Eduardo Salles, director de Pictoline

Pictoline, o la disrupción frente a los medios tradicionales en el siglo XXI

Eduardo Salles, director de Pictoline, durante la charla Pictoline: crear en la era de la distracción Foto: Julián Roldán/ FNPI.

Por Daniel Torrealba / @Danfebres

“Es una pérdida de tiempo”, así calificó Eduardo Salles, director y co-fundador de Pictoline, el tratar de enseñarles a los asistentes de la charla ‘Pictoline: crear en la era de la distracción’ cómo crear sus propios pictolines. ¿El motivo? Le estaría haciendo el juego a un fenómeno que ve en los formatos la tabla de salvación. No hay nada que pueda estar más alejado de la verdad, por lo menos para el ilustrador y diseñador mexicano: “Cuando te quedas con el formato y no entiendes la raíz de cómo un medio o un nuevo producto periodístico llegó a una determinada solución, lo único que haces es replicar algo que no entiendes y postergar tu fin inevitable”.

Ese fue el punto de partida de la charla que se llevó a cabo en el Salón Restrepo, en el Jardín Botánico de Medellín, durante el segundo día del #FestivalGabo2018. ¿Qué siguió? Un análisis para entender los problemas a los que se enfrentan, hoy en día, los diferentes procesos comunicativos, a través de tres puntos fundamentales:

Modelo de negocio

Para Salles existe un desfase entre la propuesta de valor que ofrecen los medios de comunicación y su modelo de negocios. ¿A qué se debe esto? A que no han sabido encajar la bofetada que les propinó internet al arrebatarles el modelo de distribución y permitir que la información llegara a coste cero a cada usuario.

Explicada al detalle la idea del director de Pictoline iría así:

  1. Antes de internet existía una barrera de distribución y tecnológica.
  2. Los medios las aprovecharon para crear audiencias cautivas.
  3. Al llegar internet estas barreras explotan, permitiendo a cada usuario crear contenido.
  4. Facebook y Google aprovechan esto y crean algoritmos capaces de ofrecer contenido que los usuarios quieren consumir y que, no olvidemos, ya no solo crean los medios.

Esta nueva dinámica lleva a que los medios pierdan buena parte de su audiencia y, como solución, solo den “patadas de ahogados”, según señala Eduardo Salles, al intentar “mantener su viejo modelo de negocios, que consiste en la venta de publicidad”. La manera que encuentran para lograrlo es consiguiendo, comprando, inventando más seguidores o aprovechándose y/o engañando a los algoritmos de distintas plataformas.

En pocas palabras, se metieron en un “círculo vicioso” del que todavía muchos no han logrado salir, según destaca el creador mexicano. Como respuesta a esta situación Salles plantea dos alternativas:

  1. Replantear la propuesta de valor de los medios.
  2. Alinearla a un modelo de negocios que sea viable.

Eduardo Salles indicó que la propuesta de valor de Pictoline es diseñar información, lo cual es relevante tanto para el New York Times como para cualquier marca comercial y su modelo de negocios es el diseño de la información, que sigue siendo relevante para el medio norteamericano como para muchas marcas comerciales. Así, por ejemplo, se pasa de un círculo vicioso a uno virtuoso, según la experiencia del ilustrador y diseñador.

Dinámica de la información

“En 2002 la humanidad produjo 23 exabytes de información. Esa misma cantidad de contenido se creó en solo siete días de 2011. ¿Imaginen cuánta cantidad de información somos capaces de producir hoy en una hora”, con este ejemplo Salles demostró la cantidad abismal de contenido a la que nos enfrentamos en la actualidad.

El mexicano destacó que esta sobreproducción de contenidos ha hecho que pasemos de una atención dedicada a un consumo múltiple, que ocurre a todas horas y en todo momento: al ver una serie de TV también estás en Twitter y no te detienes al encontrar un meme que envías por Whatsapp, para luego crear una historia en Instagram, por ejemplo.

¿Qué ha conseguido el exceso de información para Salles? Que seamos cada vez más selectivos con lo que consumimos y que desechemos, de forma cada vez más recurrente, lo que no nos interesa. Es decir, ahora el usuario tiene el poder y puede decidir qué ve, cuándo lo ve y quién se lo dice.

Esta dinámica también perjudicó a los medios, pues antes de la llegada del internet, sobre ellos recaía la responsabilidad de crear contenido. “Se perdió el poder de decidir quién tiene la palabra y quién no. Ese fue un golpe muy duro para el viejo modelo comunicacional”, añadió Salles.

Para el cofundador de Pictoline esta es otra de las razones por la que las empresas tecnológicas le están ganando la batalla a los medios de comunicación: las empresas de Silicon Valley se preocuparon por la experiencia de usuario y por crear interfaces sencillas para que las personas pudieran entender y encontrar información relevante para ellos.

Por contra, ¿qué hicieron los medios? Se encerraron en su burbuja pensando que este cambio iba a ser temporal, que el orden impuesto hace décadas iba a prevalecer y, cuando se dieron cuenta que esto no iba a pasar, ya se había creado una desconexión muy grande entre medios y usuarios, según destacó el mexicano.

¿Qué solución encuentra Salles para este problema que enfrentan los medios? Que creen y desarrollen nuevos productos periodísticos, con base en las necesidades de los usuarios en su contexto actual. Es decir, que piensen en cómo las audiencias y los usuarios quieren consumir información hoy en día.

Paradigmas de creación

“Antes los creadores de contenidos eran unos cuantos y ellos eran el centro. El punto de vista que valía e importaba era el del creador. Ahora, en el nuevo modelo, esto quedó obsoleto. Con el cambio de poderes que trajo el mundo digital pasó el usuario a ser el centro”, destacó Salles al hablar del último problema al que se enfrentan quienes deciden crear un proceso comunicativo.

¿Qué hay que hacer ahora? Para Salles la respuesta es fácil: crear, desarrollar y diseñar en función al usuario, porque en el siglo XXI la atención y la relevancia no se merecen, se ganan.

El mexicano considera que este cambio de paradigma puede ser lo más difícil de entender, por eso plantea que al momento de intentar crear algo se deben responder las siguientes preguntas:

  • – ¿Cómo afecta esto al público al que le voy a llegar?
    – ¿Cuáles son las preocupaciones y necesidades del usuario?
    – ¿Qué conflictos va a tener el usuario con la información que le voy a dar?
  • Después de responder estas preguntas ya puedes crear, pues el objetivo para que las personas se interesen en ti es que tú, primero, te intereses en ellas.

