Faber Franco en un autorretrato.

“Entre la alegría y la seriedad”: así retrató Faber Franco a los invitados del 12° Festival Gabo

El fotógrafo colombiano retrató a Bruno Patiño, Leila Guerriero, Karen Hao, Nataliya Gumenyuk y Jennifer Ávila, entre otras figuras, en el marco del evento realizado del 5 al 7 de julio en Bogotá.

Faber Franco es un artista plástico y visual nacido en Manizales (Caldas), y radicado en Bogotá. Ha publicado en medios nacionales e internacionales como GQ, Vogue, ID y la revista Der Greif, entre otros. Su trabajo, exhibido en diversas galerías y festivales y presente en múltiples publicaciones y colaboraciones con marcas y entidades culturales, lo ha hecho destacar en el campo fotográfico de Colombia.

Este fotógrafo de 33 años no estaba en el mosaico de invitados al 12° Festival Gabo, pero tuvo una labor tanto o más exigente en medio de la programación: ir detrás de algunos de ellos y del equipo organizador de la Fundación Gabo mientras circulaban por los salones y jardines del Gimnasio Moderno, uno de los escenarios principales del evento que se realizó del 5 al 7 de julio en Bogotá. Allí los detuvo y comenzó un diálogo para registrar un instante de su tiempo y de su jornada que transcurría entre eventos, charlas, clases magistrales, talleres, conciertos, presentaciones y cafés. 

En interiores o exteriores, Franco juega con los elementos y objetos que lo rodean y que de repente se cuelan en un encuadre. Convenció a (o fue convencido por) Bruno Patiño para que posara entre dos columnas de una edificación y al pie de una escalera; para que Leila Guerriero se sentara en el césped con la mirada algo abstraída y la vegetación frondosa a su espalda; para que Catalina Gómez Ángel sonriera al final de un tobogán verde en una zona de juego infantil. 

La cronista argentina Leila Guerriero.

“Disfruté observando las actitudes y movimientos de la gente cuando sacan ese ‘yo’ más vanidoso que oscila entre la alegría y la seriedad”, dice sobre la serie fotográfica en la que también participaron figuras como Karen Hao, Carmen Aristegui, María Jimena Duzán, Jon Lee Anderson, Nataliya Gumenyuk, Jennifer Ávila o Jaime Abello Banfi. Sobre cómo los retrató, cómo es su proceso creativo y de sus preocupaciones estéticas habló en esta breve entrevista.

¿Qué tuviste en cuenta al momento de retratar a algunos invitados e invitadas del 12° Festival Gabo?

Primero, me enfoqué en proyectar una actitud positiva y acogedora. Aunque no suelo ser muy expresivo en mi vida diaria, en esos momentos traté de ser el mejor comunicador social posible para que los retratados se sintieran cómodos con mi presencia. También decidí llevar a un amigo, quien me asiste ocasionalmente y es muy sociable; sus habilidades me ayudaron a romper el hielo en varias ocasiones. También dependiendo del espacio en el que nos encontrábamos, elegía un lugar acogedor y, generalmente, poco transitado, ya que la gente tiende a abrirse más fácilmente cuando no hay muchas personas alrededor.

Bruno Patiño, ensayista francés

Cuando retratas, ¿cómo es el acercamiento a los modelos o fotografiados; qué les dices o les pides que hagan? 

Lo primero es sentir la energía de cada persona y evaluar qué tan dispuestos y cómodos se sienten para posar. A partir de ahí, decido qué poses o apoyo puedo ofrecerles. En el caso de los modelos, espero que sean más proactivos en cuanto a poses, pero en la mayoría de las veces prefiero tener el control sobre lo que hacen, ya que esto forma parte de la magia que puedo imprimir en mis fotos.

¿Retratar o fotografiar a alguien permite revelar un aspecto desconocido de su carácter o personalidad? 

Totalmente. Aunque a veces para revelar esos aspectos se necesita más tiempo y conversación. Un preámbulo que permita a las personas entrar en calor y sentirse cómodas es esencial para que puedan mostrar esos aspectos desconocidos de su carácter o personalidad que solo emergen en un ambiente de confianza. En momentos fugaces, como en las fotos que hicimos para la Fundación Gabo, disfruté observando las actitudes y movimientos de la gente cuando sacan ese yo más vanidoso que oscila entre la alegría y la seriedad.  

La periodista colombiana Catalina Gómez Ángel.

¿Qué es lo más difícil o desafiante de retratar a una persona?

Lo más difícil es lograr que la persona se sienta satisfecha con el resultado. He tenido sesiones con personas que no se sienten cómodas con su apariencia, lo que hace más difícil capturar una foto que les guste. Cada persona tiene ángulos y poses en los que se siente segura, y cuando las saco de su zona de confort, puede que no les guste el resultado, especialmente si dependen de su imagen en internet. Por eso, analizo sus perfiles y fotos anteriores para entender mejor sus preferencias. 

En tus fotos están muy presentes la belleza y la rareza del cuerpo humano; las formas o paisajes que lo envuelven en su colorido y su desnudez. ¿Qué temas, asuntos o preocupaciones te interesa explorar a través de estas composiciones?

En mi trabajo, me interesa cómo los objetos cotidianos se convierten en catalizadores de experiencias eróticas y sexuales cuando interactúan con el cuerpo humano. A través de un riguroso ejercicio de observación y análisis de mi entorno, abstraigo la riqueza visual de estos objetos y los incorporo en mis fotografías para generar diálogos profundos entre imagen y materia. Mis composiciones cuestionan las perspectivas convencionales y provocan al espectador a reflexionar sobre la identidad, su entorno, la sensualidad y la forma en que los objetos moldean nuestras experiencias y emociones más íntimas.

