Florencia Tuchin (Argentina), José Luis Peñarredonda Martinez (Colombia), Lorena Arroyo Valles (España) y Abraham Jiménez (Cuba) en conversación con Alejandro Pacheco.
Contexto:
La región de América Latina y el Caribe enfrenta una profunda crisis de confianza en las instituciones democráticas y una creciente polarización política. Datos de Latinobarómetro muestran que, de 2009 a 2018, la confianza en las instituciones disminuyó significativamente, alcanzando niveles cercanos al 20%. Y aunque la polarización es una tendencia global, es en América Latina donde más ha aumentado en los últimos años.
Como señala el Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD 2023-2024, polarización no es lo mismo que diferencia o desacuerdo; más bien, representa intolerancia y aversión al compromiso y la negociación, y puede conducir a estancamientos y disfunciones políticas. Esta erosión de la confianza también se ha visto exacerbada por la difusión deliberada de información sin fundamento, propaganda y discursos de odio que alimentan el populismo y socavan la capacidad de los ciudadanos de acceder a información veraz y tomar decisiones informadas.
A medida que disminuye la legitimidad de los gobiernos, es más difícil movilizar recursos y voluntad política para enfrentar desafíos comunes como la pobreza, el cambio climático y la desigualdad. La menor confianza en las instituciones nacionales también tiende a correlacionarse con una menor confianza en las organizaciones internacionales, incluidas las Naciones Unidas.
El Informe sobre Desarrollo Humano propone posibles rutas de acción en las que la comunicación pública eficaz emerge como un antídoto indispensable contra la creciente polarización. Uno de ellos es corregir percepciones erróneas; el otro requiere crear espacios de deliberación para salvar diferencias. Así, por un lado, la comunicación basada en hechos verificables y en torno a objetivos comunes puede desactivar la retórica divisiva y alentar la búsqueda de soluciones consensuadas y basadas en evidencia que beneficien a todos los sectores de la sociedad. Por otro lado, al facilitar interacciones personales, estructuradas y repetidas y promover el diálogo constructivo, la comunicación abre una alternativa para que los actores políticos trasciendan las barreras discursivas y encuentren puntos de convergencia en torno a desafíos apremiantes, sentando las bases para una gobernanza más inclusiva y estable. En este contexto de creciente polarización, desconfianza ciudadana y debilitamiento de las instituciones democráticas, es crucial que los medios de comunicación y los organismos multilaterales desempeñen un papel proactivo.
En ese contexto, el PNUD para América Latina y el Caribe ha iniciado el proceso de elaboración de un nuevo Informe Regional sobre Democracia y Desarrollo que será lanzado en 2025. Este informe regional tiene como objetivo buscar acuerdos mínimos que sirvan como puntos de encuentro y faciliten el debate y la cooperación en torno a la democracia y el desarrollo, además de arrojar luces sobre cómo revitalizar colectivamente las democracias de la región desde una perspectiva de desarrollo humano inclusivo y resiliente. Esta iniciativa, junto con el nuevo Informe Regional de Desarrollo Humano con enfoque en resiliencia que se publicará también en 2025, complementará los esfuerzos del PNUD para abrir espacios y oportunidades de diálogo y entendimiento entre una multiplicidad de actores para fomentar y consolidar una economía más próspera, inclusiva, sociedades sostenibles y resilientes.
En el marco del Festival Gabo se plantea un discusión crítica y prospectiva de la democracia, la política y el desarrollo a la luz de un intercambio de opiniones sobre las oportunidades, los desafíos y el futuro de las democracias en América Latina y el Caribe.
Proyecto apoyado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes – Programa Nacional de Concertación Cultural.