Relatoría del taller ‘Desmitificar la IA e investigar sus impactos’, con Karen Hao y Tatiana Dias

La irrupción de la Inteligencia Artificial representa retos y posibilidades para el periodismo. Karen Hao, periodista estadounidense, y Tatiana Dias, editora general en The Intercept Brasil, estuvieron en el Festival Gabo 2024 y compartieron varias experiencias y consejos sobre ese tema. 

Por Nicolás Sánchez Arévalo

La Inteligencia Artificial es un tema recurrente en las redacciones y su irrupción genera tanto retos como posibilidades. Cada vez es más frecuente no solo su uso, sino también el contenido periodístico que aborda lo relacionado con estas tecnologías. Por ello es importante pensar en la relación entre el periodismo y la IA: por un lado, para hacer un cubrimiento ético y, por el otro, para generar contenidos de alta calidad que den cuenta de las implicaciones del fenómeno. 

Sobre esos temas hablaron en el Festival Gabo 2024 dos mujeres que han hecho cubrimientos profundos sobre los retos de investigar los engranajes que rodean la Inteligencia Artificial. En el taller ‘Desmitificar la IA e investigar sus impactos’ Tatiana Dias, editora general en The Intercept Brasil, y Karen Hao, periodista estadounidense, compartieron sus experiencias y aprendizajes sobre el tema. 

En el taller, que se realizó en Bogotá (Colombia), participaron periodistas de diferentes países de América Latina. Esta relatoría recoge apartados destacados de la clase en la cual las expositoras compartieron ideas de posibles enfoques para el cubrimiento de la Inteligencia Artificial, señalaron errores frecuentes que se están cometiendo en las redacciones y dieron consejos para hacer más transparente de cara a las audiencias el uso de estas tecnologías en los medios de comunicación.

Para una mejor comprensión de los apartados siguientes de esta relatoría, partiremos de la definición de Inteligencia Artificial que las maestras dieron en el taller: “Nombre para un conjunto de tecnologías que se supone imitan las capacidades humanas”. Para su funcionamiento son necesarios dos procesos: uno de extracción de datos de internet y otro de ‘compute’, lo que se refiere a la potencia computacional y tecnológica para procesarlos.

Errores frecuentes en los cubrimientos sobre la Inteligencia Artificial

Un aspecto importante sobre el que llamaron la atención las maestras es que los periodistas deben tener en cuenta que en la Inteligencia Artificial y sus procesos se conjugan el poder, el dinero y la tecnología. Ese es un punto de partida para hacer un mejor cubrimiento sobre esas tecnologías. “En la era moderna grandes empresas han estado invirtiendo porque piensan que pueden tener ganancias”, explicó Hao.

En medio del taller se señalaron errores frecuentes cuando se hace cubrimiento sobre la Inteligencia Artificial: 

  1. No preguntarse por qué la Inteligencia Artificial es como es. Los periodistas no pueden naturalizar esas tecnologías, sino que se deben preguntar, por ejemplo, de dónde se extraen los datos que la nutren y si estos reproducen sesgos y violencias de nuestras sociedades.
  2. Referirse a la Inteligencia Artificial como una tecnología y no como muchas tecnologías. Para que la Inteligencia Artificial sea posible se necesitan varias tecnologías y procesos. Entender a la misma como una tecnología es una comprensión limitada. 
  3. Citar como “expertos” a directivos de empresas de IA u otras personas con vínculos financieros con la industria sin reconocer dichos vínculos. Esto genera confusión en las audiencias y puede ayudar a camuflar como conceptos técnicos los intereses económicos. 
  4. Darle atributos humanos a la Inteligencia Artificial. A veces, los medios hablan de la inteligencia artificial como si se tratara de un humano.
  5. Olvidar que la Inteligencia Artificial es una historia sobre las personas. Es decir, los procesos necesarios para el funcionamiento de la Inteligencia Artificial involucran a millones de personas y pueden afectar a comunidades enteras. 

Posibles enfoques para cubrir la Inteligencia Artificial

Superando esos errores comunes se abren grandes posibilidades para investigar desde el periodismo todo lo que rodea la Inteligencia Artificial. Sobre todo, teniendo en cuenta el quinto numeral del anterior intertítulo, la Inteligencia Artificial es una historia sobre personas.

Un primer campo de investigación que se abre se centra en los procesos de la consecución de los datos que son la base de la Inteligencia Artificial. En este punto hay varios enfoques posibles como la explotación laboral de las personas que están cumpliendo las labores de extracción de datos de internet. Acá se pueden tener en cuenta dos aspectos: remuneraciones muy bajas y falta de preparación del personal que entra en contacto con contenido explícito y violento. 

Tatiana Dias contó que habló con migrantes venezolanos que le dijeron que habían sido contratados por compañías norteamericanas que los obligaban a trabajar 16 horas al día. Dias mostró los resultados de un estudio según el cual esas labores de extracción de datos se hacen en el sur global, mientras que las compañías beneficiarias de ese trabajo tienen sus sedes en el norte global. 

En ese primer campo de investigación también se pueden explorar las posibles pérdidas de la privacidad y el capitalismo de vigilancia.