Jaime Abello Banfi, director general y cofundador de la Fundación Gabo.

¿Qué autores, fotógrafos o artistas han marcado tu trayectoria o tu proceso creativo?

No sigo autores específicos ni me obsesiono con alguien en particular. Mi construcción como artista y fotógrafo es más una absorción de lo que me agrada y tengo a mano, especialmente en plataformas como Flickr, Instagram y Tumblr. Muchas veces, ni siquiera sé de quién son las obras que me inspiran, pero sirven para crear un imaginario que ha sido fundamental en la construcción de mi estilo y mi forma de operar. 

Has fotografiado a diversos artistas reconocidos internacionalmente. ¿Hay alguien en concreto que te gustaría fotografiar?

No tengo a una persona específica en mente que me gustaría fotografiar. Lo que realmente disfruto es tener encuentros donde pueda intercambiar conocimientos. Me encanta aprender algo nuevo durante las sesiones, ya sea un consejo sobre iluminación de un fotógrafo o sobre cómo cultivar de un campesino. Esos momentos de aprendizaje hacen que cada encuentro sea valioso, sin importar si es un presidente, un indigente o un cantante. 

Cuando la foto no funciona: 3 fórmulas de Viviana Peretti para evitarlo

Por: Emmanuel Upegui | Foto: Unsplash

Revisar el material luego de horas de trabajo y encontrar que las fotos capturadas no son tan potentes como se esperaba, o peor, que no poseen la calidad mínima de publicación, podría tener impactos complejos y difíciles de manejar para cualquier flujo de trabajo periodístico.   

Por esta razón, Viviana Peretti dedicó buena parte de las horas del ‘Taller de fotoperiodismo: un viaje de lo digital a lo análogo’, realizado en el marco de la novena edición del Festival Gabo Nº9, a revisar las fotografías que los 20 participantes enviaron de manera previa. Un ejercicio de reflexión para el grupo, de autocrítica para cada individuo, que ha resultado clave en las sesiones en la medida que ha permitido el hallazgo de vicios y la destrucción de tabúes. 

A continuación, se dejan tres fórmulas para evaluar las tácticas y estrategias aplicadas en campo, y que en definitiva, determinan la fuerza y la calidad resultante de cualquier cubrimiento. 

1. Revisar siempre el dónde se está parado

“Tomar fotos es danzar con un sujeto. Es moverme todo el tiempo replanteándome siempre mi punto de vista”. Peretti afirma que cuando una foto no funciona es porque se está parado donde no se debe. Moverse tanto como se pueda brindará todas las opciones de disparo al fotógrafo, ver lo que no se había visto, teniendo en cuenta elementos de perspectiva, cercanía del sujeto, posiciones respecto a las fuentes de luz y la oportunidad de componer con base en capas. Todo esto resultará, muy probablemente, en un paquete de fotografías más rico y en una narración final más completa y profunda.

2. La foto no tiene por qué ser una copia de la realidad

“¿Cómo mi historia puede ser visualmente más reveladora, más interesante y más llamativa?”, cuestiona la maestra al grupo de asistentes. El fotógrafo debe ser capaz de encontrar un equilibrio entre el contenido y la forma, es decir, entre la historia y la estética con la que se cuenta. No es necesario mostrarlo “todo” siempre, en cambio, se debe tomar la oportunidad de seleccionar, por las razones adecuadas, un fragmento de esa realidad para evocar. Elementos como el misterio, el “¿qué es aquello?”, pueden jugar a favor de la serie en la medida en que genera preguntas en el público y construye conversaciones con la imagen.  

3. Para antes de salir: saber escoger el equipo adecuado para cada momento

Por supuesto, el trabajo de reportería arranca antes de la primera obturación. Comienza en el contacto previo con el sujeto, con la investigación del tema a abordar y la selección del equipo con el que se va a trabajar. ¿Por qué llevar un teleobjetivo si se va a trabajar en un espacio cerrado y pequeño? ¿Por qué no llevar el lente de mayor apertura de diafragma si se va a trabajar de noche y en un espacio con pocas fuentes de luz? Aquí, Viviana Peretti invita a ser cuidadosos, pues una mala decisión limitaría y complicaría el momento de reporteo. Insiste, de manera especial, en el uso de ópticas fijas en lugar de los lentes “zoom”: la mejor herramienta de acercamiento, de reencuadre y de cambio de posición son las piernas del fotógrafo. Los lentes variables impiden, de cierta forma, el cuestionarse dónde se está ubicado; y ante la eventualidad del cuestionamiento, se soluciona este con un movimiento de dedos. La cámara y su óptica deben transformarse en extensiones del cuerpo humano, muy complicado llegar a esto cuando el “ojo” modifica frecuentemente y antinaturalmente su campo de visión.