El mexicano aclara que detrás de este planteamiento no hay nada científico, sino que es un principio básico del cual los medios no pueden escapar. Hay que pensar en:

– ¿Quién es el usuario?
– ¿Cómo el usuario usa la información?
– ¿Cuál es el contexto en el que la información ocurre?

Eduardo Salles volvió sobre el inicio y estableció que los tres ejes fundamentales para llegar a soluciones interesantes dentro de los procesos comunicativos son:

  1. Generar una oferta de valor que parta de las personas.
  2. Crear una experiencia de usuario que lo vuelva deseable.
  3. Hacer un modelo de negocio que lo haga viable.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio y el Festival Gabo son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos SURA y Bancolombia con su filiales en América Latina.

engagement y audiencias en el periodismo

En la era del ‘engagement’, ¿en qué consiste tener una buena relación con las audiencias?

Pedro Burgos, Antonio J. Rodríguez, Margarita Barrero, Carolina Robino, Eduardo Salles y Alejandra Cruz en la charla ‘El misterio de las audiencias: más allá del engagement. Foto: Julián Roldán/ FNPI.

Por Daniel Torrealba / @Danfebres

La charla ‘El misterio de las audiencias: más allá del engagement‘, que se llevó a cabo el segundo día del #FestivalGabo2018, en el Orquideorama del Jardín Botánico de Medellín, abrió el debate sobre la relación que debe existir entre los medios y las audiencias en línea de cara al futuro, la sostenibilidad y la independencia de la industria periodística.

En este conversatorio compartieron panel Eduardo Salles, director y co-fundador de Pictoline; Carolina Robino, editora general de BBC Mundo; Antonio Rodríguez, fundador y editor de PlayGround; Pedro Burgos, fundador de Impacto.jor; y Margarita Barrero, quien durante 2016 fue directora de la estrategia digital de la Presidencia de la República y lideró la campaña de redes sociales del Acuerdo de Paz. Ellos conversaron con Alejandra Cruz, directora del Taller del Nuevo Periodismo FNPI.

El debate:

El gran reto para el periodismo de hoy en día es entender quiénes hacen parte de nuestras audiencias y construir con ellos una relación duradera. Ahora, ¿en qué consiste tener una buena relación con los usuarios?

Los puntos de vista:

– Margarita Barrero: Nuestro papel en estos momentos como medio de comunicación es ver a a la audiencia como una comunidad. Se debe crear un vínculo que sea más fuerte que la interacción, lo importante es lograr que los usuarios se identifiquen con lo que ustedes hacen, te sigan y crean. La relación entre el medio y la audiencia debe ser como una relación de pareja: hay que conquistarlos, sorprenderlos, hacer que no se aburran y te crean, porque el día en que esta relación de pareja se rompe, ellos se van. Debemos conocer qué les interesa a los usuarios y qué no. Hacernos esas preguntas y ser capaces de revisarlas y contestarlas es nuestra función. En fin, debemos hacer de las audiencias una fuente primaria de nuestro trabajo, casi que uno más de nuestros compañeros.

– Pedro Burgos: Cada medio tiene que saber cuál es la relación que tiene con los lectores y así conocer qué quiere lograr en la audiencia con cada publicación que realice. Es muy importante pensar en el propósito y saber si quieres que quienes te lean se conviertan en tus donadores, suscriptores o un par de ojos que sirvan para la publicidad. Es por esto que las métricas de análisis no pueden ser las mismas para todos los medios, deben depender del modelo de negocio y la relación con los lectores.

– Carolina Robino: Considero que las audiencias, en estos momentos, son menos misteriosas que nunca, gracias a todas las herramientas que existen y que nos permiten conocer más de ellas. Puedes conocer de dónde te leen, cuánto te leen y qué temas leen, por ejemplo. Además, la BBC Mundo tiene un modelo único: la audiencia la financia y por eso siempre pensamos en ellos, son el centro de todo. Eso hace que nos preguntemos todos los días: 1) ¿qué vamos a escribir?, 2) ¿por qué creemos que eso es relevante? y 3) ¿cómo se lo hago relevante a la audiencia? Por otro lado, para nosotros no es una opción no interactuar con los usuarios. Estamos obligados a contestarles.

– Eduardo Salles: Hay que partir de que las audiencias no son algo nuevo para los medios de comunicación, siempre han dependido de ellas. Esa relación siempre ha existido. Ahora, sí hay que entender que el contexto tecnológico propició una nueva relación entre los medios y sus usuarios que hay que buscar entender. En el momento actual la audiencia está mucho más empoderada y decide qué, cuándo y cómo consume la información.

– Antonio Rodríguez: El engagement se puede definir como la unidad mínima de relación emocional entre un medio y su comunidad. Si se entiende cómo interactúa esta audiencia con el medio, se puede construir, a mediano y largo plazo, una oferta de consumo digital a través de una identidad que es muy importante trabajarla. Se debe construir una relación estable con las audiencias.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio y el Festival Gabo son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos SURA y Bancolombia con su filiales en América Latina.

periodismo performatico

¿Qué es el periodismo performático?

Sebastián Hacher y Sol Dinerstein durante la charla ‘Periodismo performático: la palabra ya no tiene el poder’. Foto: Julián Roldán/ FNPI.

Por Daniel Torrealba / @Danfebres

La palabra ya no tiene poder. Esa es la consigna que, desde la revista Anfibia, da rienda suelta al periodismo performático. Ahora, ¿qué es esto? En la revista argentina, dirigida por Cristian Alarcón, lo aproximan a algo que se encuentra en la “frontera entre el periodismo y el arte, entre el relato y la acción”.

Para conocer más detalles sobre esta nueva corriente del periodismo, alrededor de 300 personas asistieron a la charla ‘Periodismo performático: la palabra ya no tiene poder’, que se realizó el segundo día del #FestivalGabo2018 en el salón Restrepo del Jardín Botánico, en Medellín.

Aquí los ponentes argentinos Sebastián Hacher, editor de Cosecha Roja, y Sol Dinerstein, productora ejecutiva de Anfibia, se enfocaron en responder las siguientes preguntas: ¿Es cierto que la palabra ya no tiene el poder? ¿Es legítimo que lo creativo forme parte de un proceso periodístico?

 

Así nace el periodismo performático

“El laboratorio de periodismo performático es un proyecto de poco más de un año y nace a raíz de una convocatoria de Casa Sofía [un proyecto político culturar y político], que nos propuso hacer talleres de formación de periodistas. Esto, desde Anfibia, lo venimos haciendo desde hace años y por eso decidimos redoblar la apuesta y pensar en algo innovador para narrar la realidad. Así surge la idea de convocar a un laboratorio de periodismo performático”, señala Sebastián Hacher.

