Continente Cautivo

15.000 asistentes vivieron el Festival Gabo 2018

Foto: Joaquín Sarmiento/FNPI.

Durante tres días Medellín fue la capital del periodismo iberoamericano siendo sede de la sexta edición del Festival Gabo, que en esta ocasión compiló todas las historias detrás del relato para contárselas a los 15.000 asistentes que vivieron las 75 actividades realizadas en once espacios de la ciudad, distribuidos en el Jardín Botánico, el Parque Explora, el Museo de Arte Moderno, Casa Museo de la Memoria y seis universidades: Eafit, Universidad de Antioquia, Universidad Católica Luis Amigó, Universidad de Medellín, Universidad Pontificia Bolivariana y el Instituto Tecnológico Metropolitano (ITM).

Los 150 invitados que le dijeron sí a la cita anual con el periodismo de excelencia, de innovación y con coherencia ética expusieron sus vivencias, experiencias y saberes frente a las audiencias que tuvieron la oportunidad de interactuar con ellos, además de preguntarles sobre los temas de este oficio que le interesan a la región.

Durante la mañana del primer día, en la Maratón de las mejores historias de Iberoamérica, se revelaron los procesos y las experiencias de los finalistas de las cuatro categorías de concurso —Texto, Imagen, Cobertura e Innovación— y los medios que utilizaron para lograr una historia que fuera finalista de este galardón, considerado el mejor del periodismo iberoamericano.

Esa tarde la lluvia no fue impedimento para que siguieran las actividades del Festival Gabo. Con paraguas en mano llegaron los asistentes para escuchar las charlas de Masha Gessen, Antonio J. Rodríguez, Carolina Robino, María Elena Salinas, Gonzalo Celorio, Ignacio Escolar, Alonso Sánchez Baute, Jineth Bedoya, Leila Guerriero, Álex Grijelmo y todos los invitados que hicieron parte del itinerario del día uno.

El día dos del Festival Gabo comenzó con actividades variadas de Premio Gabo, Periodismo de tú a tú y la Cocina del Periodismo, con la participación de Martín Rodríguez Pellecer, Eduardo Salles, Carolina Torreblanca, Pedro Burgos, Patricia Nieto, quienes hablaron de los proyectos periodísticos más innovadores, en un formato en el que primó la interacción con la audiencia.

Esta jornada estuvo enmarcada por la ceremonia del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo 2018, en la que se exaltaron los mejores trabajos periodísticos de Iberoamérica. Allí se conocieron las historias ganadoras de las cuatro categorías: Un niño manchado de petróleo, en Texto; Memoria, verdad y justicia para las pibas, en Imagen; Venezuela a la Fuga, en Cobertura; y Los desterrados del Chaco, en Innovación. Así mismo, se hizo entrega de los reconocimientos Clemente Manuel Zabala, a Diego Martínez Lloreda, director de información del diario El País, de Cali; y a la Excelencia al periodista español Ignacio Escolar, director de eldiario.es.

A lo largo de los tres días del Festival Gabo, las muestras fueron permanentes para los asistentes, entre ellas ‘Africamericanos’, una exposición colectiva que incluyó fotografías de Liliana Angulo, Maya Goded, Sandra Eleta, Jorge Panchoaga, Cristina de Middel y Bruno Morais, con la curaduría de Claudi Carreras y Germán Rey, y el ciclo de documentales de Caio Cavechini, que incluyó tres proyecciones de sus mejores trabajos.

La ética periodística tuvo su espacio con Javier Darío Restrepo, Mónica González, Jorge Cardona, Gumersindo Lafuente y otros invitados que hicieron parte de las actividades del tercer día del Festival Gabo 2018. En simultáneo todos los escenarios del evento recibieron a invitados y asistentes para cumplir las últimas actividades del Festival, que cerró con la tertulia musical en homenaje a Gabo, con los vallenatos de Leandro Díaz.

Alonso Sánchez Baute, Ariel Castillo, Marina Quintero e Ivo Díaz, hijo del fallecido juglar vallenato, expusieron las similitudes que tenía el compositor de canciones como Matilde Lina y La diosa coronada con Gabriel García Márquez, mientras interpretaban las canciones de Díaz.

Fueron tres días en los que se respiró periodismo, cheveridad, arte y cultura en Medellín, en esta fiesta de historias para mentes curiosas que honra el legado periodístico de Gabriel García Márquez.

Abandonar la racionalidad y otras lecciones de Natalia Viana sobre la elaboración de un reportaje

Foto: Natalia Viana, directora de Agéncia Pública. Joaquín Sarmiento/FNPI.

Por Marcela Madrid Vergara

En 2015, la periodista brasilera Natalia Viana encontró en un informe público un dato inquietante: el municipio con mayor población indígena de Brasil era también el que presentaba el mayor índice de suicidios. Sin mucho más contexto y sin la certeza de que encontraría una historia, emprendió un viaje de cuatro horas de avión y tres días en barco hasta San Gabriel de Cachoeira en la amazonía brasilera.

Ese era apenas el comienzo de una profunda investigación que la llevaría a escarbar en los conocimientos históricos, sociológicos y espirituales de los 23 pueblos que habitan la región. Fue un trabajo de cinco meses que resultó en el reportaje San Gabriel y sus demonios, ganador del Premio Gabo en 2016.

La directora de Agéncia Pública y miembro del Consejo Rector de la FNPI compartió algunas de las lecciones de ese proceso con los asistentes al taller ‘Cazando demonios: cómo hacer reportajes investigativos en un medio independiente’, durante el Festival Gabo 2018.

No tener miedo a hablar de temas sensibles

Una de las dudas más recurrentes por parte de los asistentes al taller fue cómo abordar historias relacionadas con un tema tan delicado como el suicidio. Era una inquietud compartida con la autora: “Mi temor era que al publicar, este texto incitara a más personas a matarse”.

Luego de consultar a sicólogos y a otros periodistas, llegó a la conclusión de que debía hablar del tema a pesar de que fuera un misterio, un tabú y que ni la ciencia o la medicina tuvieran respuestas. La clave era ir más allá de los suicidios para buscar la raíz del fenómeno, que se remontaba, en este caso, a décadas atrás durante la colonización religiosa.

