Video: Ellas, transformadoras del periodismo

 

Desde distintos lugares, géneros periodísticos y momentos históricos, estas mujeres periodistas han logrado destacarse. ¿Qué estructuras y paradigmas tuvieron que desmontar para establecerse como las líderes de sus campos? En este espacio, sus íntimos testimonios dieron cuenta de los retos que superaron a lo largo de sus carreras y de la relevancia que han tenido ellas, y otras mujeres, para la industria periodística en español de las últimas décadas.

María Elena Salinas (EE.UU./México), Natalia Viana (Brasil) y Jineth Bedoya (Colombia) en conversación con Mabel Lara (Colombia).

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos Bancolombia y SURA con su filiales en América Latina.

Video: Ignacio Escolar, periodista a pesar de todo

 

En su labor como director y fundador de eldiario.es, Ignacio Escolar (España) no tiene dudas sobre cómo invertir los recursos. Le interesa la política y su medio demuestra el valor de una reinvención que mantienen gracias a más de 34.000 socios que mensualmente pagan por información de calidad, transparente e independiente. Ignacio Escolar es el ganador del Reconocimiento a la Excelencia del Premio Gabriel García Márquez de periodismo 2018.

Ignacio Escolar (España) en conversación con Jean-François Fogel (Francia) y Natalia Viana (Brasil).

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos Bancolombia y SURA con su filiales en América Latina.

6 obstáculos a los que se enfrentan las mujeres periodistas

Jineth Bedoya, María Elena Salinas, Natalia Viana y Mabel Lara. Foto: Joaquín Sarmiento / FNPI.

María Elena Salinas (México/Estados Unidos), Natalia Viana (Brasil) y Jineth Bedoya (Colombia) son tres mujeres que se han destacado en el periodismo latinoamericano, pese a tratarse de una profesión tradicionalmente dominada por los hombres en una región sumergida en un imaginario machista.

Salinas, la periodista hispana de más amplia trayectoria en la televisión estadounidense; Viana, ganadora del Premio Gabo en 2016, y codirectora y cofundadora de Agéncia Pública; y Jineth Bedoya (Colombia), subdirectora de El Tiempo, y destacada corresponsal de guerra y activista contra la violencia de género, tuvieron que desmontar una serie de estructuras y paradigmas para establecerse como líderes en sus respectivos campos.

Estos son algunos de los testimonios íntimos que compartieron con la periodista colombiana Mabel Lara durante la charla Ellas transformadoras del periodismo, llevada a cabo durante el primer día del Festival Gabo 2018, sobre los obstáculos que han enfrentado a lo largo de sus trayectorias en el oficio:

Tener que justificar sus logros por el hecho de ser mujeres

Jineth Bedoya: “Es muy complicado todos los dias justificar cómo logramos ciertas cosas por el hecho de ser mujeres, sobre todo cuando se está en un contexto tan machista como el de la gran cantidad de redacciones. Siempre estamos en la dinámica de justificar que hacemos las cosas no porque seamos feministas o mujeres, sino porque el periodismo nos obliga a hacerlas con total rigor, porque nos debemos a un público; pero ese es el reto que tenemos”.

María Elena Salinas: “Molesta un poco constantemente que sobresalga el hecho de que ‘mira lo que has logrado siendo mujer’. Vivimos en mundo machista y, en medio de una política empresarial que no reconoce los aportes de las mujeres, constantemente nos tenemos que estar probando. Siempre es noticia cuando llega una mujer a ser titular de un programa. Claro, nos gusta ser noticia, pero nos gustaría que eso fuera lo normal y que, si somos buenas en lo que hacemos, entonces sí se reconozca nuestro trabajo”.

Entrar en campos del periodismo que son ‘para hombres’

Jineth Bedoya: “Mi reputación me la he ganado porque he sido de las pocas mujeres que hace 25 años se atrevió a estar en la línea de fuego, a cubrir un combate, a subirme al helicóptero y enfrentarme a esos guerrilleros, policías, militares y paramilitares que por el hecho de ser mujer querían ‘algo más’ aparte de entregarnos información”.

“Me tocó muy difícil porque además de llegar a confrontar a los armados, me tocó confrontarme con mis colegas. En combates donde había 20 reporteros y fotógrafos hombres, y Jineth Bedoya, cuando yo tenía la fortuna de conseguir la noticia desde el lugar de los hechos, lo que me decían mis colegas era ‘se lo dio al general’. Tenía que pelear con eso siempre”.

