Relatoría del taller ‘Desfragmentando periodismos: encuentros entre lo tradicional, hiperlocal y digital’

Este taller se realizó el 4 de julio de 2023 en Bogotá, durante el 12° Festival Gabo bajo la dirección de Magnus Kossmann, Jorge Agurto, Laura Mejía y Sergio Silva, gracias a la alianza de DW Akademie, la Alcaldía Mayor de Bogotá, a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte –  SCRD y la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá -BibloRed y la Fundación Gabo.

Por Daniela Trujillo | @SoyMiroslawa

Las problemáticas de los actuales medios de comunicación de gran envergadura son evidentes para los periodistas e incluso para las audiencias: los despidos masivos, la cantidad aburmadora de desinformación, la fugacidad de los cubrimientos y la creciente falta de credibilidad han sentado una crisis que con el paso del tiempo parece solo aumentar. Sin embargo, esta forma periodística no es única ni inmutable. Vale la pena observar más allá y adentrarse en el trabajo que los medios locales y comunitarios realizan desde las distintas regiones de Iberoamérica, aportando tanto al periodismo de investigación como a la transformación social. 

Este taller de cocreación, realizado en la Biblioteca Pública El Tunal, ubicada en la localidad de Tunjuelito en Bogotá, y organizado por DW Akademie, la Alcaldía Mayor de Bogotá y la Fundación Gabo, acompañado por Jorge Agurto, Laura Mejía y Sergio Silva y mediado por Magnus Kossmann, permitió a treinta y cinco periodistas locales y comunitarios, conversar alrededor de tres grandes temáticas que posibilitaron el intercambio de conocimientos, inquietudes y tensiones que existen en el ejercicio de su labor, en aras de dar a luz las metodologías alternativas de ejecución. Estas aristas, que serán tratadas a continuación, fueron:     

  • Credibilidad y confianza: aplicaciones en el día a día.
  • Agendas locales: ¿cómo definirlas y posicionarlas?
  • Impacto: ¿cómo medirlo?

Credibilidad y confianza: aplicaciones en el día a día 

Los medios de comunicación han pasado por etapas diferentes. Antes, era posible contar con los dedos de las manos los medios que existían, al menos en Colombia, pero ahora el panorama se ha transformado y hay más de 900 salas de redacción solo en este país y 1200 medios nativos digitales. Esto implica un crecimiento desbordado de la información que, tal parece, no es comprendido por completo en la ciudadanía. 

Un punto inicial en la construcción de credibilidad —propone Laura Mejía — es preguntarse si la audiencia verdaderamente entiende para qué sirve el periodismo, por qué y para quién comunica, pues existe una herida en las personas, que ven con desconfianza cuando un medio se acerca a su comunidad buscando información y luego desaparece sin siquiera darles a conocer qué va a ser dicho sobre ellos. Esta herida no es gratuita y es una crítica válida para comprender su desconfianza y rechazo. Un ejemplo de esto lo propone Jorge Agurto, quien hace énfasis en la preocupación por los medios dedicados a la desinformación en Perú, que estigmatizan pueblos y comunidades constantemente, construyendo discursos de odio que se viralizan en la región. 

Es necesario, pues, hacer batalla a dichos espacios que se alimentan de vender titulares mercenarios y tergiversas las problemáticas de las comunidades —dice Agurto— teniendo mínimamente ética y rigor periodístico, separando la opinión de la información, aprendiendo a reconocer cuándo se está interviniendo editorialmente y cuándo se está apropiando la voz que cuenta la historia. 

También —añade Sergio Silva—, pese a la dificultad de luchar contra la inmediatez, es necesario reconocer las pausas que requiere una historia para poder entrar a profundidad en ella, no solo con dos o tres fuentes, sino realmente con un trabajo a muchas manos que pueda darle veracidad a la misma. Es imposible desconocer que la gente consume cada día menos formatos de largo aliento y que el frenetismo que manejan los medios tradicionales los hace tambalear con información sesgada y mecanismos mediocres; pero es en esas falencias donde se deben encontrar las oportunidades —dice Silva— pues permiten reflexionar y reconstruir esa credibilidad. Trabajar hombro a hombro con el periodismo local que verdaderamente conoce las comunidades y regiones que se desean narrar, permite construir un diálogo más cercano y también dar como resultado un periodismo provocador. 

Como otro elemento a resaltar, Mejía añade la sostenibilidad, pues es importante reconocer que esta aporta también a que el periodismo de calidad perdure en el tiempo. Para ellos es necesario que la financiación venga a apoyar el contenido que ya se realiza en el medio y no al revés; es decir, financiando contenido nuevo que favorezca a quien da el dinero.

Asimismo, los participantes de la sesión compartieron otras herramientas que construyen credibilidad, tales como: el principio de autocrítica como parte del rigor periodístico; la separación entre la publicidad y la información y, principalmente, la participación de las audiencias en la construcción de las historias, favoreciendo a las fuentes comunitarias como valiosas y primordiales en la narración.

Agendas locales: ¿cómo definirlas y posicionarlas?

Para entrar en materia con la agenda local, el punto inicial son las fuentes, uno de los principales motores del periodismo de investigación. Sin embargo, se cree erróneamente —dice Jorge Agurto— que las de mayor valor y credibilidad son aquellas voces de gran renombre que presentan análisis y conclusiones, haciendo de lado la experiencia directa de las personas afectadas. Así pues, propone él, tomando elementos de las metodologías del periodismo local, la necesidad de considerar a las fuentes comunitarias también como fuentes primarias, sobre todo si la problemática o la historia recae directamente en ellos. En ese sentido, también vale la pena ampliar la voz de comunicadores que estén en verdadero contacto con las comunidades; por ejemplo, los comunicadores indígenas, quienes poseen su propia agenda, variable y diversa, que hablan el idioma de su propia comunidad y además comprenden a fondo las problemáticas o situaciones en las que se pueden ver envueltos sus pares, potenciando la transparencia y la comprensión de la investigación. 

Esta diversidad en los comunicadores promueve la diversidad en la información y, asimismo, se transforma en correas de transmisión que conectan con la ciudadanía, permitiendo poner lo investigado en un contexto situado y no en un punto aislado. Volviendo al ejemplo de los comunicadores indígenas, es gracias a ellos que es posible comprender verdaderamente las problemáticas de degradación en la Amazonía —añade Agurto— porque pueden evidenciar cómo su sustento desaparece o cómo su entorno se transforma, llevando la particularidad de su vivencia a la universalidad de la problemática ambiental. 

Otra herramienta para la construcción de la agenda local se sitúa en la generación de consejos editoriales diversos que ayudan a verificar si aquellos temas que se van a tratar son, realmente, los de mayor prioridad —dice Mejía—. Allí también hay un diálogo con la población, que prioriza la toma de decisiones sin parcialización y que los hace partícipes en la construcción de la investigación. A partir de ello se afinan conceptos, se realizan preguntas y se proponen caminos para avanzar, llevando lo que es preocupante para una comunidad tan concreta a contextos nacionales o regionales. 