Escuchar hasta abandonar la propia racionalidad

Natalia Viana llegó a San Gabriel sin una hipótesis sobre las causas de los suicidios. Lo que hizo desde el primer momento fue escuchar a la gente, personas que la fueron llevando de un lado a otro encontrando nuevas pistas. En ese recorrido habló con familiares de las víctimas, pastores, policías, chamanes, sicólogos y antropólogos.

De las fuentes indígenas escuchó decenas de historias sobre visiones, monstruos acuáticos, demonios o sueños premonitorios. “Cuando estás ahí, la loca eres tú que no ves la cobra grande o el hombre de negro”. Luego entendió que ahí existe otra percepción de la humanidad, de lo vivo y lo muerto, así que “toda la historia se basó en respetar lo que ellos están viviendo en lugar de pensar que están locos o inventándose cosas”.

Atreverse a contradecir la historia oficial

La primera versión que apareció en San Gabriel era que un profesor de la escuela estaba induciendo a los jóvenes al suicidio, una teoría que tomó fuerza cuando la policía lo acusó públicamente y los medios replicaron la historia. “La ciudad quería un culpable”, explica la reportera, hasta el punto que el profesor tuvo que huir del pueblo y empezar de cero.

En el terreno, Viana decidió comprobar esta historia y encontró pistas que la ponían en duda, como que los suicidios continuaron después de la partida del profesor. “Luego de ver muchas cosas así de concretas, decidí absolverlo”.

Cazar los datos, la mitad del trabajo

Cuando regresó a Sao Paulo, Natalia todavía estaba lejos de enfrentarse a la hoja en blanco. Así resumió su método para organizar el material: “Hago un cuadro con los temas principales y voy llenando con lo que tengo y lo que falta de cada historia. A partir de ahí sigo buscando datos y datos”.

La tabla le planteaba dos grandes tareas: la primera, entender qué sucedió décadas atrás durante la colonización indígena en Brasil y, por otro lado, descubrir qué estaba haciendo actualmente el Gobierno por detener los suicidios en esta comunidad.

Ninguna de las dos metas era sencilla. Por un lado, la evangelización por parte de los jesuitas estuvo intencionalmente indocumentada durante la dictadura. En cuanto a la información sobre suicidio, “los datos son malísimos, yo misma encontré cinco o seis casos no documentados cuando estuve ahí”. Fueron entonces jornadas enteras de inmersión en archivos históricos y entrevistas con funcionarios, sicólogos y expertos.

Bonus: ¿Por dónde comenzar?

Al tener tantas historias diversas dentro de un mismo texto, esta puede llegar a ser una pregunta agobiante. Así lo hace Natalia Viana: “Para saber por dónde empiezo a escribir me sirve mucho contarle la historia a alguien y darme cuenta de qué es lo que le interesa más. Así conozco cuál es el camino natural de la curiosidad”.

 

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.

 

Hojas de vida: un taller para relatar la identidad de los jóvenes de Antioquia

Por Renata Cabrales

Los jóvenes de décimo y undécimo de la institución educativa rural El Tablazo tuvieron un viaje a la tierra del Nunca Jamás, con la diferencia de que no se trataba de un mundo de hadas, sirenas, cuevas y entradas secretas, sino de sus propias comunidades, ubicadas en el municipio de Barbosa, Antioquia.

Gracias al taller ‘Hojas de vida’, promovido por Comfama en el marco del Festival Gabo 2018 y liderado por el argentino Marcelo Franco, periodista y maestro de la FNPI – Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, 25 jóvenes aprendieron técnicas periodísticas para contar de una manera distinta sus vidas y realidades.

Esta actividad usa la metodología del Taller Cronicando, una iniciativa del Centro Gabo de la FNPI, que desde hace dos años dirige Franco en Cartagena, con el objetivo de enseñar a jóvenes en edad escolar a contar cuentos que son verdad.

Así fue el taller ‘Hojas de vida’
Jóvenes participantes del taller conectan sus vivencias con la cultura digital a través de la realización de su primera selfie periodística.

La visita de Marcelo Franco a El Tablazo marcó el principio de una relación llena de cercanía y empatía. “¡¿Qué el profe va a venir hasta acá!?”. No podían creer que alguien los visitara de tan lejos y, mucho menos, que quisiera conocer dónde estudian y cómo viven. “Un bacán”.

Investigar, narrar y compartir. Tres momentos de 25 caracteres que encierran un sinfín de posibilidades, habilidades y herramientas, algunas de las cuales pudieron desarrollar jóvenes como Valeri o Jeison, en la recta final para ser bachilleres.

El género usado por el maestro de la FNPI para que escudriñaran su vida y comunidad con otros ojos fue el perfil periodístico. “Volver a mirar, volver a escuchar, caminando la comunidad a la que pertenecen, que tiene la dimensión familia, escuela, vereda”. Y fue todo un juego.

Trazos, temperas, crayones, cartulinas y hasta selfies, “porque muestran rasgos y actitudes”, hicieron parte de las herramientas con las que recordaron dónde están parados, cómo miran, son o no son mirados por su familia, amigos o profesores, todo con el propósito de mejorar la expresión de su propia identidad.

Conociendo las etapas del taller 
Jóvenes participantes del taller elaboraron este mapa de la vereda. “Es un mapa caminado o 2.0”, explica Marcelo, porque los jóvenes se lo muestran a sus familiares o vecinos para que ellos cuenten qué les falta.

1. Investigar: en esta fase del taller el profesor Marcelo Franco viajó a la zona rural El Tablazo. Antes de ello los estudiantes ya debían haber contestado a preguntas o comentarios como:

– Lo que cuentan de mí mis padres, parientes, vecinos.

– Un minuto, una hora o un día en mi vida que recuerde con mucha intensidad.

– Cambios físicos que me sucedieron mientras crecía

– Qué valoro yo en los demás

2. Narrar: en esta fase los jóvenes ya tienen qué contar, dado que han caminado la comunidad o han hecho un viaje a su propia identidad. Todo lo recopilado es obra gris que los mismos asistentes al taller convierten en piezas textuales, gráficas o visuales, que en algunos casos trabajan de manera individual, grupal o colectiva. Piezas que al final ensamblan y convierten en un gran muro de actualidad.

