionar (Distort): alterar ligeramente la información para que parezca real, cuando no lo es. 
  • • Distraer (Distract): cambiar el foco de la atención pública sobre una realidad que no le conviene a quien desinforma. 
  • • Deslegitimar (Dismay): consternar o asustar a la ciudadanía exagerando la información. 

Cómo detectar comportamientos inauténticos en Facebook 

Por tratarse de una red social más cerrada, resulta más complicado detectar comportamientos inauténticos en Facebook. Sin embargo, Bandeira ofrece algunas claves para establecer si una página o perfil de esta red social está siendo utilizada para promover desinformación: 

  • • La página tiene poca información sobre su historia y administradores. 
  • • La página publica contenido que busca beneficiar a un actor político específico. 
  • • La página tiene un amplio número de seguidores de países distintos a su país de origen. 
  • • La página solamente comparte información de una o dos fuentes de noticias. 

Además, Luiza recomienda utilizar esta herramienta para establecer cuál es el número de ID de un perfil de Facebook, y luego acceder a esta otra para buscar qué publicaciones ha hecho ese perfil en otras páginas o grupos de Facebook.

Más sobre Luiza Bandeira 

Luiza Bandeira es un periodista multimedia brasileña con diez años de experiencia. Actualmente, es investigadora de DFRLab (Digital Forensics Research Lab), un laboratorio de investigación que pertenece al centro de pensamiento Atlantic Council, en donde trabaja investigando campañas de desinformación en América Latina. Previamente, ha trabajado para el servicio mundial de la BBC en Londres y en algunos de los medios más importantes de Brasil, como Folha de Sao Paulo y Nexo. En las elecciones de 2018, ha liderado el capítulo brasileño de El Poder de Elegir, un proyecto de fact-checking enfocado en WhatsApp. Tiene maestría en Política Sociales y Desarrollo por la London School of Economics (LSE).

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

Al ritmo del algoritmo: por qué la solución al problema de las noticias falsas no es tan sencilla

Carlos Cortés durante su taller | Fotografía: Julián Roldán.

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Por Hernán Restrepo | @hrestrepo

Conducido por el abogado y periodista Carlos Cortés, creador del videoblog Mesa de Centro de La Silla Vacía, se llevó a cabo en el Festival Gabo el taller ‘Al ritmo del algoritmo’.

Durante las tres horas del evento, quien también fuera director ejecutivo de la Fundación para la Libertad de Prensa y director de políticas públicas de Twitter para América Latina, expuso elementos para entender cómo surgió el actual problema de las noticias falsas, y trazó algunas pistas sobre las formas de hacerle frente.

Estos son algunos de los principales argumentos expuestos en el taller, con los que Cortés explicó por qué el problema no es tan sencillo de resolver: 

1. Admitámoslo, en realidad, ninguno de nosotros sabe cómo funciona el algoritmo de Facebook.

Debería preocuparnos el poco control que tenemos como usuarios sobre la forma en que nos llega información en distintas plataformas digitales. La mayor parte de las soluciones posibles al problema de las noticias falsas en redes sociales enfrentan un problema de transparencia. Para las plataformas sociales, limitar la difusión de noticias falsas implicará un conflicto de intereses para su negocio, pues podría reducir los ingresos por publicidad.

2. En algunas plataformas es prácticamente imposible identificar al autor original de la información.

En especial Whatsapp es tan importante en el problema de las noticias falsas, porque la información que nos llega por ahí siempre se nos presenta como un ‘última hora’ que demanda nuestra atención. Pero la batalla contra las noticias falsas no puede violar el derecho a la privacidad. Por eso es especialmente delicado el tema de buscar una solución en plataformas como Whatsapp, pues implicaría entrar en el análisis de conversaciones privadas de sus usuarios.

3. ¿Podríamos acabar con las noticias falsas de una forma similar a la que acabamos con el problema del spam en los correos electrónicos?

El problema de las noticias falsas no es tan fácil de resolver, porque al limitarlas podríamos afectar la libertad de expresión.

4. La solución al problema de las noticias falsas no será única.

Será necesario combinar distintas iniciativas: permitirles a los usuarios denunciar contenido falso, destacar la información verificada que haya pasado por un proceso de ‘fact-checking’, realizar alianzas con organizaciones dedicadas al chequear datos,  detección de acciones concertadas y autenticación de identidades.

5. Fortalecer el trabajo de los medios dedicados el ‘fact-checking’, una de las alternativas más efectivas al problema de las noticias falsas.

Pero su principal problema es la escala, pues requiere un alto número de aliados para que tengan la capacidad de verificar una proporción importante de todas las historias falsas que circulan por la red, y lograr así tener un verdadero impacto.

