Las mariposas amarillas se convirtieron sin duda en el insecto más emblemático de la obra de Gabo. Sin embargo, no son los más recurrentes o significativos en su literatura, en la que se mencionan en más de treinta ocasiones y con gran realismo mágico las hormigas coloradas, entre otros. El entomólogo colombiano Aristóbulo López-Ávila presentó este y otros hallazgos que son el resultado de una investigación en la que se muestra cómo, en 384 ocasiones, mosquitos, moscas, moscardones, hormigas y polillas recorren la obra de Gabo, dando muestra de la rigurosidad, precisión y realismo propios del nobel colombiano.