“Diámetro” gana la “Hackathon para un periodismo por la paz” en Colombia

La aplicación “Diámetro”, desarrollada por cuatro ingenieros y una comunicadora social, fue la ganadora de la “Hackathon para un periodismo por la paz” con una propuesta enfocada en la prevención y seguridad de los periodistas cuando hacen su trabajo de campo, informaron este miércoles los organizadores.

“El ganador de esta Hackathon fue el proyecto Diámetro por su concepto, su diseño y funcionalidades, ha sido el proyecto con mayor potencial de convertirse en una aplicación útil para periodistas colombianos”, dijo la directora de Estrategia de la Agencia EFE, Soledad Álvarez, miembro del jurado durante la premiación.

La iniciativa, impulsada por la Agencia EFE, la Fundación Gabo y Minsait -compañía del grupo Indra-, en colaboración de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), se celebró en Bogotá en el marco de la 10˚ edición del Festival Gabo, los pasados 22 y 23 de octubre buscando crear una aplicación que ayude a los periodistas.

En la Hackhaton participaron cuatro equipos y los ganadores recibirán un premio de 2.500 dólares.

“Pusimos en marcha esta iniciativa con la voluntad de ayudar a los compañeros que están en coberturas peligrosas”, dijo el director editorial de América de la Agencia EFE, Manuel Fuentes.

Además de Álvarez, el jurado estuvo conformado por el presidente del Consejo Rector de la Fundación Gabo, Jean Francois Fogel, así como por los directores de Tecnologías Digitales Minsait, Javier Mauricio Ortiz, y de la FLIP, Jonathan Bock.

Inspiración para la protección

“Diámetro, herramientas de seguridad para el periodista” es una aplicación desarrollada por Laura Poveda, Juan Pablo Barriga, Kevin Castrillón, Natalia Sanabria y Geisson Ponce.

“Para nosotros es un honor haber ganado y haber compartido con todos nuestros conocimientos en esta labor que es para nosotros muy importante”, expresó Poveda tras el anuncio.

La joven relató que todo surgió de una reflexión tras el asesinato de los periodistas Leiner Montero y Dilia Contreras, perpetrado en el municipio de Fundación (norte) a donde había viajado para cubrir unas fiestas patronales.

“Ese suceso desató mucha sombra, mucho miedo en varios periodistas de la región y también nos hizo preguntarnos qué hubiera pasado si el periodista tuviera una opción para haber anunciado momentos antes la amenaza”, dijo.

Poveda se preguntó “qué pasaría si alguno de los sobrevivientes hubiese alertado de lo que estaba pasando. Eso queríamos saber, empezar a solucionar, no solamente para ese periodista sino para muchos que lamentablemente perdieron la vida”.

Diámetro busca que “el periodista se sienta seguro, pueda compartir su testimonio y su material”, con un botón que avisa a organizaciones como la FLIP y a los contactos de emergencia del periodista.

Además, cuenta con un temporizador en el que el periodista puede introducir la hora de arranque y de conclusión de una cobertura, y en caso de que no se reporte cuando se agota el tiempo, envía un aviso.

Entre las particularidades de las aplicación destacaron además una bitácora que los periodistas pueden hacer al introducir los datos y riesgos de una cobertura, así como incluir la documentación de su investigación para tenerla a salvo en caso de que les suceda algo.

Cuatro evangelistas, cuatro periodistas: cuatro formas de contar, según Roberto Herrscher

El taller con Roberto Herrscher, en el marco del 10° Festival Gabo, dio luces para identificarse en algunos perfiles posibles como narrador.

Por Andrea Jiménez Jiménez

La escena de la negación de Pedro a Jesús fue la elegida para demostrar la actualidad de los cuatros evangelios y sus reverberaciones en cultura, desde la ópera hasta el teatro musical, en el taller ‘Los cuatro caminos del periodismo narrativo’, que dictó el maestro y cronista Roberto Herrscher en el 10° Festival Gabo. Desde Bach hasta Jesucristo superstar, el drama del apóstol Pedro se adapta al tiempo y a los formatos. 

“En Bach, como en la Biblia, San Pedro tiene algo muy difícil que contar, y es que todo su conflicto es adentro de su cabeza. En San Juan es mucho más corta la pasión de Pedro, y es más dramático y menos contemplativo”. Así, el maestro Herrscher entrega una breve caracterización de la escena y sus adaptaciones, de acuerdo al autor, y resalta la contemporaneidad de lo que le ocurre a Pedro, atrapado en una situación que lo impulsa a actuar como quien no ha querido hacerlo: “Esto es muy actual. Me emociona muchísimo las historias de gente que no ha denunciado [cosas] por miedos, torturas. Esta escena es lo que pasa en nuestros países todo el tiempo, y esta última versión la trae totalmente aquí”. Se refiere Herrscher a la versión de 1973 de Jesucristo superstar, que contiene elementos de la cultura popular como los hippies.

“Lo bueno de los grandes mitos es que tienen tanto jugo para sacar muchas veces. Conocer muchas historias te lleva a poder contar de otra manera las historias tuyas, las historias de hoy”, precisa Herrscher antes de comenzar a perfilar a esos narradores que, desde distintas orillas, pueden acercarse y reversionar los grandes hitos.

Los narradores según el evangelio

Esas cuatro formas de contar que señala el maestro son los cuatro caminos del periodismo narrativo a partir de los comienzos de los evangelios. “Los cuatro evangelios es como cuando uno va a un kiosco y ve cuatro diarios que te cuentan lo que pasó ayer”. Cada uno a su manera, a su modo, narran una verdad, y cada manera igual de válida.

Esta es la categorización propuesta por Herrscher:

  • San Mateo: Narra a través de la genealogía. Presenta una estirpe, la estirpe de Jesús, y prácticamente dice: “Él tiene que ser el Rey de los Judíos. Es al que le toca reinar”. Hay una suerte de tono de abogado en San Mateo, y como él son los grandes periodistas de investigación. A veces le resulta difícil contar una historia apasionante.  Construye un argumento piedra a piedra. Escribe para convencer. “Este es el que construye un gran argumento, escribe casi para los abogados del corrupto”. Como ejemplo está Jon Lee Anderson.
  • San Lucas: Es el historiador. Cuenta la historia completa de principio a fin y busca llenar todos los huecos. Tiene alma de tesista, de académico. Es el periodista antropólogo, sociólogo, el que quiere contar la historia a fondo. Ryszard Kapuściński sería un referente de los Lucas del periodismo.
  • San Juan: No es el académico que habla de sí mismo, ni el abogado que te llena de datos. Es otra cosa: es el poeta. Para San Juan, que escribe poéticamente, Jesús no es su martirio, su muerte, su resurrección. Su milagro es su palabra, porque es un poeta. Sus referentes son magos de la prosa, poetas de la no ficción, como James Agee, Charles Bowden y Alberto Fuguet.
  • San Marcos: Es el cronista. “¡Este es el nuestro! Nuestro santo patrono. Este es como si hubiera leído a Tom Wolfe”, asegura Herrscher. Para narrar, San Marcos tiene que tener primero una escena, y no es como el historiador o el biógrafo. Para este es la escena clave, que puede ser hacia el principio o el final. Es la típica escena en la que los personajes secundarios te crean la expectativa. 