Desde Anfibia creen que hemos migrado a un mundo de imágenes, donde la palabra ha ido perdiendo, poco a poco, poder. Por eso ellos se están preocupando por encontrar nuevas gramáticas para narrar lo real, para apropiarse de la realidad y poder contarla.

“La idea fue convocar a periodistas y artistas para que trabajen juntos y creen algo nuevo: cosas que puedan romper la pantalla y generar nuevas sensaciones en la audiencia”, señaló el editor de Cosecha Roja. Además, añadió que el objetivo es “conmover a nuestras audiencias hiperestimuladas, hiperconectadas, hipercultas e hipercríticas”.

La convocatoria para el laboratorio de periodismo performático

Sol Dinerstein señaló que 194 proyectos se postularon, en marzo de este año, para hacer parte del laboratorio, en una convocatoria que estuvo abierta por espacio de un mes.

Solo seis proyectos fueron seleccionados durante esta primera convocatoria y los ganadores los dieron a conocer durante la 44a edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires:

Laberintos de cristal: La performance hace foco en los movimientos de las mujeres para encontrar su lugar dentro del poder judicial.

Sur delta: El arte urbano es su lenguaje, las redes sociales y las calles son el territorio donde disputa el discurso público. Ellos intervienen con acciones performáticas sobre los temas calientes de la agenda.

Sinfonía big data: Una performance escénica múltiple que investiga el fenómeno socio-tecnológico del big data, abordando los enfoques y conceptos de la psicopolítica, vigilancia y publicidad en diálogo con las reverberaciones político-tecnológicas tanto a nivel internacional como local.

Con toda la muerte al aire: Una instalación performática que reconstruye el femicidio e invita a sumergirse en el relato y en las ambigüedades que rodean a todo acto de violencia.

Micropolítica de la supervivencia gorda: Esta performance comparte visiones, porciones y fragmentos de cuerpos gordos sobreviviendo en un sistema neoliberal magro. Trae voces, genera representaciones, jaquea palabras y hace intervenciones que buscan habilitar nuevas formas de recorridos deseantes sobre los cuerpos y nuevas formas de ser gordo en el mundo.

Voces disidentes: La performance invita al público a ingresar en un túnel: se escuchan incesantemente fragmentos de discursos naturalizados que contribuyen a la generación de desigualdades en nuestra sociedad.

“Después de la ceremonia iniciamos un periodo de workshops muy intensos y nos reunimos con cada uno de los proyectos una vez por semana. Fue un proceso laborioso que nos obligó a salir de nuestros lugares de confort como periodistas y narradores. Tratamos de aprender a vivir en la tensión entre el arte y el periodismo; tratamos de vivir en esa frontera”, contó Hacher.

Desde Anfibia comentan que tenían claro lo que no querían que fuera el periodismo performático: 1) un periodismo bonito y 2) arte con información. Bajo esas premisas han trabajado durante todos estos meses con los distintos proyectos, que en el último trimestre de 2018 empezarán a mostrar sus resultados en la ciudad de Buenos Aires y a través de redes sociales.

¿Por qué esto es periodismo?

Esa fue la primera pregunta de uno de los asistentes a la charla y fue respondida por Sebastián Hacher: “Primero porque hay una investigación detrás. O sea, todos estos trabajos tienen fuentes, entrevistas, inmersión, etc. Lo que estamos haciendo es cambiar la manera en que esa información se procesa. Así como antes apelamos a las herramientas de la narrativa clásica y de la ficción para contar lo que investigamos, ahora queremos hacerlo a través del arte. Apostamos a un cambio profundo en el que presentamos la investigación. Es un tema de lenguaje”.

Hacher aclaró que una de las características de Anfibia es intentar encontrar formas innovadoras para narrar lo complejo, por eso con el proyecto de periodismo performático están pasando de la investigación a la narración y de la interpretación a la creación.

 

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio y el Festival Gabo son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos SURA y Bancolombia con su filiales en América Latina.

6 obstáculos a los que se enfrentan las mujeres periodistas

Jineth Bedoya, María Elena Salinas, Natalia Viana y Mabel Lara. Foto: Joaquín Sarmiento / FNPI.

María Elena Salinas (México/Estados Unidos), Natalia Viana (Brasil) y Jineth Bedoya (Colombia) son tres mujeres que se han destacado en el periodismo latinoamericano, pese a tratarse de una profesión tradicionalmente dominada por los hombres en una región sumergida en un imaginario machista.

Salinas, la periodista hispana de más amplia trayectoria en la televisión estadounidense; Viana, ganadora del Premio Gabo en 2016, y codirectora y cofundadora de Agéncia Pública; y Jineth Bedoya (Colombia), subdirectora de El Tiempo, y destacada corresponsal de guerra y activista contra la violencia de género, tuvieron que desmontar una serie de estructuras y paradigmas para establecerse como líderes en sus respectivos campos.

Estos son algunos de los testimonios íntimos que compartieron con la periodista colombiana Mabel Lara durante la charla Ellas transformadoras del periodismo, llevada a cabo durante el primer día del Festival Gabo 2018, sobre los obstáculos que han enfrentado a lo largo de sus trayectorias en el oficio:

Tener que justificar sus logros por el hecho de ser mujeres

Jineth Bedoya: “Es muy complicado todos los dias justificar cómo logramos ciertas cosas por el hecho de ser mujeres, sobre todo cuando se está en un contexto tan machista como el de la gran cantidad de redacciones. Siempre estamos en la dinámica de justificar que hacemos las cosas no porque seamos feministas o mujeres, sino porque el periodismo nos obliga a hacerlas con total rigor, porque nos debemos a un público; pero ese es el reto que tenemos”.

María Elena Salinas: “Molesta un poco constantemente que sobresalga el hecho de que ‘mira lo que has logrado siendo mujer’. Vivimos en mundo machista y, en medio de una política empresarial que no reconoce los aportes de las mujeres, constantemente nos tenemos que estar probando. Siempre es noticia cuando llega una mujer a ser titular de un programa. Claro, nos gusta ser noticia, pero nos gustaría que eso fuera lo normal y que, si somos buenas en lo que hacemos, entonces sí se reconozca nuestro trabajo”.

Entrar en campos del periodismo que son ‘para hombres’

Jineth Bedoya: “Mi reputación me la he ganado porque he sido de las pocas mujeres que hace 25 años se atrevió a estar en la línea de fuego, a cubrir un combate, a subirme al helicóptero y enfrentarme a esos guerrilleros, policías, militares y paramilitares que por el hecho de ser mujer querían ‘algo más’ aparte de entregarnos información”.