3. Compartir: es el momento en el que los estudiantes intercambian ideas y sensaciones de lo trabajado, incluso, salen del salón donde estuvieron dos días concentrados, para compartirle a los visitantes del Festival Gabo lo que termina siendo el mapa de sus vidas.

Ese gran mapa no tiene como punto final el cierre de los talleres realizados en el Jardín Botánico de Medellín. Los jóvenes tienen la misión de replicar lo vivido a otros estudiantes de la vereda. Y, como el “bacán” de Marcelo, tendrán que animar al resto de sus “parceros”. ¡Excelente, te pintaste muy bien, qué crees que te falta!

El taller tiene como marco la máxima de Gabriel García Márquez de que la crónica consiste en cuentos que son verdad. Aquí no hay lugar a la imaginación, no hay ficción. Utilizamos, sí, arte, fotografía, literatura, para reconstruir acontecimientos de la realidad, de la proximidad y de la relevancia. – Marcelo Franco

Y es que la única forma de mejorar esos auto-perfiles es que sigan trabajando juntos, ya no en un salón, sino cerca a su riachuelo, las montañas, el cultivo, las vacas, con su familia, sus profes, junto a lo que los llena de alegría o frente a lo que los preocupa: los estragos del cambio climático en su comunidad, los robos cuando se va la energía, los asesinatos o el consumo de droga en “La plaza”, allí donde otros jóvenes como ellos fuman marihuana como si no hubiera un mañana.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.

Pistas para sacarle el jugo a los grupos de Facebook

Luis De Uriarte, gerente de relaciones estratégicas de Facebook en México. Foto: Julián Roldán/FNPI.

Por Renata Cabrales

¿Qué une a madres solteras, exveteranos de guerra u homosexuales en distintos lugares de una ciudad, país o continente? La respuesta se resume en la misión de Facebook: darle a las personas el poder de crear comunidades y acercar al mundo.

Se trata de una misión, que en su estado más puro, cumplen las personas u organizaciones que han sabido sacarle el jugo a los grupos de Facebook, tema central del taller ‘Crear comunidades con los grupos de Facebook’, impartido durante el segundo día del Festival Gabo por Luis De Uriarte, gerente de relaciones estratégicas de Facebook en México.

Cerca de 70 asistentes, procedentes de países como Perú, México, Ecuador, Perú, Venezuela y, por supuesto, Colombia, pudieron conocer durante dos horas casos de éxito y buenas prácticas del uso de grupos en Facebook en medios de comunicación que, valga la anotación, son útiles para cualquier tipo de grupo sin importar su naturaleza u objetivo.

El nuevo mantra de Facebook: ¡más interacción, menos visualizaciones!

Facebook volvió a su esencia con el último cambio de su algoritmo a comienzos del año 2018:  incentivar conversaciones valiosas, una acción que conecta a la perfección con las particularidades de un grupo. Por eso, si quiere tener mayor peso en esa red social, tendrá que lograr cuanto antes que sus seguidores no dejen de escanear su muro de noticias con el pulgar y se detengan a participar en los comentarios.  

¡No más pasividad!

“En Facebook queremos pasar de la visualización a la interacción”, explicó Luis De Uriarte. Es una decisión que pone en un lugar privilegiado a las marcas con grupos que tratan temas específicos de alto interés.

Tal es el caso de Egocity, un sitio web enfocado en información para la población LGBT, presente en el taller de Facebook. “Lo que más me gustó es esa posibilidad de fidelizar a una población marginada, discriminada y vulnerada”, aseguró el periodista Juan Manuel Roncancio, asistente al encuentro.

Y aunque es consciente de que “con un grupo abierto en Facebook puede aumentar el odio o la polarización, también podríamos conocer mucho mejor las necesidades de la población”. Su hipótesis, además, es que la polarización se da por la falta de conocimientos y vivencias. Al final, esas posiciones recalcitrantes puede servir de alimento para el entendimiento.

Ventajas de usar grupos de Facebook

  • Refuerzan la fidelidad de una comunidad hacia una marca
  • Recompensan la lealtad de los ciudadanos más activos
  • Permiten medir resultados en tiempo real
  • Ayudan a descubrir fuentes o historias

6 claves para administrar con éxito grupos de Facebook

  1. Al obtener nuevos miembros, involúcralos de inmediato. Escríbeles, por ejemplo, un mensaje de bienvenida.
  2. Incluye reglas en la descripción del grupo. Claro, también existe un espacio para destacarlas.
  3. Anima de manera constante a la participación. Haz preguntas, sondeos, pide retroalimentación.
  4. Cultiva a la comunidad en el espacio de comentarios. Haz preguntas y comentarios en los posts de los miembros. Un simple me gusta en un comentario ya no pesa tanto.
  5. Convierte a tus seguidores más fieles y respetuosos en tus moderadores. Pídeles ayuda.
  6. Analiza muy bien y de manera periódica las estadísticas. Mide y documenta el crecimiento del grupo.

Crowdtangle o el poder de medir lo que ocurre en red

En su afán de hacerle seguimiento a los contenidos que se publican en redes sociales y cómo logran ser amplificados en masa, Facebook adquirió hace un par de años Crowdtangle, una herramienta de análisis de contenidos en redes sociales que permite:

  • Descubrir los contenidos que más gustan
  • Comparar resultados
  • Identificar influenciadores

¿Qué mide y que no mide Crowdtangle?

Lo que sí mide:

  • Páginas públicas en grupos abiertos
  • Interacciones (incluidos los comentarios)
  • Me gusta
  • Vistas de videos

Lo que no mide:  

  • Alcance de las publicaciones
  • Tráfico al sitio web
  • Perfiles y posts privados
  • Contenido patrocinado

¿Cómo usar Crowdtangle?

Por el momento, el acceso a Crowdtangle no es abierto. Un periodista o medio interesado debe solicitarlo y esperar la aprobación de su petición por parte de Facebook. Lo que sí puede hacer un medio para acceder a una parte de la información es descargar la extensión en Chrome de Crowdtangle llamada Link Checker, que permite ver con qué frecuencia se ha compartido un enlace, quién lo compartió e incluso los comentarios alrededor de ese enlace.