Para los asistentes, otros métodos exitosos para la vinculación de la agenda local son: la creación de medios que atiendan a las necesidades de grupos poblacionales específicos que permitieran una creación de redes de trabajo locales, nacionales y regionales; el empoderamiento en la comunidad para que consideren sus necesidades e historias como válidas de ser contadas, conocer a fondo las audiencias en un contacto consciente y constante, y realizar periodismo de acompañamiento. 

Impacto: ¿cómo medirlo?

La medición del impacto dentro de un medio de comunicación puede variar debido a muchos factores, siendo uno de ellos su magnitud. En los medios masivos —dice Silva— es más difícil establecer el verdadero impacto de un producto investigativo debido a que muchas veces estos se dejan llevar principalmente por las métricas y si bien este es un elemento que permite una medición de audiencias que entran y navegan, también es limitado y no establece a quiénes pudo haber impactado. A veces una historia es valiosa no porque llegó a cien mil personas, sino porque resonó a profundidad con una. Un ejemplo de ello, cuenta Silva, fue la historia que realizó El Espectador a un hombre que cuidaba fósiles en Boyacá. Más allá de quién vio o no el cubrimiento, lo importante de ese hecho fue que el protagonista de esta historia más adelante llamó con los ojos aguados para decir que el periódico le había llegado y que por primera vez sintió que su historia le importó a alguien. Ahí está el valor de lo contado. 

Es importante entonces —añade Mejía— entender qué es exitoso para el medio, en dónde radica la importancia de ese impacto. Para algunos pueden ser, en efecto, esas visualizaciones y clics, pero, si un medio se propone desde un inicio llegar más allá con el impacto, debe encontrar formas de poderlo medir, de acceder a esas historias y reacciones posteriores. Aunque no todos pueden tener la posibilidad económica de pagar un intermediario que mida ese impacto de forma minuciosa, existen alternativas más sencillas como, simplemente, consultar nuevamente las fuentes para saber si algo cambió posterior a la publicación.

En medios pequeños o comunitarios, como Baudó AP, se han adoptado métodos como el lanzamiento focalizado. Ahí, el proceso inicia en lanzar el producto periodístico siempre primero con la comunidad y posteriormente, realizar grupos focales para conocer la respuesta de esto, estableciendo así si la meta fue cumplida o no, si las personas y sus problemáticas fueron representadas o no. Esto implica encontrar formas eficientes de ejecutar las encuestas, puesto que no todos saben leer o escribir, lo que requiere un esfuerzo extra por vincularles en el proceso a cambio de obtener análisis cualitativos.

Para algunos asistentes del taller, esa cuantificación del impacto viene de otras maneras como la reproducción de sus resúmenes semanales en otros medios locales o el cómo la información se desplaza en la población hasta que la mayoría se entera de la misma. Un ejemplo de ello, es la noticia de un lote de sardinas dañadas que logró ser cambiado gracias a la difusión del medio a la comunidad. 

También algunos miden el impacto de sus investigaciones cuando ven que sus primicias empiezan a ser reproducidas a través de medios nacionales, regionales o internacionales, haciéndoles entender que sí fueron leídos y difundidos y que, además, atrajeron más voces que repliquen sus problemáticas. 

Todos los pequeños esfuerzos —concluye Agurto— se vuelven acumulativos hasta lograr transformaciones reales. 

Sobre Jorge Agurto

Comunicador social y periodista autodidacta. Fundador y director de la agencia de noticias Servimedia, un medio virtual de Perú especializado en la cobertura de temas indígenas, ambientales y cambio climático. En los últimos 20 años se ha dedicado en al acompañamiento de organizaciones indígenas, promoviendo sus derechos colectivos y fortaleciendo su protagonismo mediante la comunicación intercultural. Ha desarrollado un consultoría sobre estrategias de comunicación social, construcción de agenda social y producción en diversos formatos de comunicación. 

Sobre Laura Mejía 

Comunicadora social y periodista de la Universidad Católica de Pereira, con maestría en dirección y gestión de proyectos de la Universidad de Barcelona. Co-fundadora y directora de Baudó Agencia Pública cuyo enfoque es mediar y gestionar recursos para proyectos de comunicación comunitaria y proyectos de cobertura periodística sobre medio ambiente, memoria, paz y conflicto, género e inclusión. Cuenta con 11 años de experiencia gestionando proyectos sociales y culturales y también se ha dedicado a ser fotógrafa y realizadora audiovisual independiente. 

Sobre Sergio Silva

Periodista de la Universidad Externado de Colombia, especializado en ciencia, salud y ambiente. Editor del diario El espectador en la sección vivir y colaborador en el medio Mutante. Magíster en estudios latinoamericanos de la Universidad de Salamanca y actualmente cursa en maestría en salud pública en la Universidad de los de los Andes. Docente en la Universidad Javeriana y ganador del premio Amway 2014 de periodismo ambiental y del Premio Simón Bolívar 2017 en la categoría de reportaje.

Sobre el 12º Festival Gabo

El Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía de Bogotá y el Grupo Bancolombia con sus filiales en América Latina. A partir de este año, cuenta también con el respaldo de la CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, además del apoyo de más de 50 instituciones de todo el mundo.

 

Relatoría del taller ‘Pódcast para el cambio social’, con Florencia Flores

Durante el Festival Gabo 2024, la productora de audio y fundadora de Tristana compartió sus claves para producir historias con impacto social.

Por Luisa Fernanda Gómez Cruz / @ilusa_Gomez

Producir historias que tengan en su centro los derechos humanos requiere de una sensibilidad y una capacidad de narrar particulares. “Es mucho más que contar una historia difícil”, dice Florencia Flores Iborra: “es indagar los hechos, dialogar con ellos, analizar todas sus aristas, sus capas, sus complejidades. Es, sobre todo, hacer justicia”.

Florencia Flores es uruguaya, vive en Buenos Aires y como mujer migrante cansada de no sentirse representada en los espacios tradicionales de la radio argentina, fundó una productora para poner la mirada sobre esas historias que históricamente no contaban con un espacio, pero que podían representar a otros que como ella se sentían invisibles ante la mirada de los medios masivos de comunicación. Tristana es el nombre de su proyecto. Surgió como una productora de pódcast con perspectiva de género para contar historias feministas, pero más adelante se abrió a otros temas, como la emergencia climática, la crisis alimentaria y las luchas por el agua.

Durante cuatro horas, en el marco del Festival Gabo 2024, comunicadores de ONGs y fundaciones, gestores comunitarios, periodistas especialistas en temas de derechos humanos y activistas interesados en utilizar el pódcast como herramienta para el cambio social y la defensa de los derechos humanos, atendieron los consejos y reflexiones de Florencia. Al final del taller, además, tuvieron la oportunidad de proponer y trabajar en el teaser de un producto sonoro con miras a convertirse en un programa que alcance audiencias. 