“Me tocó muy difícil porque además de llegar a confrontar a los armados, me tocó confrontarme con mis colegas. En combates donde había 20 reporteros y fotógrafos hombres, y Jineth Bedoya, cuando yo tenía la fortuna de conseguir la noticia desde el lugar de los hechos, lo que me decían mis colegas era ‘se lo dio al general’. Tenía que pelear con eso siempre”.

María Elena Salinas: “El último estudio que vi del Centro de Mujeres en los Medios en Estados Unidos muestra que en la televisión las mujeres reportan únicamente un 25% de las noticias y casi siempre en temas de educación, salud, belleza y moda”.

“Yo he sido víctima de discriminaciones en ese caso a lo largo de mi carrera. A veces es muy sutil, a veces es muy abierto y frontal. Recuerdo hace muchos años un desastre natural en Centroamérica. Quería ir a cubrirlo y un jefe me dijo: ‘¡allá no vas a poder andar en tacones y con secadora de pelo!’ En otra ocasión me dijeron: ‘no puedes ir al Medio Oriente porque su cultura no permite la cobertura, a pesar de que mandaron a un hombre reportero y a una mujer como productora”.

Las agresiones

Mabel Lara: “Hay una agresión constante de líderes mundiales contra las mujeres. Parece que los hombres están atacando lo femenino en las democracias liberales”.

Natalia Viana: “Como somos periodistas, nuestro trabajo es contar lo que pasa en el mundo en este momento. Es innegable que hay movimientos feministas que cada vez son más importantes y relevantes y que tenemos la obligación de cubrir. Pero lo que estamos viendo bastante es el ataque, el linchamiento moral a periodistas mujeres cuando tocan el tema femenino o cuando investigan a hombres de partidos conservadores”.

“En Brasil tenemos tres organizaciones que hacen fact-checking de manera independiente, las tres dirigidas por mujeres, y fueron atacadas en redes sociales por grupos de derecha con imágenes sexuales y cosas humillantes”.

La percibida ‘menor credibilidad’ de las mujeres

Jineth Bedoya: “Hace dos años desde la campaña de ‘No es hora de callar’ hicimos un sondeo sobre qué percepción tenía la gente cuando se le entregaba información sobre temas políticos, económicos o judiciales. Les preguntábamos qué percepción tenían si el analista era hombre o mujer, y, de cada 10 personas, 8 consideraban que tenía más credibilidad que hablara un hombre a una mujer”.

“Ustedes cogen los diarios de América Latina y se dan cuenta, si hacen un sondeo de todas las páginas, de que un promedio del 80% de analistas son hombres. No llamamos a mujeres expertas a pedir su opinión. Siempre consultamos al hombre, al analista, al doctor, al congresista, y no a la doctora”.

María Elena Salinas: “Ese tipo de cosas ocurre muy a menudo. Un programa político en el canal donde yo trabajaba dejó de utilizar mis aportes porque ya había más hombres que los podían hacer”.

El acoso en las redacciones

Jineth Bedoya: La investigación que hizo el New York Times y que replicaron diarios de todo el hemisferio sobre el ambiente laboral dentro de las redacciones nos muestra que hay un acoso que se ha mantenido bajo el tapete y del que hemos sido cómplices.

“Las practicantes que llegan a la sala de redacción, si hacemos un sondeo, muchas de ellas de alguna forma han tenido que afrontar el acoso, y nosotros lo hemos silenciado. Me pregunto qué he hecho yo para levantarme contra ese acoso del que de alguna manera hemos sido testigos”.

Natalia Viana: “Hago una autocrítica: cuando empezó el #MeToo muchas cosas que se denunciaban me parecían exageradas. Pero hablando con chicas me di cuenta de que hay muchos temas que para ellas son inaceptables, ¡y que yo los aceptaba!: galanteos de gente que iba a entrevistar, que para nosotros eran normales. Qué bueno que haya esos cambios para esta generación.

La falta de mujeres en cargos de jefatura

Mabel Lara: En las escuelas de comunicación social, el 60% son mujeres. Pero el ascenso de mujeres a cargos de poder y toma de decisiones es del 9%.

Natalia Viana: Cuando yo llegué al periodismo las mujeres ya éramos la mayoría. Lo que no había era mujeres en el cargo de jefatura. Pero en mi generación ya no estamos disputando cargos de jefes; estamos creando nuestros medios y la cuestión es un poco diferente. Agéncia Pública fue fundada por dos mujeres.

 

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.

Continente Cautivo

15.000 asistentes vivieron el Festival Gabo 2018

Foto: Joaquín Sarmiento/FNPI.

Durante tres días Medellín fue la capital del periodismo iberoamericano siendo sede de la sexta edición del Festival Gabo, que en esta ocasión compiló todas las historias detrás del relato para contárselas a los 15.000 asistentes que vivieron las 75 actividades realizadas en once espacios de la ciudad, distribuidos en el Jardín Botánico, el Parque Explora, el Museo de Arte Moderno, Casa Museo de la Memoria y seis universidades: Eafit, Universidad de Antioquia, Universidad Católica Luis Amigó, Universidad de Medellín, Universidad Pontificia Bolivariana y el Instituto Tecnológico Metropolitano (ITM).

Los 150 invitados que le dijeron sí a la cita anual con el periodismo de excelencia, de innovación y con coherencia ética expusieron sus vivencias, experiencias y saberes frente a las audiencias que tuvieron la oportunidad de interactuar con ellos, además de preguntarles sobre los temas de este oficio que le interesan a la región.

Durante la mañana del primer día, en la Maratón de las mejores historias de Iberoamérica, se revelaron los procesos y las experiencias de los finalistas de las cuatro categorías de concurso —Texto, Imagen, Cobertura e Innovación— y los medios que utilizaron para lograr una historia que fuera finalista de este galardón, considerado el mejor del periodismo iberoamericano.

Esa tarde la lluvia no fue impedimento para que siguieran las actividades del Festival Gabo. Con paraguas en mano llegaron los asistentes para escuchar las charlas de Masha Gessen, Antonio J. Rodríguez, Carolina Robino, María Elena Salinas, Gonzalo Celorio, Ignacio Escolar, Alonso Sánchez Baute, Jineth Bedoya, Leila Guerriero, Álex Grijelmo y todos los invitados que hicieron parte del itinerario del día uno.

El día dos del Festival Gabo comenzó con actividades variadas de Premio Gabo, Periodismo de tú a tú y la Cocina del Periodismo, con la participación de Martín Rodríguez Pellecer, Eduardo Salles, Carolina Torreblanca, Pedro Burgos, Patricia Nieto, quienes hablaron de los proyectos periodísticos más innovadores, en un formato en el que primó la interacción con la audiencia.