María Elena Salinas: “El último estudio que vi del Centro de Mujeres en los Medios en Estados Unidos muestra que en la televisión las mujeres reportan únicamente un 25% de las noticias y casi siempre en temas de educación, salud, belleza y moda”.

“Yo he sido víctima de discriminaciones en ese caso a lo largo de mi carrera. A veces es muy sutil, a veces es muy abierto y frontal. Recuerdo hace muchos años un desastre natural en Centroamérica. Quería ir a cubrirlo y un jefe me dijo: ‘¡allá no vas a poder andar en tacones y con secadora de pelo!’ En otra ocasión me dijeron: ‘no puedes ir al Medio Oriente porque su cultura no permite la cobertura, a pesar de que mandaron a un hombre reportero y a una mujer como productora”.

Las agresiones

Mabel Lara: “Hay una agresión constante de líderes mundiales contra las mujeres. Parece que los hombres están atacando lo femenino en las democracias liberales”.

Natalia Viana: “Como somos periodistas, nuestro trabajo es contar lo que pasa en el mundo en este momento. Es innegable que hay movimientos feministas que cada vez son más importantes y relevantes y que tenemos la obligación de cubrir. Pero lo que estamos viendo bastante es el ataque, el linchamiento moral a periodistas mujeres cuando tocan el tema femenino o cuando investigan a hombres de partidos conservadores”.

“En Brasil tenemos tres organizaciones que hacen fact-checking de manera independiente, las tres dirigidas por mujeres, y fueron atacadas en redes sociales por grupos de derecha con imágenes sexuales y cosas humillantes”.

La percibida ‘menor credibilidad’ de las mujeres

Jineth Bedoya: “Hace dos años desde la campaña de ‘No es hora de callar’ hicimos un sondeo sobre qué percepción tenía la gente cuando se le entregaba información sobre temas políticos, económicos o judiciales. Les preguntábamos qué percepción tenían si el analista era hombre o mujer, y, de cada 10 personas, 8 consideraban que tenía más credibilidad que hablara un hombre a una mujer”.

“Ustedes cogen los diarios de América Latina y se dan cuenta, si hacen un sondeo de todas las páginas, de que un promedio del 80% de analistas son hombres. No llamamos a mujeres expertas a pedir su opinión. Siempre consultamos al hombre, al analista, al doctor, al congresista, y no a la doctora”.

María Elena Salinas: “Ese tipo de cosas ocurre muy a menudo. Un programa político en el canal donde yo trabajaba dejó de utilizar mis aportes porque ya había más hombres que los podían hacer”.

El acoso en las redacciones

Jineth Bedoya: La investigación que hizo el New York Times y que replicaron diarios de todo el hemisferio sobre el ambiente laboral dentro de las redacciones nos muestra que hay un acoso que se ha mantenido bajo el tapete y del que hemos sido cómplices.

“Las practicantes que llegan a la sala de redacción, si hacemos un sondeo, muchas de ellas de alguna forma han tenido que afrontar el acoso, y nosotros lo hemos silenciado. Me pregunto qué he hecho yo para levantarme contra ese acoso del que de alguna manera hemos sido testigos”.

Natalia Viana: “Hago una autocrítica: cuando empezó el #MeToo muchas cosas que se denunciaban me parecían exageradas. Pero hablando con chicas me di cuenta de que hay muchos temas que para ellas son inaceptables, ¡y que yo los aceptaba!: galanteos de gente que iba a entrevistar, que para nosotros eran normales. Qué bueno que haya esos cambios para esta generación.

La falta de mujeres en cargos de jefatura

Mabel Lara: En las escuelas de comunicación social, el 60% son mujeres. Pero el ascenso de mujeres a cargos de poder y toma de decisiones es del 9%.

Natalia Viana: Cuando yo llegué al periodismo las mujeres ya éramos la mayoría. Lo que no había era mujeres en el cargo de jefatura. Pero en mi generación ya no estamos disputando cargos de jefes; estamos creando nuestros medios y la cuestión es un poco diferente. Agéncia Pública fue fundada por dos mujeres.

 

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.

Abandonar la racionalidad y otras lecciones de Natalia Viana sobre la elaboración de un reportaje

Foto: Natalia Viana, directora de Agéncia Pública. Joaquín Sarmiento/FNPI.