“Los cuatro tienen mucha fuerza porque es el mismo tiempo, la expresión de una sensibilidad”, recalca Herrscher, quien desde la orilla del periodismo narrativo invita a los periodistas a convertirse en Marcos. El maestro también recomienda sumergirse en los clásicos, “enamorarse de un clásico” en cualquiera de las artes, pues los clásicos siguen estructuras narrativas que se mantienen actuales y que nos dan luces acerca de cómo encauzar nuestros textos.

Sobre Roberto Herrscher

Periodista, escritor y profesor de periodismo en la Universidad Alberto Hurtado de Chile donde dirige el Diplomado de Escritura Narrativa de No Ficción. Es el director del Premio Periodismo de Excelencia (PPE), aliado chileno del Premio y la Fundación Gabo. Dirige también la colección Periodismo Activo en la Universidad de Barcelona, galardonada con el premio a la mejor colección por la Asociación Española de Editoriales Universitarias.

Herrscher es licenciado en Sociología por la Universidad de Buenos Aires y Máster en Periodismo por Columbia University, Nueva York. Tiene un posgrado en Periodismo Ambiental por el Instituto Internacional para el Periodismo (IIJ) en Berlín, Alemania. Es el representante para América Latina de la Asociación Internacional de Estudios del Periodismo Literario (IALJS), cuya conferencia mundial 2022 organizó en la Universidad Alberto Hurtado.

Es autor de Los viajes del Penélope (Tusquets, 2007); Periodismo narrativo, publicado en Argentina, España, Chile, Colombia y Costa Rica; El arte de escuchar (Editorial de la Universidad de Barcelona, 2015) y Crónicas bananeras (Tusquets, 2021). En 2021 publicó su primer libro colectivo como editor: La voz de las cosas (Carena, 2021).

Entre sus capítulos en libros colectivos, en 2022 publica un perfil de Cecilia Bolocco en el libro Los Ídolos, editado por Leila Guerriero (Colección Vidas Ajenas, Universidad Diego Portales), Crónica y Mirada. Ed. María Angulo. Libros del KO, Barcelona, 2013; Domadores de historias, editado por Marcela Aguilar. RIL-Universidad Finis Terrae, Chile, 2010; Analizando los medios y la comunicación. Editorial Universidad Católica de Valparaíso, 2008; La Crítica. Artes, medios y tendencias. Compilador: Omar Rincón. Universidad de los Andes, Bogotá, 2016: Memorias: conceptos, relatos y experiencias compartidas. U. de Antioquia, 2020: Latin American Wars and Literary Journalism, U. de Lorraine, Francia, 2020 y The Routledge Companion to World Literary Journalism, Londres 2022, entre otros.

Sus reportajes, crónicas y ensayos han sido publicados en The New York TimesThe Harvard Review of Latin AmericaOpera News, La Vanguardia, Clarín, Ajo Blanco, Lateral, GatopardoTravesías Etiqueta Negra, entre otros medios.

Sobre el Festival Gabo

El Festival Gabo es convocado por la Fundación Gabo, que inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.

Este año la 10º edición del Festival Gabo, además de volver a la presencialidad, y debutar en Bogotá como punto de encuentro de los narradores de Iberoamérica, celebró los 40 años del Nobel otorgado a Gabriel García Márquez y se inspiró en su discurso ‘La soledad de América Latina’.

El Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá.

7 claves para narrar la diversidad desde el pódcast

Por Rainiero Patiño M.

Muchas veces las buenas intenciones no son suficientes para crear contenidos con narrativas sobre diversidad, porque en la búsqueda de darle importancia a lo diverso se termina teorizando más de lo debido y se genera el efecto contrario: algo excluyente. Eso cree Jesús Blanquiño, especialista en creación de contenidos sonoros, durante el taller que lideró como parte del Festival Iberoamericano de Pódcast Al Oído, realizado el 23 de octubre en Bogotá, en el marco del 10º Festival Gabo.

Blanquiño, quien es jefe de proyecto de Podium Podcast (PRISA Audio), compartió con los participantes su experiencia liderando importantes contenidos de pódcast y entregó una serie de conceptos y guías para desarrollar nuevas ideas. 

¿Por qué trabajar sobre narrativas de la diversidad?

Narrar la diversidad es simplemente narrar la realidad en la que vivimos, porque todas las comunidades son diversas. Negar eso es negar una parte de la realidad. En el caso concreto del pódcast, como narrativa sonora, lo que se puede conseguir es hacer que esto sea global. Es contar estas realidades y darle voz a gente que no la ha tenido. También es un revulsivo para causas sociales, sobre todo para que sigan avanzando y para reivindicar sus figuras a nivel global.  Y sirve para conocer la variedad de voces y distintos puntos de vista, y para crear espacios seguros. 

¿A qué se le debe dar prioridad en el momento de crear contenidos sobre diversidad?

Muchas veces se tiende a pensar en protagonistas cuando se debe pensar en historias, porque al final todos estamos hechos de historias y las sociedades normalmente se conforman con un relato oral. 

Centrarse en las historias es lo que va a lograr que una pieza apele a las diferentes sociedades y personas que lo puedan escuchar. Aunque siempre sea necesario un rostro, es más importante fijarse en el contenido y no tanto en el continente.

Ahora, entender que la historia debe ser el eje narrativo no implica limitarse a una sola narrativa; todas las historias separadas pueden, y deberían, encajar juntas o pertenecer al mismo marco general.

¿Qué sigue después de encontrar la historia?

Lo principal es cómo contar esta historia y buscar a través de quién contarla. Lo otro es que hay que tener muy claro a qué audiencia se va a dirigir la historia, porque eso va a marcar el tono. Si la idea es hacer algo que sea global, es necesario acercarse a la gente. Por ejemplo, si un pódcast habla de astrofísica en un nivel científico, solo van a poder escucharlo las personas que entiendan de astrofísica. Si el tono se rebaja para hablar del mismo tema, pero pensando que la persona al otro lado no tiene idea, seguramente muchos se interesen.

¿Por dónde empezar a contar la historia?

Algo que sirve para empezar a conceptualizar un contenido o un guion es buscar un instante. Es decir, mostrar algo que ya está empezado, una situación que hará preguntarnos más cosas y a partir de allí construir. 

Cuando se hace un pódcast hay que pensar y preguntarse como oyente. Por ejemplo, pensar en qué me gustaría escuchar y qué me gustaría que eso tuviese diferente.

¿Cómo hacer para que la intención de hablar sobre diversidad no termine siendo más excluyente?

Cuando se intenta de una manera forzada darle una importancia a un asunto se puede lograr justo lo contrario; por ejemplo, al irse demasiado por la teoría en lugar de hacer algo sencillo como ver y contar la realidad, lo que se logra es poner el foco en cosas que parecen aisladas y ajenas a los oyentes. En realidad solo hace falta darles un micrófono y las herramientas a la gente para contar sus historias, porque es algo intrínseco del ser humano.

¿Cuál es el mejor formato de pódcast?

Es cierto que los contenidos más exitosos en términos de audiencia son los conversacionales, porque se les puede sacar más provecho comercial. Sin embargo, es normal que en el contexto periodístico la mayoría esté pensando en contar historias, porque es la vocación profesional del comunicador. La clave es saber darles la vuelta a esas historias periodísticas en formato pódcast.

¿En un mundo donde parece que manda lo audiovisual, cómo competir solo con sonido?