Esta jornada estuvo enmarcada por la ceremonia del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo 2018, en la que se exaltaron los mejores trabajos periodísticos de Iberoamérica. Allí se conocieron las historias ganadoras de las cuatro categorías: Un niño manchado de petróleo, en Texto; Memoria, verdad y justicia para las pibas, en Imagen; Venezuela a la Fuga, en Cobertura; y Los desterrados del Chaco, en Innovación. Así mismo, se hizo entrega de los reconocimientos Clemente Manuel Zabala, a Diego Martínez Lloreda, director de información del diario El País, de Cali; y a la Excelencia al periodista español Ignacio Escolar, director de eldiario.es.

A lo largo de los tres días del Festival Gabo, las muestras fueron permanentes para los asistentes, entre ellas ‘Africamericanos’, una exposición colectiva que incluyó fotografías de Liliana Angulo, Maya Goded, Sandra Eleta, Jorge Panchoaga, Cristina de Middel y Bruno Morais, con la curaduría de Claudi Carreras y Germán Rey, y el ciclo de documentales de Caio Cavechini, que incluyó tres proyecciones de sus mejores trabajos.

La ética periodística tuvo su espacio con Javier Darío Restrepo, Mónica González, Jorge Cardona, Gumersindo Lafuente y otros invitados que hicieron parte de las actividades del tercer día del Festival Gabo 2018. En simultáneo todos los escenarios del evento recibieron a invitados y asistentes para cumplir las últimas actividades del Festival, que cerró con la tertulia musical en homenaje a Gabo, con los vallenatos de Leandro Díaz.

Alonso Sánchez Baute, Ariel Castillo, Marina Quintero e Ivo Díaz, hijo del fallecido juglar vallenato, expusieron las similitudes que tenía el compositor de canciones como Matilde Lina y La diosa coronada con Gabriel García Márquez, mientras interpretaban las canciones de Díaz.

Fueron tres días en los que se respiró periodismo, cheveridad, arte y cultura en Medellín, en esta fiesta de historias para mentes curiosas que honra el legado periodístico de Gabriel García Márquez.

Abandonar la racionalidad y otras lecciones de Natalia Viana sobre la elaboración de un reportaje

Foto: Natalia Viana, directora de Agéncia Pública. Joaquín Sarmiento/FNPI.

Por Marcela Madrid Vergara

En 2015, la periodista brasilera Natalia Viana encontró en un informe público un dato inquietante: el municipio con mayor población indígena de Brasil era también el que presentaba el mayor índice de suicidios. Sin mucho más contexto y sin la certeza de que encontraría una historia, emprendió un viaje de cuatro horas de avión y tres días en barco hasta San Gabriel de Cachoeira en la amazonía brasilera.

Ese era apenas el comienzo de una profunda investigación que la llevaría a escarbar en los conocimientos históricos, sociológicos y espirituales de los 23 pueblos que habitan la región. Fue un trabajo de cinco meses que resultó en el reportaje San Gabriel y sus demonios, ganador del Premio Gabo en 2016.

La directora de Agéncia Pública y miembro del Consejo Rector de la FNPI compartió algunas de las lecciones de ese proceso con los asistentes al taller ‘Cazando demonios: cómo hacer reportajes investigativos en un medio independiente’, durante el Festival Gabo 2018.

No tener miedo a hablar de temas sensibles

Una de las dudas más recurrentes por parte de los asistentes al taller fue cómo abordar historias relacionadas con un tema tan delicado como el suicidio. Era una inquietud compartida con la autora: “Mi temor era que al publicar, este texto incitara a más personas a matarse”.

Luego de consultar a sicólogos y a otros periodistas, llegó a la conclusión de que debía hablar del tema a pesar de que fuera un misterio, un tabú y que ni la ciencia o la medicina tuvieran respuestas. La clave era ir más allá de los suicidios para buscar la raíz del fenómeno, que se remontaba, en este caso, a décadas atrás durante la colonización religiosa.

Escuchar hasta abandonar la propia racionalidad

Natalia Viana llegó a San Gabriel sin una hipótesis sobre las causas de los suicidios. Lo que hizo desde el primer momento fue escuchar a la gente, personas que la fueron llevando de un lado a otro encontrando nuevas pistas. En ese recorrido habló con familiares de las víctimas, pastores, policías, chamanes, sicólogos y antropólogos.

De las fuentes indígenas escuchó decenas de historias sobre visiones, monstruos acuáticos, demonios o sueños premonitorios. “Cuando estás ahí, la loca eres tú que no ves la cobra grande o el hombre de negro”. Luego entendió que ahí existe otra percepción de la humanidad, de lo vivo y lo muerto, así que “toda la historia se basó en respetar lo que ellos están viviendo en lugar de pensar que están locos o inventándose cosas”.

Atreverse a contradecir la historia oficial

La primera versión que apareció en San Gabriel era que un profesor de la escuela estaba induciendo a los jóvenes al suicidio, una teoría que tomó fuerza cuando la policía lo acusó públicamente y los medios replicaron la historia. “La ciudad quería un culpable”, explica la reportera, hasta el punto que el profesor tuvo que huir del pueblo y empezar de cero.

En el terreno, Viana decidió comprobar esta historia y encontró pistas que la ponían en duda, como que los suicidios continuaron después de la partida del profesor. “Luego de ver muchas cosas así de concretas, decidí absolverlo”.

Cazar los datos, la mitad del trabajo

Cuando regresó a Sao Paulo, Natalia todavía estaba lejos de enfrentarse a la hoja en blanco. Así resumió su método para organizar el material: “Hago un cuadro con los temas principales y voy llenando con lo que tengo y lo que falta de cada historia. A partir de ahí sigo buscando datos y datos”.

La tabla le planteaba dos grandes tareas: la primera, entender qué sucedió décadas atrás durante la colonización indígena en Brasil y, por otro lado, descubrir qué estaba haciendo actualmente el Gobierno por detener los suicidios en esta comunidad.

Ninguna de las dos metas era sencilla. Por un lado, la evangelización por parte de los jesuitas estuvo intencionalmente indocumentada durante la dictadura. En cuanto a la información sobre suicidio, “los datos son malísimos, yo misma encontré cinco o seis casos no documentados cuando estuve ahí”. Fueron entonces jornadas enteras de inmersión en archivos históricos y entrevistas con funcionarios, sicólogos y expertos.

Bonus: ¿Por dónde comenzar?

Al tener tantas historias diversas dentro de un mismo texto, esta puede llegar a ser una pregunta agobiante. Así lo hace Natalia Viana: “Para saber por dónde empiezo a escribir me sirve mucho contarle la historia a alguien y darme cuenta de qué es lo que le interesa más. Así conozco cuál es el camino natural de la curiosidad”.