Por Marcela Madrid Vergara

En 2015, la periodista brasilera Natalia Viana encontró en un informe público un dato inquietante: el municipio con mayor población indígena de Brasil era también el que presentaba el mayor índice de suicidios. Sin mucho más contexto y sin la certeza de que encontraría una historia, emprendió un viaje de cuatro horas de avión y tres días en barco hasta San Gabriel de Cachoeira en la amazonía brasilera.

Ese era apenas el comienzo de una profunda investigación que la llevaría a escarbar en los conocimientos históricos, sociológicos y espirituales de los 23 pueblos que habitan la región. Fue un trabajo de cinco meses que resultó en el reportaje San Gabriel y sus demonios, ganador del Premio Gabo en 2016.

La directora de Agéncia Pública y miembro del Consejo Rector de la FNPI compartió algunas de las lecciones de ese proceso con los asistentes al taller ‘Cazando demonios: cómo hacer reportajes investigativos en un medio independiente’, durante el Festival Gabo 2018.

No tener miedo a hablar de temas sensibles

Una de las dudas más recurrentes por parte de los asistentes al taller fue cómo abordar historias relacionadas con un tema tan delicado como el suicidio. Era una inquietud compartida con la autora: “Mi temor era que al publicar, este texto incitara a más personas a matarse”.

Luego de consultar a sicólogos y a otros periodistas, llegó a la conclusión de que debía hablar del tema a pesar de que fuera un misterio, un tabú y que ni la ciencia o la medicina tuvieran respuestas. La clave era ir más allá de los suicidios para buscar la raíz del fenómeno, que se remontaba, en este caso, a décadas atrás durante la colonización religiosa.

Escuchar hasta abandonar la propia racionalidad

Natalia Viana llegó a San Gabriel sin una hipótesis sobre las causas de los suicidios. Lo que hizo desde el primer momento fue escuchar a la gente, personas que la fueron llevando de un lado a otro encontrando nuevas pistas. En ese recorrido habló con familiares de las víctimas, pastores, policías, chamanes, sicólogos y antropólogos.

De las fuentes indígenas escuchó decenas de historias sobre visiones, monstruos acuáticos, demonios o sueños premonitorios. “Cuando estás ahí, la loca eres tú que no ves la cobra grande o el hombre de negro”. Luego entendió que ahí existe otra percepción de la humanidad, de lo vivo y lo muerto, así que “toda la historia se basó en respetar lo que ellos están viviendo en lugar de pensar que están locos o inventándose cosas”.

Atreverse a contradecir la historia oficial

La primera versión que apareció en San Gabriel era que un profesor de la escuela estaba induciendo a los jóvenes al suicidio, una teoría que tomó fuerza cuando la policía lo acusó públicamente y los medios replicaron la historia. “La ciudad quería un culpable”, explica la reportera, hasta el punto que el profesor tuvo que huir del pueblo y empezar de cero.

En el terreno, Viana decidió comprobar esta historia y encontró pistas que la ponían en duda, como que los suicidios continuaron después de la partida del profesor. “Luego de ver muchas cosas así de concretas, decidí absolverlo”.

Cazar los datos, la mitad del trabajo

Cuando regresó a Sao Paulo, Natalia todavía estaba lejos de enfrentarse a la hoja en blanco. Así resumió su método para organizar el material: “Hago un cuadro con los temas principales y voy llenando con lo que tengo y lo que falta de cada historia. A partir de ahí sigo buscando datos y datos”.

La tabla le planteaba dos grandes tareas: la primera, entender qué sucedió décadas atrás durante la colonización indígena en Brasil y, por otro lado, descubrir qué estaba haciendo actualmente el Gobierno por detener los suicidios en esta comunidad.

Ninguna de las dos metas era sencilla. Por un lado, la evangelización por parte de los jesuitas estuvo intencionalmente indocumentada durante la dictadura. En cuanto a la información sobre suicidio, “los datos son malísimos, yo misma encontré cinco o seis casos no documentados cuando estuve ahí”. Fueron entonces jornadas enteras de inmersión en archivos históricos y entrevistas con funcionarios, sicólogos y expertos.

Bonus: ¿Por dónde comenzar?

Al tener tantas historias diversas dentro de un mismo texto, esta puede llegar a ser una pregunta agobiante. Así lo hace Natalia Viana: “Para saber por dónde empiezo a escribir me sirve mucho contarle la historia a alguien y darme cuenta de qué es lo que le interesa más. Así conozco cuál es el camino natural de la curiosidad”.

