Video: Ellas, transformadoras del periodismo

 

Desde distintos lugares, géneros periodísticos y momentos históricos, estas mujeres periodistas han logrado destacarse. ¿Qué estructuras y paradigmas tuvieron que desmontar para establecerse como las líderes de sus campos? En este espacio, sus íntimos testimonios dieron cuenta de los retos que superaron a lo largo de sus carreras y de la relevancia que han tenido ellas, y otras mujeres, para la industria periodística en español de las últimas décadas.

María Elena Salinas (EE.UU./México), Natalia Viana (Brasil) y Jineth Bedoya (Colombia) en conversación con Mabel Lara (Colombia).

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos Bancolombia y SURA con su filiales en América Latina.

Discapacidad y mujeres: dos universos fotográficos en inequidad

Foto: David Estrada Larrañeta / FNPI.

Por Marcy Alejandra Rangel |@MarcyAlejandra

A pesar de que la charla El retrato de la desigualdad tenía como fin último presentar el trabajo de Constanza Portnoy, argentina ganadora de la Beca Oxfam FNPI de periodismo sobre temas de desigualdad, el tema de su investigación sobre discapacidad dio pie para conversar sobre la desigualdad desde dos vertientes: el fotoperiodismo y las minorías.

El Festival Gabo contó para esta cita con otras tres mujeres que formaron parte del jurado que reconoció el trabajo de Portnoy: Claudia Daut, jefe fotografía de Reuters en América Latina (Alemania); Silvia Omedes, directora de la Fundación Photographic Social Vision (España) y Adriana Zehbrauskas, fotoperiodista freelance para Buzzfeed y The New York Times (Brasil). Junto a Jineth Bedoya, subdirectora de El Tiempo (Colombia), crearon con sus intervenciones una lista de prácticas que han llevado a los medios a publicar imágenes que refieren a los lectores una visión homogénea del mundo y otra de recomendaciones para conceptualizar mejores trabajos visuales.

Las mujeres en el fotoperiodismo

El fotoperiodismo no está alejado del pensamiento patriarcal y machista. Según Constanza Portnoy, el oficio es un lugar reservado para los hombres. “Me ha costado hacerme un espacio como mujer, comunicadora social y freelancer”. Daut, como jefe de fotografía en Reuters, afirma que la agencia cada vez más está pendiente de ser mentora de fotógrafas mujeres. “Una mujer no se puede encasillar. No se acercan las mujeres, tienen miedo a veces, pero estamos en un momento político convulso para que las mujeres se levanten y hay que aprovecharlo para dedicarse a algo que originalmente no es femenino”.

A los independientes les acompaña la incertidumbre. “Si yo no hago un trabajo bien hecho hoy, no me van a llamar mañana otra vez” ejemplifica Zehbrauskas para explicar que el fotoperiodismo, independientemente del género, se ejerce de una manera riesgosa laboralmente hablando cuando se hace de manera freelance.

La maternidad. “Hay mujeres que son freelancers y no tienen con quién dejar a sus hijos. Si uno ve los salones de las escuelas de periodismo la mayoría son mujeres, pero eso luego no se ve reflejado en el mercado laboral. Entonces ahí pasa algo que hace que las mujeres no sigan” analiza Zehbrauskas.

Solo el 15% de los fotoperiodistas profesionales son mujeres. Silvia Omedes cuenta que esta es una industria muy masculina, porque hay muchas menos mujeres. “En los premios, hace un par de años que son muy sensibles a la perspectiva de género y en dar visibilidad a trabajos hechos por mujeres. El World Press Photo hace un año está buscando que más mujeres se postulen al premio y después de un año de intentarlo solo ha subido un 1% las postulaciones”.

La sensibilidad. Omedes afirma que los premios son un termómetro para saber cuál es el tipo de historias que se venden en los medios, se publican y difunden. “Cuando uno ve las historias que hacen las mujeres, se da cuenta que son historias distintas porque nuestro imaginario es masculino y las mujeres desarrollan historias con un punto de vista más esperanzador”. Daut agrega: “Debemos ser conscientes que el siglo XX se ha construido con fotografías hechas el 85% por hombres. Debemos tener más mujeres para contar una visión más completa que nos acerque a temáticas que si no nunca serían mainstream, ni se publicarían en los grandes medios para tener una visión más completa. Negar una visión femenina para que nos cuente las historias a las que no tenemos acceso, es como perderse la mitad del mundo”.