Sobre Viviana Peretti

Viviana Peretti es una fotógrafa italiana radicada en Bogotá. En el 2000, después de graduarse Magna Cum Laude en Antropología en la Universidad de Roma, se trasladó a Colombia donde se especializó en fotoperiodismo. En 2010, se graduó en Documentary Photography and Photojournalism en el International Center of Photography (ICP) de Nueva York. Ha recibido premios y becas de ICP, la World Photography Organization en Londres, la Fondation Bruni-Sarkozy en Francia, CNN, el Moscow International Foto Awards, Sony, y el Ministerio de Cultura de Colombia, entre otros. En 2010, fue seleccionada para participar en los Eddie Adams Workshop en Nueva York. Entre 2013 y 2014 fue una artista en residencia en la École Nationale Supérieure de la Photographie (ENSP) en Arles, Francia. En 2014 fue elegida Fotógrafa del Año en la categoría ‘Arte y Cultura’ de los Sony World Photography Awards. En 2015, fue una artista en residencia en la Camargo Foundation en Francia y, en 2017, en la Bogliasco Foundation en Italia. Las fotografías de Viviana han sido publicadas en varios  medios internacionales incluidos The New York Times, CNN, BBC, Newsweek, New York Magazine, Vice, y Le Journal de la Photographie.

Sobre el Festival Gabo y el Premio Gabo

Son convocados por la Fundación Gabo, que inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.

El Festival Gabo y el Premio Gabo son posibles gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina.

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Cómo encontrar nuevos ángulos en fotoperiodismo: 4 consejos de Viviana Peretti

Por: Emmanuel Upegui | Foto: Unsplash

Mientras se leen estas palabras, millones de imágenes nuevas entran en circulación en las redes sociales. Con el móvil y el pulgar, a pura velocidad y por lo tanto sin la necesidad de aplicar un razonamiento muy extenso, el vecino captura a su gata o el protestante narra desde adentro la manifestación de turno. ¿Para qué un fotógrafo si ahora la gran mayoría tiene la capacidad y las herramientas para capturar imágenes y ponerlas en circulación? ¿Por qué necesitaría la ciudadanía un especialista para narrar historias con fotos, cuando todos se cuentan a todos, al instante y de manera íntima?

Precisamente, en el primer día del ‘Taller de fotoperiodismo: un viaje de lo digital a lo análogo’, dirigido por la fotógrafa Viviana Peretti, los cuestionamientos, sugerencias y observaciones realizadas giraron en torno al fortalecimiento de las capacidades narrativas de los asistentes y a la observación crítica de los trabajos previamente compartidos por ellos, con el objeto de crear en un futuro piezas con la fuerza necesaria para sobresalir, a punta de estética o mensaje, en la marea de información que satura las pantallas. 

En estas, las primeras dos horas de trabajo, el estilo y la experiencia de la maestra marcaron posibles caminos y tácticas, que si bien no buscaban convertirse en las “formas aceptadas” para registrar o documentar historias a través de la fotografía, entregaron ángulos distintos para que los fotoreporteros observaran y cuestionaran su propio trabajo. 

Tal vez allí, en esa invitación a una autocrítica que obliga el cambio continuo de posición con respecto a sí mismos y a las historias que se cubren, se fundamenta parte de la formación impartida. A continuación, cuatro consejos entregados por Peretti para quienes contemplan en la fotografía una de las razones para habitar el mundo.

1. Cuestionar todo el tiempo el tipo de imágenes que se están construyendo

“¿Qué tipo de imágenes se están haciendo?”, ¿Desde qué posición, física o política, se ubica el fotoreportero para fotografiar al personaje?”. Peretti sugiere a los fotógrafos reflexionar en todo momento, una revisión constante y a profundidad de las formas de trabajo. Además de las cuestiones iniciales, considera también las relaciones con los sujetos de la historia, el formato seleccionado, las ópticas escogidas, el porqué de los encuadres realizados y las formas en las que se operan las cámaras. 

2. Rechazar las historias únicas

“Cuando rechazamos la historia única, cuando nos damos cuenta que no existe ninguna historia única sobre ningún lugar, recuperamos una suerte de paraíso”. Aquí, Peretti cita a la escritora Chimamanda Ngonzi Adichie. Para ello, aconseja complejizar las imágenes, ir más allá del encargo realizado por el medio, de los relatos establecidos y aceptados sobre fenómenos, sujetos o comunidades y encontrar esa arista de la historia que motiva y mueve de verdad.

3. “Dejarse tocar” por las historias

“Nos acercamos al otro todo el tiempo y ojalá, en ese proceso, nos dejemos tocar. Porque mirar a los otros se vuelve, eventualmente, en un mirarse (…) Que no se haga ese encargo porque me toca, sino porque hay algo en el fondo que me mueve”. Para la maestra, quien cita en las ideas de este párrafo a Marta Andreu, hay “pérdidas” que motivan y detonan los intereses del fotógrafo, y que en parte, terminan por acercarlo a las historias. Entender esas pérdidas es vital para no transformarse en ese reportero que simplemente cumple con un encargo, un registro escueto de la realidad, sin alcanzar ese “más allá” de lo evidente.

4. Intentar generar imágenes que formulen preguntas

“No estamos para dar respuestas”, afirma la maestra en reiteradas ocasiones, cuya obra no suele contar mucho con el elemento de lo “obvio” o lo “literal”. Ella invita a “sugerir”, entregar de manera sutil al público el fenómeno captado en medio de la reportería, con el fin de establecer una conversación y un cuestionamiento sobre el poder, la sociedad o cualquiera que sea el tema documentado. 