 

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.

 

Hojas de vida: un taller para relatar la identidad de los jóvenes de Antioquia

Por Renata Cabrales

Los jóvenes de décimo y undécimo de la institución educativa rural El Tablazo tuvieron un viaje a la tierra del Nunca Jamás, con la diferencia de que no se trataba de un mundo de hadas, sirenas, cuevas y entradas secretas, sino de sus propias comunidades, ubicadas en el municipio de Barbosa, Antioquia.

Gracias al taller ‘Hojas de vida’, promovido por Comfama en el marco del Festival Gabo 2018 y liderado por el argentino Marcelo Franco, periodista y maestro de la FNPI – Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, 25 jóvenes aprendieron técnicas periodísticas para contar de una manera distinta sus vidas y realidades.

Esta actividad usa la metodología del Taller Cronicando, una iniciativa del Centro Gabo de la FNPI, que desde hace dos años dirige Franco en Cartagena, con el objetivo de enseñar a jóvenes en edad escolar a contar cuentos que son verdad.

Así fue el taller ‘Hojas de vida’
Jóvenes participantes del taller conectan sus vivencias con la cultura digital a través de la realización de su primera selfie periodística.

La visita de Marcelo Franco a El Tablazo marcó el principio de una relación llena de cercanía y empatía. “¡¿Qué el profe va a venir hasta acá!?”. No podían creer que alguien los visitara de tan lejos y, mucho menos, que quisiera conocer dónde estudian y cómo viven. “Un bacán”.

Investigar, narrar y compartir. Tres momentos de 25 caracteres que encierran un sinfín de posibilidades, habilidades y herramientas, algunas de las cuales pudieron desarrollar jóvenes como Valeri o Jeison, en la recta final para ser bachilleres.

El género usado por el maestro de la FNPI para que escudriñaran su vida y comunidad con otros ojos fue el perfil periodístico. “Volver a mirar, volver a escuchar, caminando la comunidad a la que pertenecen, que tiene la dimensión familia, escuela, vereda”. Y fue todo un juego.

Trazos, temperas, crayones, cartulinas y hasta selfies, “porque muestran rasgos y actitudes”, hicieron parte de las herramientas con las que recordaron dónde están parados, cómo miran, son o no son mirados por su familia, amigos o profesores, todo con el propósito de mejorar la expresión de su propia identidad.

Conociendo las etapas del taller 
Jóvenes participantes del taller elaboraron este mapa de la vereda. “Es un mapa caminado o 2.0”, explica Marcelo, porque los jóvenes se lo muestran a sus familiares o vecinos para que ellos cuenten qué les falta.

1. Investigar: en esta fase del taller el profesor Marcelo Franco viajó a la zona rural El Tablazo. Antes de ello los estudiantes ya debían haber contestado a preguntas o comentarios como:

– Lo que cuentan de mí mis padres, parientes, vecinos.

– Un minuto, una hora o un día en mi vida que recuerde con mucha intensidad.

– Cambios físicos que me sucedieron mientras crecía

– Qué valoro yo en los demás

2. Narrar: en esta fase los jóvenes ya tienen qué contar, dado que han caminado la comunidad o han hecho un viaje a su propia identidad. Todo lo recopilado es obra gris que los mismos asistentes al taller convierten en piezas textuales, gráficas o visuales, que en algunos casos trabajan de manera individual, grupal o colectiva. Piezas que al final ensamblan y convierten en un gran muro de actualidad.

3. Compartir: es el momento en el que los estudiantes intercambian ideas y sensaciones de lo trabajado, incluso, salen del salón donde estuvieron dos días concentrados, para compartirle a los visitantes del Festival Gabo lo que termina siendo el mapa de sus vidas.

Ese gran mapa no tiene como punto final el cierre de los talleres realizados en el Jardín Botánico de Medellín. Los jóvenes tienen la misión de replicar lo vivido a otros estudiantes de la vereda. Y, como el “bacán” de Marcelo, tendrán que animar al resto de sus “parceros”. ¡Excelente, te pintaste muy bien, qué crees que te falta!

El taller tiene como marco la máxima de Gabriel García Márquez de que la crónica consiste en cuentos que son verdad. Aquí no hay lugar a la imaginación, no hay ficción. Utilizamos, sí, arte, fotografía, literatura, para reconstruir acontecimientos de la realidad, de la proximidad y de la relevancia. – Marcelo Franco

Y es que la única forma de mejorar esos auto-perfiles es que sigan trabajando juntos, ya no en un salón, sino cerca a su riachuelo, las montañas, el cultivo, las vacas, con su familia, sus profes, junto a lo que los llena de alegría o frente a lo que los preocupa: los estragos del cambio climático en su comunidad, los robos cuando se va la energía, los asesinatos o el consumo de droga en “La plaza”, allí donde otros jóvenes como ellos fuman marihuana como si no hubiera un mañana.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.

Pistas para sacarle el jugo a los grupos de Facebook

Luis De Uriarte, gerente de relaciones estratégicas de Facebook en México. Foto: Julián Roldán/FNPI.

Por Renata Cabrales

¿Qué une a madres solteras, exveteranos de guerra u homosexuales en distintos lugares de una ciudad, país o continente? La respuesta se resume en la misión de Facebook: darle a las personas el poder de crear comunidades y acercar al mundo.

Se trata de una misión, que en su estado más puro, cumplen las personas u organizaciones que han sabido sacarle el jugo a los grupos de Facebook, tema central del taller ‘Crear comunidades con los grupos de Facebook’, impartido durante el segundo día del Festival Gabo por Luis De Uriarte, gerente de relaciones estratégicas de Facebook en México.

Cerca de 70 asistentes, procedentes de países como Perú, México, Ecuador, Perú, Venezuela y, por supuesto, Colombia, pudieron conocer durante dos horas casos de éxito y buenas prácticas del uso de grupos en Facebook en medios de comunicación que, valga la anotación, son útiles para cualquier tipo de grupo sin importar su naturaleza u objetivo.

El nuevo mantra de Facebook: ¡más interacción, menos visualizaciones!

Facebook volvió a su esencia con el último cambio de su algoritmo a comienzos del año 2018:  incentivar conversaciones valiosas, una acción que conecta a la perfección con las particularidades de un grupo. Por eso, si quiere tener mayor peso en esa red social, tendrá que lograr cuanto antes que sus seguidores no dejen de escanear su muro de noticias con el pulgar y se detengan a participar en los comentarios.  

¡No más pasividad!