Existe una visión homogénea del mundo. Las grandes agencias atienden a intereses económicos y políticos clarísimos y distribuyen las mismas imágenes a cantidades de periódicos en el mundo, con lo cual nuestra idea del mundo es homogénea: regida y creada por un cierto tipo de persona. “Hay que potenciar la diversidad, fotógrafos locales y autóctonos. Cuando hablamos de mujeres, estamos hablando del 50% de la población mundial” recuerda Omedes.

Existe un modelo social discapacitante: Hay dos tipos de limitaciones sobre las que se habló en la charla. Por un lado, la visión de Portnoy sobre la discapacidad: “¿Dónde está esa discapacidad? ¿En la persona que tiene esa discapacidad, o en la sociedad que condiciona e impone barreras para que una persona en silla de ruedas no pueda subir a la vereda o tenga que ser levantada para subir a un medio de transporte?”. Y, por otra, la de Omedes que critica a quienes elaboran narrativas que potencian a la mujer como víctimas: “Las mujeres entramos a los museos y nos vemos desnudas. Tenemos que revisar los clichés, la idea de lo femenino, de la mujer, del género. Si hay que analizar el siglo XX por las imágenes que ha creado es absolutamente incompleto e injusto. Y además nos hemos acostumbrado a ello. Las agencias venden muchas más imágenes si aparece un niño destrozado o una mujer en desesperación, pobreza, refugiada. Eso vende y afianza esa imagen tan difícil de romper de la diversidad”.

Recomendaciones para fotoperiodistas

    1. Contar historias nunca va a estar en crisis, porque es algo que forma parte de la naturaleza humana: “Tenemos que explicarnos el mundo, unos a otros, y las nuevas tecnologías ofrecen las herramientas para difundir estos trabajos” dijo Silvia Omedes.
    2. Estar presentes con el corazón. Evitar lugares comunes de revictimización en las imágenes parte de la empatía, de ponerse en el lugar del otro. “No solamente estar presente con los ojos en esa situación, sino también con el corazón. A veces hay que dejar la cámara. Aunque la imagen que veamos sea perfecta quizá no es la mejor si respetamos esa situación” explicó la fotoperiodista y psicóloga Constanza Portnoy.
    3. Tener presencia en redes sociales. Tener una web cuidada y a pesar de eso entender que no todas las redes sociales están pensadas para colgar proyectos fotográficos con aspiraciones profesionales. Omedes agregó: “Cuando uno siente la pulsión de compartir su historia y esa historia está hecha honestamente, se encontrará la vía para difundir”.
    4. Presentarle el trabajo a un editor. Claudia Daut sugiere preguntarle a un editor qué le parece el trabajo antes de ofrecerlo. “Podemos sentarnos y hablar. De alguna manera se tiene que contactar con alguien que esté en el medio”.
    5. Encontrar los cómplices naturales del proyecto. Saber dónde está la audiencia potencial va a marcar el cómo para explicar el qué. “Cuanto más idea tenemos a priori de dónde está nuestra audiencia, nos va a facilitar el llegar ahí antes” señala Omedes.
    6. Desarrollar el proyecto por escrito. Para ganar la Beca OXFAM – FNPI, Portnoy tuvo que acompañar las imágenes de un texto que defendiera el producto que estaba presentando. Durante el proceso, descubrió que es un lenguaje que no se puede descuidar. “No se complementan, pero van de la mano”. 

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.

6 obstáculos a los que se enfrentan las mujeres periodistas

Jineth Bedoya, María Elena Salinas, Natalia Viana y Mabel Lara. Foto: Joaquín Sarmiento / FNPI.

María Elena Salinas (México/Estados Unidos), Natalia Viana (Brasil) y Jineth Bedoya (Colombia) son tres mujeres que se han destacado en el periodismo latinoamericano, pese a tratarse de una profesión tradicionalmente dominada por los hombres en una región sumergida en un imaginario machista.

Salinas, la periodista hispana de más amplia trayectoria en la televisión estadounidense; Viana, ganadora del Premio Gabo en 2016, y codirectora y cofundadora de Agéncia Pública; y Jineth Bedoya (Colombia), subdirectora de El Tiempo, y destacada corresponsal de guerra y activista contra la violencia de género, tuvieron que desmontar una serie de estructuras y paradigmas para establecerse como líderes en sus respectivos campos.

Estos son algunos de los testimonios íntimos que compartieron con la periodista colombiana Mabel Lara durante la charla Ellas transformadoras del periodismo, llevada a cabo durante el primer día del Festival Gabo 2018, sobre los obstáculos que han enfrentado a lo largo de sus trayectorias en el oficio:

Tener que justificar sus logros por el hecho de ser mujeres

Jineth Bedoya: “Es muy complicado todos los dias justificar cómo logramos ciertas cosas por el hecho de ser mujeres, sobre todo cuando se está en un contexto tan machista como el de la gran cantidad de redacciones. Siempre estamos en la dinámica de justificar que hacemos las cosas no porque seamos feministas o mujeres, sino porque el periodismo nos obliga a hacerlas con total rigor, porque nos debemos a un público; pero ese es el reto que tenemos”.