Buenos ejemplos de uso de grupos de Facebook

Durante la charla, los asistentes no solo realizaron un ejercicio práctico sobre la creación de un grupo, imponiéndose metas y desafíos, sino que recibieron de Luis De Uriarte ejemplos de buen uso de grupos:

VoxCare: grupo creado por Vox y coordinado por las periodistas Lauren Katz, Sarah Kliff, Dylan Scott y Julia Belluz, para conversar sobre temas de salud en Estados Unidos.

Open Future: grupo público creado para conmemorar el aniversario número 175 de la revista The Economist.

Elecciones en RPP: grupo público creado para debatir sobre las elecciones regionales y municipales en Perú.

Opinión de La Nación: grupo cerrado para los suscriptores de La Nación, diario de Costa Rica, donde pueden debatir sobre las editoriales, columnas de opinión y foros publicados en el periódico, influyendo en corrección de errores o en nuevas miradas al contenido de opinión.

 

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.

 

La invención del personaje: entre las tripas y el conflicto

Alonso Sánchez Baute (Colombia), Ariel Castillo (Colombia) y Gonzalo Celorio (México). Foto: Julián Roldán/ FNPI

Por: Orlando Oliveros Acosta,  @orlandojoseoa

Todas las buenas historias de la literatura exigen siempre buenos personajes, seres únicos que permanezcan en la memoria del lector y mantengan vivo el interés por el relato. Con esta premisa, los escritores Gonzalo Celorio (México) y Alonso Sánchez Baute (Colombia) dieron inicio a su diálogo en el Festival Gabo, titulado Investigación y construcción de personajes para las historias de ficción. La discusión, que fue moderada por el crítico literario Ariel Castillo (Colombia), tuvo como referente la obra del colombiano Gabriel García Márquez y su constelación de personajes extravagantes donde es posible encontrar esposas asmáticas, alcaldes con dolor de muelas y sacerdotes que levitan con chocolate caliente.

En poco más de sesenta minutos, los tres participantes reflexionaron sobre el perfil sicológico de los protagonistas de una narración, los secretos de su seducción y otros aspectos importantes de su composición moral. Al final, estas fueron las conclusiones que dejaron:

Un buen personaje nace de las tripas de su autor

Ernesto Sábato decía que los personajes principales de una novela salen del alma de su creador. Para Alonso Sánchez Baute, este nacimiento no se da en el alma, sino en las tripas. “El protagonista de la novela Al diablo la maldita primavera es un personaje ensangrentado que deja a su alrededor pura sangre íntima”, afirmó. Un personaje que se cuenta desde las vísceras adquiere fortaleza y presencia en la narración. Para llegar a ello, es necesario que el escritor se enfrente a la imagen de sí mismo que refleja el espejo de la escritura y sea capaz de sobrellevar la vergüenza de reconocerse. “Es el autor como un personaje de sus propias novelas”, comentó Gonzalo Celorio, “y eso muchas veces es difícil porque exige una desnudez que suele ser limitada por el pudor. Consiste en salir a la calle encuerado”.

Personajes que exorcizan conflictos

Toda novela brota de un conflicto que no se resuelve conversando con un amigo y que solo encuentra alguna compensación en la escritura. Extraños herederos del escritor, los personajes se apropian de los conflictos de su autor, los sacan a flote, los ponen en la escena de la ficción literaria y los exorcizan para siempre, trasladando sus problemas a los lectores. “Cuando un escritor termina de escribir su novela, ese conflicto ya no le pertenece, lo saca de su pecho para ponerlo en el del lector. Ahora, ¿por qué leemos? La lectura es un raro acto de masoquismo donde hacemos nuestros los conflictos que no nos pertenecen, acercándonos más a la condición humana”, concluyó Gonzalo Celorio.

La vida real, la vida prestada y la vida ficticia

Las personas cercanas a un escritor también pueden servir como fuente de inspiración para crear personajes literarios. Se trata de seres extraídos de la vida real. Sobre esto, Ariel Castillo recordó al doctor Octavio Giraldo, personaje de La mala hora que García Márquez construye basándose en un médico argelino que conoció en una cárcel de París a mediados del siglo XX. Este tipo de personajes, insiste Sánchez Baute, demandan una investigación minuciosa donde la observación se convierte en una cualidad indispensable del escritor.

Es recomendable que quien elabora un personaje con una composición moral distinta a la suya ‘tome prestado’ los conflictos de los demás. Con una vida prestada al servicio de la ficción, el autor puede explorar atributos hasta entonces desconocidos de la condición humana. “Uno escribe para tratar entender lo que no sabemos, cómo funciona el mundo, cómo funciona la humanidad y cómo funciona uno mismo”, enfatizó Sánchez Baute.

Personajes que se salen de las manos

Durante la escritura de un cuento o una novela el control que ejerce el escritor sobre las acciones de sus personajes es limitado. En las buenas narraciones, tarde o temprano los personajes se liberan de su autor y actúan por su cuenta. “Uno puede crear un personaje con total consciencia, pero llega un momento en que el personaje cobra autonomía y uno se vuelve un cronista de lo que al personaje se le ocurre hacer. Se invierten los papeles entre el escritor y el personaje, termina este último mandando al escritor” advirtió Gonzalo Celorio.

Dejar que un personaje se desenvuelva por sí solo en la trama de un relato implica conducirlo hacia un lenguaje personal, complejo, donde su voz sea tan natural y exclusiva que pueda generar una impresión perdurable en el lector. Cuando el escritor descubre la voz de sus personajes, está descubriendo su destino en la historia.

Revive la charla aquí:

https://www.facebook.com/CentroGaboOficial/videos/322469078517888/

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

Taller con Carolina Robino en el Festival Gabo (Foto Joaquín Sarmiento/FNPI).

7 consejos para hallar nuevos ángulos en las historias periodísticas

Carolina Robino, directora de la BBC Mundo, durante el taller que dirigió en el Festival Gabo. Foto Joaquín Sarmiento/FNPI.

Por Sebastián Aguirre Eastman, @aguirresebas

Durante cuatro horas, la periodista chilena Carolina Robino, directora de BBC Mundo, compartió su experiencia con los asistentes al taller ‘¿Cómo encontrar ángulos distintos para tus historias periodísticas?’, realizado el 5 de octubre en Medellín, durante el Festival Gabo 2018.

