Alejandro Valdez Sanabria, director y miembro fundador de El Surtidor

Los hitos que marcaron el éxito de El Surtidor

Alejandro Valdez Sanabria, director y miembro fundador de El Surtidor habló de innovación en el periodismo en medios independientes en el Festival Gabo 2018. Foto: Julián Roldán/FNPI.

Por Camila Del Villar | @cdvillar

Una iniciativa de siete jóvenes ganó el Premio Gabriel García Márquez 2018 en la categoría de Innovación por su trabajo ‘Los desterrados del Chaco’.  Esta narrativa creada en técnica de scrollytelling para móviles cuenta la historia del lugar con la deforestación más acelerada del planeta. El trabajo es un logro de El Surtidor, un medio independiente de Paraguay que con autenticidad, creatividad y tecnología cuenta la realidad de este país.

En el marco del Festival Gabo, Alejandro Valdez Sanabria, director y miembro fundador de El Surtidor, compartió los hitos que marcaron el camino de este medio en la charla ‘El Surtidor: desde el scrollytelling hasta la performance o cómo hacer nuevos medios en Latinoamérica’.

Aquí algunas lecciones que se convirtieron en hitos en el camino al éxito de El Surtido:

1. Todos nos dejamos tentar por la curiosidad

La mayoría de los medios en Paraguay están relacionados con los jugadores comerciales del país, lo que implica que la mayoría de paraguayos reciben información contada por un grupo que está de acuerdo en las mismas cosas, explica Valdez. Así fue como los creadores de El Surtidor encontraron la necesidad de fundar un medio independiente y alternativo. El Surtidor se lanzó con un fan page en Facebook y publicó su primera pieza con información precisa, sencilla y clara sobre cómo el Estado paraguayo espía a los ciudadanos.

Sin embargo, se dieron cuenta de que había una feroz batalla por la atención en internet, entre videos, memes y contenidos sobre temas no tan relevantes  que atrapaban la curiosidad de la gente y la distraían de lo realmente interesante. “Nunca fue tan fácil abrir un medio, pero nunca fue tan difícil tener la atención de la audiencia”, dice el director de El Surtidor. “Todo el mundo termina cayendo en fotos de gaticos: periodistas, sociólogos, estudiantes y gente preocupada por la realidad. Todos finalmente nos dejamos tentar por la curiosidad”.

El equipo de El Surtidor aprendió que la curiosidad es algo implícito de las personas y que es una entrada para llamar la atención hacia temas importantes. Con esa primera lección comenzaron a publicar afiches con información de actualidad para personas entre los 18 y 30 años en el lenguaje cultural de esta población.

Con el tiempo, cuenta Valdez, El Surtidor fue desarrollando otro tipo de imágenes con diferentes propósitos informativos. Empezaron a usar memes, habilitaron una sección de fact checking y crearon explainers con información más larga. Todo con imágenes en un formato sencillo que permitía que sus contenidos circularan bien en redes sociales y que fuera atractivo a la curiosidad. Así acumularon una masa critica de personas en su audiencia.

2. El formato sigue a la función

Luego se dieron cuenta de que este público les exigía más y apareció el reto de cómo ser más profundos y tratar temas complejos usando siempre el motor de la curiosidad y las imágenes como medio. “La audiencia valoraba la información que le dábamos, pero en algunos casos sentía que era muy limitada”, dice Valdez. Con este reto El Surtidor comenzó a producir videos, un formato que funcionaba bien en Facebook.

“Fue un fail total”, admite el periodista. Su equipo investigó y descubrió que Paraguay es el segundo país con el internet más lento de Sudamérica, después de Venezuela, y que además el servicio es costoso. “La gente no estaba dispuesta a gastarse sus megas en esta información”, añade Alejandro Valdez. “El formato sigue la función. Primero pensamos en un formato después se nos ocurrió pensar en la función y por eso fracasamos”.

Entonces El Surtidor preguntó a su audiencia quiénes eran, qué querían, cuándo y cómo lo querían. En respuesta a esto descubrieron que su público era joven, interesado de conocer cómo le afectan las cosas que pasan en su país, dispuestos a consumir información en los largos viajes entre la casa y el trabajo y que no querían contenidos que gastaron todos sus megas.