“En Facebook queremos pasar de la visualización a la interacción”, explicó Luis De Uriarte. Es una decisión que pone en un lugar privilegiado a las marcas con grupos que tratan temas específicos de alto interés.

Tal es el caso de Egocity, un sitio web enfocado en información para la población LGBT, presente en el taller de Facebook. “Lo que más me gustó es esa posibilidad de fidelizar a una población marginada, discriminada y vulnerada”, aseguró el periodista Juan Manuel Roncancio, asistente al encuentro.

Y aunque es consciente de que “con un grupo abierto en Facebook puede aumentar el odio o la polarización, también podríamos conocer mucho mejor las necesidades de la población”. Su hipótesis, además, es que la polarización se da por la falta de conocimientos y vivencias. Al final, esas posiciones recalcitrantes puede servir de alimento para el entendimiento.

Ventajas de usar grupos de Facebook

  • Refuerzan la fidelidad de una comunidad hacia una marca
  • Recompensan la lealtad de los ciudadanos más activos
  • Permiten medir resultados en tiempo real
  • Ayudan a descubrir fuentes o historias

6 claves para administrar con éxito grupos de Facebook

  1. Al obtener nuevos miembros, involúcralos de inmediato. Escríbeles, por ejemplo, un mensaje de bienvenida.
  2. Incluye reglas en la descripción del grupo. Claro, también existe un espacio para destacarlas.
  3. Anima de manera constante a la participación. Haz preguntas, sondeos, pide retroalimentación.
  4. Cultiva a la comunidad en el espacio de comentarios. Haz preguntas y comentarios en los posts de los miembros. Un simple me gusta en un comentario ya no pesa tanto.
  5. Convierte a tus seguidores más fieles y respetuosos en tus moderadores. Pídeles ayuda.
  6. Analiza muy bien y de manera periódica las estadísticas. Mide y documenta el crecimiento del grupo.

Crowdtangle o el poder de medir lo que ocurre en red

En su afán de hacerle seguimiento a los contenidos que se publican en redes sociales y cómo logran ser amplificados en masa, Facebook adquirió hace un par de años Crowdtangle, una herramienta de análisis de contenidos en redes sociales que permite:

  • Descubrir los contenidos que más gustan
  • Comparar resultados
  • Identificar influenciadores

¿Qué mide y que no mide Crowdtangle?

Lo que sí mide:

  • Páginas públicas en grupos abiertos
  • Interacciones (incluidos los comentarios)
  • Me gusta
  • Vistas de videos

Lo que no mide:  

  • Alcance de las publicaciones
  • Tráfico al sitio web
  • Perfiles y posts privados
  • Contenido patrocinado

¿Cómo usar Crowdtangle?

Por el momento, el acceso a Crowdtangle no es abierto. Un periodista o medio interesado debe solicitarlo y esperar la aprobación de su petición por parte de Facebook. Lo que sí puede hacer un medio para acceder a una parte de la información es descargar la extensión en Chrome de Crowdtangle llamada Link Checker, que permite ver con qué frecuencia se ha compartido un enlace, quién lo compartió e incluso los comentarios alrededor de ese enlace.

Buenos ejemplos de uso de grupos de Facebook

Durante la charla, los asistentes no solo realizaron un ejercicio práctico sobre la creación de un grupo, imponiéndose metas y desafíos, sino que recibieron de Luis De Uriarte ejemplos de buen uso de grupos:

VoxCare: grupo creado por Vox y coordinado por las periodistas Lauren Katz, Sarah Kliff, Dylan Scott y Julia Belluz, para conversar sobre temas de salud en Estados Unidos.

Open Future: grupo público creado para conmemorar el aniversario número 175 de la revista The Economist.

Elecciones en RPP: grupo público creado para debatir sobre las elecciones regionales y municipales en Perú.

Opinión de La Nación: grupo cerrado para los suscriptores de La Nación, diario de Costa Rica, donde pueden debatir sobre las editoriales, columnas de opinión y foros publicados en el periódico, influyendo en corrección de errores o en nuevas miradas al contenido de opinión.

 

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.

 

La invención del personaje: entre las tripas y el conflicto

Alonso Sánchez Baute (Colombia), Ariel Castillo (Colombia) y Gonzalo Celorio (México). Foto: Julián Roldán/ FNPI

Por: Orlando Oliveros Acosta,  @orlandojoseoa

Todas las buenas historias de la literatura exigen siempre buenos personajes, seres únicos que permanezcan en la memoria del lector y mantengan vivo el interés por el relato. Con esta premisa, los escritores Gonzalo Celorio (México) y Alonso Sánchez Baute (Colombia) dieron inicio a su diálogo en el Festival Gabo, titulado Investigación y construcción de personajes para las historias de ficción. La discusión, que fue moderada por el crítico literario Ariel Castillo (Colombia), tuvo como referente la obra del colombiano Gabriel García Márquez y su constelación de personajes extravagantes donde es posible encontrar esposas asmáticas, alcaldes con dolor de muelas y sacerdotes que levitan con chocolate caliente.

En poco más de sesenta minutos, los tres participantes reflexionaron sobre el perfil sicológico de los protagonistas de una narración, los secretos de su seducción y otros aspectos importantes de su composición moral. Al final, estas fueron las conclusiones que dejaron:

Un buen personaje nace de las tripas de su autor

Ernesto Sábato decía que los personajes principales de una novela salen del alma de su creador. Para Alonso Sánchez Baute, este nacimiento no se da en el alma, sino en las tripas. “El protagonista de la novela Al diablo la maldita primavera es un personaje ensangrentado que deja a su alrededor pura sangre íntima”, afirmó. Un personaje que se cuenta desde las vísceras adquiere fortaleza y presencia en la narración. Para llegar a ello, es necesario que el escritor se enfrente a la imagen de sí mismo que refleja el espejo de la escritura y sea capaz de sobrellevar la vergüenza de reconocerse. “Es el autor como un personaje de sus propias novelas”, comentó Gonzalo Celorio, “y eso muchas veces es difícil porque exige una desnudez que suele ser limitada por el pudor. Consiste en salir a la calle encuerado”.

Personajes que exorcizan conflictos

Toda novela brota de un conflicto que no se resuelve conversando con un amigo y que solo encuentra alguna compensación en la escritura. Extraños herederos del escritor, los personajes se apropian de los conflictos de su autor, los sacan a flote, los ponen en la escena de la ficción literaria y los exorcizan para siempre, trasladando sus problemas a los lectores. “Cuando un escritor termina de escribir su novela, ese conflicto ya no le pertenece, lo saca de su pecho para ponerlo en el del lector. Ahora, ¿por qué leemos? La lectura es un raro acto de masoquismo donde hacemos nuestros los conflictos que no nos pertenecen, acercándonos más a la condición humana”, concluyó Gonzalo Celorio.