1. Entender a la audiencia y saber para quién están escribiendo. En muchas ocasiones los periodistas, sugirió Robino, viven dentro de una burbuja y confunden su realidad con la del mundo real. Por eso, antes de escribir una historia, deben hacer un proceso mental y pensar primero en quiénes serán los que leerán su artículo. Además, aconsejó “no pensar en escribir para otros periodistas”, un error en el que los profesionales del medio caen con mucha frecuencia, pues si lo hacen de esa manera se llenarán de problemas que no existen, como por ejemplo “eso ya lo publicó X medio”.

2. Los ángulos están en todas partes. La vida cotidiana es fuente constante de nuevos enfoques para sus historias. Los pueden encontrar en las conversaciones que sostengan con sus familiares, con sus amigos, mientras comen algo, leyendo un informe, durante una fiesta y, clave, haciéndose preguntas todo el tiempo de todo lo que se les ocurra.

A partir de ahí suelen surgir historias interesantes que les pueden atraer a sus audiencias. En este asunto es clave mantener siempre el sentido curioso, escuchar a quienes tienen opiniones distintas y se hacen otro tipo de preguntas sobre determinados temas. Allí pueden surgir nuevos enfoques.

Taller con Carolina Robino en el Festival Gabo (Foto Joaquín Sarmiento/FNPI).
“Los títulos en medios digitales tienen que invitar a dar clic, si no, no sirven para nada”, dijo Carolina Robino de la BBC Mundo. Foto Joaquín Sarmiento/FNPI.

 

3. Responder tres preguntas claves. La directora de BBC Mundo considera que hay tres cuestionamientos que el redactor debe hacerse antes de abordar su artículo. ¿Para quién es esto? ¿Por qué creo que es relevante? ¿Cómo se lo hago relevante? Puede ser que el tema que hayan escogido sea muy interesante, pero si no lo es para la audiencia el esfuerzo se echará a perder. “La guerra en Siria es importante, pero ¿cómo puedo convertirlo en un tema que le importe a quienes me van a leer?”, advierte. 

4. Atreverse a romper los prejuicios. Los periodistas suelen considerar que hay cosas que “todo el mundo” ya las conoce, ya las domina, pero Carolina Robino afirma que “todo el mundo es mucha gente”, por eso durante el taller en el Festival Gabo invitó a los participantes a dejar atrás los prejuicios y, de nuevo, pensar en las audiencias y salirse de la burbuja de su propia realidad.

Taller con Carolina Robino en el Festival Gabo (Foto Joaquín Sarmiento/FNPI).
Carolina Robino compartió experiencias exitosas de historias contadas con ángulos diferentes que las audiencias recibieron de muy buena manera en sus publicaciones. Foto Joaquín Sarmiento/FNPI.

 

5. El formato es otro ángulo. Un prejuicio, uno más, que tienen los periodistas es que si una historia ya se contó una vez, no se puede volver a repetir, pese a que hay muchas maneras de conseguir contarla desde un ángulo diferente, incluyendo los formatos.

Puede ser incluso la misma historia, sin agregarle o quitarle nada, pero hecha con un formato distinto. Por ejemplo, si en su primera versión fue elaborada en texto, otra en video puede servir para enriquecer la nota y contar detalles que en la versión impresa no es posible.

6. No teman repetir historias. En la actualidad, las audiencias cambian constantemente, más en los ámbitos virtuales. Por esta razón puede haber historias que, sin importar si antes fueron publicadas, puedan funcionar de nuevo. “Hay que perderle el miedo a esto. Siempre habrá públicos nuevos”, dijo Robino.

7. Un buen título es como un buena envoltura de regalo. Nada saldrá bien si el encabezado no es atractivo, si no es ‘cliqueable’, si no invita a acceder a él. Hay que saber escoger muy bien el ‘papel’ con el que lo empacará. “Este será el mejor ángulo que podrán encontrar”, cerró Carolina.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

Taller de Relato y Cocina en el Festival Gabo (Foto Joaquín Sarmiento/FNPI)

¿Por qué el periodismo gastronómico perdió el valor de la palabra y privilegia la imagen?

Benjamín Lana y Andoni Luis Aduriz en el taller Relato y  cocina del Festival Gabo 2018. Foto: Joaquín Sarmiento/FNPI.

Por Sebastián Aguirre Eastman, @aguirresebas

Los españoles Andoni Luis Aduriz, chef y propietario del restaurante Mugaritz -reseñado como uno de los diez mejores del mundo-, y el periodista culinario Benjamín Lana dirigieron la mañana del 5 de octubre el taller Relato y cocina, en el que compartieron con los asistentes sus claves para desarrollar un proceso creativo del cocinero y el periodista para contarle al público relatos periodístico-gastronómicos.

El encuentro sirvió como excusa para debatir sobre la actualidad del periodismo gastronómico, que como consecuencia de la explosión de nuevos medios que habitan en blogs y redes sociales, en opinión de Benjamín Lana, han de algún modo desvirtuado este oficio que, históricamente, tuvo muchos vínculos con el periodismo literario y narrativo.

Lana expuso un recorrido desde el siglo XIX hasta el presente con nombres de cocineros y relatores que fueron artífices, entre otras publicaciones, de guías de cocina, ensayos culinarios y revistas especializadas, como por ejemplo el francés Grimod de la Reyniere, considerado el primer periodista gastronómico. 

Taller de Relato y Cocina en el Festival Gabo (Foto Joaquín Sarmiento/FNPI)
Andoni Luis Aduriz, chef del restaurante Mugaritz en España. Foto Joaquín Sarmiento/FNPI.

 

A propósito de la discusión, presentamos algunos de los comentarios expuestos por Andoni y Benajamín durante el taller.

El debate

¿Cuáles son los pecados del periodismo gastronómico en la actualidad?

Los puntos de vista

Benjamín Lana

“Las críticas gastronómicas que se hacían en Europa a mediados del siglo XIX constaban de un relato en el que, en ocasiones, algunas publicaciones se inventaban un cocinero que no existía, que planteaban debates alrededor de la gastronomía; incluso, en ocasiones, eran críticos que provenían del teatro. Había mucha ironía, burla, bromas, pero era un género literario muy interesante que generaba mucha expectativa. El público esperaba diez días para leer la nota, en tiempos que no habían redes sociales”.