¿Por dónde empezar?: El para qué

El taller comenzó con un ejercicio: Florencia entregó a los asistentes un fósforo para que durante los segundos que la llama permaneciera encendida contaran quiénes eran y qué hacían. El objetivo, además de conocer a los asistentes, fue poner en práctica su capacidad de síntesis. “La economía del recurso es algo importante para practicar en pódcast”, sentenció Flores. 

El pódcast es un proyecto de comunicación, una herramienta. Definir el objetivo de este es importante para diseñar estéticas, poner metas y esperar resultados. En los 10 años de experiencia que ha tenido Florencia con Tristana aprendió que todo proyecto debe siempre empezar con una pregunta: “¿Para qué contar esta historia?”. Tiene que estar clara desde el inicio y aunque parezca una obviedad, no siempre se empieza por ahí. “A veces nos entusiasmamos y entrevistamos a un montón de gente, pero luego ¿qué hacemos con eso?”, apuntó la tallerista.

Y compartió algunos de los paraqués de un proyecto en audio:

  • Informar
  • Educar
  • Sensibilizar
  • Visibilizar
  • Problematizar

Para profundizar en este aprendizaje e introducir otras enseñanzas, Florencia compartió tres casos de historias producidas por Tristana.

Caso 1: Cuando el objetivo marca el camino

Hoy nace es un pódcast que habla sobre los nacimientos por cesárea. La autora del programa tuvo una cesárea a pesar de que su deseo era tener un parto vaginal. Tras esa experiencia habló con amigas sobre lo que le pasó y ahí encontró una historia por contar. “Sobre eso que no se escuchaba por ningún lado, ella empieza a investigar y a entrevistar a otras mujeres. Al comienzo no tenía claro el paraqué, pero en función de esas entrevistas lo encontró, se acercó a Tristana e hizo la propuesta”, cuenta Florencia. 

En el proceso de investigación, descubrieron que abril era el mes de la concientización sobre las cesáreas y que el 13 de mayo era el día del parto respetado. Como parte de la estrategia de difusión, lanzaron el teaser en abril y el primer episodio en mayo. Asociar la idea de la cesárea (que muchas veces es innecesaria pues la tasa de estas intervenciones está muy por encima de lo que la Organización Mundial de la Salud considera aceptable) con la idea del parto respetado posibilitó conectar con un público más amplio.

“Eso nos permitió monetizar el proyecto y generar una comunidad, porque entre que lanzamos el teaser y publicamos el primer episodio pasó un mes durante el cual hicimos algunas campañas y alianzas con medios, cosa de que cuando se publicó el primer episodio, ya teníamos un público atento”, reveló Florencia.

De esta manera, el paraqué permitió conectar todo el proyecto con la audiencia a la que se quería alcanzar. Teniendo claro el paraqué, “lo demás viene solo, fluye en el proceso, porque son ustedes quienes conocen las temáticas que van a trabajar, la gente a la que le quieren llegar”, concluyó la tallerista.

Caso 2: Hay que proponer

El segundo ejemplo compartido por Florencia Flores durante el taller fue Intersecciones, el podcast tecnopolítico de GenderIT.org, un espacio sonoro donde se cruzan los efectos de la pandemia en los derechos digitales, desde una perspectiva feminista.

En plena pandemia del COVID, Florencia leía horrorizada las estadísticas de femicidios en Latinoamérica. Las mujeres estaban encerradas en sus casas y sus muertes aumentaban día a día. Pero para su asombro, nadie hablaba de ellas en los medios tradicionales. Así fue como se le ocurrió proponerle la historia a GenderIt.org, un proyecto del Programa derechos de las mujeres de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones. 

La estrategia fue cruzar los derechos digitales con el género y construir un espacio de análisis y reflexión en torno a la defensa y promoción de políticas y culturas de internet que respondan a las necesidades de las mujeres, las disidencias sexuales y queer.

Este proyecto surgió de la curiosidad y observación de Florencia y de atreverse a hacer una propuesta. “A veces las organizaciones también están pendientes de propuestas. Un word, dos páginas, no más”, señaló la productora de pódcast.

Caso 3: No hacen falta grandes presupuestos

El tercer y último ejemplo compartido por Florencia fue Resistencia, una serie sonora de lo que puede pasar si no frenamos el modus operandi de las empresas transnacionales en tiempos de crisis climática.

Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe (ATALC) se acercó a Tristana buscando difundir un informe que daba cuenta de la situación medioambiental de la región. “Cada episodio debía representar ‘la foto’, la situación de cada país. Entonces sabíamos que teníamos ocho informes, por ende ocho episodios. ¿Pero cómo contarlo de una manera atractiva y con ‘no muchos’ recursos? Ahí nos imaginamos ‘y si prendiéramos la televisión en 30 años, ¿cómo serían las noticias que escucharíamos si no actuamos para cambiar las cosas?’ Así surgió la idea del podcast”, contó Florencia.

Eso tenía más sentido que hacer un audiolibro con el informe porque podría llegar a públicos no especializados. Además, el recurso de la ficción les permitía jugar con el lenguaje sonoro. Al final, el producto consiste en ocho episodios cortos de noticias ficcionadas basadas en el informe de ATALC.

“Traigo estos ejemplos porque son concretos, que no son grandes producciones con grandes presupuestos. Con los recursos que tenemos, que son finitos, podemos jugar a nuestro favor para publicar mejor y que ese mensaje llegue a más gente. A veces tenemos que aprovechar el conocimiento de nuestras comunidades, de nuestros territorios para llevar nuestro mensaje de manera efectiva”, concluyó la tallerista. 

El siguiente paso: ¿cómo grabar?

Un buen contenido grabado con una calidad mínima va a hacer que la historia se luzca mucho más. La recomendación de Florencia en este caso es que siempre que se pueda, hay que grabar con la mejor calidad posible porque lo contrario puede perjudicar el proyecto. 

Afortunadamente la pandemia nos enseñó que no se necesita contar con un gran estudio de sonido para obtener una buena calidad de audio y que esto también es posible lograr desde casa. A continuación algunas claves.

Ambiente de grabación 

No es solamente el lugar físico donde vamos a grabar, sino las condiciones de acústica que tiene, el entorno y los objetos que nos rodean. Al hacer una entrevista lo mejor es siempre poner el celular en modo avión y pedir a las fuentes que aparten los suyos para evitar que se distraigan o que se filtren ruidos. Asimismo, cuidar objetos o elementos que generen ruido, como neveras, aires acondicionados o mascotas. 

Es importante siempre antes de empezar una entrevista, grabar un minuto de sonido ambiente (lo que en el mundo podcaster se llama room tone). Esto es clave para el momento de la edición pues ese sonido ambiente puede ser utilizado para que no se noten los cortes de edición en las entrevistas. 

