Mabel Lara, Alberto Donadío, Yolanda Ruiz y Jorge Cardona. Foto: David Estrada/ Fundación Gabo.
Gabriel García Márquez siempre dijo que el periodismo es el mejor oficio del mundo; Jorge Cardona hoy, en la charla ‘Una libreta, una ética a toda prueba y un par de oídos’, indicó que para él el periodismo es un ejercicio diario de vocación.
En el conversatorio, Alberto Donadío, Yolanda Ruiz y Jaime Cardona hablaron con Mábel Lara desde su experiencia como conocedores de los medios de comunicación, privados e independientes, sobre cómo se ejerce la profesión desde sus perspectivas, haciendo un análisis de cómo debe ser el papel ético del periodista y cuál es la forma para reivindicarlo. Y también de lo que no se debe hacer.
Yolanda Ruiz, directora nacional de noticias de RCN Radio, comenzó refiriéndose a la arrogancia que tienen algunos periodistas en un país como este que ha vivido tantas dificultades, en el que se ha cubierto, entre otras cosas, el péndulo de la búsqueda de la paz. “Debemos reconocernos. Saber cuáles son nuestros pecados y aciertos en el ejercicio periodístico. Hay gente que ha dejado la vida por poder contar una historia, pero así mismo hay quienes han abusado del poder que les da el periodismo”.
De acuerdo con su experiencia, señala que los periodistas tienen la tarea de ser veedores de la realidad, pero a veces se les olvida cuál es su papel y se vinculan más de lo necesario. “Olvidamos que tenemos que mirar hacia adentro. Hablar de ética no es referirnos a los manuales, sino a lo que hacemos en la cotidianidad y cómo nos comportamos periodistas y audiencias. La ética es la clave, no solo para el periodismo sino para la sociedad”.
Jorge Cardona, editor de El Espectador, entre tanto, habló de lo que significa ser periodista y el poder que esto conlleva. Afirma que quien tiene un micrófono o la potestad de llevar a la imprenta sus opiniones adquiere un poder que puede ser verbo o sustantivo. “De ahí nace la arrogancia que ejerce el mundo del periodismo, por eso es tan importante y de tanta responsabilidad lo que se está comunicando. Debemos ser conscientes de que si yo estoy en un medio llevo por apellido su nombre –por ejemplo, yo soy Jorge Cardona de El Espectador– y si lo mal utilizo, estoy haciendo un mal ejercicio de poder”.
“La tiranía de los clics”
Mabel Lara tocó un tema coyuntural: los clics que marcan las agendas informativas, que dependen de las vistas y de los ‘me gusta’ de las páginas de internet para poder sobresalir.
La experiencia de Alberto Donadío, columnista y escritor, lo lleva a reflexionar al respecto, afirmando que no se puede confundir la velocidad con la que se difunde una información con la lentitud con la que se prepara un contenido. “No se puede competir con la forma de comunicar de ahora, hay que seguir con los principios de siempre”.
Según Lara, hoy en día se trabaja a dos tiempos: uno a la velocidad de la luz para no perder la inmediatez que exigen las nuevas plataformas digitales y otro en el que ya se establecen líneas investigativas para profundizar.
Jaime Cardona indica que estamos en otra revolución de las comunicaciones por las nuevas tecnologías. Afirma que no se puede confundir periodismo con libertad de expresión. “La vida no es blanco o negro, tiene matices y debe estar reflejado en el contenido. Ahora
manda el clic, pero hemos venido aprendiendo nuevas narrativas. Las herramientas cambian, pero los valores deben permanecer”.
Agrega que el periodismo no va a ser desplazado por las redes ni por la libertad de expresión. “Nosotros en nuestro ejercicio somos intérpretes de la sociedad y debemos defender esa vocación”.
¿A qué está llamado el periodista?
Las redes sociales, desde su llegada, han transformado los métodos de muchos procesos, incluso el de informar con veracidad y rigor. Yolanda Ruiz enfatizó en que el periodista está llamado a hacer periodismo bien hecho. Actualmente se está atravesando por muchos cambios, pero no solo en esta área, sino en la humanidad misma.
“Tenemos que hacernos muchas preguntas porque estamos confundiendo el fondo y la forma. ¿Acaso por la llegada de Twitter el periodismo se hace en 140 caracteres, sin confrontación de fuentes y al juego del que publique primero? El periodista está obligado a confirmar, contrastar la información, verificar los datos. Así lo publique en cualquier medio las normas son las mismas”.
¿El periodismo está en riesgo?
En una retrospección, Donadío recordó que el periodismo de hace 40 o 50 años no era mejor que ahora, que no se invertía en buenos periodistas pese que antes este negocio daba más, pero que aun así el panorama es pesimista por la situación que atraviesan los grandes medios.
Transparencia es la clave
El papel del periodista es clave para entender la sociedad. Cardona señaló varias veces que el poder que otorga tener una información debe asumirse de forma responsable, es justo allí donde nace la independencia.
La información está a lo que toma presionar una tecla en un dispositivo. Hay mucho de tanto y de nada a la vez en internet que el usuario debe aprender a identificar en qué creer, por eso Yolanda Ruiz afirmó que en este mar de letras e imágenes, de incertidumbre de qué es y qué no, se necesita más que nunca del periodismo serio y responsable para que ayude a decantar lo que es concreto y real.
“Lo que tenemos que hacer es arriesgarnos a producir contenidos para las audiencias, para que no se quejen de lo mala que es la prensa. Siempre dicen: los periodistas esos que producen pura porquería, pero se hace porque el mercado lo está demandando. No podemos dedicarnos a producir solo lo que da rating”.
¿Desde dónde nos paramos en la ética?
El periodismo ético también debe dar contexto de la sociedad en el momento en el que se ejerce y Cardona es un ferviente defensor de esta máxima. Señala que hacer periodismo es escribir para la historia, que se debe hacer con el suficiente detalle de cómo se vive en este presente para que dentro de cincuenta o cien años cualquier lector pueda entender la situación de esa actualidad pasada.
Al final su recomendación fue una: leer kilómetros para escribir milímetros. El periodista nunca se quita su traje, siempre está metido en el papel de querer saber y contar realidades.
Sobre el Premio Gabo y el Festival Gabo
Es convocado por la Fundación Gabo con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.
El Premio Gabo y el Festival Gabo son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y SURA, con sus filiales en América Latina.