“En nuestros días, hay una relación entre gastronomía e Instagram con algo que yo llamo el ‘homocapturator’, personas que prefieren la captura que vivir el momento. Tener la copia de lo que se van a comer es más importante que las sensaciones que el plato les va a generar”.

“La gastronomía, con esto, se ha dado de bruces, porque se ha perdido sensibilidad y profundidad. Eso es producto del llamado periodismo ciudadano, en el que un montón de gente que no hace parte de los medios, sino que son blogueros o creadores de su propio contenido, han empezado a hacer daños colaterales, aun cuando es maravilloso que puedan tener sus propios espacios”.

“Muchos restaurantes, entonces, debaten qué hacer con esta gente que aspira a que los inviten a comer gratis para luego hacer sus publicaciones con una foto, tres palabras y ningún sentido creativo”.

“Debemos procurar transmitir esa experiencia con palabras al lector que no va a poder ir a algunos restaurantes, que se pueda entender leyendo esa crónica”.

Andoni Luis Aduriz

“Lo que se está reproduciendo en los medios es ajeno a la experiencia real de disfrutar de este momento cuando estás frente a tu plato”.

Hemos optado por tratar de reflejar todas esas sensaciones en imágenes estáticas, más o menos bellas, pero hemos renunciado a capacidad que nos dan las palabras”. 

“Si pongo una foto, pero eso no va acompañado de una explicación profunda de qué es, utilizando las palabras, 5.000 fotos de comida pueden ser bellas pero eso aporta poco y nada explica”.

“Hay recuperar cierta oralidad en el hecho gastronómico y cierta profundidad,  volver a utilizar las palabras a la hora de evocar imágenes reales, que evoquen sentimientos. La literalidad de la imagen es más rica y poderosa de lo que algunos podrían creer”.

“Nos hemos despistado un poco, pero haciendo periodismo gastronómico podemos hacer textos creativos, utilizar géneros periodísticos, entrevistas a profundidad, crónica. Hay muchas maneras de hacer las cosas, porque ir a un restaurante y decir qué me como y cuánto me cuesta se puede reducir a una ficha”.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.

Cómo asumir el reto de realizar un documental, según Caio Cavechini

Caio Cavechini dirigió el taller ‘Documentales de actualidad: nuevos y viejos lenguajes para periodismo de largo formato’ durante el Festival Gabo 2018. Foto: David Estrada / FNPI

Por Camila Del Villar | @cdvillar

El documentalista y periodista brasileño Caio Cavechini dirigió el taller ‘Documentales de actualidad: nuevos y viejos lenguajes para periodismo de largo formato’ durante el Festival Gabo 2018. Cavechini, quien fue ganador del Premio Gabo 2016 en la categoría Imagen, compartió con los participantes consejos y pautas para llevar una idea a materializarse en un documental y superar los obstáculos que este camino puede traer. El brasileño se basó en referentes y de su propia experiencia para invitar al público a asumir los retos de la creación audiovisual.

Aquí algunos de sus consejos para poner en marcha proyectos documentales:

Tener claro los principios

Cavechini propone seis conceptos para aproximarse a la realización audiovisual:

  1. Situación: saber cuál es la situación que se va a abordar. Es decir, conocer la noticia, el acontecimiento y el contexto de la persona que se va a entrevistar.
  2. Observación: intentar calmar la ansiedad que produce la presión por hacer el trabajo rápido y detenerse a observar. Fijarse en los pequeños detalles de los entornos y en las acciones de las personas que se entrevistan.
  3. Intervención: marcar la presencia del documentalista en el trabajo, ya sea con una propuesta o reflexión antes de grabar o provocar algo mientras se esté rodando.
  4. Contexto: identificar cuáles situaciones o detalles son importantes para la historia y qué informaciones podemos guardar para ir revelando durante la historia.
  5. Personajes: ser respetuosos con las personas que nos cuentan sus historias y ser respetuosos al narrar sus complejidades.
  6. Expectativa: crear con el montaje y la narración interés en la audiencia. Puede ser aportando ciertas informaciones sobre un personaje a lo largo del camino hasta un momento clave.

Aprovechar los referentes

“Hay un fetiche por la novedad; sin embargo, hay muchos referentes que podemos adaptar a nuestras realidades”, dice Caio Cavechini. Por eso es importante usar tanto nuevos y viejos formatos, añade. Como ejemplo de referentes narrativos propuso a los asistentes al taller la Poética de Aristóteles. “Cuando pensamos en cómo narrar, no hay nada más clásico que Aristóteles, la Poética es casi un manual de narrativa”.

De esta obra rescata varios mensajes del clásico griego que son aplicables a la construcción de una narrativa documental, como por ejemplo: la importancia de las acciones, o la tragedia como le llama Aristóteles, de una persona para entender qué es lo que quieren y el valor de la fábula como formato narrativo.

Historias diferentes demandan estrategias diferentes

Los periodistas deben buscar una forma para organizar sus historias que permita que las personas enganchan desde el principio y se queden hasta el final. Sin embargo, explica Cavechini, “cada historia exige una estrategia distinta y hay que tomarse el tiempo para encontrar cuál es la mejor para cada caso”.

Como consecuencia, el profesional siempre está interesado en encontrar nuevas estrategias narrativas. En esta búsqueda hay que definir el propósito y delimitar el espacio en que se va a implementar la estrategia porque, “un documental es una invitación a un juego y desde el principio le demos a la audiencia todas las reglas, el lenguaje, el tema y la razón para que se quede a jugar”, explica el periodista. Esa invitación está determinada en el montaje, añade Cavechini.

A veces es necesario dejar claro desde un principio de qué va el documental. Como ejemplo de este caso el brasileño proyectó My Date with Drew Barrymore, donde el documentalista desde el principio muestra cómo será la narración y lo que va hacer en la historia. Otras veces es necesario dejar un poco más de curiosidad. Como ejemplo de esto el periodista proyectó su documental Entre os homes de bem, trabajo con el que fue finalista del Premio Gabo en 2017.

Realizador o personaje

“La presencia del realizador es uno de los debates más importantes a la hora de hacer un documental porque los realizadores  siempre estamos forzando límites”, dice Cavechinni. Para él, realizar un documental es una forma de luchar contra los demonios internos.