La mejor pantalla que tiene el ser humano es su imaginación. Con un buen diseño sonoro y postproducción, se puede conseguir un efecto similar al de la buena literatura: que el oyente imagine lo que está escuchando. Y eso lo hace buen pódcast porque habla directo al cerebro.   

Otra cosa que es muy importante es saber dejar silencios: con estos el oyente puede recapacitar y bajar a tierra toda la información que se le acaba de entregar. Es posible que ya estemos acostumbrados a eso que contamos, pero para mucha gente es la primera vez.

10 preguntas clave que todos nos debemos hacer en el momento de empezar un proyecto:

  • ¿Qué quiero contar?
  • ¿Para qué contarlo?
  • ¿Qué va a aprender el oyente?
  • ¿Por qué en audio?
  • ¿Hay algo similar?
  • ¿A qué suena?
  • ¿A qué debería parecerse?
  • ¿Cuál es la audiencia?
  • ¿Qué tono es el más apropiado?
  • ¿Cuál formato le quedaría mejor?

Sobre Jesús Blanquiño Rodríguez

Jefe de Proyecto Podium Podcast (PRISA Audio). Ha estudiado Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado su labor como redactor y productor desde 2015 en el Grupo PRISA en diferentes equipos de la Cadena SER (Hora 14, Hora 25, A vivir Madrid) y como locutor de radiofórmula en Cadena Dial y espacios publicitarios. Es jefe de Proyecto Podium Podcast (PRISA Audio). Desde 2017 forma parte del equipo de Podium Podcast donde ha realizado la producción de ficción y branded, entre otros, Guerra 3 ficción por la que ha sido galardonado con un Premio Ondas del Podcast en 2022 a Mejor Producción, Canónicas, Menlo Park o Pienso, luego actúo, ganador de un Premio Ondas 2020.

Sobre el Festival Gabo

El Festival Gabo es convocado por la Fundación Gabo, que inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.

Este año la 10º edición del Festival Gabo, además de volver a la presencialidad, y debutar en Bogotá como punto de encuentro de los narradores de Iberoamérica, celebró los 40 años del Nobel otorgado a Gabriel García Márquez y se inspiró en su discurso ‘La soledad de América Latina’.

El Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá.

8 claves para investigar la corrupción en temas ambientales

Por Luisa Fernanda Gómez Cruz / @ilusa_Gomez

¿Qué pasa con los miles de millones que se destinan para combatir el cambio climático? ¿Se ejecutan de forma transparente? ¿Cuentan con la participación de las comunidades? 

Hace casi una década se ha venido evidenciando la corrupción que menoscaba los recursos públicos dirigidos a la mitigación del cambio climático y la atención al medioambiente. Gloria Pallares, periodista freelance centrada en medio ambiente y desarrollo global, y Víctor Galeano, director de coberturas periodísticas en Baudó AP, con la moderación de Dora Montero, compartieron durante la charla ‘Revelar la corrupción detrás del cambio climático, un desafío de investigación’ ocho aprendizajes sobre cómo y por qué el periodismo debe investigar estos temas.

La actividad tuvo lugar en el 10º Festival Gabo y fue posible gracias a la Open Climate Reporting Initiative (OCRI) del Centre for Investigative Journalism (CIJ) del Reino Unido.

La corrupción no se queda en la política

Las consecuencias de la corrupción son reales y tangibles y van más allá de asuntos netamente políticos. El cambio climático mueve muchísimo dinero y “es importante que los periodistas dediquemos más tiempo y recursos a esas cuestiones, pues de los 632.000 millones de dólares a nivel mundial que se destinan para la mitigación del cambio climático, la mitad corresponde a dineros públicos”, cuenta Gloria Pallares, lo que hace su fiscalización un asunto de interés público.

La acción climática va más rápido que las normas

A menudo la acción climática va más rápido que las leyes y regulaciones de los países latinoamericanos, y en esos vacíos normativos se cuelan irregularidades y situaciones que afectan a las comunidades. “El mercado de los bonos de carbono, por ejemplo, es muy complejo y va bastante más avanzado que las regulaciones de nuestros países. Eso significa que tenemos personas lucrándose con la venta de créditos pero sin beneficiar a las comunidades”, dice Pallares.

Fiscalizar las finanzas

Los distintos compromisos realizados entre naciones para mitigar el cambio climático están construidos en varios niveles. Entre ellos, están los compromisos financieros entre, por un lado, los países que donan y se comprometen a dar dinero, y por el otro, los países que reciben y se comprometen a invertirlo de forma transparente y eficiente, beneficiando a las poblaciones vulnerables. Esos compromisos no han sido cumplidos y el periodismo de investigación debe revisar los tejemanejes y las estrategias que utilizan los países donantes para que parezca que han cumplido. 

“Los engaños comienzan por ahí”, dice Pallares. “A veces lo que hacen es financiar la pequeña parte de un proyecto que está relacionada con el cambio climático, pero toman el importe total de todo el proyecto y lo contabilizan como contribución”. Otra veces, toman las cifras de una ayuda que habrían dado por fuera de los compromisos y la ‘reetiquetan’ para que sea registrada como “financiamiento climático”. Pero los compromisos hablan de recursos adicionales que se deben dar. 

Buscar los compromisos

Revisar cuáles son los compromisos asumidos por cada actor: Estado, empresa y comunidad. “Eso está escrito. Vamos a buscar esos compromisos y vamos a ver hasta qué punto se han cumplido. Este puede ser un punto de entrada”, sostiene Gloria Pallares.

Investigar los vacíos de información

La opacidad, el no compartir informaciones que deberían ser públicas es el gran aliado de quienes quieren beneficiarse de una forma ilícita explotando recursos naturales. Hay que luchar, no solo desde el periodismo sino desde la ciudadanía, contra la opacidad. Si se firman contratos, concesiones forestales, se entregan millones de hectáreas a privados para que las exploten. Esos contratos tienen que estar en la página web del ministerio y con anexos. Pero con frecuencia sucede que entregan un documento de 20 folios en los que todo se remite a los anexos y los anexos no están.

La información relevante debe ser pública, en un lenguaje al que puedan acceder las comunidades afectadas. “Si las personas no pueden acceder a la información no pueden ver si hay algo irregular. Un camino es combatir la opacidad”, dice Pallares. 

Cubrir más allá de la sección de medioambiente

Actualmente hay pocos periodistas dedicados a cubrir el cambio climático y pocos medios que lo priorizan en la agenda. No todas las investigaciones relativas al cambio climático tienen que partir de un departamento o de una sección de medioambiente. Es un tema transversal que puede fácilmente partir desde la sección de economía o desde la sección de salud. 

La importancia de las alianzas periodísticas

Dado que la economía actual está globalizada, hacer alianzas dentro de los países, pero también en diferentes países o continentes es clave. “Es importante tener esta visión global de los problemas. Los cerdos que se crían en un país son alimentados con productos que vienen de otro”, señala Gloria Pallares.

Sobre Gloria Pallares

Periodista freelance centrada en medio ambiente y desarrollo global. Ha publicado en El País, Mongabay y Devex, entre otros.

Su trabajo en la Cuenca del Congo, apoyado por el Pulitzer Center, ha expuesto casos de tala y minería ilegal y debilidades en la gobernanza de proyectos de carbono en un área equivalente a la de Costa Rica.