Sobre Viviana Peretti

Viviana Peretti es una fotógrafa italiana radicada en Bogotá. En el 2000, después de graduarse Magna Cum Laude en Antropología en la Universidad de Roma, se trasladó a Colombia donde se especializó en fotoperiodismo. En 2010, se graduó en Documentary Photography and Photojournalism en el International Center of Photography (ICP) de Nueva York. Ha recibido premios y becas de ICP, la World Photography Organization en Londres, la Fondation Bruni-Sarkozy en Francia, CNN, el Moscow International Foto Awards, Sony, y el Ministerio de Cultura de Colombia, entre otros. En 2010, fue seleccionada para participar en los Eddie Adams Workshop en Nueva York. Entre 2013 y 2014 fue una artista en residencia en la École Nationale Supérieure de la Photographie (ENSP) en Arles, Francia. En 2014 fue elegida Fotógrafa del Año en la categoría ‘Arte y Cultura’ de los Sony World Photography Awards. En 2015, fue una artista en residencia en la Camargo Foundation en Francia y, en 2017, en la Bogliasco Foundation en Italia. Las fotografías de Viviana han sido publicadas en varios  medios internacionales incluidos The New York Times, CNN, BBC, Newsweek, New York Magazine, Vice, y Le Journal de la Photographie. 

Sobre el Festival Gabo y el Premio Gabo

Son convocados por la Fundación Gabo, que inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.

El Festival Gabo y el Premio Gabo son posibles gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina.

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Así es una jornada de edición fotográfica con Gihan Tubbeh

14 fotógrafos de América Latina se reunieron durante 3 días en Medellín bajo la guía de Gihan Tubbeh. Foto: Juan David Tamayo.

Por Ronal Castañeda

La misión final del taller Visión y expresión fotográfica, que reunió a 14 periodistas de América Latina en el marco del Festival Gabo, era entregar una selección de 30 fotografías que contaran Medellín desde una nueva mirada.

Este taller, que sirvió como antesala del Festival Gabo 2017, fue conducido por la fotógrafa peruana Gihan Tubbeh y organizado por la FNPI-Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, Focos Narrativos y Universo Centro.

Antes de recorrer diferentes rincones de la ciudad, los participantes elaboraron un cadáver exquisito (un poema que se construye en colectivo) y a partir de ahí salieron en la búsqueda de sus historias visuales. Este es un fragmento del poema:

…Llueven estrellas de colores
mientras suena a noche,
a ojos que miran en la oscuridad,
a gente que camina hacia afuera”.

La imagen correcta

Al volver del trabajo de campo, los fotógrafos revisaron, uno a uno, las imágenes tomadas, en compañía de Gihan Tubbeh. Ella decidió mirar la papelera de reciclaje del fotógrafo. “Muéstrame las imágenes que no escogiste”, le dijo a todos. Durante los tres días del taller los participantes entendieron que, lo que suelen calificar como error, la fotografía descartada, puede en ocasiones contar más que la imagen bien lograda.

Respecto a la literalidad de la imagen, Tubbeh anotó: “Estás esperando que la foto te cuente algo, pero no tiene que explicarlo todo. Cuando eso se hace, de algún modo se subestima la interpretación del lector. No hay que ser obvios”.

El personaje en la fotografía

En cuanto al abordaje del personaje, la pregunta común era cómo retratarlo sin caer en enfoques textuales y estandarizados. Para Tubbeh es indispensable buscar que la fotografía refleje extrañeza y que el autor arriesgue la mirada para generar tensión. Hay que darle lugar a lo impredecible, no buscar la mirada común y predispuesta. Incomodar al personaje.

Un reto son los personajes que buscan siempre mirar al lente, que están preparados para que el fotógrafo dispare. Tubbeh compartió una técnica que aplica para cambiar esto: redirige la mirada, descoloca la vista del personaje al distraerlo hacia otro lado. Es ahí donde se encuentra la informalidad  y se puede disparar, incluso sin que el personaje se dé cuenta, distraído con el truco de prestidigitador.

“Los encuadres deben incomodar, que el personaje haga cosas que no puede hacer. Eso genera ya otro ojo”, le dice la maestra a Marcela Rico, fotógrafa independiente de Bogotá, cuyo trabajo está relacionado con lo urbano y el uso de líneas y perspectivas. “La búsqueda de la mirada propia es permanente, aunque, si no es tu lenguaje, no trates de forzarlo porque no es un terreno propio”.

El fotoperiodista nicaragüense Carlos Herrera se encontró en su trabajo de campo con la historia de ‘Mamá Chila, líder comunitaria de un sector de la ciudad, y reconstruyó su día a día fotografiándola en diferentes escenarios. Tubbeh lo invitó a ser simbólico y ambivalente, buscando los universales de todos los seres humanos (piel, ojos, cabello). Eso, asegura, lleva al autor a ser sugerente, a no quedarse en lo plano, informativo y racional.

La selección final

Al final de la jornada, los 14 participantes se reunieron para construir la serie final que sería proyectada en el Jardín Botánico de Medellín durante el Festival Gabo. En el lienzo de edición, dos personajes con los ojos cerrados se suceden uno a otro, se necesita una tercera imagen, y uno de los participantes dice: “tiene que ser una imagen que indigne, algo que llegue al hígado, que incomode”.

Las imágenes finales de la jornada de edición se superponen unas con otras a partir de diferentes propósitos: Estética, a partir del color (el blanco y negro respira entre imágenes saturadas), los personajes o las formas; del concepto, donde un significado puede llevar a otro, o donde se enlace la idea de una ciudad con otra.

El ejercicio del cadáver exquisito abrió la posibilidad a la creación de metáforas o antagonismos visuales. Esta yuxtaposición visual logró un solo lienzo de nuevos significados para juntar muchas miradas en una sola, para que así surja una ciudad nueva, una Medellín reconstruida, inimaginada.

