Taller de Relato y Cocina en el Festival Gabo (Foto Joaquín Sarmiento/FNPI)

¿Por qué el periodismo gastronómico perdió el valor de la palabra y privilegia la imagen?

Benjamín Lana y Andoni Luis Aduriz en el taller Relato y  cocina del Festival Gabo 2018. Foto: Joaquín Sarmiento/FNPI.

Por Sebastián Aguirre Eastman, @aguirresebas

Los españoles Andoni Luis Aduriz, chef y propietario del restaurante Mugaritz -reseñado como uno de los diez mejores del mundo-, y el periodista culinario Benjamín Lana dirigieron la mañana del 5 de octubre el taller Relato y cocina, en el que compartieron con los asistentes sus claves para desarrollar un proceso creativo del cocinero y el periodista para contarle al público relatos periodístico-gastronómicos.

El encuentro sirvió como excusa para debatir sobre la actualidad del periodismo gastronómico, que como consecuencia de la explosión de nuevos medios que habitan en blogs y redes sociales, en opinión de Benjamín Lana, han de algún modo desvirtuado este oficio que, históricamente, tuvo muchos vínculos con el periodismo literario y narrativo.

Lana expuso un recorrido desde el siglo XIX hasta el presente con nombres de cocineros y relatores que fueron artífices, entre otras publicaciones, de guías de cocina, ensayos culinarios y revistas especializadas, como por ejemplo el francés Grimod de la Reyniere, considerado el primer periodista gastronómico. 

Taller de Relato y Cocina en el Festival Gabo (Foto Joaquín Sarmiento/FNPI)
Andoni Luis Aduriz, chef del restaurante Mugaritz en España. Foto Joaquín Sarmiento/FNPI.

 

A propósito de la discusión, presentamos algunos de los comentarios expuestos por Andoni y Benajamín durante el taller.

El debate

¿Cuáles son los pecados del periodismo gastronómico en la actualidad?

Los puntos de vista

Benjamín Lana

“Las críticas gastronómicas que se hacían en Europa a mediados del siglo XIX constaban de un relato en el que, en ocasiones, algunas publicaciones se inventaban un cocinero que no existía, que planteaban debates alrededor de la gastronomía; incluso, en ocasiones, eran críticos que provenían del teatro. Había mucha ironía, burla, bromas, pero era un género literario muy interesante que generaba mucha expectativa. El público esperaba diez días para leer la nota, en tiempos que no habían redes sociales”.

“En nuestros días, hay una relación entre gastronomía e Instagram con algo que yo llamo el ‘homocapturator’, personas que prefieren la captura que vivir el momento. Tener la copia de lo que se van a comer es más importante que las sensaciones que el plato les va a generar”.

“La gastronomía, con esto, se ha dado de bruces, porque se ha perdido sensibilidad y profundidad. Eso es producto del llamado periodismo ciudadano, en el que un montón de gente que no hace parte de los medios, sino que son blogueros o creadores de su propio contenido, han empezado a hacer daños colaterales, aun cuando es maravilloso que puedan tener sus propios espacios”.

“Muchos restaurantes, entonces, debaten qué hacer con esta gente que aspira a que los inviten a comer gratis para luego hacer sus publicaciones con una foto, tres palabras y ningún sentido creativo”.

“Debemos procurar transmitir esa experiencia con palabras al lector que no va a poder ir a algunos restaurantes, que se pueda entender leyendo esa crónica”.

Andoni Luis Aduriz

“Lo que se está reproduciendo en los medios es ajeno a la experiencia real de disfrutar de este momento cuando estás frente a tu plato”.

Hemos optado por tratar de reflejar todas esas sensaciones en imágenes estáticas, más o menos bellas, pero hemos renunciado a capacidad que nos dan las palabras”. 

“Si pongo una foto, pero eso no va acompañado de una explicación profunda de qué es, utilizando las palabras, 5.000 fotos de comida pueden ser bellas pero eso aporta poco y nada explica”.

“Hay recuperar cierta oralidad en el hecho gastronómico y cierta profundidad,  volver a utilizar las palabras a la hora de evocar imágenes reales, que evoquen sentimientos. La literalidad de la imagen es más rica y poderosa de lo que algunos podrían creer”.

“Nos hemos despistado un poco, pero haciendo periodismo gastronómico podemos hacer textos creativos, utilizar géneros periodísticos, entrevistas a profundidad, crónica. Hay muchas maneras de hacer las cosas, porque ir a un restaurante y decir qué me como y cuánto me cuesta se puede reducir a una ficha”.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.

Al ritmo del algoritmo: por qué la solución al problema de las noticias falsas no es tan sencilla

Carlos Cortés durante su taller | Fotografía: Julián Roldán.

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Por Hernán Restrepo | @hrestrepo

Conducido por el abogado y periodista Carlos Cortés, creador del videoblog Mesa de Centro de La Silla Vacía, se llevó a cabo en el Festival Gabo el taller ‘Al ritmo del algoritmo’.

Durante las tres horas del evento, quien también fuera director ejecutivo de la Fundación para la Libertad de Prensa y director de políticas públicas de Twitter para América Latina, expuso elementos para entender cómo surgió el actual problema de las noticias falsas, y trazó algunas pistas sobre las formas de hacerle frente.

Estos son algunos de los principales argumentos expuestos en el taller, con los que Cortés explicó por qué el problema no es tan sencillo de resolver: 

1. Admitámoslo, en realidad, ninguno de nosotros sabe cómo funciona el algoritmo de Facebook.

Debería preocuparnos el poco control que tenemos como usuarios sobre la forma en que nos llega información en distintas plataformas digitales. La mayor parte de las soluciones posibles al problema de las noticias falsas en redes sociales enfrentan un problema de transparencia. Para las plataformas sociales, limitar la difusión de noticias falsas implicará un conflicto de intereses para su negocio, pues podría reducir los ingresos por publicidad.

2. En algunas plataformas es prácticamente imposible identificar al autor original de la información.

En especial Whatsapp es tan importante en el problema de las noticias falsas, porque la información que nos llega por ahí siempre se nos presenta como un ‘última hora’ que demanda nuestra atención. Pero la batalla contra las noticias falsas no puede violar el derecho a la privacidad. Por eso es especialmente delicado el tema de buscar una solución en plataformas como Whatsapp, pues implicaría entrar en el análisis de conversaciones privadas de sus usuarios.

3. ¿Podríamos acabar con las noticias falsas de una forma similar a la que acabamos con el problema del spam en los correos electrónicos?

El problema de las noticias falsas no es tan fácil de resolver, porque al limitarlas podríamos afectar la libertad de expresión.

4. La solución al problema de las noticias falsas no será única.

Será necesario combinar distintas iniciativas: permitirles a los usuarios denunciar contenido falso, destacar la información verificada que haya pasado por un proceso de ‘fact-checking’, realizar alianzas con organizaciones dedicadas al chequear datos,  detección de acciones concertadas y autenticación de identidades.

5. Fortalecer el trabajo de los medios dedicados el ‘fact-checking’, una de las alternativas más efectivas al problema de las noticias falsas.

Pero su principal problema es la escala, pues requiere un alto número de aliados para que tengan la capacidad de verificar una proporción importante de todas las historias falsas que circulan por la red, y lograr así tener un verdadero impacto.

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Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.