Como el video no funcionaba, para definir hacia dónde debían seguir para satisfacer esa necesidad de profundidad de la audiencia estudiaron varios formatos del periodismo digital y decidieron que debían romper las barreras y hacer una mezcla  de crónicas de largo aliento, historias horizontales como en Snapchat e Instagram y el video epígrafe como Playground. También tomaron en cuenta tendencias del marketing digital como el landing page y de la literatura como el kamishibai japonés. Con la combinación de estas influencias llegaron a lo que denominan scrollytelling o “Surtiscroll” como le llama el equipo fundador de este medio. Consiste en piezas gráficas pensadas exclusivamente para el móvil en función de  “gestos que definen a una generación”, como los describe Valdez. “Esta generación decide a sus parejas sexuales con un scrolling de izquierda a derecha. Hoy en día son gestos muy potentes”, añade.

3. Escuchar como un cyborg

“Escuchar es un valor común entre el buen periodismo y los procesos de innovación”, dice el director. Explica que gracias a la tecnología ahora los medios pueden escuchar el feedback de lo que hacen como cyborgs, criaturas que son mitad humano y mitad robots. Según Valdez hay muchos servicios que ofrecen métricas como el número de likes o de perfiles alcanzados pero que se quedan en datos amorfos que miden masas. “Mientras que al escuchar como cyborgs podemos ver también métricas relacionales de cuántos usuarios únicos tenemos y cuántas personas conocemos”, dice Valdez.

Con esta herramienta El Surtidor logró hacer el lograron hacer el primer chequeo en vivo de un debate presidencial en la historia del país, antes que cualquier redacción tradicional. Hicieron una convocatoria y se sumaron ocho periodistas, 9 voluntarios y 10 especialistas y después de unos talleres hicieron el chequeo en vivo y sacaron en tiempo real afiches con el fact check. “Fue un momento histórico para el país y pudimos hacerlos gracias a las métricas tradicionales”, dice él . Para lograr esto siguieron las experiencias de Chequeado.com en las elecciones argentinas y La Nación Data en el caso de las escuchas de Nisman.

También más allá de métricas tradicionales, como cuáles son las secciones más visitadas, aplicaros métricas relacionales para conocer qué comunidades existen en los usuarios. “Se dice que hay que apostar a la comunidad pero la realidad es que no hay una única comunidad en la audiencia”, dice Valdez. Descubrieron que había una gran comunidad de fotógrafos e hicieron fotocaminatas en un barrio segregado de Asunción con 100 fotógrafos y publicaron con un hashtag común alentando que la gente visitara ese barrio. Igualmente trabajaron con la comunidad trans de Paraguay y con un taller de podcast recopilaron la memoria de este grupo.

Esta forma de mirar a las comunidades fue una lección del periódico uruguayo La Diaria y el laboratorio de periodismo Performático de Anfibia. “Estas lecciones de aprender a escuchar con métricas relacionales nos enseñaron que más que un medio ahora funcionamos como una comunidad informativa”, dice el director de El Surtidor.

Revive aquí la charla:

https://www.facebook.com/FNPI.org/videos/2130693750513002/?__xts__%5B0%5D=68.ARDdEFsYhj5wzXFUIp0utLPKzK6pWzSJ8Ok6AzXNxsn07jSd_-7ELwH8SK544m6AIYqvQ3gng7XyMqq1GCT7A96ZJ2ozTDceUzl5PhMPX9MyMDMwqZp1pZ4qMDBdt05Kg8QVFMFPsG2vUvEjgwD2doX-VV_GF0zAb53ma6NNy54EGYo0bc3Xog&__tn__=-R

Sobre Alejandro Valdez Sanabria

Es comunicador visual, director y miembro fundador de El Surtidor, medio de periodismo gráfico nativo digital de Paraguay. Ha expuesto su obra como diseñador en 15 países y ha premiado por la OEI por el proyecto más innovador de la industria cultural Iberoamericana. Desde su rol de emprendedor, se ha formado en herramientas para el diseño y la incubación de proyectos periodísticos basados en el design thinking, participando en distintas redes a nivel regional.  Se licenció en Diseño Gráfico en la Universidad Católica de Asunción y es diplomado en Diseño de la Información de la Universidad José Martí.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI – Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia. El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los Grupos SURA y Bancolombia con sus filiales en América Latina.