Gihan Tubbeh y la búsqueda de la imperfección en la fotografía

La fotoperiodista peruana Gihan Tubbeh ganó el World Press Photo en 2010 en la categoría Vida cotidiana. Foto: Juan David Tamayo.

Por Ronal Castañeda

Trabajar desde la introspección y salir de los esquemas. Con esa premisa, Gihan Tubbeh introdujo el taller Visión y expresión fotográfica, que reunió a 14 fotógrafos de América Latina durante tres días en Medellín. Esta actividad fue la antesala del Festival Gabo 2017 y estuvo organizada por la FNPI-Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, Focos Narrativos y Universo Centro.

En el primer día, la fotógrafa peruana presentó su trabajo, habló de sus propias exploraciones personales y reveló cómo han sido sus búsquedas intrínsecas hacia una mirada de autor.

“Somos conscientes de que el periodismo busca la objetividad, pero la mirada documental va más allá. No modificamos la realidad, pero la manera como la miramos es lo que nos lleva narrarla desde una perspectiva única”.

Fotografía por accidente

Cuando comenzó su carrera como fotógrafa profesional, Tubbeh tenía un ánimo perfeccionista y un cuidado extremo hacia el tratamiento de la imagen, tal vez motivada por lo que le enseñaron en la escuela. Un día, mientras clasificaba sus archivos y encarpetaba imágenes, puso en una de esas carpetas algunas fotografías bajo el rótulo de “no van”. Sus fotos descartadas, con errores, quemadas por el flash, desenfocadas, etc., iban a parar ahí.

Más tarde encontraría que lo que había catalogado como error se podría convertir en su mejor recurso para narrar. Se sintió tan cómoda con este lenguaje imperfecto que quiso seguir explotando esta representación particular de la imagen: “Nunca pretendo hacer las fotos perfectas, no me importa y lo incorporo”. Así nació su lenguaje fotográfico, desde lo intuitivo y lo instintivo; como haciendo fotografías por accidente.

Desde entonces mantendría este lenguaje, impulsada no por la calidad de la imagen sino por lo que estas cuentan, por tratar de capturar el momento y la emoción, sin ningún tipo de condicionamiento. “La única ley es hacer lo que se quiera, pero siempre bajo una intención de sentido”.

Buscar la mirada

Tubbeh habló del trabajo que impulsó su carrera fotográfica cuando tenía 24 años y gracias al cual fue seleccionada para participar en un masterclass del World Press Photo. De aquella época recuerda que perdió todos sus archivos y entendió lo difícil que es comenzar de cero un proyecto fotográfico cuando lo has perdido todo: “Es como obligarte a ti mismo a hacer fotos que ya te habían salido bien. Y es entonces cuando piensas que es mejor dejarlo ir. El tema se coge cuando es y hay que saber parar”.

Aseguró que la investigación e inmersión en los proyectos son fundamentales para la realización de todo fotógrafo. Prueba de ello es Adrián, un niño autista, el trabajo que en 2010 la hizo ganadora del World Press Photo y en el que se involucró intensamente con el personaje. “Lo imitaba y trataba de jugar con él y entender qué hay detrás de su mirada. Es importante que el fotógrafo se contagie del tema. Mientras más cerca estés, vas a descubrir más cosas y vas a ser más invisible”.

Luego conversó de otros proyectos que quiso hacer de una manera menos “oscura” porque sentía que su carrera estaba siendo ligada a este tipo de representaciones. Esta distancia también la considera provechosa para el fotógrafo porque da perspectiva y estimula la curiosidad de descubrir otros mundos.

Como conclusión de esta primera jornada, Tubbeh invitó a lograr imágenes que dejen más preguntas que respuestas, ya que la pregunta abre caminos. “Las fotografías que preguntan invitan al lector a la curiosidad y a querer saber más. Entregar las historias hechas pone fin al relato, da por concluido el diálogo con el lector: se acabó, lo entendí y ya está”.

Para finalizar la discusión alrededor de la mirada, la fotoperiodista habló de la elección del tema fotográfico. “Hay que rechazar eso de que todo está hecho. Lo importante es cómo lo ve cada fotógrafo, que es en últimas un traductor de la realidad”. Recomienda ver referentes fotográficos en tanto alimentan y dan nuevas miradas, pero a su vez sugiere tomar distancia de estos, porque pueden intimidar y ahuyentar al autor del trabajo creativo.

Video: Charla ‘2 mujeres, 48 días y 8.000 millas: Historia de migración cubana’ en el Festival Gabo 2017

https://www.facebook.com/FNPI.org/videos/10156587378287388/

 

La fotógrafa Lisette Poole (Cuba/Estados Unidos) compartió fotos, gráficas, mapas y relatos sobre la travesía de dos mujeres que migraron de Cuba a Estados Unidos atravesando 13 países de América Latina. El recorrido, que Poole acompañó y registró con 5 cámaras diferentes, incluyó 10 cruces ilegales de fronteras, 6 aviones, autobuses y largas caminatas. Las protagonistas son dos vecinas cubanas que tenían como objetivo final conseguir el amparo de la ley Pies secos-pies mojados.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

Estos son los seleccionados al Taller Visión y expresión fotográfica

El Premio y Festival Gabriel García Márquez de Periodismo, Focos Narrativos y Universo Centro anuncian los seleccionados al:

Taller Visión y expresión fotográfica en el marco del Premio y Festival Gabo

Medellín, Colombia

Del lunes 25 al miércoles 27 de septiembre de 2017

Los seleccionados deberán confirmar su participación enviando un correo electrónico a icardenas@fnpi.org

A continuación el listado de seleccionados y la lista de espera:

Nombre Apellido País de nacimiento Medio
Pedro Londoño Colombia Instituto Henry Agudelo
Santiago Mesa Colombia Freelance
Esteban Valencia Colombia Freelance
Diego Augusto Arango Bustamante Colombia Universidad de Medellín
Charlie Cordero Colombia Universidad del Norte
Marce Rico Colombia Contraste Colectivo
Edu León España El País
Diego Araoz Argentina La Gaceta
Johanna Andrea Alarcán Álvarez Ecuador Nina Shunku
Miguel Mejía Castro Perú La República
Carlos Herrera González Nicaragua Revista Confidencial
Karina Mendoza Chávez Perú Grupo Epensa

 

Lista de espera

Nombre Apellido País de nacimiento Medio
Sebastián Villegas Vargas Colombia Freelance
Carlos Pineda Núñez Colombia Freelance
Miriet Ábrego Zúñiga Costa Rica Semanario Universidad

 

Vive el fotoperiodismo en el Festival Gabo

Foto de la serie Transputamierda, de Federico Ríos 

El fotoperiodismo será protagonista en la quinta edición del Festival Gabo 2017. Por ello contará con espacios en su programación para compartir ideas sobre cómo registrar con imágenes temas como las migraciones, las guerras, el olvido institucional o la vida cotidiana de algunas comunidades.

Estos y otros temas propios de la reportería gráfica serán abordados por invitados de Argentina, Colombia, Cuba y Perú en una muestras, un taller y varias charlas, que tendrán lugar del 25 al 30 de septiembre en Medellín, Colombia.  Inscríbete sin costo al Festival Gabo.

Prográmate:

Taller de visión y expresión fotográfica

Delirio Nocturno. Gihan Tubbeh.
Delirio Nocturno. Gihan Tubbeh.

Este taller de tres días reunirá a 12 fotógrafos profesionales de América Latina junto a la ganadora del World Press Photo Gihan Tubbeh para reflexionar sobre la introspección de cada autor y cómo utilizar la imagen como vehículo de expresión. Más información sobre el taller e inscripciones aquí.

¿Cuándo?: 25-27 de septiembre

¿Dónde?: Medellín, Colombia

 

Muestra fotográfica #Transputamierda

El fotógrafo Federico Ríos (Colombia) ha recorrido Colombia por trochas, ríos, selvas y montañas para retratar los momentos más simbólicos del conflicto y de la transición que se vive luego del acuerdo con las Farc. Durante sus viajes evidenció el abandono de la Colombia rural y la travesía que viven a diario sus habitantes para llegar a los centros urbanos. Eso es lo que revela en su serie #Transputamierda, un nombre que reúne dos conceptos: trans, el sufijo que suele preceder el nombre de las grandes empresas de transporte, y puta mierda, que en Colombia equivale a un lugar remoto. Conoce más sobre #Transputamierda.

¿Cuándo?: 20-30 de septiembre

¿Dónde?: Jardín Botánico de Medellín

Maratón de las mejores historias de Iberoamérica: categoría Imagen

Los tres finalistas de la categoría Imagen conversarán con un jurado de tercera ronda de juzgamiento del Premio Gabo. Conoce más sobre el Premio Gabo.

¿Cuándo?: 28 de septiembre / 9 a.m.

¿Dónde?: Orquideorama – Jardín Botánico

Las imágenes que nos narran

El fotógrafo colombiano Federico Ríos conversará con Germán Rey (Colombia), miembro del Consejo Rector de la FNPI, quien hace parte de la curaduría de #Transputamierda, la exposición que revela el abandono rural en Colombia, abierta durante los tres días del Festival. Al finalizar la charla, el fotógrafo hará una visita guiada por la exposición.

¿Cuándo?: 28 de septiembre / 4 p.m.

¿Dónde?: Orquideorama – Jardín Botánico

Transporte escolar en las carreteras del Putumayo #transputamierda #historiassencillas #everydaymacondo #everydaylatinamerica #onassignment

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Fotografía que rompe con la objetividad

Urbe. Natalia Botero.
Urbe. Natalia Botero.

La fotoperiodista Gihan Tubbeh (Perú) es una defensora del uso de la imagen como vehículo de expresión. Ganadora del World Press Photo por su trabajo Adrián, un niño autista, no teme confesar que en ocasiones llega a una conexión especial con sus personajes y deja fluir sus emociones. Conversará con Natalia Botero (Colombia). Conoce más sobre Tubbeh.

¿Cuándo?: 28 de septiembre / 7 p.m.

¿Dónde?: Orquideorama – Jardín Botánico

Acercarse a lo que pocos ven, y fotografiarlo

Los cuatro fotoperiodistas invitados al Festival Gabo han logrado capturar, desde una mirada íntima, realidades de la coyuntura informativa y de la vida cotidiana de algunas comunidades: desde la travesía de la migración cubana hasta la guerra en Medio Oriente. Gihan Tubbeh (Perú), Federico Ríos (Colombia), Rodrigo Abd (Argentina) y Lisette Poole (Cuba/Estados Unidos), conversarán con Margarita Barrero (Colombia). Conoce más sobre el trabajo de Poole.