Ha formado a medios ambientales latinoamericanos y africanos y a estudiantes de periodismo y gobernanza global. También ha escrito para iniciativas de la ONU, centros de investigación y ThinkTanks, y ha sido analista en Sudán del Sur.

Trabaja en 5 idiomas y tiene formación en Biotecnología (BSc), Biodiversidad (MSc) y Periodismo (BSc).

Sobre Víctor Galeano

Cofundador de Baudó Agencia Pública y director de coberturas periodísticas sobre medio ambiente, memoria, paz y conflicto, género e inclusión. Radicado en Colombia donde utiliza la imagen como herramienta de comunicación en temas relacionados con Derechos Humanos. Ha trabajado con diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales.

Ganador del premio de periodismo CPB 2016, nominado al premio de periodismo Gabriel García Márquez en la categoría de imagen 2016, ganador del premio SOS racismo Madrid España en el 2013, entre otros reconocimientos.

Sobre Dora Montero

Comunicadora social y periodista de la Universidad de La Sabana, en Bogotá, con gran experiencia en periodismo de investigación, y líder de opinión sobre temas socioeconómicos y de seguridad en Urabá, Chocó, Cauca, Valle y Norte de Santander. Experta en temas de corrupción, como lo explorado en el trabajo riguroso Tras la pista de los dineros públicos.

En los últimos veinte años, Montero ha trabajado con El Nuevo Día, Colprensa y Vanguardia Liberal, tres de los medios más importantes de Colombia en regiones. Además, ha sido corresponsal de Semana Review, VoteBien y La Silla Vacía; y editor en jefe en El Espectador.

Enfoca gran parte de su investigación escribiendo sobre los derechos humanos y el periodismo sensible al conflicto armado. Su trabajo ha sido galardonado dos veces con el Premio Simón Bolívar.

Sobre el Festival Gabo

El Festival Gabo es convocado por la Fundación Gabo, que inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.

Este año la 10º edición del Festival Gabo, además de volver a la presencialidad, y debutar en Bogotá como punto de encuentro de los narradores de Iberoamérica, celebra los 40 años del Nobel otorgado a Gabriel García Márquez y se inspira en su discurso ‘La soledad de América Latina’.

El Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá.

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Cubrir las élites en el actual contexto latinoamericano: un territorio por explorar en el periodismo

Los grupos de poder siempre han representado un gran reto para el trabajo profesional de los periodistas, por eso ese fue el tema central de una de las charlas en el Festival Gabo 2022. 

Por Rainiero Patiño M.

Uno de los grandes desafíos que enfrentan los periodistas latinoamericanos es la presión de las élites o grupos de poderosos en el desarrollo de su trabajo, sobre todo cuando adelantan investigaciones que tienen como protagonistas a esos mismos personajes o a miembros de sus círculos más cercanos. ¿Quiénes son?, ¿qué hacer para sobrevivir en medio de este escenario? y ¿cuál es la mejor manera de informar sobre ellos?, son algunos de los interrogantes que muchos se plantean.

Los periodistas Juanita León, Alberto Arellano, Carmen Aristegui y Pere Ortín compartieron sus experiencias sobre el tema y dan consejos para entender y saber cómo cubrir a los poderosos latinoamericanos en la charla ‘Élites sin destino’, que tuvo lugar en Bogotá en el 10º Festival Gabo.

¿Quiénes son las élites?

Carmen Aristegui, experimentada y distinguida periodista mexicana, cree que debido a su complejidad es clave hacer análisis transversales a la hora de identificar a las denominadas élites, ya que estas pueden ser grupos económicos, políticos, comerciales, sociales (o de cualquier cosa), que en apariencia podrían parecer pequeñas, pero terminan siendo muy poderosas e influyendo en la vida de las sociedades. Y hoy no existen fronteras en su composición, porque su fuerza puede estar determinada tanto por negocios lícitos como ilícitos, debido a que los poderes formales están trastocados por los poderes fácticos, y detrás de los fácticos están los poderes criminales.

Entonces, para la periodista de la cadena internacional CNN en Español, lo que serían estos poderes fácticos, que ahora claramente están impactados por el crimen, el narcotráfico y la delincuencia organizada, hace que los procesos de compresión sean muy complejos. Y al final lo que pasa es que las sociedades están sujetas a dinámicas donde la representación social está impactada en las elecciones por dinero de esas élites y acaba la sociedad teniendo democracias imperfectas o trastocadas. 

¿Por qué es tan difícil cubrir a las élites?

Juanita León, directora de La Silla Vacía, dice que lo que pasa es que es mucho más fácil entrevistar a los pobres que a los ricos: no solamente los primeros no tienen abogados, sino que tienen mucha más disponibilidad y, en términos económicos, su tiempo vale menos. Además, en cierta forma tienen mucho menos que perder hablando con los periodistas.

En el caso de las élites, la directora explica que cuando alguien hace parte de una élite tiene más capacidad de que sus historias salgan como quiere en los medios, porque tiene más capacidad de influir en el cubrimiento. Y en muchos de esos casos no tiene que salir el reportero a buscar esa historia, sino que la historia entra al periódico por otros canales más directos.

Otros temas para desarrollar 

Alberto Arellano, periodista chileno del Ciper, gracias a su experiencia en el contexto chileno, señala que entre los grandes temas que se pueden desarrollar en el cubrimiento de élites son el de indagar en la forma en que algunas de estas personas gestionan sus fortunas, cómo evitan el pago de impuestos o intentan reducir la carga impositiva sobre sus capitales y utilidades. Además, dice que es clave investigar sobre la forma en que trasladan operaciones al extranjero para efecto de herencias y sucesiones; y, por supuesto, cómo usan los paraísos fiscales con la excusa de que estos son legales, siempre de la mano de grandes grupos de contadores y abogados. 

Ataques directos

Carmen Aristegui señala que hay una preocupación generalizada con lo que está pasando con algunos presidentes en Latinoamérica, donde parece que se ha instalado el modelo de convertir a la actividad periodística  y a los periodistas en enemigos, lo que es un planteamiento político muy grave tanto para los periodistas como para las democracias.  

La estrategia, dice, parece que es desgastar, minar y aniquilar moralmente a los periodistas. En algunas ocasiones, incluso, se le aniquila físicamente y muchos de esos casos terminan en la impunidad.

Para esto se viene usando el desprestigio, la persecución en redes sociales y en los circuitos en donde el diálogo social está revuelto entre la gente que participa de forma genuina en la discusión social y todo un aparato de bots, de gente dedicada exclusivamente a ese propósito de dañar y aniquilar a los periodistas al identificarlos como opositores o enemigos. Modelo que lastimosamente es muy eficiente. 

Lo irónico, añade Aristegui, es que estas élites, sobre todo las políticas, se cuidan mucho de ir en ataques directos contra los magnates, los dueños de los grandes capitales o los líderes de grandes grupos de comunicación.

Ojo al foco

Aristegui también planteó que los periodistas latinos actualmente se están enfrentando a otra estrategia de las élites, sobre todo la política, que busca desviar el foco de su atención. La idea es que se planteen en la agenda pública, de forma deliberada, discusiones sobre temas que generan posiciones radicales, como el clasismo y el racismo, por ejemplo, porque eso le conviene al poder político. Lo que les resulta muy eficaz, dice, porque distrae la atención nacional y porque son temas que traen una carga histórica muy poderosa y despiertan mucha pasión en la gente.