María Elena Salinas: “Molesta un poco constantemente que sobresalga el hecho de que ‘mira lo que has logrado siendo mujer’. Vivimos en mundo machista y, en medio de una política empresarial que no reconoce los aportes de las mujeres, constantemente nos tenemos que estar probando. Siempre es noticia cuando llega una mujer a ser titular de un programa. Claro, nos gusta ser noticia, pero nos gustaría que eso fuera lo normal y que, si somos buenas en lo que hacemos, entonces sí se reconozca nuestro trabajo”.

Entrar en campos del periodismo que son ‘para hombres’

Jineth Bedoya: “Mi reputación me la he ganado porque he sido de las pocas mujeres que hace 25 años se atrevió a estar en la línea de fuego, a cubrir un combate, a subirme al helicóptero y enfrentarme a esos guerrilleros, policías, militares y paramilitares que por el hecho de ser mujer querían ‘algo más’ aparte de entregarnos información”.

“Me tocó muy difícil porque además de llegar a confrontar a los armados, me tocó confrontarme con mis colegas. En combates donde había 20 reporteros y fotógrafos hombres, y Jineth Bedoya, cuando yo tenía la fortuna de conseguir la noticia desde el lugar de los hechos, lo que me decían mis colegas era ‘se lo dio al general’. Tenía que pelear con eso siempre”.

María Elena Salinas: “El último estudio que vi del Centro de Mujeres en los Medios en Estados Unidos muestra que en la televisión las mujeres reportan únicamente un 25% de las noticias y casi siempre en temas de educación, salud, belleza y moda”.

“Yo he sido víctima de discriminaciones en ese caso a lo largo de mi carrera. A veces es muy sutil, a veces es muy abierto y frontal. Recuerdo hace muchos años un desastre natural en Centroamérica. Quería ir a cubrirlo y un jefe me dijo: ‘¡allá no vas a poder andar en tacones y con secadora de pelo!’ En otra ocasión me dijeron: ‘no puedes ir al Medio Oriente porque su cultura no permite la cobertura, a pesar de que mandaron a un hombre reportero y a una mujer como productora”.

Las agresiones

Mabel Lara: “Hay una agresión constante de líderes mundiales contra las mujeres. Parece que los hombres están atacando lo femenino en las democracias liberales”.

Natalia Viana: “Como somos periodistas, nuestro trabajo es contar lo que pasa en el mundo en este momento. Es innegable que hay movimientos feministas que cada vez son más importantes y relevantes y que tenemos la obligación de cubrir. Pero lo que estamos viendo bastante es el ataque, el linchamiento moral a periodistas mujeres cuando tocan el tema femenino o cuando investigan a hombres de partidos conservadores”.

“En Brasil tenemos tres organizaciones que hacen fact-checking de manera independiente, las tres dirigidas por mujeres, y fueron atacadas en redes sociales por grupos de derecha con imágenes sexuales y cosas humillantes”.

La percibida ‘menor credibilidad’ de las mujeres

Jineth Bedoya: “Hace dos años desde la campaña de ‘No es hora de callar’ hicimos un sondeo sobre qué percepción tenía la gente cuando se le entregaba información sobre temas políticos, económicos o judiciales. Les preguntábamos qué percepción tenían si el analista era hombre o mujer, y, de cada 10 personas, 8 consideraban que tenía más credibilidad que hablara un hombre a una mujer”.

“Ustedes cogen los diarios de América Latina y se dan cuenta, si hacen un sondeo de todas las páginas, de que un promedio del 80% de analistas son hombres. No llamamos a mujeres expertas a pedir su opinión. Siempre consultamos al hombre, al analista, al doctor, al congresista, y no a la doctora”.

María Elena Salinas: “Ese tipo de cosas ocurre muy a menudo. Un programa político en el canal donde yo trabajaba dejó de utilizar mis aportes porque ya había más hombres que los podían hacer”.

El acoso en las redacciones

Jineth Bedoya: La investigación que hizo el New York Times y que replicaron diarios de todo el hemisferio sobre el ambiente laboral dentro de las redacciones nos muestra que hay un acoso que se ha mantenido bajo el tapete y del que hemos sido cómplices.

“Las practicantes que llegan a la sala de redacción, si hacemos un sondeo, muchas de ellas de alguna forma han tenido que afrontar el acoso, y nosotros lo hemos silenciado. Me pregunto qué he hecho yo para levantarme contra ese acoso del que de alguna manera hemos sido testigos”.

