Las claves para entender por qué América Latina tiene una deuda con el periodismo científico (y cambiar este panorama)

Por: Andrea Jiménez Jiménez | Foto: Unsplash

Michelle Soto Méndez y Juan Miguel Hernández la descubrieron desde niños. Ella, viendo Planeta Azul, el segmento del programa de televisión que pasaban todos los lunes, a las siete de la noche, en Costa Rica. Él, escuchando a sus padres periodistas, que trabajaban en un programa radial para niños que se llamaba ‘El tren de los osos’, y uno de cuyos vagones estaba dedicado a ese tema. Así descubrieron la ciencia, y más tarde, el periodismo científico. Christina Stephano de Queiroz llegó a él más adelante, cuando sus estudios de maestría y doctorado la llevaron a publicar en varios diarios de Brasil, y acabó abordando la ciencia en sus textos.

Ellos tres, Michelle, Juan Miguel y Christina, son tres reporteros de América Latina que, gracias a la fuente que cubren, ayudan a cerrar la brecha, los vacíos de información de este campo y la cobertura cotidiana en medios de la región. Sobre esa carencia histórica hablaron en la charla web ‘Periodismo científico: una vieja deuda latinoamericana’, en el marco del Festival Gabo  N°9, y junto a su colega Pablo Correa. 

Para poder contextualizar esa deuda de antaño, cada uno contó sus experiencias personales e intentó explicar por qué esta es una realidad innegable en el panorama periodístico, y cómo podría revertirse esa situación.

Pocos periodistas, salarios bajos

 Juan Miguel Hernández ha tenido una experiencia contrastante. Durante un año, hizo parte de la redacción de Materia, uno de los medios más importantes de Hispanoamérica dedicados al periodismo científico. En España fue testigo de un equipo robusto de trabajo (8 periodistas), del despliegue en las páginas del diario El País (el medio adscrito a Materia) y de la financiación para el mismo. Cuando volvió a Colombia constató que no había una tribuna similar, y mucho menos un sueldo acorde. “No sé qué tenga que pasar para que en los periódicos se reconozca la importancia del periodismo científico. Creo que la pandemia pudo haber sido un punto de quiebre, pero no sé cuándo se va a ver eso reflejado en los salarios de los periodistas científicos, en el número de periodistas científicos de cada medio”.

Ante este grandísimo reto, es el mismo Juan Miguel quien esboza una solución ante este panorama. “Creo que la batalla la tenemos que dar los periodistas desde la redacción en el día a día. Ser capaces de demostrar ante los editores, el jefe de redacción, cuál es la relevancia y la importancia de cultivar el periodismo científico. Es una batalla cotidiana que muchas veces se pierde, pero es el primer paso para tener un reconocimiento adicional”. Para esto, los periodistas tenemos dos ases bajo la manga, dos temas de indudable alcance global, y de dimensiones que no parecen de corto plazo: el calentamiento global y la pandemia del COVID–19. “La lucha es cada día, cotidiana. Hay que quitar esa idea de que eso solo le interesa a un sector marginal de la sociedad, demostrar que a todo el mundo le afecta en su vida”.

Los cargos de poder en los medios tienen que ver con otras fuentes

Pablo Correa señaló un punto incontrovertible en el panorama continental, y es cómo los cargos de poder en el periodismo latinoamericano han estado históricamente ligados a fuentes como la política y la judicial. “No se pueden permitir no tener a alguien que no se sepa el nombre de todos los corruptos en cada país. Esto hace que las personas no terminen de entender y valorar otro periodismo”.

Un ejemplo excepcional es Debbie Ponchner, quien llegó a ser jefa de redacción del diario La Nación, de Costa Rica, y con quien Michelle tuvo la oportunidad de trabajar. “Ella hizo incidencia para crear una sección de ciencia que empezó siendo una página que solo hacía ella, como una o dos veces por semana. Al final logró, en los mejores tiempos de Aldea Global –como se llamaba la sección– llegar hasta a seis páginas diarias con un equipo de cuatro periodistas con su editora. Lamentablemente Aldea Global cerró dos semanas antes de que se presentara el primer caso de COVID–19”.