Reverberación 

Luego de encontrar el lugar más insonorizado, nos enfrentamos al problema de la reverberación, que no es lo mismo que el eco. Cuando hablamos, el sonido sale en todas las direcciones y empieza a rebotar. Eso es inevitable, incluso grabando dentro del armario. El punto es reducir al máximo esta reverberación.

Para ello, se deberá descartar la cocina o el baño aunque sean los lugares menos ruidosos porque generalmente tienen superficies donde el sonido rebota muchísimo. “Como lo menciona Martín Cruz, ingeniero de sonido del pódcast chileno ‘Las Raras’, los azulejos funcionan como una ‘pared plana’ y es como un ‘espejo acústico’. Mientras que los objetos y superficies irregulares aportan mayor difusión acústica, que es lo deseable”, explicó Florencia. Por lo tanto, lo mejor es buscar habitaciones con paredes cubiertas con bibliotecas, estantes, cortinas y ambientes donde haya alfombras, sillones y sillas. Eso hace que la mayor parte del sonido residual sea absorbido y que el resto se disperse para otros lados para que no vuelva al micrófono.

Equipos

Los celulares pueden funcionar como un gran micrófono. Cada vez la tecnología de celular tiene mejor performance en el micrófono, por lo que a veces es mejor usar el celular que una grabadora de mediana calidad. 

El micrófono siempre debe ir puesto de costado (porque de frente es muy probable que la respiración se meta en el audio) a una mano de distancia. No se recomienda sostenerlo con la mano porque el movimiento del cuerpo puede generar ruido. Unos libros apilados pueden funcionar si de ser recursivos se trata.

Es recomendable, igualmente, utilizar un filtro antipop para evitar el “popeo” o el “seseo”. Aquí también podemos usar lo que tengamos a la mano, como un gancho de ropa y una media velada. 

Grabación remota

Cuando no se puede realizar una entrevista en persona, es posible contratar a un productor que vaya a grabar al entrevistado mientras el productor realiza la entrevista por teléfono. Luego, con el audio del entrevistado es posible sincronizar las preguntas con las respuestas.

Pero en caso de no contar con esta opción, existen plataformas en línea como Riverside o Zencastr. 

Otros consejos generales

Durante el taller, los asistentes tuvieron la oportunidad de hacer preguntas específicas a Florencia. Estos son algunos de los consejos surgidos en el intercambio.

Cada palabra cuenta

Cuando elegimos una palabra tomamos una postura política. Sepamos que nuestro contenido representa lo que somos y lo que pensamos. Y eso no es fácil. Encontrar nuestras voces lleva tiempo.

Pensar en la difusión desde el comienzo

La producción de un podcast no termina cuando está publicado. Ahí termina una parte, pero sigue la difusión y a eso hay que prestarle atención. Si no, es como multiplicar por cero. Es importante pensar todo el proceso de producción con la difusión incluida: en las grabaciones sacamos fotos, hacemos videos, vamos generando contenido que puede que no publiquemos en ese momento pero que nos va a servir para después.

Estar atentos a las historias cotidianas

A veces las historias están a la vuelta de la esquina. A veces no son grandes hechos, grandes coberturas periodísticas. A veces, solo es la historia de tu mamá, de tu tía, de la vecina la que hace que tantas otras personas en el mundo se vean reflejadas. 

Investigar a quién le propones una historia

La autora de Hoy nace acertó al acercarse a Tristana para producir su historia porque sabía que esta era una productora que cubría temas sobre los derechos de las mujeres. Muchas veces por querer trabajar con una marca, ofrecemos un producto que no tiene que ver con su perfil. 

Sin extensión estándar

No hay nada que nos ate en el pódcast. Si la historia dura 18 minutos, eso dura. No hay que alargar ni cortar para llegar a una duración ideal. Mientras se sostenga narrativamente y no sobre nada ni falte nada, hay que apostar a las historias. 

El impacto

En términos de números, las estadísticas del podcast pueden dar un parámetro del impacto que está teniendo tu contenido. Pero además, en tiempos de redes sociales es más fácil interactuar con las audiencias.

¿Qué hace el éxito de un podcast? ¿Que lo escuchen mil o un millón de personas? ¿O que te lleguen mensajes de tu audiencia que te dicen que algo le cambió la vida o que algo les ayudó a atravesar una situación? Para Florencia, es lo segundo.

¿Cuál es tu historia?

El final del taller consistió en un ejercicio práctico. De acuerdo a los intereses de los participantes y el trabajo que realizan en las organizaciones sociales o medios de los que hacen parte, Florencia les invitó a pensar en una problemática de la que nadie habla para hacerla pódcast. Los organizó en grupos y les dio una tarea: redactar la sinopsis de esa historia respondiendo para qué y por qué quieren contar esa idea. Luego de eso, debían grabarla en audio con el celular de acuerdo con las pautas vistas en el taller. Para ello los participantes tuvieron una hora. Pasado ese tiempo, los productos fueron presentados para ser socializados. 

Estos son los teasers resultantes del ejercicio: 

https://www.dropbox.com/scl/fo/6h1c1r5mib0t3xlbbyyjj/AOf5_3u2Y-kRIsBENGfUupI?rlkey=k8k7k380jv3jgx69xnctjp9m9&dl=0 

Sobre Florencia Flores Iborra

Productora de radio y pódcast uruguaya, con un posgrado en Comunicación por la Facultad de Ciencias Sociales (UBA). Desde 2014 dirige el proyecto sonoro Tristana producciones. Como integrante del programa Graves y Agudas obtuvo el Premio Lola Mora 2015. Produjo Fuera de Libreto, un pódcast de actuación, ganador del premio Argentores 2019. En 2015 fue seleccionada por la Fundación Gabo para participar en un taller de radio. Asimismo, en 2017 fue elegida por WNYC Studios para participar en la edición 2017 del Festival Werk It en California.

Sobre el 12º Festival Gabo

El Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía de Bogotá y el Grupo Bancolombia con sus filiales en América Latina. A partir de este año, cuenta también con el respaldo de la CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, además del apoyo de más de 50 instituciones de todo el mundo.

Relatoría del taller ‘El arte de la pregunta: la entrevista como dialéctica, narración y dramaturgia’, con Albert Lladó

Por Isaac Vargas G

Introducción

De los dos a los cinco años un niño hace, aproximadamente, 40 mil preguntas. ¿Qué es lo que pasa después con los humanos que dejamos de hacernos preguntas? A partir de ese cuestionamiento, el español Albert Lladó impartió un taller que giró en torno a la entrevista, que, según Lladó, es un punto de encuentro entre el periodismo, la filosofía y la dramaturgia.