¿Cuándo?: 30 de septiembre / 4 p.m.

¿Dónde?: Estación La Sierra del Metro de Medellín

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

El proyecto que retrata la otra cara de la migración cubana

Foto: cortesía Lisette Poole.

Armada de cinco cámaras, la fotógrafa cubano-estadounidense Lisette Poole se embarcó por 48 días con dos migrantes cubanas en un recorrido de 8.000 millas hasta Texas. Esta travesía incluyó 13 países, 6 trayectos aéreos y 10 cruces ilegales de frontera.

El resultado es el trabajo ‘2 mujeres, 48 días y 8.000 millas’, mezcla de fotografía, video y texto que ofrece una mirada única sobre una de las rutas menos documentadas de la migración cubana.

Poole presentará material inédito de este trabajo durante el Festival Gabo, donde hablará de tú a tú con los asistentes sobre su proyecto el jueves 28 de septiembre a las 6:00 p.m. Inscríbete sin costo al Festival Gabo.

Te damos algunas razones para no perderte esta oportunidad:

Es una guía por el camino más largo para llegar de Cuba a EE.UU: 

Si bien la distancia desde Cuba hasta Florida es de solo 90 millas, estas mujeres tomaron el camino más largo debido a que una de ellas no se sentía cómoda viajando en barco. De esta manera, emprendieron una ruta en la que habría pocos controles migratorios, pero abundarían los contrabandistas y un difícil clima tropical.

Es una nueva mirada a la migración cubana:

Las dramáticas imágenes de familias saliendo de las costas cubanas en débiles balsas de madera dieron la vuelta al mundo por años. Esto fue especialmente registrado desde 1994, cuando Fidel Castro permitió la salida de los ciudadanos de su país bajo sus propios medios.

Sin embargo, la alternativa de llegar a Estados Unidos atravesando el continente de sur a norte ha sido muy pocas veces documentada. El trabajo de Lisette te permitirá conocer el paso a paso de este camino.

Una historia que tal vez no se repetirá

Las dos mujeres que retrató Poole fueron unas de las últimas beneficiadas de la antigua política Pies mojados – Pies secos, de la administración Obama, mediante la cual los cubanos podían entrar a Estados Unidos si ya habían logrado llegar hasta la frontera.

Se calcula que desde 1959 más de un millón de cubanos entraron a los Estados Unidos. Desde entonces, un velo de duda creció alrededor de las políticas amigables con los migrantes de la isla, ya que no existe nada parecido para quienes llegan de países como México o El Salvador.

Con el fin de Wet foot, Dry foot, los cubanos volverán a conocer las dificultades de ser un migrante promedio. Por eso, “3 mujeres” hace parte de un capítulo que probablemente no se repetirá, al menos durante la actual administración del país norteamericano.

Accederás a información inédita sobre este proyecto

Si bien la historia ya ha llegado a numerosos medios de comunicación, solo en el libro ‘48 días: Historia de Migración’ Poole recopilará las gráficas, fotos, mapas y demás relatos de la travesía, que serán publicados en inglés y español gracias a una iniciativa tipo crowdfunding.

Antes de que el libro vea la luz, 60 personas podrán tener un acceso en exclusiva a la historia durante el Festival Gabo e interactuar directamente con su autora, sin moderadores ni intermediarios. Tú puedes ser uno de ellos. Inscríbete.

Conoce más sobre el proyecto.

Sobre el Premio y Festival Gabo 

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y las empresas Bancolombia y el Grupo SURA y su filiales en América Latina.

“Colombia le ha dado la espalda al campo”: Federico Ríos

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Foto: Cortesía Federico Ríos/ Transputamierda.

En sus más de 10 años de trabajo como fotoperiodista, Federico Ríos ha llegado a los rincones más alejados de la geografía colombiana para capturar realidades como la minería ilegal, el desplazamiento forzado, los soldados heridos por minas antipersona o la restitución de tierras. Durante los últimos meses se ha dedicado especialmente a retratar la cotidianidad de las Farc en su fase de transición hacia la vida civil, trabajo que ha sido publicado por medios como The New York Times, Times Magazine, Parismatch, El País, entre otros. Inscríbete sin costo al Festival Gabo.

En medio de todos esos viajes se encontró con una realidad: el abandono de la Colombia rural y la travesía que viven a diario sus habitantes para llegar a los centros urbanos. Eso fue lo que decidió llevar a Instagram con la serie #Transputamierda, un nombre que reúne dos conceptos: trans, el sufijo que suele preceder a las grandes empresas de transporte, y puta mierda, que en Colombia equivale a un lugar remoto.

Lo mejor de este trabajo, que publica periódicamente en su cuenta @historiassencillas, llegará ahora a una exposición en el Jardín Botánico como parte del Festival Gabo, del 28 al 30 de septiembre. Federico Ríos además conversará con Germán Rey, el curador de la exposición, el jueves 28 de septiembre a las 4 p.m en el mismo lugar. Al finalizar la charla habrá una visita guiada con el autor. Consulta aquí toda la programación del Festival Gabo. 

¿En un país tan convulso como Colombia, cuándo y por qué decide retratar “historias sencillas”?

Al regresar de un viaje a Brasil había cerrado mi cuenta de Instagram. Ya no quería llenar las redes sociales con fotos de mi comida o de cada tontería que veía, por eso después de un proceso de reflexión decidí crear dos proyectos y alojarlos en esta red social. Uno de ellos es @historiassencillas, que no es más que una reflexión de la cotidianidad macondiana en la que vivimos, cosas que son elementales y básicas, que están frente a nuestras narices todo el tiempo pero que a la vez tienen un lado fascinante, un carácter reflexivo.