Poca valoración de la ciencia en la sociedad

Pablo Correa también se refirió a la poca o nula valoración de la ciencia en nuestra sociedad, cuyo reflejo se ve, entre otras formas, en que asignen al practicante a cubrir temas tan delicados como la salud mental, cuando eso no lo harían, por ejemplo, en un partido de fútbol del cual desconoce los jugadores. Algunas coberturas jamás las dejarían al azar. “Esto no es exclusivo del medio. Las personas que están ahí son resultado de sistemas educativos, de una cultura. No terminaron de entender que el siglo XX lo marcó la ciencia. La gran narrativa del siglo XX posiblemente fue la ciencia. Aparecieron sistema de comunicación, la bomba atómica, la energía nuclear, la tecnología, los computadores, y sin embargo los medios durante décadas no tuvieron a alguien que contara esas historias, y estamos entrando en un siglo en el que cómo no vamos a contar la historia de que estamos destruyendo el planeta. 

Tanto para este punto, como lo anterior, Christina propone una solución estructural desde la academia. “Un primer paso sería que las carreras tuvieran la disciplina en su currículo para hablar qué tiene de diferente el periodismo científico y cuáles son las habilidades que se requieren. Además, que las universidades ampliaran su oferta de másteres, de posgrados dedicados al periodismo científico. Si el editor que hace la carrera sabe de la importancia, la especificidad del campo, asume un puesto de liderazgo en un gran periódico va a tener ganas de ponerlo”. 

Otra solución en esa línea, pero quizás más arriesgada y estructural es la propuesta por Michelle Soto, quien sentaría a un periodista científico en cada sección en lugar de una sección de ciencia como tal. “Aquí, hace unos años, un colega hizo un ejercicio muy interesante y me llamó para pedirme asesoría. Fue con las barras de fútbol: llevó a sismógrafos de la Universidad de Costa Rica a medir los temblores, los sismos causados por ese brincoteo en la gradería, y salió en Deportes”. La misma Michelle participó, durante dos semanas, en un especial luego de la erupción del volcán Turrialba. “La primera cobertura la hicieron los compañeros de Judiciales y Sucesos, pero después entré yo a darle acompañamiento. El especial se llamó ‘La ciencia del Turrialba’, y todos los viernes sacábamos artículos explicando científicamente qué era lo que estaba pasando, y la gente lo leía y tenía tanto interés que lo sacamos durante 12 semanas. Durante 3 meses yo solo me dediqué a hacer eso. Sí hay interés”.

Esto se hace necesario cuando todavía hay dudas sobre el tapete como cuál es la diferencia entre un científico y un periodista científico, a lo que Christina precisa que “El científico domina la ciencia, es un tipo de conocimiento. Lo otro es contar la ciencia al público, cómo se explica una investigación en neurociencia, por ejemplo”.

Sobre la charla web ‘Periodismo científico: una vieja deuda latinoamericana’

Esta actividad, realizada en el marco del Festival Gabo Nº9, hace parte del Programa de formación y estímulo al periodismo sobre ciencia, convocado por la Fundación Gabo y el Instituto Serrapilheira, con el apoyo de la Oficina Regional de Ciencias de la Unesco para América Latina y el Caribe.

Sobre el Festival Gabo y el Premio Gabo

Son convocados por la Fundación Gabo, que inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.

El Festival Gabo y el Premio Gabo son posibles gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina.

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12 lecciones para periodistas científicos sobre la pandemia de COVID-19

Por Andrea Jiménez Jiménez

Con más de 30 años en periodismo científico, Deborah Blum es todo un referente en Estados Unidos en este ámbito. Ha sido columnista para The New York Times y editora de seis libros sobre diferentes aspectos y momentos de la historia científica. Actualmente es la directora del programa Knight Science Journalism del Massachusetts Institute of Technology – MIT. 

Con ese conocimiento acumulado tras décadas de carrera y ejercicio, brindó a los participantes de la clase magistral del Festival Gabo ‘Doce lecciones para periodistas científicos sobre la pandemia de COVID-19’, estos consejos a seguir si lo suyo es la cobertura de la pandemia.