 

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.

 

Tres guerreras del periodismo, tres transformadoras del oficio

Las periodistas María Elena Salinas, Natalia Viana y Jineth Bedoya contaron cómo han dejado atrás la discriminación para abrirse camino en el oficio periodístico.

Fotos: Valeria García /Estudiante de Comunicación Social UTB

Por Karen Flórez / Estudiante de Comunicación Social UTB

“El machismo es lo que más detesto en este mundo. Toda mi obra es una condena larga y constante de esa actitud, porque el machismo es la peor desgracia que tenemos en América Latina y particularmente en el Caribe”: Gabriel García Márquez, 1989.

Con esta célebre frase del Nobel colombiano se inició la charla ‘Ellas, transformadoras del periodismo’, en el que las destacadas periodistas María Elena Salinas (EE.UU./ México), Natalia Viana (Brasil) y Jineth Bedoya (Colombia) conversaron con la también periodista Mabel Lara (Colombia) sobre los retos que enfrentan a diario en su rol de reporteras y cómo han logrado abrirse camino en un oficio en el que históricamente han mandado los hombres.

Las tres periodistas contaron que en algún momento de sus carreras han sido discriminadas. Especialmente, la colombiana Jineth Bedoya, quien fue abusada sexualmente en el 2000 por integrantes de un grupo paramilitar, quienes la secuestraron en la entrada de una cárcel de Bogotá.

Después de ese hecho que marcó su vida, Bedoya (periodista del diario bogotano El Tiempo)  creó la campaña ‘No es hora de callar’. Contó su experiencia para empoderar a las mujeres y convertirse en la cabeza visible de un movimiento que lucha contra el machismo en toda Colombia.

A su turno, la mexicoamericana María Elena Salinas recordó que las mujeres pueden hacer lo mismo que los hombres, porque no hay temas ni oficios vedados para las reporteras.

“Las mujeres podemos hacer lo mismo que los hombres, aunque lo hacemos mejor porque lo hacemos en tacones”, dijo Salinas, generando vitoreos en el auditorio.

Pero para triunfar, Salinas recordó una máxima vital: “No hay que ser mediocre, ni conformista, por eso me exigí más de lo que me pedían en el trabajo. Todos tenemos la misma capacidad para superarnos en el día a día”.

Natalia Viana, periodista de investigación del portal de periodismo brasileño Agencia pública, contó cómo le apuesta con su trabajo a la igualdad de género y a intentar aportar un granito de arena para lograr cambios estructurales en la sociedad de su país.

Sin embargo, resalta que no se siente cómoda con todas las actitudes del feminismo y que, antes, incluso no se consideraba feminista. Pero, tras experiencias personales entendió que sí lo era.

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Este texto hace parte del cubrimiento especial que los estudiantes de Comunicación Social de la Universidad Tecnológica de Bolívar realizan del FestiGabo 2018 #UTBenFestiGabo.

Natalia Viana

Taller Cazando demonios: cómo hacer reportajes investigativos en un medio independiente

El objetivo de este taller es fortalecer las habilidades de los participantes para planear y desarrollar un reportaje investigativo de su región, que pueda ser realizado de manera independiente.

Natalia Viana, periodista brasileña que ganó el Premio Gabriel García Márquez con su reportaje San Gabriel y sus demonios y cofundadora de la Agencia Pública de Periodismo Investigativo, una premiada organización brasileña que facilita becas de trabajo para que jóvenes reporteros puedan concretar la investigación de sus sueños, guiará a los participantes para que se hagan las preguntas correctas y le den una buena dirección a la investigación periodística en profundidad de su tema.

Los participantes seleccionados deberán leer previamente San Gabriel y sus demonios (que se les hará llegar en versión digital) e inspirados en esa lectura proponer un tema de su región que haga alguna conexión con ese texto y que merezca ser investigado periodísticamente. Al taller deberán llevar algunas ideas iniciales de cómo podría abordarse la investigación de ese tema.

El Festival Gabo tiene otros talleres que te pueden interesar, consúltalos en este enlace

Dirigido a:

Está dirigido a periodistas, editores, docentes y estudiantes de comunicación o carreras afines y, en general, a personas interesadas en el ejercicio del periodismo.