¿En qué momento se interesa por retratar la vida en la Colombia rural?

Mi interés por la Colombia rural ha estado presente durante toda mi vida. Mis abuelos vienen de Marulanda, una población remota en el departamento de Caldas, y siempre viajábamos allí cuando yo era pequeño, me asombraba la distancia y las dificultades para llegar hasta ese lugar. Desde allá siempre pensé que era como estar en otro país, otra ley, otro orden social. Todo cambia en esas lejanías. Hoy sigo pensando que hay un país urbano y un país rural y que existe una gran brecha entre los dos. Todavía no nos comunicamos como nación sino como fragmentos que valga la pena añadir, son muy difíciles de recorrer y transitar. Solo se puede llegar allí en Transputamierda.

Con base en su experiencia recorriendo y retratando las zonas rurales del país, ¿cómo cree que ve la ciudad al campo y viceversa?

Primero habría que aclarar que no encuentro un solo campo, hay tierras diferentes en la ruralidad colombiana, las tierras de los indígenas y de los afros son diferentes a las tierras que conocemos cono campesinas, y también en las tierras campesinas siento la necesidad de hacer una diferenciación entre el campo cercano y el campo remoto porque se viven y se operan de formas muy distintas.

Creo que la ciudad y el campo son dos universos separados que no se conocen y casi ni se tocan. Tenemos un campo complejo, uno al que no se llega ni siquiera por carretera. Cuando regreso de mis travesías por esos lugares siempre encuentro en la ciudad caras de asombro con mis imágenes, y ese asombro es fundamentado en el desconocimiento, en que como país no nos hemos contado. Vemos el campo como algo exótico y con frecuencia afloran comentarios en interlocutores que piensan “tan bonitos los indígenas”, “tan perezosos los afros”, y la peor: “si están así es porque quieren estar así”. Tenemos un país que le ha dado la espalda al campo, de ahí que no se pueden negar las obvias razones políticas que han conducido a Colombia a un conflicto armado interno.

¿Cuáles han sido las historias más sorprendentes que ha encontrado en las zonas rurales de Colombia?

No quiero ver el campo como algo exótico, me sorprendo cada día con la tenacidad de la gente, con la abuela de 80 años sigue cargando la leña para cocinar en su casa, con la familia indígena que camina por días enteros para buscar su cacería, con el campesino que madruga todos los días a trabajar. Más bien me sorprende que no se hayan rebelado antes en contra de un país que les da la espalda.

Como colombiano y como fotógrafo, ¿cómo fue su primera experiencia al retratar el lado cotidiano de las Farc?

Recuerdo una de mis primeras experiencias, en el Cauca: un comandante de las Farc estaba sentado al lado de la carretera entre El Palo y Toribio; el presidente Santos estaba en el casco urbano con sus ministros. Había un gran despliegue militar en toda la zona y aún así este guerrillero estaba sentado en la carretera tranquilo. Cuando un grupo de civiles y periodistas llegamos al lugar el guerrillero dijo: “por favor díganle al presidente Santos que baje pa’ que hablemos, aquí lo espero, sin tropas y sin nada, solo pa’ que conversemos y que conozca la situación de estas montañas”.

También recuerdo mucho un combate en Jambaló (Cauca) donde había mujeres y menores de edad. Los guerrilleros estaban ordenados y tenían a la comunidad de su lado. Son cosas muy obvias cuando estás en terreno, pero que la mayoría de las personas de las ciudades ignoran porque el grueso de los medios de comunicación narra otra cara del conflicto muy diferente.

¿Por qué escogió Instagram como plataforma para Transputamierda?

Instagram es una plataforma muy dinámica y el proyecto mismo es un proceso muy largo de construcción. Es gracioso pero nunca he hecho un viaje solo para alimentar Transputamierda, de alguna forma todo se trata de eso, de lo circunstancial, de que tengo otra misión en ese lugar. También el tema de la periodicidad me parecía complejo; nunca sé cuando es mi próximo viaje, puede ser mañana mismo o puedo pasarme varios días en casa. Instagram me permitía crear esa bitácora digital y constante y mantenerla en permanente relación con la audiencia a medida que el proyecto va creciendo.

¿Cómo fue la primera experiencia llevando Transputamierda a una exposición?

Transputamierda se expuso por primera vez en Valongo, un festival de fotografía en Santos, Brasil, bajo la curaduría de Horacio Fernández y Iata Canabrava.

La experiencia fue maravillosa porque a pesar de mi interés en el proyecto y la tenacidad para trabajar en él, ya se habían cerrado muchas puertas. Todos los medios colombianos le dieron la espalda. Una situación compleja en Colombia es que como freelance das la batalla de ir y generar un proyecto, invertir tiempo, dinero, esfuerzo y conocimiento y al final nadie quiere publicarlo y el proyecto muere en el disco duro.

¿Cómo ha sido el proceso de curaduría junto con Germán Rey?

Germán es un gran profesional y estoy muy entusiasmado de trabajar con él, creo que tiene un recorrido impresionante en el mundo de la imagen, tanto fija como móvil. Es muy enriquecedor entender su mirada; tiene una biblioteca gigante de referentes en su cabeza y eso le da unas dimensiones muy amplias a la hora de revisar el trabajo y generar enlaces desde lo visual y desde lo teórico.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]