  • 1. Una pandemia te recuerda lo importante que es tu trabajo como periodista científico

Necesitamos personas con experiencia o capacitación para trabajar en medio de la comunidad científica, para entender cómo funciona la ciencia, o cómo se manifiesta una infección, cómo se comporta un virus. El periodismo científico vive en un mundo donde la ciencia y la tecnología son los motores principales de lo que pasa hoy en el planeta. Como lo dice Blum: “Lo podemos ver en muchos ejemplos a nivel medioambiental, el cambio climático. También el auge del internet, pandemias, Facebook, Twitter… Todo eso moldea nuestros cerebros, nuestras mentes”. El periodismo científico es esencial para entender cómo la ciencia y la tecnología transforman nuestras vidas, y “si no tenemos un entendimiento, un sentido común, conocimientos sobre cómo funciona una vacuna, un virus, o las redes sociales, que manejan sus algoritmos, no tenemos herramientas para entender ese mundo que está siendo cambiando por esa fuerzas todos los días”. Y, además, hay que compartir historias más allá del mundo científico, hay que trascender esa esfera.

  • 2. Nuestro trabajo no es solo local, sino global

Cada historia local es una pieza de un rompecabezas que solo se arma si miramos el planeta entero en situaciones como las actuales. “Si queremos entender la pandemia a nivel global, debemos mirar lo local. Poner en perspectiva o que está pasando en tu propio país. Salir un poquito de la burbuja”. En tiempos de pandemia, todos estamos trabajando juntos. En el “periodismo científico todos tenemos la misma mentalidad y el mismo objetivo”. Ya la humanidad ha pasado por esto, y el COVID–19 no es la primera pandemia global ni será la última. 

  • 3. No olvidar de dónde venimos

Durante la peste negra que azotó a Europa en el medioevo, la máscara con la protuberancia era la manera más común de cuidarse. Las personas creían que esto los iba a proteger y estaban equivocados, puesto que la principal manera de trasmisión eran las picaduras de las pulgas. “Las máscaras protegen si se trata de un virus aerotransportado como el de ahora”, sostiene Blum sobre la importancia de revisar las lecciones de la historia que dejó cada pandemia. “Durante la gripe española, el pico tuvo que ver con una mutación, lo mismo que ocurre ahora con la variante delta”. El pasado es, generalmente en estas ocasiones, el mejor derrotero de nuestro futuro. 

4. No repetir los errores del pasado

En una pandemia se hace necesario evitar errores periodísticos comunes. No estereotipar, no exagerar y no crear pánico es nuestro deber. “En esta cobertura hemos visto un esfuerzo para sugerir que ciertos países son responsables de la pandemia. Con un virus como este no tenemos que exagerar los riesgos, ni angustiarnos con la primera plana del periódico. El virus es suficiente”. A los periodistas nos toca la parte inteligente. 

5. Sigamos siendo inteligentes

Ante todo y ante todos… “Nuestro trabajo es decir la verdad. Explorar, examinar, hasta tener una buena idea de lo que está ocurriendo. Los periodistas tienen que ser verificadores”, especialmente ante las teorías conspirativas, que crean muchos problemas para controlar la pandemia. Mostrar la falsedad de estas es un imperativo. Hay campañas para contrarrestar la información de las cuales también, como reporteros, hacemos parte. “No tengamos miedo de repetir lo que ya han dicho. Los hombres necesitan ver la verdad desde todos los lados. Hay una frase del siglo XVIII que dice: El primer rumor es escuchado, el segundo queda grabado y el tercero entra de verdad”. Esa reiteración es parte del trabajo periodístico en muchos casos. Por eso, muchas veces, “las historias tenemos que contarlas desde la perspectiva del médico, del enfermero jefe, de los pacientes, de los que se resisten a las vacunas…”.

  • 6. Abordar las fuentes oficiales con cuidado

Hay que cuestionar lo que hacen y lo que dicen las fuentes oficiales. “Los lectores lo hacen. Así que nunca te fíes de lo que dice una sola persona sorbe nada”. Recordemos los subregistros de muchos países sobre los casos positivos: muchos provenían de los gobiernos locales.

  • 7. Sentirse cómoda con la idea de que los hechos van a cambiar

… Y especialmente en una pandemia. Cada noticia es una serie de nuevos eventos y hechos, “en la ciencia eso puede ser descubrimientos o avances. Yo intento evitar esas dos palabras, porque la ciencia es un proceso de cuestionar. La ciencia es un proceso, cuando pasa un avance o algo, es solo un punto en un proceso”. Y hay que saber aceptarlo. Blum recuerda cómo bañarse en desinfectantes y lavar el mercado fueron de las primeras medidas adoptadas en todo el mundo para controlar la pandemia del COVID–19 y terminó siendo totalmente innecesario, pues se comprobó que el principal medio de transmisión es a través del aire.