El taller se llevó a cabo en  tres sesiones en la ciudad de Bogotá, Colombia, y formó parte de la programación del Festival Gabo, en su edición número 12. El taller contó con participantes que viajaron al festival desde distintos lugares de Latinoamérica, como Venezuela, El Salvador, México y, por supuesto, Colombia.

La dinámica del taller fue sencilla y clara para sus participantes. Se llevaron a cabo sesiones teóricas, pero a la par, cada participante tuvo que entrevistar a alguna figura invitada al Festival Gabo: así, personajes como María Jimena Duzán, Carmen Aristegui y Eliezer Budasoff también formaron parte del taller, pues fueron objeto de entrevistas.

La primera sesión se dedicó a tratar el tema de la entrevista como algo independiente al periodismo, y después como género que pertenece a la prensa. Se observaron distintas interpretaciones del concepto, como la del periodista español, Jesús Quintero, quien dice que: “La entrevista es un espectáculo para pensar, una teatralización de la realidad”. Al final Lladó hizo un recuento histórico de la entrevista periodística y después dividió el concepto en dos categorías: por tema y por forma.

En la segunda sesión, Albert Lladó invitó a cada participante a sumergirse en el mundo de la filosofía. “Sócrates fue el primer entrevistador”, dice Juan Mayorga en El arte de la entrevista, uno de los libros más recomendados por el tallerista. En esta sesión se planteó la pregunta: ¿podemos analizar la entrevista como una suerte de “obra total” del periodismo? Y para sustentar la pregunta, se observó a la entrevista periodística desde la filosofía, la retórica, el periodismo, el teatro y el juego.

Finalmente, en la tercera sesión, Albert Lladó habló sobre el proceso de transcripción de la entrevista y el paso del audio al texto. Para hacerlo, tomó conceptos de la narratología, que vienen desde los griegos y tienen que ver con el argumento, la disposición y el estilo del texto.

La entrevista desde distintos ángulos

“¿De qué hablamos cuando hablamos de entrevista?” se pregunta Lladó. Para él la entrevista es un concepto con muchas definiciones, y que provienen de distintos lugares. Se enlista a continuación una lista de algunas de ellas:

  • “La entrevista es el arte de la escucha, no el de la complacencia. Ni somos amigos del entrevistado ni nos dedicamos a su promoción”:​ Alfonso Armada.
  • “Una entrevista es siempre un cuerpo a cuerpo con el interlocutor, una manera de acosarlo con preguntas, a veces insidiosas e impertinentes, para invitarlo a decir lo indecible”:​ ​ Nuccio Ordine​.
  • “La intimidad es una vía de la entrevista. Pero también está la confrontación, que puede tener muy buen resultado. Tiene mucho de psicoanalista, porque te escucha alguien desde fuera que tiene interés en saber lo que cuentas”:​ ​ Rosa Montero​.

La entrevista en prensa

Y, aunque sea un concepto que trata de ser examinado desde distintos ángulos, el taller se enfocó en analizarlo desde el punto de vista periodístico. ¿Cuándo fue el nacimiento de la entrevista periodística? Para Albert Lladó, ésta tiene sus antecedentes marcados en la tradición literaria y el uso que hacen del diálogo los personajes para manifestar la polifonía; también en los interrogatorios judiciales y policiales en estilo directo que eran reproducidos por periodistas en las páginas de sus medios impresos; y, finalmente, en la filosofía, en específico en los diálogos de Platón.

Como dato curioso, la primera entrevista publicada en prensa fue escrita por James Gordon Bennet, reportero del New York Herald. En ella entrevistó a Rosita Townsend, una ama de llaves que fue testigo de un asesinato.

Albert Lladó, aunque dice que siempre hay hibridación,  divide a la entrevista periodística en dos principales categorías: tema y forma.

Por el tema

  • Entrevista informativa: tiene que ver muchas veces con declaraciones, pone más atención al ámbito de interés público y pocas veces se sale del tema.
  • Entrevista de personaje: se tiene mayor atención al ámbito de interés privado y son las que se conocen como de profundidad o literarias. Al respecto Albert Lladó mencionó que “cuando entrevistamos a un personaje debemos de poner mayor atención al ámbito de interés privado; esa es la arquitectura de una intimidad. Un desafío del entrevistador es contrarrestar la imagen prefabricada por el personaje”.

Por la forma

  • Entrevista de estilo directo: tienen que ver más con la fórmula clásica de pregunta-respuesta. Suele haber una breve introducción narrativa, pero solamente es para situar al lector en la escena (lugar, tiempo y acción).
  • Entrevista de perfil: se suele combinar la narración con fragmentos de diálogo intercalados. En este caso, la persona retratada no siempre tiene que ser entrevistada, se puede hacer un perfil poliédrico entrevistando a su entorno. Ejemplo: “Frank Sinatra Has a Cold, de Gay Talese.

La entrevista es algo más que un género periodístico

“Sócrates fue el primer entrevistador”, escribió Juan Mayorga en El arte de la entrevista. ¿Cómo es que la filosofía, el periodismo, la retórica, el teatro y el juego convergen en un mismo tiempo y espacio? Lladó dijo que esta unión se debe principalmente a cinco factores: la dialéctica, la retórica, la narratología, la dramaturgia y el acto humano de jugar. 

Dialéctica

La entrevista tiene relación con la dialéctica en medida que tiene que ver con la ironía, pues muchas veces quien entrevista finge que no sabe algo para que la otra persona tenga que construir de cero su argumento y así se descubran las “grietas” del relato. También la entrevista tiene que ver con la mayéutica, pues ayuda a dar a luz la alétheia; es decir, “la verdad sin velos”: se trata de rescatar del olvido, de estirar hilos que la propia persona ha olvidado. Finalmente, se conecta también con la escucha atenta, pues no se trata de seguir simplemente un manual previo; en una entrevista todo se puede desbordar y hay que poner atención para poder observar las “grietas”.

Texto recomendado sobre la dialéctica en la entrevista: La entrevista, una invención dialógica. Leonor Arfuch. 

Narratología

El filósofo francés Gilles Deleuze decía que un acontecimiento no es lo mismo que un hecho y, según Lladó, una buena entrevista debe buscar los acontecimientos. Y para poder hacerlo es necesario tener una mirada semiótica; esto quiere decir poner atención al detalle. Por ejemplo, un detalle caracterizador (sinécdoque, según los griegos) es una pequeña parte que explica un todo, como un nudo de corbata hecho a la perfección. Eso se muestra al lector para que él pueda completar, o no, a través de la deducción. También hay detalles reveladores (anagnórisis) que dan a conocer la personalidad oculta del personaje entrevistado: esa es “la grieta”, a donde una buena entrevista tiene que ir.

Texto recomendado sobre la narratología en la entrevista: El orden de los acontecimientos. Miguel Morey.