¿Es inevitable que los medios y las élites tengan intereses comunes?

Juanita León cree que las audiencias están cada vez más fragmentadas, entonces hay una proliferación de medios, chiquitos o grandes, que sirven a audiencias más pequeñas, entonces hay una democratización de la información porque se tienen más opciones. Pero, sí cree que los medios han sido siempre también vehículos de las élites para proteger sus intereses y avanzar su visión del mundo.,

La transformación de la revista Semana en Colombia, explica, es un ejemplo evidente de eso, porque después que la adquirió una nueva élite, con una nueva apuesta no solo ideológica, se utilizó facilitar un meganegocio y para ganarse el favor del gobierno del momento, lo que desnudó algo que estaba presente en muchos medios, pero que en este caso fue tan burdo que no había forma de ignorarlo.

Conclusión válida 

Pere Ortin, director de Altaïr Magazine y quien participó como moderador de la charla, destacó a modo de cierre del evento:Una de las cosas que he aprendido es que el relato de las élites es un territorio aún por explorar”.

Sobre el Festival Gabo

El Festival Gabo es convocado por la Fundación Gabo, que inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.

Este año la 10º edición del Festival Gabo, además de volver a la presencialidad, y debutar en Bogotá como punto de encuentro de los narradores de Iberoamérica, celebra los 40 años del Nobel otorgado a Gabriel García Márquez y se inspira en su discurso ‘La soledad de América Latina’.

El Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá.

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Narrar las cicatrices: lo que aprendió el periodismo de Colombia después de 50 años de conflicto armado

“Gran parte de mi reflexión sobre el periodismo se basa no sólo en lo que dijimos sino en lo que callamos. Yo creo que hacer un mapa de los silencios y de las verdades que se han instalado”

Por Maria Fernanda Alarcón, estudiante de Uniandes

El cubrimiento en medios del conflicto armado interno es una narrativa que ha ocupado los titulares desde hace casi cinco décadas. Atentados, secuestros, masacres y asesinatos han colmado el imaginario popular de la prensa colombiana en un intento de seguir la radiografía de la guerra. Por ello, en el marco del Festival Gabo y bajo el auspicio de la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, cuatro periodistas reflexionaron sobre las enseñanzas que ha dejado narrar la guerra y las apuestas que se pueden hacer en esta etapa de posconflicto. 

En la charla titulada ‘Cómo la guerra impacta en el oficio periodístico’, Jonathan Bock, director ejecutivo de la FLIP puso sobre la mesa la relación entre el conflicto armado y la prensa. Entre otras cosas, les preguntó a los panelistas sobre los aprendizajes de haber cubierto el conflicto y el impacto que ha tenido la guerra en el periodismo.

Para Marta Ruiz, periodista y experta en conflicto armado en Colombia, el periodismo sirve como un borrador de la historia: un lente que permite tener una mirada histórica del país. Ruiz hizo parte de la Comisión de la Verdad, entidad estatal que surgió tras los Acuerdos de la Habana con la extinta guerrilla de las FARC y que buscó esclarecer las causas del conflicto interno. Para ella es fundamental la narrativa de no ficción desde el ejercicio periodístico como una forma de escucha y de mantener la empatía con ese otro diferente. 

Según Ruiz, este ejercicio de empatía, comprensión y memoria debe exceder lo que ella y María Elvira Samper, también periodista, apuntan es el ‘síndrome de la chiva’ (o de la primicia). En sus palabras: “Yo creo que el periodismo debió haber pensado no quién llegaba primero sino quién sabía llegar, cómo hacerlo y hacerlo bien”, apuntó Samper. Para ambas, esa inmediatez de la publicación, iba de la mano con la capacidad de la guerra de opacar las realidades que ocurren en el contexto. 

“Una de la conclusiones a las que ha llegado la Comisión  de la Verdad es que mientras se dialogaba en el Caguán y todos los medios estaban en la discusión del Caguán,  la mayor violencia del país la estaban ejecutando los paramilitares”, agregó Ruiz, refiriéndose a la creación de una zona desmilitarizada en el sur de Colombia para negociar con las FARC.  “Los paramilitares estaban arrasando, pero toda la narrativa de los medios estaba concentrada en lo que estaba pasando en la zona de despeje”. 

Lo que apuntaron Samper y Ruiz gira en torno a esa búsqueda entre las líneas de aquello que no se contó y los vacíos de narrativos auspiciados por las dificultades técnicas a la hora de cubrir la guerra en el contexto de hace 30 años, sin internet, y a punta de teléfonos inalámbricos. “Gran parte de mi reflexión sobre el periodismo se basa no sólo en lo que dijimos sino en lo que callamos. Yo creo que hay que hacer un mapa de los silencios y de las verdades que se han instalado”. Para Marta Ruiz esto último es muy importante porque hay muchas verdades que se tienen que revisar y hay muchos silencios que se deben romper. 

Por otro lado, Germán Rey, miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo, puso de presente cómo la guerra ha dinamitado los principios periodísticos como el acceso a la información. “Encontramos que había un proyecto intencionado y diversificado de los actores guerreros frente a la información, los medios y los periodistas”. Para Rey, esta injerencia de los actores armados en los medios lleva a que en tiempos de guerra la legitimidad se convierta en un bien en disputa en medio de un mapa de actores armados, todos ellos con luchas y proyectos políticos diferentes. 

Algo similar dijo Juan Miguel Álvarez, cronista del conflicto, pues una de las mayores dificultades entrañaba el cómo obtener acceso al cubrimiento concreto de episodios de guerra con sus protagonistas. Por ejemplo, a principios de los 2000 cuando la entonces FARC era imparable, sólamente los podían entrevistar quienes ellos consideraban iban a entender su causa revolucionaria como justa. “Todo iba a redundar en una conversación en torno a la justificación”. Para los periodistas es en este punto donde radica la disyuntiva del ejercicio periodístico, pues en un país que oscila entre la angustia de la guerra y la ilusión de la paz, persisten los estigmas en torno a la manera de transmitir la información en medio de una narrativa del bien y el mal. 

Ante los retos que dejó el cubrimiento de las diferentes aristas del conflicto, surge una discusión en torno al fortalecimiento de los medios regionales.  Por eso se planteó la siguiente interrogante: ¿Cómo hacer para patrocinar y auspiciar el periodismo independiente, especialmente aquel que se hace desde las regiones? De acuerdo con María Elvira Samper y los demás panelistas, los periodistas locales y de regiones son fundamentales en la medida que logran narrar las vicisitudes que se forman en los territorios. 

A pesar de esto, o quizás en virtud de estas condiciones, el periodismo regional se encuentra asociado a la soledad y al aislamiento con una proximidad letal a los núcleos fuertes de violencia, elemento que mencionó Germán Rey.  Ante esto, una alternativa que propuso María Elvira Samper en el evento giró en torno a pensar en un periodismo colaborativo que privilegie la información de largo aliento y pueda nutrirse de alianzas para hacer un ejercicio responsable con la información y con protección al periodista y a su ejercicio profesional. 

Así fueron las cuatro reflexiones de los periodistas testigos de la guerra, quienes plantearon ante la audiencia del Festival una serie de cuestiones sobre aquello qué les dejó narrar la historia colombiana del conflicto y cómo podría labrarse un camino para entender las nuevas dinámicas del posconflicto que aún entrañan formas de violencia que merecen ser contadas. 