Explica que a veces estos temas personales se pueden abordar creando una historia donde el realizador es también un personaje o buscando realidades ajenas que asemejan esos conflictos. Como ejemplo presentó un documental donde cuenta una historia familiar y se incluye como personaje, mas no aparece de forma física.

Sobre Caio Cavechini

Es periodista formado por Eca-USP y documentalista con películas que pasaron por importantes festivales de cine de Brasil y del exterior. Desde 2006 forma parte del equipo de Profesión Reportero, programa semanal de Globo nominado para los Emmy Awards en 2012. Como reportero, participó en coberturas que van del terremoto en Haití a la violencia urbana en las ciudades brasileñas, del conflicto en Gaza a las inundaciones históricas en Santa Catarina y en el Acre. Hace cuatro años ejerce el cargo de editor ejecutivo.

Como documentalista, Caio Cavechini dirigió Carne, hueso, sobre el trabajo en frigoríficos, que pasó por festivales de cine como Es Todo Verdad, Gramado (Brasil), Fidocs (Chile) y DOK Leipzig (Alemania). El corto La Casa de la Vó Neyde fue premiado en la Mostra Internacional de Cine de São Paulo. El largometraje Jaci: siete pecados de una obra amazónica recibió el premio Gabriel García Márquez de Periodismo Iberoamericano en el año 2016 y en 2017 fue finalista de la misma categoría por el trabajo Entre los hombres de bien, que también recibió premios en Brasil, Portugal y México. Su último trabajo, Cartas para un ladrón de libros, cuenta la historia del mayor ladrón de libros raros de Brasil.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio y el Festival Gabo son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con su filiales en América Latina.

Alejandro Valdez Sanabria, director y miembro fundador de El Surtidor

Los hitos que marcaron el éxito de El Surtidor

Alejandro Valdez Sanabria, director y miembro fundador de El Surtidor habló de innovación en el periodismo en medios independientes en el Festival Gabo 2018. Foto: Julián Roldán/FNPI.

Por Camila Del Villar | @cdvillar

Una iniciativa de siete jóvenes ganó el Premio Gabriel García Márquez 2018 en la categoría de Innovación por su trabajo ‘Los desterrados del Chaco’.  Esta narrativa creada en técnica de scrollytelling para móviles cuenta la historia del lugar con la deforestación más acelerada del planeta. El trabajo es un logro de El Surtidor, un medio independiente de Paraguay que con autenticidad, creatividad y tecnología cuenta la realidad de este país.

En el marco del Festival Gabo, Alejandro Valdez Sanabria, director y miembro fundador de El Surtidor, compartió los hitos que marcaron el camino de este medio en la charla ‘El Surtidor: desde el scrollytelling hasta la performance o cómo hacer nuevos medios en Latinoamérica’.

Aquí algunas lecciones que se convirtieron en hitos en el camino al éxito de El Surtido:

1. Todos nos dejamos tentar por la curiosidad

La mayoría de los medios en Paraguay están relacionados con los jugadores comerciales del país, lo que implica que la mayoría de paraguayos reciben información contada por un grupo que está de acuerdo en las mismas cosas, explica Valdez. Así fue como los creadores de El Surtidor encontraron la necesidad de fundar un medio independiente y alternativo. El Surtidor se lanzó con un fan page en Facebook y publicó su primera pieza con información precisa, sencilla y clara sobre cómo el Estado paraguayo espía a los ciudadanos.

Sin embargo, se dieron cuenta de que había una feroz batalla por la atención en internet, entre videos, memes y contenidos sobre temas no tan relevantes  que atrapaban la curiosidad de la gente y la distraían de lo realmente interesante. “Nunca fue tan fácil abrir un medio, pero nunca fue tan difícil tener la atención de la audiencia”, dice el director de El Surtidor. “Todo el mundo termina cayendo en fotos de gaticos: periodistas, sociólogos, estudiantes y gente preocupada por la realidad. Todos finalmente nos dejamos tentar por la curiosidad”.

El equipo de El Surtidor aprendió que la curiosidad es algo implícito de las personas y que es una entrada para llamar la atención hacia temas importantes. Con esa primera lección comenzaron a publicar afiches con información de actualidad para personas entre los 18 y 30 años en el lenguaje cultural de esta población.

Con el tiempo, cuenta Valdez, El Surtidor fue desarrollando otro tipo de imágenes con diferentes propósitos informativos. Empezaron a usar memes, habilitaron una sección de fact checking y crearon explainers con información más larga. Todo con imágenes en un formato sencillo que permitía que sus contenidos circularan bien en redes sociales y que fuera atractivo a la curiosidad. Así acumularon una masa critica de personas en su audiencia.

2. El formato sigue a la función

Luego se dieron cuenta de que este público les exigía más y apareció el reto de cómo ser más profundos y tratar temas complejos usando siempre el motor de la curiosidad y las imágenes como medio. “La audiencia valoraba la información que le dábamos, pero en algunos casos sentía que era muy limitada”, dice Valdez. Con este reto El Surtidor comenzó a producir videos, un formato que funcionaba bien en Facebook.

“Fue un fail total”, admite el periodista. Su equipo investigó y descubrió que Paraguay es el segundo país con el internet más lento de Sudamérica, después de Venezuela, y que además el servicio es costoso. “La gente no estaba dispuesta a gastarse sus megas en esta información”, añade Alejandro Valdez. “El formato sigue la función. Primero pensamos en un formato después se nos ocurrió pensar en la función y por eso fracasamos”.

Entonces El Surtidor preguntó a su audiencia quiénes eran, qué querían, cuándo y cómo lo querían. En respuesta a esto descubrieron que su público era joven, interesado de conocer cómo le afectan las cosas que pasan en su país, dispuestos a consumir información en los largos viajes entre la casa y el trabajo y que no querían contenidos que gastaron todos sus megas.

Como el video no funcionaba, para definir hacia dónde debían seguir para satisfacer esa necesidad de profundidad de la audiencia estudiaron varios formatos del periodismo digital y decidieron que debían romper las barreras y hacer una mezcla  de crónicas de largo aliento, historias horizontales como en Snapchat e Instagram y el video epígrafe como Playground. También tomaron en cuenta tendencias del marketing digital como el landing page y de la literatura como el kamishibai japonés. Con la combinación de estas influencias llegaron a lo que denominan scrollytelling o “Surtiscroll” como le llama el equipo fundador de este medio. Consiste en piezas gráficas pensadas exclusivamente para el móvil en función de  “gestos que definen a una generación”, como los describe Valdez. “Esta generación decide a sus parejas sexuales con un scrolling de izquierda a derecha. Hoy en día son gestos muy potentes”, añade.

