Hojas de vida: un taller para relatar la identidad de los jóvenes de Antioquia

Por Renata Cabrales

Los jóvenes de décimo y undécimo de la institución educativa rural El Tablazo tuvieron un viaje a la tierra del Nunca Jamás, con la diferencia de que no se trataba de un mundo de hadas, sirenas, cuevas y entradas secretas, sino de sus propias comunidades, ubicadas en el municipio de Barbosa, Antioquia.

Gracias al taller ‘Hojas de vida’, promovido por Comfama en el marco del Festival Gabo 2018 y liderado por el argentino Marcelo Franco, periodista y maestro de la FNPI – Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, 25 jóvenes aprendieron técnicas periodísticas para contar de una manera distinta sus vidas y realidades.

Esta actividad usa la metodología del Taller Cronicando, una iniciativa del Centro Gabo de la FNPI, que desde hace dos años dirige Franco en Cartagena, con el objetivo de enseñar a jóvenes en edad escolar a contar cuentos que son verdad.

Así fue el taller ‘Hojas de vida’
Jóvenes participantes del taller conectan sus vivencias con la cultura digital a través de la realización de su primera selfie periodística.

La visita de Marcelo Franco a El Tablazo marcó el principio de una relación llena de cercanía y empatía. “¡¿Qué el profe va a venir hasta acá!?”. No podían creer que alguien los visitara de tan lejos y, mucho menos, que quisiera conocer dónde estudian y cómo viven. “Un bacán”.

Investigar, narrar y compartir. Tres momentos de 25 caracteres que encierran un sinfín de posibilidades, habilidades y herramientas, algunas de las cuales pudieron desarrollar jóvenes como Valeri o Jeison, en la recta final para ser bachilleres.

El género usado por el maestro de la FNPI para que escudriñaran su vida y comunidad con otros ojos fue el perfil periodístico. “Volver a mirar, volver a escuchar, caminando la comunidad a la que pertenecen, que tiene la dimensión familia, escuela, vereda”. Y fue todo un juego.

Trazos, temperas, crayones, cartulinas y hasta selfies, “porque muestran rasgos y actitudes”, hicieron parte de las herramientas con las que recordaron dónde están parados, cómo miran, son o no son mirados por su familia, amigos o profesores, todo con el propósito de mejorar la expresión de su propia identidad.

Conociendo las etapas del taller 
Jóvenes participantes del taller elaboraron este mapa de la vereda. “Es un mapa caminado o 2.0”, explica Marcelo, porque los jóvenes se lo muestran a sus familiares o vecinos para que ellos cuenten qué les falta.

1. Investigar: en esta fase del taller el profesor Marcelo Franco viajó a la zona rural El Tablazo. Antes de ello los estudiantes ya debían haber contestado a preguntas o comentarios como:

– Lo que cuentan de mí mis padres, parientes, vecinos.

– Un minuto, una hora o un día en mi vida que recuerde con mucha intensidad.

– Cambios físicos que me sucedieron mientras crecía

– Qué valoro yo en los demás

2. Narrar: en esta fase los jóvenes ya tienen qué contar, dado que han caminado la comunidad o han hecho un viaje a su propia identidad. Todo lo recopilado es obra gris que los mismos asistentes al taller convierten en piezas textuales, gráficas o visuales, que en algunos casos trabajan de manera individual, grupal o colectiva. Piezas que al final ensamblan y convierten en un gran muro de actualidad.

3. Compartir: es el momento en el que los estudiantes intercambian ideas y sensaciones de lo trabajado, incluso, salen del salón donde estuvieron dos días concentrados, para compartirle a los visitantes del Festival Gabo lo que termina siendo el mapa de sus vidas.

Ese gran mapa no tiene como punto final el cierre de los talleres realizados en el Jardín Botánico de Medellín. Los jóvenes tienen la misión de replicar lo vivido a otros estudiantes de la vereda. Y, como el “bacán” de Marcelo, tendrán que animar al resto de sus “parceros”. ¡Excelente, te pintaste muy bien, qué crees que te falta!

El taller tiene como marco la máxima de Gabriel García Márquez de que la crónica consiste en cuentos que son verdad. Aquí no hay lugar a la imaginación, no hay ficción. Utilizamos, sí, arte, fotografía, literatura, para reconstruir acontecimientos de la realidad, de la proximidad y de la relevancia. – Marcelo Franco

Y es que la única forma de mejorar esos auto-perfiles es que sigan trabajando juntos, ya no en un salón, sino cerca a su riachuelo, las montañas, el cultivo, las vacas, con su familia, sus profes, junto a lo que los llena de alegría o frente a lo que los preocupa: los estragos del cambio climático en su comunidad, los robos cuando se va la energía, los asesinatos o el consumo de droga en “La plaza”, allí donde otros jóvenes como ellos fuman marihuana como si no hubiera un mañana.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.