Jurados y finalistas del Premio Gabo 2017. De izquierda a derecha: Marcela Turati, Adelino Gomes, Mónica González y Martín Rodríguez Pellecer | Fotografía: David Estrada.
Por Hernán Restrepo | @hrestrepo
La apertura de las actividades del Festival Gabo se dio con la ya tradicional Maratón de las mejores historias de Iberoamérica. Durante toda la mañana del jueves 28 de septiembre se llevaron a cabo conversatorios de una hora de duración entre jurados y finalistas en cada una de las cuatro categorías del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo: Innovación, Imagen, Texto y Cobertura.
Estas son las principales conclusiones que dejó la Maratón:
Innovación
El primer paso, y el más difícil para poder innovar en periodismo, es convencer a tus jefes y editores de que la idea es buena y vale la pena desarrollarla.
Para María Cristina Castro, periodista colombiana de la Revista Semana, finalista por el trabajo Agua Bendita, los especiales multimedia representan una oportunidad para romper las barreras invisibles entre los periodistas digitales y los tradicionales en las salas de redacción. Para ella, cuando estos experimentos funcionan, logran infundir en aquellos que ven la tecnología con desconfianza un entusiasmo por comunicar a través de nuevos formatos.
La innovación en el periodismo de datos requiere la creación de equipos colaborativos donde la confianza es lo más importante.
Florencia Coelho, del diario argentino La Nación, finalista por el trabajo Dos años de análisis de las escuchas de Nisman, relató cómo para poder analizar 40.000 grabaciones utilizando la herramienta gratuita y de código abierto VozData, fue necesario armar un equipo diverso de voluntarios. Vincularon a estudiantes de periodismo, jubilados, profesionales de distintas áreas y Organizaciones No Gubernamentales quienes donaron su tiempo para analizar toda esta gran cantidad de información. Para ella, esto demuestra que no hay ningún proyecto imposible de desarrollar cuando se unen la tecnología, la pasión por la investigación y la curiosidad periodística.
Imagen
Un buen documental requiere que el protagonista de la historia no quiera controlar cómo los reporteros contarán su día a día.
Entre Os Homens de Bem es un documental que retrata a Jean Wyllyz, el primer legislador brasileño abiertamente homosexual que se convirtió en adalid de la causa LGBT en momentos de alta polarización social en Brasil. Para Mauricio Monteiro, productor del trabajo, la clave de la naturalidad del relato radica en que, a pesar de que Wyllyz es toda una celebridad, jamás quiso intervenir en la forma en que la cámara lo mostraría o sería editado el resultado final del filme.
La fotografía puede ayudarnos a ponernos en el lugar del otro. Y esta es la mejor medicina contra la xenofobia.
Por iniciativa personal, el fotógrafo español Javier Bauluz decidió acompañar durante seis semanas a un grupo de refugiados por su travesía por Grecia, Macedonia, Serbia, Hungría, Austria y Alemania. Con su trabajo Buscando refugio para mis hijos pretende abrir los ojos de Europa hacia la emergencia humanitaria que se vive ante la llegada de miles de migrantes provenientes del norte de África. “La logística es lo de menos, si crees que una historia tiene que ser contada, lo intentas de cualquier manera”, sostiene Javier.
Texto
Escribir es la parte fácil. Pero la clave de una buena historia está en una juiciosa labor de reportería y en las discusiones posteriores con tu equipo de trabajo.
“Debes dejar que la historia te sorprenda”, aconseja el periodista Alberto Arce Suárez, quien viajó con el reportero gráfico Rodrigo Abd a un pequeño pueblo de pescadores ubicado en la península de Araya de Venezuela, sin saber qué historia iban a contar. Pero fue gracias a su paciencia, actitud y capacidad de observación que lograron encontrar un enfoque totalmente nuevo en la compleja realidad venezolana: Los nuevos piratas del Caribe.
Los periodistas estamos para poner más sustantivos que adjetivos.
A pesar de ser un personaje icónico de La Habana por tratarse del primer travesti que se declaró como tal en la década de los 80, la historia de Farah no había sido contada por ninguno de los medios oficiales de Cuba. Ahí radica el valor de la manera en que la revista El Estornudo plasmó su vida en Historia de un paria. “El mérito de la historia fue encontrar que un personaje tan manoseado como Farah no había sido contado aún”, afirma Carlos Manuel Álvarez Rodríguez.
Cobertura
El buen periodismo comienza a hacerse cuando dejamos simplemente de reproducir los comunicados de prensa de las entidades oficiales.
26.668 muertes violentas en los últimos 15 años. Esa fue la escandalosa cifra a la que llegó el equipo de periodismo de datos del diario El País de la ciudad colombiana de Cali para construir el Mapa de la Muerte. “Nuestro objetivo era sacudir a una sociedad que ya no se conmueve con nada para producir cambios en las políticas públicas”, dice Hugo Mario Cárdenas, líder del equipo que se dedicó durante meses a hacer zoom a los números que los políticos de turno solían manipular a su antojo. Al hacerlo, lograron mostrar en qué barrios, con qué motivos y en qué momentos se produjo cada una de estas muertes.
Los periodistas no podemos impedir que sucedan crímenes. Pero sí podemos evitar que queden en la impunidad.
El 8 de marzo de este año Guatemala quedó en shock ante la noticia de la muerte de 41 niñas quemadas en un hogar gubernamental por un incendio en el lugar. El equipo de Nómada liderado por Martín Rodríguez Pellecer se dedicó a investigar la historia de cada una de estas niñas, evitando que se convirtieran apenas en cifras de una tragedia. Sus indagaciones los llevaron a descubrir que agentes del Estado habían participado en lo sucedido. Aunque el caso habría podido quedar registrado apenas como un accidente, el trabajo periodístico ayudó a que la justicia del país se involucrara en las denuncias.
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Sobre el Premio y Festival Gabo
Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival es posible gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.