Originalmente publicado en El Uniandino. Edición adicional por Fundación Gabo.

Sobre el Festival Gabo

El Festival Gabo es convocado por la Fundación Gabo, que inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.

Este año la 10º edición del Festival Gabo, además de volver a la presencialidad, y debutar en Bogotá como punto de encuentro de los narradores de Iberoamérica, celebra los 40 años del Nobel otorgado a Gabriel García Márquez y se inspira en su discurso ‘La soledad de América Latina’.

El Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá.

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5 aspectos a tener en cuenta al contar historias sobre reciclaje

Por Luisa Fernanda Gómez Cruz / @ilusa_Gomez

Poner la basura en la caneca es solo el primer paso de un largo recorrido que hacen los residuos y que afecta al medioambiente. Pero no exclusivamente; también incide en las vidas de miles de personas que se dedican a la recolección y transformación de materiales reciclables. Tener esta consciencia es fundamental para los medios de comunicación y generadores de contenidos ante la necesidad de estimular acciones para mitigar la crisis climática, así como para reconocer la labor de los trabajadores que tratan de darle una segunda vida a los residuos.

¿Cómo disminuir ese impacto que generamos? Alrededor de esta pregunta giró la charla ‘El reciclaje, una apuesta por el medio ambiente, la economía y la inclusión’, que fue posible gracias a Latitud R y contó con la participación de Nohra Padilla Herrera, presidenta de la Asociación Nacional de Recicladores de Colombia, y Sara Samaniego, la persona detrás del personaje ‘Marce la Recicladora’, con la moderación de Jazmín Acuña, periodista, cofundadora y directora editorial de El Surtidor. Estas son las cinco conclusiones de la conversación.

La importancia de separar los residuos

Erróneamente las personas dicen que “reciclan” en sus casas, al referirse en realidad al acto de separar los materiales —’reciclaje’ es el proceso a través del cual se convierten esos materiales en nuevos productos—. Más allá de la confusión en el lenguaje, que parte del desconocimiento generalizado, separar los residuos es fundamental porque estamos frente a una “crisis social, ambiental y económica que no es solo el cambio climático. Es la escasez de recursos naturales. Es la contaminación de aguas, suelos y aire”, sostuvo Nohra Padilla. Muchos de los residuos que hay en ríos, mares y rellenos sanitarios son materiales reciclables, son recursos naturales. “Tenemos que dejar de producir basura para generar residuos que estén separados en las oficinas, en las industrias, en las casas y en todos lados donde se estén generando, que tengan una clara corriente de manejo y que podamos aprovechar la mayor parte”, complementó Padilla.

Ver la separación de residuos como una co-responsabilidad

Para Sara Samaniego, al separar los residuos no se le está haciendo un favor al medioambiente ni a los recuperadores de oficio. “Cuando nosotros compramos una botella de agua, no solo compramos el agua, estamos comprando el empaque. Por lo cual, lo mínimo que deberíamos hacer es hacernos responsables de lo que nosotros mismos estamos comprando”. Si no se toman acciones para disminuir la cantidad de residuos que terminan mal depositados las consecuencias serán sufridas por la misma humanidad

Hay que cambiar la forma de ver a los recicladores

A pesar de que aumenta la consciencia ambiental, no cesan los prejuicios contra los recicladores. “Se reconoce el beneficio porque hay millones de toneladas de materias primas que vuelven a ser papel, botellas o una varilla. Se reconoce el impacto del oficio, pero no se reconoce a los recicladores”, dijo Nohra Padilla.

Hacen falta políticas para mejorar las condiciones de vida y trabajo de los recicladores

En Colombia más de 60.000 familias de recicladores viven de la recuperación, de la recolección y acopio de material. Y otras 15.000, del beneficio de transformar el plástico en bolsas o las latas de aluminio en barrotes. Alrededor del sistema de reciclaje hay miles de trabajos formales e informales, por lo que es necesario dignificar su trabajo e incidir en la creación de políticas públicas que mejoren sus condiciones de vida.

Los periodistas tenemos un papel

“Los periodistas pueden ayudar no solo a la sensibilización sino también poniendo la crítica y cuestionando al manejo político que se le da a los residuos”, dice Nohra Padilla, pues cuenta que hay políticas que brindan incentivos perversos a las empresas para que se recoja mucho y se entierre mucho y muy rápido, en lugar de hacer programas que promuevan la separación. 

Sobre Nohra Padilla

En 2013 fue galardonada con el Premio Medioambiental Goldman en la categoría “América del Sur”. Es la líder y portavoz de las asociaciones de recicladores de Colombia.

En su papel como líder sindical, Nohra Padilla aún la lucha por la justicia social (es decir, la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores) y los objetivos medioambientales.​ En sus propias palabras, “la fuerza mía creo que sale de las ganas de que se haga justicia con nuestro gremio, de que la sociedad nos valore. Sueño y trabajo para que todos los recicladores en Colombia sean remunerados justamente”. Su objetivo último es que las asociaciones consigan organizarse de tal modo que formen empresas dedicadas a la recolección y transformación de materiales. Tal y como se define ella misma, “humildes pero valientes”.

Sobre Sara Samaniego

Es comunicadora Social de la Universidad Javeriana, creadora de “Marce la recicladora” y cofundadora de la fundación Reciclando Amor. El cuidado del medio ambiente ha sido una preocupación constante en la vida de Sara, quien siempre ha querido sensibilizar a la humanidad sobre esta problemática y mostrarle a la gente cómo pueden contribuir a que esto mejore.

Sobre Jazmín Acuña

Cofundadora y directora editorial de El Surtidor, un medio digital de Paraguay especializado en periodismo visual, ganador del premio Gabo en innovación en 2018. En su equipo ella promueve la cobertura en profundidad de la crisis climática, género, desinformación y el abuso de poder. En 2020 fue parte del equipo regional de reporteros liderados por El Clip, que recibió el premio Ortega y Gasset por excelencia en investigación por la investigación Transnacionales de la Fe.

Sobre el Festival Gabo

El Festival Gabo es convocado por la Fundación Gabo, que inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.

Este año la 10º edición del Festival Gabo, además de volver a la presencialidad, y debutar en Bogotá como punto de encuentro de los narradores de Iberoamérica, celebra los 40 años del Nobel otorgado a Gabriel García Márquez y se inspira en su discurso ‘La soledad de América Latina’.

El Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá.

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5 lecciones de periodismo de los ganadores del Premio Gabo 2022

El Festival Gabo volvió a la presencialidad con su décima edición, que se realizó en Bogotá del 21 al 23 de octubre. Para dar inicio oficial a las festividades, se realizó el acto de entrega del Premio Gabo 2022, en el que los ganadores de las cinco categorías del concurso –Texto, Imagen, Cobertura, Audio y Fotografía– recibieron oficialmente el galardón, tras ser anunciados el pasado 11 de octubre.

Durante sus discursos de aceptación los autores y representantes de equipos ganadores compartieron estas cinco lecciones de periodismo. Joao Porfírio, ganador en Imagen, y Rodrigo Abd, ganador en Fotografía, lo hicieron a partir de su experiencia retratando la guerra en Ucrania; y Ricardo Robins, ganador en Texto, Alejandra Gutiérrez, ganadora en Cobertura, y Nicolás Maggi, ganador en Audio, desde historias ya acaecidas, en 2014, 2017 y 2019 respectivamente, a las que aportaron nuevos ángulos.