Serán seleccionados 60 participantes entre quienes postulen. Se tendrá en cuenta el perfil o proyección profesional, la pertinencia del taller para contribuir a ese perfil y la razón específica para querer tomarlo. El formulario de inscripción tiene campos para que esos elementos queden consignados. Para conformar el grupo final también se tendrán en cuenta criterios de equilibrio entre países, regiones y género. A los seleccionados se les enviará a su correo electrónico un mensaje de confirmación donde se indicará todo lo relacionado con la actividad.

Conduce: Natalia Viana

Ha sido periodista por 18 años. Es cofundadora y codirectora de la Agência Pública de Periodismo Investigativo, la primera organización sin ánimo de lucro de su tipo en Brasil, fundada y dirigida por mujeres. Ha cubierto asuntos sociales internacionales, desde los refugiados tibetanos en el norte de la India y la masacre de indígenas en Colombia y en los barrios marginales de Cancún, México, hasta las violaciones de derechos humanos del régimen autoritario de Angola y su relación con la empresa brasileña Odebrecht.

Es autora y coautora de cuatro libros sobre violaciones de derechos humanos: Plantados no chão (Plantados en el suelo) (Conrad, 2007), una denuncia sobre los asesinatos políticos en Brasil entre los años 2003 y 2006; Jornal Movimento, uma reportagem (Periódico Movimiento: un reportaje) (Manifesto, 2010), sobre un periódico que hizo resistencia a la dictadura brasileña; Habeas corpus: que se apresente o corpo (Habeas corpus: que se presente el cuerpo) (Secretaria de Direitos Humanos, 2010), sobre los desaparecidos políticos en Brasil; y el libro electrónico O bispo e seus tubarões (El obispo y sus tiburones), sobre el juicio político al presidente Fernando Lugo en Paraguay (Agência Pública, 2013).

Como reportera y editora, ha ganado diversos premios de periodismo, entre ellos el Premio Vladimir Herzog de Derechos Humanos (2005 y 2016), el Prêmio Comunique-se (2016 y 2017), el Prêmio Trofeu Mulher Imprensa (2011 y 2013) y el Premio Gabriel García Márquez de Periodismo en la categoría de Texto (2016), del cual ya había sido finalista en la categoría de Texto en 2013. En 2016 fue la periodista más galardonada de Brasil, según el ranking del sitio Jornalistas & Cia. Natalia coordina los LABs, laboratorios de innovación en la Casa Pública, en Río de Janeiro; entre ellos, la aplicación móvil Museu do Ontem (Museo del ayer), ganadora del Web Summit Award en 2017. En 2018 fue reconocida como emprendedora social de la red Ashoka.

Día: viernes, 5 de octubre
Cupos: 60
Hora: 9:00 a.m. – 1:00 p.m.
Lugar: Medellín, Colombia
Fecha de cierre de inscripciones: miércoles, 22 de agosto
Fecha de publicación de seleccionados: viernes, 31 de agosto
Contacto del taller: Jaime Beltrán (jbeltran@fnpi.org)

Inscripciones cerradas.

Masas revueltas, auditorios tomados

Resumen del coloquio “Masas revueltas: el periodismo ante los movimientos sociales en red y las protestas en las calles”
Por Juan David López

¿Qué mejor espacio para dar un golpe mediático que un auditorio repleto de periodistas? Y si el tema que los reúne es el de los movimientos sociales, la escena está completa. Así ocurrió en la charla “Masas revueltas: el periodismo frente a los movimientos sociales en red y las protestas en las calles”, en el segundo día del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo, cuando una pregunta de un asistente se convirtió en un acto simbólico de protesta frente a la desatención de los medios de comunicación a los movimientos ciudadanos por la salud.

Un joven estudiante de medicina de la Universidad de Antioquia, residente de otorrinolaringología, tomó la palabra y pidió a sus acompañantes que se pusieran de pie. La sorpresa no fue menor cuando la mitad de los asistentes se hicieron visibles como un grupo organizado. Ellos no son periodistas, pero sí conscientes de la importancia de los medios para poner en la agenda pública las demandas de los movimientos sociales. En sus camisetas se leía: “No a esta reforma a la salud. Ni es reforma ni es salud”.

La pregunta era muy concreta. Si ellos hacen parte de un movimiento absolutamente pacífico y los medios le dan más importancia al espectáculo que produce la violencia, ¿es necesario que acudan a la violencia ellos también? Más que una pregunta, constituía un reclamo para los periodistas, un grito de alerta: “aquí están pasando cosas, ¿no lo ven?”.