La vida real, la vida prestada y la vida ficticia

Las personas cercanas a un escritor también pueden servir como fuente de inspiración para crear personajes literarios. Se trata de seres extraídos de la vida real. Sobre esto, Ariel Castillo recordó al doctor Octavio Giraldo, personaje de La mala hora que García Márquez construye basándose en un médico argelino que conoció en una cárcel de París a mediados del siglo XX. Este tipo de personajes, insiste Sánchez Baute, demandan una investigación minuciosa donde la observación se convierte en una cualidad indispensable del escritor.

Es recomendable que quien elabora un personaje con una composición moral distinta a la suya ‘tome prestado’ los conflictos de los demás. Con una vida prestada al servicio de la ficción, el autor puede explorar atributos hasta entonces desconocidos de la condición humana. “Uno escribe para tratar entender lo que no sabemos, cómo funciona el mundo, cómo funciona la humanidad y cómo funciona uno mismo”, enfatizó Sánchez Baute.

Personajes que se salen de las manos

Durante la escritura de un cuento o una novela el control que ejerce el escritor sobre las acciones de sus personajes es limitado. En las buenas narraciones, tarde o temprano los personajes se liberan de su autor y actúan por su cuenta. “Uno puede crear un personaje con total consciencia, pero llega un momento en que el personaje cobra autonomía y uno se vuelve un cronista de lo que al personaje se le ocurre hacer. Se invierten los papeles entre el escritor y el personaje, termina este último mandando al escritor” advirtió Gonzalo Celorio.

Dejar que un personaje se desenvuelva por sí solo en la trama de un relato implica conducirlo hacia un lenguaje personal, complejo, donde su voz sea tan natural y exclusiva que pueda generar una impresión perdurable en el lector. Cuando el escritor descubre la voz de sus personajes, está descubriendo su destino en la historia.

Revive la charla aquí:

https://www.facebook.com/CentroGaboOficial/videos/322469078517888/

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

Taller con Carolina Robino en el Festival Gabo (Foto Joaquín Sarmiento/FNPI).

7 consejos para hallar nuevos ángulos en las historias periodísticas

Carolina Robino, directora de la BBC Mundo, durante el taller que dirigió en el Festival Gabo. Foto Joaquín Sarmiento/FNPI.

Por Sebastián Aguirre Eastman, @aguirresebas

Durante cuatro horas, la periodista chilena Carolina Robino, directora de BBC Mundo, compartió su experiencia con los asistentes al taller ‘¿Cómo encontrar ángulos distintos para tus historias periodísticas?’, realizado el 5 de octubre en Medellín, durante el Festival Gabo 2018.

1. Entender a la audiencia y saber para quién están escribiendo. En muchas ocasiones los periodistas, sugirió Robino, viven dentro de una burbuja y confunden su realidad con la del mundo real. Por eso, antes de escribir una historia, deben hacer un proceso mental y pensar primero en quiénes serán los que leerán su artículo. Además, aconsejó “no pensar en escribir para otros periodistas”, un error en el que los profesionales del medio caen con mucha frecuencia, pues si lo hacen de esa manera se llenarán de problemas que no existen, como por ejemplo “eso ya lo publicó X medio”.

2. Los ángulos están en todas partes. La vida cotidiana es fuente constante de nuevos enfoques para sus historias. Los pueden encontrar en las conversaciones que sostengan con sus familiares, con sus amigos, mientras comen algo, leyendo un informe, durante una fiesta y, clave, haciéndose preguntas todo el tiempo de todo lo que se les ocurra.

A partir de ahí suelen surgir historias interesantes que les pueden atraer a sus audiencias. En este asunto es clave mantener siempre el sentido curioso, escuchar a quienes tienen opiniones distintas y se hacen otro tipo de preguntas sobre determinados temas. Allí pueden surgir nuevos enfoques.

Taller con Carolina Robino en el Festival Gabo (Foto Joaquín Sarmiento/FNPI).
“Los títulos en medios digitales tienen que invitar a dar clic, si no, no sirven para nada”, dijo Carolina Robino de la BBC Mundo. Foto Joaquín Sarmiento/FNPI.

 

3. Responder tres preguntas claves. La directora de BBC Mundo considera que hay tres cuestionamientos que el redactor debe hacerse antes de abordar su artículo. ¿Para quién es esto? ¿Por qué creo que es relevante? ¿Cómo se lo hago relevante? Puede ser que el tema que hayan escogido sea muy interesante, pero si no lo es para la audiencia el esfuerzo se echará a perder. “La guerra en Siria es importante, pero ¿cómo puedo convertirlo en un tema que le importe a quienes me van a leer?”, advierte. 

4. Atreverse a romper los prejuicios. Los periodistas suelen considerar que hay cosas que “todo el mundo” ya las conoce, ya las domina, pero Carolina Robino afirma que “todo el mundo es mucha gente”, por eso durante el taller en el Festival Gabo invitó a los participantes a dejar atrás los prejuicios y, de nuevo, pensar en las audiencias y salirse de la burbuja de su propia realidad.

Taller con Carolina Robino en el Festival Gabo (Foto Joaquín Sarmiento/FNPI).
Carolina Robino compartió experiencias exitosas de historias contadas con ángulos diferentes que las audiencias recibieron de muy buena manera en sus publicaciones. Foto Joaquín Sarmiento/FNPI.

 

5. El formato es otro ángulo. Un prejuicio, uno más, que tienen los periodistas es que si una historia ya se contó una vez, no se puede volver a repetir, pese a que hay muchas maneras de conseguir contarla desde un ángulo diferente, incluyendo los formatos.

Puede ser incluso la misma historia, sin agregarle o quitarle nada, pero hecha con un formato distinto. Por ejemplo, si en su primera versión fue elaborada en texto, otra en video puede servir para enriquecer la nota y contar detalles que en la versión impresa no es posible.

6. No teman repetir historias. En la actualidad, las audiencias cambian constantemente, más en los ámbitos virtuales. Por esta razón puede haber historias que, sin importar si antes fueron publicadas, puedan funcionar de nuevo. “Hay que perderle el miedo a esto. Siempre habrá públicos nuevos”, dijo Robino.

7. Un buen título es como un buena envoltura de regalo. Nada saldrá bien si el encabezado no es atractivo, si no es ‘cliqueable’, si no invita a acceder a él. Hay que saber escoger muy bien el ‘papel’ con el que lo empacará. “Este será el mejor ángulo que podrán encontrar”, cerró Carolina.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.