Retórica

Dentro de una entrevista, tanto quien entrevista como quien es entrevistade, está inmerso en una transposición del lenguaje que va más allá de la literalidad. Tienen que ver ahí lo que Lladó define como la persuasión, el simulacro del streaming y la asimetría. En cada entrevista suele haber una suerte de “seducción” mutua, ya que al principio se crea un clima de confianza en donde hay lugar para comentarios que busquen romper el hielo, pero después el diálogo suele transformarse. Albert Lladó dijo que una entrevista es una simulación de una acción que parece suceder al momento, sin mediaciones. También mencionó que tiene que ver con una relación asimétrica, pues la persona que entrevista siempre tiene la última palabra.

Texto recomendado sobre la retórica en la entrevista: Escritos sobre la retórica. Friedrich Nietzsche.

Dramaturgia

Una entrevista a profundidad no puede llevarse a cabo si no existe una mínima puesta en escena: una acción, un tiempo y un lugar. La acción tiene que ver con que la obra (entrevista) debe seguir el curso de una única acción principal, debe contar una sola historia. Tiene que ver con el tiempo porque sitúa al lector en un momento determinado de la existencia. Y, tiene que ver con el lugar, porque la obra debe representarse en un espacio físico único.

Texto recomendado sobre la dramaturgia en la entrevista: La dramaturgia. Yves Lavandier.

Juego

Albert Lladó dice que “lo que nos hace humanos es el juego. Sin juego no hay humanidad”. En ese sentido, invitó a quien desee hacer una entrevista periodística a jugar a hacer el papel de detective, no de policía. Insistió en que se debe tener una mirada de detective que busque huellas, fragmentos, detalles o pistas que puedan develar quién es realmente el personaje, que puedan develar “la grieta” de la entrevista. “La grieta que buscamos muchas veces está justo delante nuestro. No se trata tanto de mirar qué hay escondido, sino qué existe enfrente que no hemos sabido mirar”, dijo Lladó.

Texto recomendado sobre el juego en la entrevista: Homo ludens. Johan Huizinga.

De la transcripción a la partitura

Una entrevista periodística no termina cuando la conversación con el entrevistado lo hace. Una de sus características principales es que está hecha para ser pública, para que sea leída o conocida por la gente. Para ello, cuando es momento de pasar de la conversación a la escritura, Lladó toma elementos de la narratología que pueden ser incluidos en la redacción. Según los griegos, una narración debe estar compuesta, esencialmente, por tres elementos de la retórica: inventio, dispositio y elocutio.

Inventio

Tiene que ver con el argumento, con la historia que se quiere contar: el eje de la entrevista. El término inventio procede del latín invenire que significa “hallazgo”, pues de lo que se trata es que el periodista seleccione, halle, en un repertorio de temas, aquellos que son los más adecuados para la narración.

Dispositio

Esto tiene que ver con el tiempo del relato. Es decir, de la historia a la trama, ¿cómo se ordena el material que se ha obtenido? Acá hay una relación directa con la creatividad del o la periodista: en este momento deja de ser entrevistador/a y se convierte en narrador/a y se hace la distribución temporal, según los criterios literarios.

Elocutio

Cada persona que narra tiene una forma específica de hacerlo; es decir, un estilo, un tono. Eso tiene que ver con el elocutio. “Estilo” viene del latín stilus que significa “punzón para escribir” o “modo de escribir”. Lladó explicó que, aunque es algo que se desarrolla con el tiempo, cada quien posee un estilo único de escritura. Por otro lado está el tono, que tiene que ver con la inflexión de la voz de quien narra. Es decir, puede ser un tono burlesco, alegre, colérico, emotivo…

Texto recomendado sobre la narración en la entrevista: La vía de la narración. Alessandro Baricco.

El taller en algunas frases de Albert Lladó

  • “Buscar el asombro en un entrevistado es un acto que genera la filosofía”. 
  • “Una entrevista es un intercambio de roles, es un juego de poderes”. 
  • “Una buena entrevista es dar a luz un relato que ni siquiera el entrevistado conocía”. 
  • “Una entrevista es la búsqueda de la grieta, que es cuando el entrevistado cuenta algo que no tenía previsto contar”. 
  • “La mirada policial hace que el entrevistado se sienta amenazado. Debemos tener una mirada de detective”. 
  • “A veces nuestra mirada no se fija en lo que no está a la vista. Hay que mirar más allá de lo obvio”. 
  • “Cuando entrevistamos a un personaje debemos poner mayor atención al ámbito de interés privado; esa es la arquitectura de una intimidad. Un desafío del entrevistador es contrarrestar la imagen prefabricada por el personaje”.
  • “La entrevista es algo más que un género periodístico. Es un encuentro en el que convergen la dialéctica, la narratología, la retórica, la dramaturgia y el juego”.
  • “Un entrevistador tiene que rescatar hechos del olvido, estirar hilos que la propia persona ha olvidado; eso lo hizo Sócrates y eso lo hacemos nosotros”.
  • “El entrevistado devela sus mundos en las metáforas que utiliza. Ahí entra la retórica en la entrevista”. 
  • “Una entrevista no puede llevarse a cabo sin una puesta en escena”.
  • “El trabajo del entrevistador es buscar nuevos sentidos en donde otros ven significados cerrados”.
  • “Un titular de entrevista no debe responder al marketing, sino al objetivo de atraer narrativamente al lector”. 
  • “Una buena entrevista es un encuentro dialéctico entre dos personas que están pensando juntas”.
  • “La entradilla de una entrevista se tiene que escribir el mismo día, o cómo máximo, al siguiente. Las sensaciones que darán guía a la narración se olvidan muy rápido”.

Sobre Albert Lladó

Barcelona, 1980. Es Licenciado en Filosofía (UB), posgrado en Periodismo de Proximidad (UAB) y máster en estudios comparados de Literatura, Arte y Pensamiento (UPF). Ha impartido cursos, seminarios y conferencias en instituciones como la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO, Argentina), el Festival Gabo (Colombia), el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), el CaixaForum, el Programa de Estudios Independientes (MACBA), el Institut d’Humanitats de Barcelona y, entre otros, el Obrador Internacional de Dramaturgia de la Sala Beckett.

Actualmente escribe en La Vanguardia y dirige el programa de radio Interior Maconda. Es autor, entre otros títulos, de los ensayos Contra la actualidad (Galaxia Gutenberg, 2024) y La mirada lúcida (Anagrama, 2019), de las novelas Malpaís y La travesía de las anguilas (Galaxia Gutenberg, 2022 y 2020), y de las obras de teatro Ícaro(Tantarantana, 2018) y La mancha (Teatre Nacional de Catalunya, 2015).

Sobre el taller

El taller se llevó a cabo el 4, 5 y 7 de julio del 2024 en Bogotá, Colombia. Formó parte de las actividades del Festival Gabo, en su edición número 12. El taller se realizó en alianza con la Alcaldía Mayor de Bogotá, a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, y la Red Distrital de Bibliotecas Públicas – BibloRed, con el apoyo de Acción Cultural Española gracias a su Programa para la Internacionalización de la Cultura Española (PICE).