  • 8. Investigar las fuentes es esencial

¿De dónde surge una fuente? ¿Por qué dice eso que dice? ¿Puede haber algo detrás?

  • 9. E investigar los números

Hay que cuestionar los números de la misma manera que lo haríamos con una fuente humana. Un claro ejemplo de que esto es necesario son las cifras sobre casos reportados. Se hace imprescindible revisar el número de pruebas vs número de infecciones para hallar, por ejemplo, posibles subregistros.

  • 10. Las líneas de la pandemia muestran también líneas de historia

Vacunar a la gente, desarrollar soluciones y alternativas… En cada uno de esos puntos hay historias, narrativas que hay que contar.  Blum da sus sugerencias: “La primera regla de escribir narrativas es meter al héroe en problemas y mantenerlo ahí. Dejar algo de suspenso, la resolución no debe llegar demasiado temprano. La segunda regla: es más importante ser responsable que provocativos”

  • 11. Ser honestos

No tenemos todas las respuestas.  Cuenten la historia: con las respuestas que tengan y las que no. 

  • 12. La ética importa 

Siempre lo decimos, pero ¿qué queremos decir con eso? “La ética no es algo abstracto que se debate en un club de filosofía. Debemos recordar que estamos escribiendo sobre personas reales, lo que escribimos puede afectar sus vidas”.

Sobre Deborah Blum

Deborah Blum dirige el prestigioso Programa Knight de Periodismo Científico del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) y es editora de la revista Undark. Es autora de libros como The Poisoner’s Handbook y The Poison Squad. Ha sido columnista de The New York Times y bloguera de Wired.

Sobre la clase magistral ‘Doce lecciones para periodistas científicos sobre la pandemia de COVID-19’

Esta actividad hace parte del Programa de formación y estímulo al periodismo sobre ciencia, convocado por la Fundación Gabo y el Instituto Serrapilheira, con el apoyo de la Oficina Regional de Ciencias de la Unesco para América Latina y el Caribe.

Sobre el Premio Gabo y el Festival Gabo

Son convocados por la Fundación Gabo, que inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.

El Premio Gabo y el Festival Gabo son posibles gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina.

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La ciencia está en todo: claves para integrarla a las redacciones de hoy

Foto: David Estrada Larrañeta/FNPI

Por: Laura Montoya Carvajal

En la integralidad está la clave. Esto concluyó el periodista Bernardo Esteves, reportero de la revista brasileña Piauí especializado en hacer periodismo narrativo sobre ciencia, salud, tecnología y medio ambiente, en su charla ¿Cómo el periodismo puede responder las preguntas de la ciencia? ofrecida en el Festival Gabo en Medellín. Estas fueron algunas de las recomendaciones que dio Esteves para involucrar la ciencia a otras historias periodísticas:

Dividir por secciones y relegar la ciencia: la respuesta es el trabajo coordinado

El periodista de la revista Piauí es crítico a la práctica común de dividir por secciones temáticas los medios de comunicación, porque en especial la ciencia tiende a relegarse y a atribuírsele una especificidad en su opinión nociva. “Los periodistas deben prepararse para cubrir cuestiones cada vez más cruzadas por la ciencia”. Dice que la clave está en integrar los equipos de trabajo y siempre tener a un periodista especializado que robustezca el trabajo de los demás. “La división permite fácilmente que el lector que no se interesa por la ciencia la pase por alto”. Sugiere también implementar las temáticas transversales.

La ciencia hace parte de la vida y su conocimiento es esencial para ejercer ciudadanía

“La ciencia esta en todas partes, la utilizamos y hace parte íntima de nuestra vida. Las novedades de la ciencia pueden impactar todas las dimensiones de nuestra existencia. Este ya no es un tema confinado solo al dominio de los científicos”, explica. Según él, el ejercicio de la ciudadanía depende mucho del dominio de nociones básicas de la ciencia pues permite ingresar al debate público: “Ayuda a saber qué vamos a exigir de nuestros gobernantes”. También, completa, separar la ciencia de los demás temas hace dar al lector la sensación errada de que no es relevante para su vida.

 Tender un puente entre la ciencia y las humanidades

Para Esteves, el periodismo científico es una herramienta para promover un puente entre las dos culturas, según la noción de C. P. Snow, quien diagnosticaba una ruptura muy grande entre ciencias exactas y humanidades. “Hay una falta de diálogo muy grave, los científicos no entienden bien de humanidades y los sociales no tienen conocimiento sobre la ciencia”. Disminuir la brecha ayudaría a integrar de otra manera las distintas dimensiones de la cultura intelectual humana.