Otro campo de investigación tiene que ver con la cantidad de recursos naturales que requiere el funcionamiento de la Inteligencia Artificial. Para esto se instalan plantas físicas como los centros de datos que necesitan una refrigeración potente. Esto, como contó Dias en el taller, ha generado choques entre las empresas tecnológicas y comunidades en Uruguay por el acaparamiento de agua.

En este segundo campo de investigación también hay otros posibles enfoques: las afectaciones ambientales por las emisiones de los centros de datos, la geopolítica que hay detrás de la instalación de esa infraestructura y la extracción de minerales necesarios para la operación de la Inteligencia Artificial.

Otras posibilidades de investigación se abren al revisar los sesgos de la Inteligencia Artificial. Muchos de estos sistemas se pueden alimentar de datos que replican prejuicios, racismo y discursos de odio. 

También hay grandes desafíos en la utilización de Inteligencia Artificial por parte de entidades gubernamentales. Por ejemplo, cuando se trata de vigilancia con Inteligencia Artificial ¿cómo se están alimentando los datos? ¿Cuáles sesgos posibles hay en esos sistemas? ¿Podrían estar incurriendo los sistemas de vigilancia en el reforzamiento de estigmas contra poblaciones históricamente discriminadas?

Usos en las redacciones y dilemas éticos

La relación de la Inteligencia Artificial con el periodismo no se limita al cubrimiento; también puede ser una herramienta útil en las redacciones. En el taller, ambas maestras abordaron los posibles usos que los periodistas les podrían dar a esas tecnologías y los riesgos que encarnan. 

Un buen uso de la Inteligencia Artificial en las redacciones se da cuando se utiliza en la clasificación de documentos. Cuando un periodista tiene un gran volumen de archivos y necesita organizarlos podría recurrir a estas tecnologías. Sin embargo, es importante que el periodista haga pruebas con pequeñas cantidades de información para cerciorarse de que está organizando los archivos en el modo en que lo necesita.

Es importante que los periodistas disciernan frente a los usos de cara al público y de cara al interior. Es decir, se debe preguntar por los riesgos que tiene presentarle al público algo hecho por la inteligencia artificial. Es diferente apoyarse en esas tecnologías para los procesos de organización de información, después de lo cual la persona debe tratar los datos y exponerlos. 

Para ilustrar eso es posible tratar dos ejemplos. El de un periodista que usa la Inteligencia Artificial para resumir el audio de una entrevista y el de un medio que produce artículos con estas tecnologías. El primero deberá cerciorarse de que la información esté bien resumida para hacer su proceso de escritura. El segundo caso, cuyo resultado se mostrará al público, tiene muchos más riesgos si el medio no tiene en cuenta que la información del artículo puede reproducir sesgos e imprecisiones. 

Uno de los temas que abordaron Hao y Dias fue precisamente esos retos éticos de la utilización de la inteligencia artificial en medios. En medio del taller ambas dieron una pauta clave para ese manejo: quienes utilicen Inteligencia Artificial para producir contenido deberían aclararle a la audiencia que lo están haciendo. Pero eso es insuficiente: también es importante contarle a los lectores cómo lo están haciendo y cuáles son los procesos. 

Sobre Karen Hao 

Licenciada en ingeniería mecánica y especialista en estudios energéticos del MIT. Trabaja como periodista cubriendo el impacto de la inteligencia artificial y colabora con la revista The Atlantic. Es co-creadora de la iniciativa AI Spotlight Series, coordinada por el Pulitzer Center. Hao fue corresponsal en el extranjero del Wall Street Journal, en el que cubrió la industria tecnológica china. También fue redactora jefe de Inteligencia Artificial en el MIT Technology Review. Su trabajo se enseña habitualmente en universidades y es citado por algunos gobiernos. Ha recibido numerosos premios por su cobertura, incluido un premio ASME Next para periodistas menores de 30 años. En 2019, su boletín semanal, The Algorithm, fue nominado para The Webby Awards. En 2020, ganó un premio Front Page por coproducir el pódcast In Machines We Trust.

Sobre Tatiana Dias 

Con más de 16 años en el periodismo, su trabajo ha cubierto principalmente temas de tecnología, derechos humanos, lobby y política, así como la intersección entre estas áreas. Ha trabajado en Istoé, Estadão, Galileu, HuffPost y Nexo. En Intercept ha participado en algunas de las historias más impactantes de los últimos años. Fue finalista del Premio Gabo en 2023 por la cobertura del caso de una sobreviviente de violación de 11 años a quien un juez en Brasil le negó el aborto. En 2020, ganó el 36º Premio de Periodismo de Derechos Humanos y fue nominada para el One Media Award por su historia sobre el plan del expresidente de Brasil Jair Bolsonaro para ocupar la Amazonia. También en Intercept lideró numerosos proyectos periodísticos con otras organizaciones y salas de redacción que abordaron el auge del tecnoautoritarismo, el surgimiento de tecnologías de vigilancia durante el gobierno de Bolsonaro, y los negocios de las empresas de reconocimiento facial en Brasil.

Sobre el 12º Festival Gabo

El Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía de Bogotá y el Grupo Bancolombia con sus filiales en América Latina. A partir de este año, cuenta también con el respaldo de la CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, además del apoyo de más de 50 instituciones de todo el mundo.