Sobre el 12º Festival Gabo

El Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía de Bogotá y el Grupo Bancolombia con sus filiales en América Latina. A partir de este año, cuenta también con el respaldo de la CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, además del apoyo de más de 50 instituciones de todo el mundo.

Cómo rescatar el valor de tu trabajo: la propuesta de Sembramedia para medir el impacto de tu medio

En el marco del 12° Festival Gabo, Naimid Cirelli y Florencia Aza dictaron un taller para conocer cómo medir el impacto que tiene un medio. Respondieron tres preguntas clave: para qué medir, qué se puede medir y qué se necesita para medir.

Por Alejandra Garboza

Es necesario seguir haciendo periodismo, pero cada vez es más costoso y difícil de hacer. A esto se le suma una audiencia que no tiene el mismo interés: alrededor de cuatro de cada diez personas (39%) dicen que con frecuencia evitan las noticias; así lo señala el Digital News Report 2024. Entonces, en un contexto con menos atención informativa, crisis en la credibilidad del periodismo y crisis en el modelo de negocio, identificar el valor de lo que se está trabajando dentro de un medio es fundamental para seguir y para conocer verdaderamente el impacto que logra en sus campos de acción.

Es por ello que SembraMedia, a través de Naimid Cirelli, director de comunicación, y Florencia Aza, directora de aceleración y mentoría, presentó el taller ‘Periodismo e impactos: cómo rescatar el valor de nuestro trabajo’, en el 12° Festival Gabo realizado entre el 5 y 7 de julio, en Bogotá.

Hablar de “valor”, dicen, es hablar de impactos y un impacto no es más que un cambio causado por el trabajo de una organización y que se vincula con su misión. Y precisamente “el proceso de medición de dichos impactos pasa más por un cambio cultural en los equipos que por una disponibilidad de recursos o tecnología de datos”. Pero a pesar de todo, reconocen que no se enseña a medir y que no es de interés para los medios. El principal objetivo del periodismo es contar la historia; sin embargo, es bueno entender qué pasa cuando esta historia se cuenta. Medir impacto puede ser una tarea clave para la sostenibilidad del medio.

En ese sentido, durante dos horas dieron respuesta a tres preguntas clave: para qué sirve medir, qué se puede medir y qué se necesita para medir.

¿Para qué sirve medir?

Medir es útil para encontrar nuevas oportunidades de negocio, además va a dar pie para entender más sobre las finanzas del medio, lo que llevará a tomar decisiones estratégicas. Por otro lado, se entiende que medir el valor va a permitir conectar con la audiencia porque se conoce y reconoce el valor que le están dando ellos al medio. Y finalmente, un punto que no debería dejarse de lado: medir el impacto revela también el valor del equipo, lo que hace que la autoestima grupal crezca al identificar que se están logrando los objetivos. Es preciso mencionar que medir va a respaldar con evidencia lo que dice el medio y lo que está haciendo.

¿Qué se puede medir?

Existen dos grandes grupos de datos para medir: los que están dentro del control de los medios como los insumos, productos y actividades –aquellos que pueden representarse en números–, y los que no están bajo el control, como los que están relacionados con los resultados (intermedios o finales) y que están estrechamente vinculados con la audiencia. Esto tiene un grado de dificultad mayor para medir porque no se interpreta en números, sino más bien en percepciones.

¿Qué se necesita para medir?

Lo más importante es tener una misión clara del medio que responda a dos preguntas clave: ¿por qué hacemos lo que hacemos?, y ¿qué entendemos por impacto? A partir de estas respuestas con las que toda la organización estará en sinergia para empezar a medir, el siguiente paso es armar una metodología de medición al alcance del medio. Este plan deberá tener un responsable de cargar los impactos, una persona que valide y algo que no se puede escapar del radar: la herramienta a utilizar, que no necesariamente tiene que ser tan sofisticada, sino, por el contrario, tiene que ser útil. Sembramedia recomienda algunas como: Excel, Google Forms, Airtable o Notion.

Recomendaciones finales

Hay que cambiar un hábito, tal como se menciona al principio: la falta de medición tiene más que ver con la decisión del medio que con los recursos. 

Asimismo, señalan que se puede empezar por algo pequeño: no se necesita una gran estructura ni pensar en un proceso difícil; a veces solo basta un registro en Excel para percibir de otra forma el trabajo del medio. No se puede abarcar todo, pero hay que intentarlo, porque medir impactos es una construcción constante. 

Sacarse la presión de medir todo en números definidos por otros, porque puede que “nunca nada sea suficiente si siempre miras a otros medios”. 

Finalmente, siempre ofrecer una mirada constructiva sobre el valor de lo que se viene haciendo. Pero, a todas estas recomendaciones se suma una y es la de usar lo implementado para seguir motivando al equipo a partir de los resultados que se obtengan.

Sobre el taller

El taller se realizó en el marco del 12° Festival Gabo y contó con el apoyo de Sembramedia. Fue dirigido por Naimid Cirelli, director de Comunicación, y Florencia Aza, directora de aceleración y mentoría y se realizó el sábado 6 de julio en Bogotá.

Sobre Florencia Aza

Periodista argentina con más de 10 años de experiencia en el ámbito digital. Actualmente es la Directora de Aceleración y mentoría en SembraMedia una organización sin fines de lucro que busca acompañar a medios independientes digitales a encontrar y desarrollar modelos de negocio sustentables. A su cargo se encuentra la implementación de los programas de aceleración y mentoría que realiza la organización con el apoyo de diferentes aliados.

Sobre Naimid Cirelli

Es periodista y director de Comunicación de SembraMedia. Desde hace doce años trabaja en medios de comunicación. Los últimos, enfocado en medios nativos digitales independientes. Fue parte de la redacción de Cosecha Roja y la Beca Cosecha Roja.

Sobre el 12º Festival Gabo

El Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía de Bogotá y el Grupo Bancolombia con sus filiales en América Latina. A partir de este año, cuenta también con el respaldo de la CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, además del apoyo de más de 50 instituciones de todo el mundo.

Relatoría del taller ‘Nivelar la cancha: diversidad en la cobertura deportiva’

Natalia Torrente, redactora de Relevo, y Karen Ariza, directora de Tribuna Krizol, estuvieron en el Festival Gabo 2024 dictando un taller en el que compartieron varias lecciones y experiencias para hacer un cubrimiento novedoso de los deportes.

Por Nicolas Sánchez Arévalo

Introducción

Natalia Torrente, redactora en el medio español Relevo, y Karen Ariza, directora de Tribuna Krizol, tenían las mismas inquietudes, aunque una vive en España y la otra en Colombia: empezaron a percatarse de que había posibilidades inexploradas por el periodismo deportivo. “Un día me pregunté qué hago en el deporte si parece que solo hay una manera de contarlo y es un ambiente muy masculino”, contó Torrente. “La gente no está satisfecha con la agenda deportiva porque estamos hablando de lo mismo en los mismos formatos”, resaltó Ariza.