Apostar por ‘periodismo lento’ trae su recompensa

Ricardo Robins, ganador en Texto con la crónica “El polizón y el capitán: “Quiero agradecer a nuestro editor por apostar a un texto fuera de agenda. La primera entrega la leyeron miles de personas y, cuando publicamos todo el trabajo junto, 25 mil personas accedieron a verlo. 

Lo resalto porque quiero valorar el periodismo lento; no lento de perezoso, sino de que respeta el tiempo, que necesita un proceso que es más bien artesanal, que le da el tiempo que la historia se merece. Tiempo por ejemplo para releer Relato de un náufrago, buscar pistas en Moby Dick para bucear en los detalles, en los cómo y en los porqué”.

El periodismo cuenta la actualidad, pero a la vez hace memoria

Rodrigo Abd, ganador en Fotografía con el reportaje “El dolor silencioso de Ucrania: “Tengo muy claro que ninguna foto para ningún conflicto: ni siquiera la foto de Nick Ut de la niña de napalm paró el conflicto de Vietnam. Eso lo tengo muy claro, pero también creo que el trabajo que hacemos en fotografía es fundamental no solo para contar el día a día como hace una agencia de noticias o un periódico, sino que también creo que debería servir como un documento, como una evidencia de lo que está pasando en Ucrania, de todas las masacres que nosotros hemos visto”.

Joao Porfirio, ganador en Imagen con el especial “Andriivka: “Este [Premio Gabo] solo sirve para una cosa: para que nadie se olvide de aquellas personas que vivieron 30 días bajo la ocupación de las tropas rusas. Personas asesinadas, torturadas, violadas, privadas de la vida y cuyos hogares fueron destruidos”.

El periodismo no detiene la guerra, pero puede esclarecerla

Joao Porfirio: “Estas personas, las que sobrevivieron, pudieron contarnos cómo han vivido, o sobrevivido, esos días. De eso se trata el periodismo: dar voz a los que no tienen. El testimonio de estas personas será fundamental para cualquier investigación de crímenes de guerra cometidos allí. Este es también nuestro papel como periodistas”.

Rodrigo Abd:  “Hace dos días estaba en Buenos Aires, viendo una película, 1985, que habla del juicio a los genocidas argentinos, en el que hubo un fiscal extraordinario que tuvo el coraje de juzgar a los militares (…); pero, para eso, tuvo que reunir evidencias, documentos, fotografías testimonios de los valientes, de las víctimas. 

Y eso espero: que las fotografías –no solo mías, sino también todas las fotografías los vídeos que se están haciendo desde febrero hasta ahora– sirvan como evidencias de masacres, para que en algún momento ojalá que alguien sea juzgado por todo lo que está pasando allá, porque es terrorífico”.

El aparente final de una historia es el inicio de otra

Alejandra Gutiérrez, ganadora en Cobertura con el especial “No fue el fuego: “El caso del Hogar Seguro Virgen de la Asunción, la tragedia y el crimen donde murieron calcinadas y asfixiadas 41 niñas y adolescentes y  sobrevivieron 15, sucedió en 2017 y en términos prácticos ya es historia, en especial cuando hay un proceso judicial que se extiende y se demora en el tiempo. 

El humo se disipó hace años, pero hay sobrevivientes que aún llevan las cicatrices, hay familiares que lloran y buscan justicia. Es el pasado, pero también es el presente, y es el futuro porque miles de niñas, niños y adolescentes en Guatemala viven en vulnerabilidad, golpeadas por las desigualdades, por el clasismo, por el racismo, por un Estado y una sociedad que les da la espalda.

Y así pensamos acudir a esa narración en diversos tiempos, en ser un espacio para contar el presente, un archivo del pasado, pero también una plataforma en la que podamos seguir imaginando y pensando que esto no es normal, que esto no se justifica, que esto podría y debería ser diferente”.

El buen periodismo es capaz de desentrañar los problemas de las sociedades actuales

Nicolás Maggi, ganador en Audio con el pódcast “La segunda muerte del Dios Punk: “Hace poco una persona me dijo una frase después de escuchar nuestro pódcast: ‘Cuando escribas la biografía de tu amigo, hazlo como si estuvieras vengándole’. Y si bien nosotros no buscamos de ninguna manera la venganza en este en este trabajo, sí la reivindicación del Dios Punk, de Javier Messina. Y fue su padre, Alfredo Messina, el que sentó la tónica de este trabajo al decirme ‘Yo no tengo nada contra [la mujer que lo denunció], pero esto no puede volver a pasar nunca más. Hay que encontrar cuáles fueron los dispositivos sociales que operaron en este caso tan trágico para que mi hijo se quitara la vida’.

Nosotros quisimos contar todas las cartas que podemos poner sobre la mesa sin decir claramente cuál nosotros pensamos que es la definitiva, porque en realidad hay un árbol de causas en esta en esta tragedia.

[Yemina Paz, creadora de la imagen del pódcast] le aportó su mirada de mujer a un tema que era espinoso. Podíamos ser malentendidos, que es un error que cometemos muchos periodistas últimamente, porque tenemos miedo de que por querer opinar de un tema que es espinoso se nos cancele a nosotros mismos también, y eso nos exigía mucha responsabilidad. 

Claramente, la mirada de una mujer en el equipo era necesaria para hablar del tema de las cancelaciones, del tema del punitivismo de las redes sociales, del anonimato y de toda esta violencia que es ejercida tanto en las redes sociales, como a veces en la vía pública de forma ciega, sin tener en cuenta quién está enfrente”.

Sobre el Festival Gabo

El Festival Gabo es convocado por la Fundación Gabo, que inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.

Este año la 10º edición del Festival Gabo, además de volver a la presencialidad, y debutar en Bogotá como punto de encuentro de los narradores de Iberoamérica, celebra los 40 años del Nobel otorgado a Gabriel García Márquez y se inspira en su discurso ‘La soledad de América Latina’.

El Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá.

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¡Gracias Bogotá! Nos vemos en el Festival Gabo 2023

Del 21 al 23 de octubre de 2022, Bogotá fue el escenario del Festival Gabo, que tras su décima edición –la primera en la capital colombiana– se consolida como el espacio por excelencia de los contadores y amantes de las historias y el mayor encuentro dedicado al periodismo, la ciudadanía y la cultura de Iberoamérica.

Alrededor de 4.000 asistentes disfrutaron de la programación del Festival Gabo 2022, que contó con 115 actividades y más de 100 invitados de diferentes partes del mundo. Revive las principales actividades del Festival Gabo 2022 aquí

La celebración de los 40 años del Nobel de Literatura a Gabriel García Márquez fue el eje central del 10º Festival Gabo –primera edición presencial tras dos años de virtualidad– a través de una programación que incluyó conferencias, charlas, talleres, conciertos y exposiciones, en temas tan variados como poesía, literatura, medio ambiente, innovación, género y diversidad, feminismo, medios emergentes, pódcast y narrativas sonoras, libertad de prensa, paz, nuevas narrativas sobre drogas, entre muchos otros.

El Gimnasio Moderno fue la sede oficial y punto central de la programación.Un hermoso y céntrico escenario, que se vistió de colores para celebrar la calidad y la diversidad de las historias..