3. Escuchar como un cyborg

“Escuchar es un valor común entre el buen periodismo y los procesos de innovación”, dice el director. Explica que gracias a la tecnología ahora los medios pueden escuchar el feedback de lo que hacen como cyborgs, criaturas que son mitad humano y mitad robots. Según Valdez hay muchos servicios que ofrecen métricas como el número de likes o de perfiles alcanzados pero que se quedan en datos amorfos que miden masas. “Mientras que al escuchar como cyborgs podemos ver también métricas relacionales de cuántos usuarios únicos tenemos y cuántas personas conocemos”, dice Valdez.

Con esta herramienta El Surtidor logró hacer el lograron hacer el primer chequeo en vivo de un debate presidencial en la historia del país, antes que cualquier redacción tradicional. Hicieron una convocatoria y se sumaron ocho periodistas, 9 voluntarios y 10 especialistas y después de unos talleres hicieron el chequeo en vivo y sacaron en tiempo real afiches con el fact check. “Fue un momento histórico para el país y pudimos hacerlos gracias a las métricas tradicionales”, dice él . Para lograr esto siguieron las experiencias de Chequeado.com en las elecciones argentinas y La Nación Data en el caso de las escuchas de Nisman.

También más allá de métricas tradicionales, como cuáles son las secciones más visitadas, aplicaros métricas relacionales para conocer qué comunidades existen en los usuarios. “Se dice que hay que apostar a la comunidad pero la realidad es que no hay una única comunidad en la audiencia”, dice Valdez. Descubrieron que había una gran comunidad de fotógrafos e hicieron fotocaminatas en un barrio segregado de Asunción con 100 fotógrafos y publicaron con un hashtag común alentando que la gente visitara ese barrio. Igualmente trabajaron con la comunidad trans de Paraguay y con un taller de podcast recopilaron la memoria de este grupo.

Esta forma de mirar a las comunidades fue una lección del periódico uruguayo La Diaria y el laboratorio de periodismo Performático de Anfibia. “Estas lecciones de aprender a escuchar con métricas relacionales nos enseñaron que más que un medio ahora funcionamos como una comunidad informativa”, dice el director de El Surtidor.

Revive aquí la charla:

https://www.facebook.com/FNPI.org/videos/2130693750513002/?__xts__%5B0%5D=68.ARDdEFsYhj5wzXFUIp0utLPKzK6pWzSJ8Ok6AzXNxsn07jSd_-7ELwH8SK544m6AIYqvQ3gng7XyMqq1GCT7A96ZJ2ozTDceUzl5PhMPX9MyMDMwqZp1pZ4qMDBdt05Kg8QVFMFPsG2vUvEjgwD2doX-VV_GF0zAb53ma6NNy54EGYo0bc3Xog&__tn__=-R

Sobre Alejandro Valdez Sanabria

Es comunicador visual, director y miembro fundador de El Surtidor, medio de periodismo gráfico nativo digital de Paraguay. Ha expuesto su obra como diseñador en 15 países y ha premiado por la OEI por el proyecto más innovador de la industria cultural Iberoamericana. Desde su rol de emprendedor, se ha formado en herramientas para el diseño y la incubación de proyectos periodísticos basados en el design thinking, participando en distintas redes a nivel regional.  Se licenció en Diseño Gráfico en la Universidad Católica de Asunción y es diplomado en Diseño de la Información de la Universidad José Martí.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI – Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.

10 formas en que el periodismo puede aportar para combatir la xenofobia

María Elena Salinas en el Festival Gabo. Fotografía: Julián Roldán | FNPI.

Por Hernán Restrepo | @hrestrepo

La reconocida periodista y presentadora estadounidense María Elena Salinas y el sociólogo venezolano Tulio Hernández compartieron sus ideas para que ante fenómenos migratorios como el que se vive actualmente con el éxodo venezolano, el periodismo evite fomentar la xenofobia.

Luego de contar las experiencias que viven en sus respectivos países, donde María Elena explicó que Estados Unidos se ha convertido en un país que discrimina a todo aquel que no sea blanco, olvidándose de su origen como país de migrantes, ambos expositores pasaron a compartir sus ideas para que medios y periodistas ayuden a combatir el odio al otro.

Qué puede hacer el periodismo

1. Al replicar sin filtro los discursos políticos, los medios corren el peligro de reproducir declaraciones que incitan al odio y multiplican estigmas de criminalización hacia los migrantes.

2. Es necesario educar a los periodistas para que no fomenten la xenofobia hacia los migrantes, reconociendo que no es natural que los seres humanos acepten de inmediato a los diferentes. Más que xenofobia, lo que tenemos en América Latina es aporofobia. Es decir, rechazo al otro por ser pobre.

3. ¿Para qué destacar la nacionalidad de alguien que cometió un crimen si no es relevante para la noticia?… Ojo, pero tampoco podemos ocultarlo.

4. El buen periodismo sobre temas migratorios debe buscar siempre el motivo que llevó a esta persona a abandonar su país. Estas historias humanizan al migrante.

5. Cuidado con las cifras que damos sobre migración. Siempre hay que contextualizarlas. Sin contexto, las cifras son fácilmente manipulables por quienes promueven el odio al otro.

6. ¿Cómo hacer periodismo contra la xenofobia sin caer en el activismo?… Enfoquémonos en contar las historias de los migrantes y promover el diálogo. Pero no dejemos que nos censuren al calificarnos de activistas por hacer nuestro trabajo.

7. ¿Qué es la xenofobia?… Es violación de los derechos humanos. Por eso, al promover la solidaridad y el respeto al otro, estamos haciendo invariablemente buen periodismo.

9. La retórica de quienes promueven la xenofobia siempre estará basada en la ignorancia. Por eso nuestra labor como periodistas al dar a conocer la información verdadera es tan valiosa.

10. En América Latina hace mucha falta educación para la convivencia pacífica y la integración. Ahí los medios de comunicación tienen una responsabilidad social fundamental.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI – Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.