La conversación tuvo como participantes a Pirry, de RCN en Colombia, a Patricio Fernández de The Clinic, en Chile, a Natalia Viana de Agencia Pública, de Brasil, y a Marcela Turati, de la revista mexicana Proceso. Los países de origen de cada uno de ellos han sido testigos de la aparición de ese nuevo sujeto político que se forma, se articula y se convoca a través de las redes sociales, y cuyas demandas se mueven entre la diversidad y la espontaneidad.

El primero en tocar el problema fue Pirry, quien explicó cómo veía estas manifestaciones a partir del Paro Agrario que se dio entre julio y agosto en Colombia. Para él, ahora existen dos tipos de manifestaciones sociales: unas de sectores tradicionales, como las de los trabajadores y campesinos, y otras que tienen las redes como su sitio de inicio, desarrollo y desenlace. También lamentó la dinámica que estas toman a veces, “muchas veces la gente joven participa en las manifestaciones correctas por las razones equivocadas”, como sucedió, para él, con la falsa relación de causalidad que se generó entre el documental 9.70 y el mencionado Paro Agrario.

Con respecto a la relación de estos movimientos sociales con los medios, apuntó que los informes de prensa se han vuelto un inconveniente para que el periodismo llegue al fondo de las manifestaciones: “lo que hacen los informes es tratar de distraer”. En otro sentido, afirmó que existe un problema en la manera como la gente se crea opiniones en redes sociales: “nos armamos las opiniones con 140 caracteres”.

Patricio Fernández, fundador del diario chileno The Clinic, habló de la relación de los medios con los movimientos estudiantiles de 2011 en Chile. “Uno de los grandes enemigos de estos movimientos sociales en Chile fueron los medios de comunicación, y con bastante razón”, pues su labor se reducía a mostrar la violencia. Pero gracias a las redes sociales, los medios tradicionales dejaron de ser importantes para comunicarse. Pese a esta ventaja, Patricio Fernández también planteó que la opinión que se forma en las redes tiende a volverse “cerrada y tozuda” frente a la crítica.

Los estudiantes chilenos no solo dieron la espalda a los grandes medios, sino que generaron sus propias alternativas de comunicación aprovechando la potencialidad de la web con sus propios lenguajes y formatos cercanos. Sin embargo, Patricio también mencionó algunos antecedentes, como la primera explosión popular convocada por redes en abril de 2011, que logró reunir a 5 mil personas sin un acuerdo o consigna común.

En el caso de Brasil, aunque es claro que las manifestaciones comenzaron por un alza en las tarifas de transporte, no es tan evidente quiénes siguieron participando y porqué en las manifestaciones populares de mediados de 2013. Natalia Viana ejemplificó la descalificación de los medios leyendo un par de editoriales. Este discurso comenzó a matizarse cuando los mismos periodistas se convirtieron en víctimas de la represión policial.

Como en Chile, los manifestantes brasileños generaron sus propios medios de comunicación. Transmitieron las manifestaciones en vivo por internet, generando no solo información en tiempo real, sino información con un punto de vista claro y definido. Para Natalia, es claro que vendrán más manifestaciones con la realización de la Copa Mundial de la FIFA de 2014 y de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016.

La última en tomar la palabra fue Marcela Turati, mexicana. A diferencia de sus compañeros de panel, no quiso hablar del movimiento estudiantil representado en #YoSoy132, sino más bien de las distintas manifestaciones que se están dando en contra de la violencia en México, particularmente desde los periodistas. Estos han aprendido a sacar provecho de las redes, no solo para manifestarse, sino para prevenirse de posibles ataques en su contra.

Todos los jóvenes del movimiento contra la reforma a la salud en curso escucharon de forma atenta la conversación de los periodistas invitados. Al final, dieron la lección de la jornada. A la pregunta planteada por el joven estudiante, Pirry respondió que estaba haciendo un programa sobre esa reforma y que era necesario encontrar formas distintas a la violencia para llamar la atención de los medios. Esa respuesta no fue realmente reveladora para ellos. Eso fue justo lo que hicieron.

Charla: “Masas revueltas: el periodismo ante los movimientos sociales en red y las protestas en las calles”

En esta charla participaron Patricio Fernández de The Clinic, Natalia Viana de Angência Publica, Pirry de RCN Televisión y Marcela Turati de Proceso y Periodistas de a pie. La introducción y moderación estuvo a cargo del periodista estadounidense Jon Lee Anderson.