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Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

10 ideas para combatir la fábrica de la desinformación

Participantes en el conversatorio | Fotografía: Joaquín Sarmiento.

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Por Hernán Restrepo | @hrestrepo

Como parte de los eventos abiertos al público durante el tercer día del Festival Gabo, se llevó a cabo el conversatorio ‘La fábrica de la desinformación’. Allí, representantes de medios de comunicación, plataformas digitales y la academia discutieron las distintas iniciativas existentes para hacerle frente al problema de la posverdad.

La charla contó con la participación del abogado y periodista Carlos Cortés, del videoblog Mesa de Centro de La Silla Vacía; Margarita Barrero, editora multimedia general de El Colombiano; Claudia Gurfinkel, directora de alianzas estratégicas de Facebook para América Latina; y Molly de  Aguiar, directora de la Iniciativa por la Integridad en las Noticias. Fue conducida por Hernán Restrepo, gestor de contenidos de la Red Ética de la FNPI.  

Estas son las principales lecciones aprendidas durante el conversatorio:

1. ¿Qué tal si intentamos usar las mismas armas de los desinformadores y difundir verdades como si fueran mentiras?

Para Carlos Cortés, es necesario prestarle más atención a lo que se conoce como los canales de ‘dark social’ en la difusión de información falsa: aplicaciones de mensajería, cadenas de correo electrónico y foros cerrados de discusión. Allí, los generadores de desinformación han aprendido a llamar la atención de los usuarios y motivarlos a compartir los mensajes que reciben.

2. Los medios deben aprender a anticiparse a la difusión de noticias falsas.

De acuerdo a Molly de Aguiar, la próxima vez que ocurra un evento como un huracán, los medios de comunicación deberían preparar a su audiencia recordándole que cierto tipo de historias falsas recurrentes comenzarán a circular. Por ejemplo, alertar de elementos como la ya típica fotografía de tiburones nadando en una autopista que apareció tras los huracanes Katrina, Harvey e Irma.

3. No podemos ignorar a quienes nos mandan cadenas con noticias falsas, hay que responderles.

Aquellos ciudadanos que hemos desarrollado capacidades periodísticas para detectar información falsa tenemos la responsabilidad individual de responderles a quienes nos hacen llegar cadenas con mentiras, y así empezar a revertir el problema en la comunicación uno a uno.

4. Las noticias falsas no son un problema, sino una oportunidad para el periodismo.

Según Hernán Restrepo, aquellos medios de comunicación que se dediquen a verificar juiciosamente la información y a desmentir las noticias falsas que se han vuelto virales, podrán proyectarse como referentes de credibilidad frente a sus audiencias.

5. No funciona hablar de lo que queremos negar repitiéndolo porque solo reforzamos la mentira.

Margarita Barrero relató su experiencia como directora de estrategia digital para el Gobierno de Colombia durante la campaña por el Sí en el plebiscito para ratificar los acuerdos de paz con las FARC en 2016. Para ella, a veces puede ser un error desmentir en redes sociales la información falsa,  pues le terminamos dándole equivocadamente mayor difusión.

6. La gente confía en una información simplemente porque la vió en una plataforma digital.

“Es verdad porque lo vi en Facebook o porque me llegó en Whatsapp”. Hay muchas personas que piensan así. Tenemos que ayudarles a entender que, porque una información esté en redes sociales y haya sido compartida miles de veces, no significa que sea real.

7. A veces, el silencio es lo mejor para contrarrestar las noticias falsas.

Hay historias tan descabelladas, que ni siquiera es necesario responder para explicar su falsedad. Si lo hacemos, corremos el riesgo de terminar amplificando la historia falsa y validándola para algunos usuarios distraídos o que quieran creen en ese tipo de cuentos.

8. Lo que sucede y se dice en redes sociales no siempre corresponde a la realidad.

Fue otra de las lecciones que nos dejó el plebiscito por la paz en 2016. La prensa y los usuarios de redes sociales estaban convencidos de que iba a ganar el Sí, cuando la realidad social del país reflejó otra cosa en las urnas.

9. Estamos en un entorno digital que posibilita que las informaciones falsas existan por la economía del clic.

Por eso es necesario atacar la forma en que los creadores de noticias falsas se lucran por las visitas generadas a sus sitios web gracias a la viralización de sus contenidos. El problema de las noticias falsas solo va a acabar cuando dejen de ser rentables.

10. Cuidado con los mecanismos que permiten reportar información falsa.

Plataformas como Twitter y Facebook han habilitado la posibilidad de que los mismos usuarios reporten noticias que consideran falsas. Pero Carlos Cortés advirtió que estos mecanismos son muy susceptibles a que los usuarios abusen del recurso, reportando información que no es falsa, pero que no les gusta o no les conviene su difusión.

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Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.