Natalia Viana: “Hago una autocrítica: cuando empezó el #MeToo muchas cosas que se denunciaban me parecían exageradas. Pero hablando con chicas me di cuenta de que hay muchos temas que para ellas son inaceptables, ¡y que yo los aceptaba!: galanteos de gente que iba a entrevistar, que para nosotros eran normales. Qué bueno que haya esos cambios para esta generación.

La falta de mujeres en cargos de jefatura

Mabel Lara: En las escuelas de comunicación social, el 60% son mujeres. Pero el ascenso de mujeres a cargos de poder y toma de decisiones es del 9%.

Natalia Viana: Cuando yo llegué al periodismo las mujeres ya éramos la mayoría. Lo que no había era mujeres en el cargo de jefatura. Pero en mi generación ya no estamos disputando cargos de jefes; estamos creando nuestros medios y la cuestión es un poco diferente. Agéncia Pública fue fundada por dos mujeres.

 

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.

Tres guerreras del periodismo, tres transformadoras del oficio

Las periodistas María Elena Salinas, Natalia Viana y Jineth Bedoya contaron cómo han dejado atrás la discriminación para abrirse camino en el oficio periodístico.

Fotos: Valeria García /Estudiante de Comunicación Social UTB

Por Karen Flórez / Estudiante de Comunicación Social UTB

“El machismo es lo que más detesto en este mundo. Toda mi obra es una condena larga y constante de esa actitud, porque el machismo es la peor desgracia que tenemos en América Latina y particularmente en el Caribe”: Gabriel García Márquez, 1989.

Con esta célebre frase del Nobel colombiano se inició la charla ‘Ellas, transformadoras del periodismo’, en el que las destacadas periodistas María Elena Salinas (EE.UU./ México), Natalia Viana (Brasil) y Jineth Bedoya (Colombia) conversaron con la también periodista Mabel Lara (Colombia) sobre los retos que enfrentan a diario en su rol de reporteras y cómo han logrado abrirse camino en un oficio en el que históricamente han mandado los hombres.

Las tres periodistas contaron que en algún momento de sus carreras han sido discriminadas. Especialmente, la colombiana Jineth Bedoya, quien fue abusada sexualmente en el 2000 por integrantes de un grupo paramilitar, quienes la secuestraron en la entrada de una cárcel de Bogotá.

Después de ese hecho que marcó su vida, Bedoya (periodista del diario bogotano El Tiempo)  creó la campaña ‘No es hora de callar’. Contó su experiencia para empoderar a las mujeres y convertirse en la cabeza visible de un movimiento que lucha contra el machismo en toda Colombia.

A su turno, la mexicoamericana María Elena Salinas recordó que las mujeres pueden hacer lo mismo que los hombres, porque no hay temas ni oficios vedados para las reporteras.

“Las mujeres podemos hacer lo mismo que los hombres, aunque lo hacemos mejor porque lo hacemos en tacones”, dijo Salinas, generando vitoreos en el auditorio.

Pero para triunfar, Salinas recordó una máxima vital: “No hay que ser mediocre, ni conformista, por eso me exigí más de lo que me pedían en el trabajo. Todos tenemos la misma capacidad para superarnos en el día a día”.

Natalia Viana, periodista de investigación del portal de periodismo brasileño Agencia pública, contó cómo le apuesta con su trabajo a la igualdad de género y a intentar aportar un granito de arena para lograr cambios estructurales en la sociedad de su país.

Sin embargo, resalta que no se siente cómoda con todas las actitudes del feminismo y que, antes, incluso no se consideraba feminista. Pero, tras experiencias personales entendió que sí lo era.

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Este texto hace parte del cubrimiento especial que los estudiantes de Comunicación Social de la Universidad Tecnológica de Bolívar realizan del FestiGabo 2018 #UTBenFestiGabo.

Video: Charla ‘El género como espectro, no como ideales opuestos’ en el Festival Gabo 2017

https://www.facebook.com/festivalgabo/videos/2166035166956707/

 

Natalia Sánchez (Perú) es la ganadora de la Beca Oxfam FNPI de periodismo sobre desigualdad. Gracias a la financiación y el apoyo editorial que entrega este reconocimiento, trabaja en la investigación y escritura de un texto sobre desigualdad de género, enfocado en las esterilizaciones forzadas durante la dictadura de Alberto Fujimori y la situación actual de las víctimas. Sánchez conversó con Jineth Bedoya (Colombia), subeditora de El Tiempo, y Eliezer Budasoff (Argentina), editor de The New York Times en español, jurados de la Beca.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.