Competir con el día a día es uno de los retos más fuertes del periodismo investigativo, más aún cuando se hace desde los grandes medios tradicionales. ¿Cómo abrir espacio al periodismo investigativo desde las salas de redacción convencionales?
La ganadora del Reconocimiento a la excelencia periodística del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo, Giannina Segnini, conversó con María Teresa Ronderos, directora de VerdadAbierta.com, y con Rosental Alves, director del Centro Knight de Periodismo en las Américas, sobre su trabajo en el diario La Nación de Costa Rica.
“Antes había una unidad de investigación, y era yo, literalmente una unidad”, pero después, contó Giannina, esta se fue ampliando. Para explicar cómo lo hizo, la costarricense utiliza una metáfora fuerte. Para ella, es como ser un dealer que provee las primeras dosis de heroína gratis a sus consumidores para volverlos adictos. “Tienes que volver adicto al editor”, dice. Las primeras investigaciones las hizo en su tiempo libre, sin dejar de cumplir con otras funciones. Después, fue el editor el que le pidió más. Giannina no solo creó la Unidad de Investigación de La Nación. Hizo algo más difícil: creó la necesidad.
Sin embargo, es probable que ninguna sala de redacción permita que un equipo se dedique exclusivamente a hacer periodismo investigativo durante largos períodos de tiempo. Por eso, Giannina cuenta que en La Nación trabajan en distintos niveles, a corto, mediano y largo plazo. Ella recuerda la frase de Gabriel García Márquez: “La investigación no es una especialidad del oficio sino que todo el periodismo debe ser investigativo por definición”.
El periodismo de datos como una de las principales herramientas del periodismo de investigación bien puede permitir investigaciones de largo aliento, pero también permite la corroboración rápida de afirmaciones coyunturales. De ahí que las unidades investigativas de los diarios puedan responder también a las necesidades dictadas por las coyunturas.
Giannina compartió con el público algunas de las experiencias que la llevaron a merecer el premio a la excelencia periodística, relacionadas con casos de corrupción. Resaltó que para esto es necesario conformar equipos con diferentes especialidades: “¡Lo más sensato es trabajar en equipo!”. En su caso, el equipo está conformado por tres periodistas y dos programadores, pero acuden regularmente a personal de otras áreas, como auditores, de acuerdo con lo que necesiten.
Además de ser ganadora, Giannina se ha mostrado como una mujer espontánea, cercana, apasionada con su oficio y transparente en su trabajo. Ahora más que nunca, su carrera es un referente del periodismo en Iberoamérica.