Esta gran fiesta también pudo vivirse en tres bibliotecas de la Red de Bibliotecas Públicas de Bogotá, la Pontificia Universidad Javeriana, AMI, la Torre Atrio de Bancolombia, Fescol, el Fondo de Cultura Económica y Ojo Rojo Fábrica Visual que acogieron actividades en el marco del Festival.

Jaime Abello Banfi, director general y cofundador de la Fundación Gabo, entregó un balance satisfactorio del primer Festival Gabo en Bogotá y confirmó el regreso del evento en 2023. “Estamos contentos porque al Festival Gabo le fue muy bien en su tránsito a Bogotá, esta ciudad en la que García Márquez profundizó sus capacidades como periodista y donde adelantó varias iniciativas y emprendimientos periodísticos. Hubo una concurrencia excelente y estamos tremendamente animados porque se ha retirado el compromiso con nuestros aliados institucionales para hacer el Festival Gabo 2023 en Bogotá”.

Durante la ceremonia de entrega del Premio Gabo, que dio inicio oficial al Festival Gabo el pasado 21 de octubre, la secretaria de Cultura de Bogotá, Catalina Valencia, expresó su satisfacción ante la llegada del evento a la capital colombiana. ”Me siento muy orgullosa de acoger este festival y, en nombre de la alcaldesa

mayor, Claudia López, también abro las puertas, abro el corazón y le abrimos las puertas a nuestro Festival Gabo, que en el 2023 se verá recargado y continuará consolidándose como un imperdible de la agenda cultural de la región”.

El 10º Festival Gabo reunió a los ganadores del Premio Gabo 2022 en sus cinco categorías: Texto, Imagen, Cobertura y, por primera vez, Audio y Fotografía, quienes recibieron su galardón tras haber sido anunciados previamente el 11 de octubre. Además, el cronista mexicano Juan Villoro fue homenajeado luego de ganar el Reconocimiento a la Excelencia Periodística del Premio Gabo 2022. “El periodista que cree que merece galardones no es buen periodista. La realidad siempre importa más que nosotros. Conviene recordarlo en tiempos del periodismo selfie, en el que sobran los cronistas que se reportean a sí mismos”, expresó durante su discurso de aceptación.

¿Quiénes hacieron posible el Festival Gabo?

La décima edición del Festival Gabo fue posible gracias a la alianza entre la Fundación Gabo y los grupos Bancolombia y Sura, con sus filiales en América Latina, aliados que, durante 10 años ininterrumpidos, han contribuido con la evolución y consolidación del mayor encuentro dedicado al periodismo, la ciudadanía y la cultura de Iberoamérica. A esta alianza se sumó a partir de 2022 la Alcaldía Mayor de Bogotá, a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, SCRD y el Instituto Distrital de las Artes, Idartes.

Gracias a ellos, esta décima edición se robusteció y amplió para convertirse en un plan y evento de ciudad, con el que Bogotá palpitó al ritmo de las historias durante 3 días de fiesta.

Datos e historias de sostenibilidad: una parte del camino que han recorrido los medios nativos digitales en Iberoamérica

Una presentación general de ‘El hormiguero’, un mapeo de medios digitales en España y Portugal y una charla con cuatro exponentes de medios digitales en América Latina tuvo lugar en la Universidad Javeriana como preámbulo al 10º Festival Gabo.

Por Marcy Alejandra Rangel

Entre tres, cinco y diez años tienen los medios nativos digitales de América Latina que ahora se escuchan virales en sus países gracias a las historias de resiliencia, feminismo y enfoques editoriales innovadores que existen. Algunos suman reconocimientos internacionales y, eso sí, conexión con sus audiencias desde la misma pronunciación de las frases novedosas con las que han nombrado a sus medios. Una muestra representativa ha sido mapeada en El hormiguero, una investigación dirigida por Germán Rey que publicó recientemente la Fundación Gabo con el apoyo de la Google News Initiative y que alberga a 1.521 medios nativos digitales de 12 países que van desde México hasta la Patagonia.

Esta fue la excusa para reunir a estudiantes, directores de medios y público general en el Centro Ático de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá el 20 de octubre, como antesala a la programación formal del 10º Festival Gabo. El académico Germán Rey presentó un resumen ejecutivo de El hormiguero, donde muestra cómo de un inventario inicial de 9.365 medios se pudo hacer una verificación de medios que tienen distinta índole. 

Dentro de las conclusiones presentadas por Rey en la plenaria estuvieron: 

  • El cuestionario fue respondido por 359 medios nativos digitales de los 12 países, lo cual corresponde al 23.60% de la base de datos construida.
  • La calidad de los medios nativos digitales radica en los valores periodísticos que siguen siendo resaltados, aunque varía su comprensión y también sus prioridades.
  • La calidad está unida a una crítica de la objetividad y la imparcialidad, tal como ha sido definida tradicionalmente.
  • El rigor, la construcción social de la verdad, el pluralismo, la dignificación de los sujetos de la información y la independencia y la transparencia, son dimensiones de la calidad de los medios digitales.

Una de las conclusiones también fue la comprensión del periodismo como servicio público y la visión que tienen algunos medios de hacer un periodismo que además de informar cumpla un papel activista dentro de la sociedad, tema que fue un debate durante la charla que sucedió luego de la presentación de Rey. Se tituló ‘Medios nativos digitales: ¿Es posible hacer periodismo de calidad, sostenible e innovador en América Latina?’ y asistieron Albor Rodríguez, de La Vida de Nos, por Venezuela,;Alejandra Higareda, de Malvestida, por México; Wilfredo Miranda, de Divergentes, por Nicaragua, y Paola Jineth Silva, de Agenda Propia, por Colombia.

Los ponentes conversaron sobre la historia de sus medios y cómo, por ejemplo, La Vida de Nos se dedica a hacer historias cotidianas de resiliencia; Malvestida sobre un feminismo activista contado de una forma innovadora; Agenda Propia integra voces indígenas en su narrativa y Divergentes intenta contar la historia de un país en crisis atravesando la censura y saliendo airoso.

Pilar Martínez-Costa, por su parte, tuvo un momento para presentar los resultados de un mapeo de medios nativos digitales que realizó junto a su equipo en España y Portugal del cual presentó una versión beta de un mapa de esa región de Europa. “Sí hay talento, hay un contenido interesante y hacer cosas nuevas y diferentes tiene que funcionar’”,mencionó la académica.

Sobre la sostenibilidad, agregó: “Está claro que es un gran tema, no solo económica sino en un sentido más amplio, porque no todo puede ser la publicidad, la suscripción o los donativos, hay que buscar formas nuevas a través de información, capacitación, eventos, nuevos productos, influencers que tienes que tener. Tienes que conseguir que la gente de tu redacción se vuelva referente del medio en redes sociales”. Además, dio datos sobre la calidad de las piezas que se están produciendo en los medios nativos digitales y la vigencia de los valores del periodismo, que son propias del buen ejercicio y sostenibilidad.

Sobre el Festival Gabo

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Este año la 10º edición del Festival Gabo, además de volver a la presencialidad, y debutar en Bogotá como punto de encuentro de los narradores de Iberoamérica, celebra los 40 años del Nobel otorgado a Gabriel García Márquez y se inspira en su discurso ‘La soledad de América Latina’.

El Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá.

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