Empezar a cubrir las limitaciones y controversias de la ciencia

Esta es una de las falencias del periodismo científico tradicional, en opinión del conferencista, porque no visibilizar los debates, las diferentes opiniones, métodos y profesionales que entran en conflicto aleja aún más esta área del conocimiento del dominio público. 

El periodismo narrativo estimula la investigación

En la revista Piauí el periodismo literario y de largo aliento es la forma general de contar historias sobre tecnología, medio ambiente, ciencia y salud. Para Esteves, la razón es que la variedad de fuentes, el tiempo de reportería y escritura, y el contar con los recursos específicos de la ficción “ataca” las imitaciones del periodismo científico tradicional y, por sus metodologías, estimula el periodismo científico investigativo.

Hacer interesante lo importante

Según una encuesta reciente citada por Esteves, en Brasil hay un gran interés por la ciencia que no está satisfecho en la oferta de los medios del país. Para él la razón es clara: en los medios tradicionales se hace un esfuerzo por volver importantes temas que son interesantes, cuando la ecuación debería funcionar a la inversa. “Además, los temas de ciencia a veces asustan a las personas por los términos que usan, por eso los alejamos de la audiencia. Nuestro deber es deshacer este miedo y esta desconfianza, dejando que la ciencia invada otras dimensiones”.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

Los mandamientos de Bernardo Esteves para explicar la ciencia desde el periodismo

Uno de los fuertes de Bernardo Esteves es la capacidad para relacionar historias científicas con asuntos de medio ambiente y política que ocurren en el momento. Para este periodista, los temas más complejos pueden hacerse cercanos y comprensibles para cualquier persona si se les da el manejo adecuado y se les quita la etiqueta de “nicho”.

El reportero de la Revista Piauí estará en el Festival Gabo conversando en el espacios de interacción de Periodismo de tú a tú sobre las claves del buen periodismo científico en la era de la información y las redes sociales. Inscríbete aquí al Festival Gabo para asistir a esta y otras 45 actividades sin costo.

Te presentamos los mandamientos que ha compartido Bernardo Esteves en entrevistas recientes para hablar de ciencia desde el periodismo :

  1. Cuestionar. Aplica para todas y cada una de las afirmaciones que se encuentran para asegurarse de la veracidad de la información.
  2. Contextualizarse. Comprender los contextos de la información permite dimensionar su importancia y formar un criterio frente a cada tema.
  3. Documentarse. Por más dispendioso que sea, hay temas que requieren decenas de entrevistas, lecturas de libros y publicaciones científicas para tener una documentación sólida
  4. Modernizarse. Comprender las redes sociales y adaptarse a la manera en que viaja la información.
  5. Atraer. Al hacer periodismo científico se debe procurar que el contenido pueda ser casi tan llamativo como ver una serie de televisión. Para Esteves, la ciencia es parte de la cultura y está presente en cada aspecto de la vida.
  6. Integrar la ciencia. Si se aprende a conectar las historias científicas con las demás secciones de un medio de comunicación es más probable que dichas notas se hagan más interesantes y digeribles para el común de las personas.
  7. Compartir. Dentro de una sala de redacción los periodistas científicos pueden compartir conocimientos con las demás secciones y buscarle el aspecto de “ciencia” a casi cualquier historia para encontrar enfoques interesantes y únicos.
  8. Dimensionar. El impacto que una noticia puede tener para las decisiones políticas o sociales que ocurren dentro de una comunidad podrían verse influenciadas por una noticia científica.
  9. Ética y responsabilidad. En temas críticos para el planeta como el calentamiento global la responsabilidad del periodista puede hacer toda la diferencia.
  10. Dedicarse. Una buena historia solo se construye con dedicación.

Sobre Bernardo Esteves

El periodista brasileño Bernardo Esteves es reconocido internacionalmente por su trayectoria en el periodismo científico, rama de la reportería que se mantiene en continuo debate y crecimiento.

Esteves es periodista de ciencia, medio ambiente, salud y tecnología en la revista Piauí y editor de la revista digital Ciência Hoje On-line. Tiene un doctorado en Historia de la Ciencia y ha sido jurado del Premio Roche de Periodismo en Salud.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo. Está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.