Las dos dirigieron el taller ‘Nivelar la cancha: diversidad en la cobertura deportiva’ que se desarrolló el pasado 6 de julio en Bogotá, durante el 12º Festival Gabo. Ambas contaron sus experiencias trabajando en redacciones que tienen como objetivo en común contar el deporte de otra manera: Relevo, un medio español de información deportiva con una marcada narrativa con perspectiva de género; y Tribuna Krizol, plataforma para documentar y conectar el deporte para el cambio y la paz en Colombia

Torrente y Ariza aportaron una serie de consejos y lecciones para darle un giro a la cobertura deportiva tradicional. Esta relatoría destaca algunos de esos puntos para que los periodistas que tengan inquietudes similares a las de ellas puedan empezar a aplicar en sus labores de reportería y redacción.

Tener en cuenta el contexto que rodea la práctica deportiva

El deporte se desarrolla en el seno de las sociedades y hay poderes que lo rodean. Aunque parecen obviedades, esto es algo a tener en cuenta a la hora de hacer una cobertura diferente del deporte. 

“Se tiende a superficializar la información deportiva. Parece que nos conformamos con lo que hay y yo lo veo de otra manera. Creo que es la oportunidad de hacer periodismo: el deporte se puede contar de otra manera y hay otras cosas que mirar más allá de la propia práctica deportiva”, aseguró Torrente.

La periodista española contó una experiencia en ese sentido. En 2022 su editor le pidió que empezara a investigar los rumores de que había asuntos que no andaban bien en la Federación Española de Fútbol (FEF). En ese momento tuvo temor porque, aunque había cubierto ese deporte, nunca lo había hecho con un énfasis investigativo. Sin embargo, aceptó el reto.

La frustración llegó unos meses después porque, aunque había invertido muchas horas en reportería, no había podido armar una historia sólida sobre las irregularidades en la FEF. Al poco tiempo su situación cambió: el entonces presidente de la FEF, Luis Rubiales, besó de manera forzada (ante decenas de cámaras) a la capitana de la selección femenina de fútbol de España, Jenni Hermoso. Fue en ese momento cuando Torrente logró cosechar todo el trabajo que había hecho. Sus fuentes le permitieron establecer que Rubiales le pidió a Hermoso firmar un comunicado para exculparlo, y así lo reportó en Relevo. 

El cubrimiento de Torrente y sus colegas en el medio fue reconocido en varias cadenas españolas e internacionales. Un medio deportivo había puesto contra las cuerdas a Rubiales por la agresión sexual en contra de la jugadora. “El periodismo es importante porque sienta precedentes”, dijo Torrente en el taller. 

Por su parte, Ariza contó que se interesó en la participación de Ucrania en los Juegos Paralímpicos de Pekín 2022. Ese país europeo fue invadido por Rusia el 24 de febrero de ese mismo año. El desempeño de los atletas ucranianos fue magistral y la delegación paralímpica terminó en el segundo lugar de la tabla de medallería. Ariza empezó a indagar sobre el tema y se dio cuenta de que la situación de guerra llevó a que la inversión en paralímpicos se tuviera que ejecutar en un lapso muy corto. 

Ariza dio un ejemplo para Colombia, país donde ella nació y que vive en guerra desde hace más de cinco décadas. Hizo un llamado a que el deporte se aborde desde una perspectiva de construcción de paz. Ella ha hecho cubrimiento del barrismo social en Cartagena de Indias y ha constatado cómo procesos sociales han logrado reducir la violencia futbolera en su ciudad.  “Los contextos sociales y políticos del deporte colombiano son muy evidentes. Es imposible desconectarlos”, insistió.

“El compromiso es lo que nos lleva a no desfallecer. No vale caer en el enfoque superficial”, concluyó Torrente.

Espíritu crítico y enfoque de género

“El miedo al poder no lo tengo desarrollado en la cabeza”, enfatizó Torrente. La periodista española relató varios episodios en los cuales tuvo desencuentros con dirigentes deportivos para resaltar la importancia de mirar de manera crítica a los poderes que se mueven alrededor del deporte. “Por supuesto vas a ser señalada”, agregó. El medio en el que ella trabaja tiene como mandato el espíritu crítico. Fue así que logró llegar a historias de trascendencia internacional como la de Luis Rubiales o, una más reciente: el caso de una atleta con una prueba antidoping positiva que irá a los Olímpicos de París 2024 a representar a España.

Para reportear y publicar esas historias había otro elemento clave para Torrente: la independencia. El deporte es un ámbito en el que están en juego muchos poderes (dirigentes, empresarios, agentes, marcas) y el periodista debe ser independiente a todos ellos para poder señalar los desmanes de cada uno.  “Dejemos de buscar el discurso hecho”, invitó Torrente.

“Yo no escribo para que la gente esté contenta con las instituciones: escribo para que la gente sepa qué está pasando”, enfatizó la periodista española quien también señaló que en Relevo tienen varios mandamientos a la hora de hacer periodismo: visibilidad del deporte femenino, utilizar un lenguaje responsable y con perspectiva de género, tener espíritu crítico e independencia para investigar a las instituciones deportivas y contar historias para humanizar el deporte.

Dos decisiones editoriales en la redacción de Relevo podrían constituir lecciones para cubrir el deporte con enfoque de género. La primera es que el medio decidió agrupar su contenido bajo el término ‘Caso Rubiales’ y no ‘Caso Jenni Hermoso’, a pesar de que en un primer momento hubo colegas que empezaron a titular con la segunda opción. Torrente explicó que tomaron esa decisión para no sobreexponer el nombre de la víctima. Otra decisión clave del cubrimiento de esos hechos se dio cuando en Relevo dejaron de publicar la foto del beso no consentido. Así lo hicieron luego de concluir que era una imagen de público conocimiento y que su reproducción constante podría revictimizar a la futbolista. 

Ariza también habló sobre los enfoques que implementa Krizol: “Mis temáticas son las cuestiones de género y el deporte”. La periodista cartagenera contó la experiencia que tuvo en medio de un cubrimiento de un partido de un partido femenino en Cartagena al que no estaban dejando ingresar público. Ella reportó el hecho por las redes sociales de su medio y, aunque algunos dirigentes se molestaron, la revelación los obligó a abrir las puertas del estadio. “Para mí el punto es estar en el lugar: observar”, dijo. 

Es así que el enfoque de género y una mirada crítica con los poderes que rodean al deporte se vuelven puntos de partida y oportunidades de enfoques para el ejercicio del periodismo deportivo con nuevas narrativas.

El rigor

Pero todo lo anterior es insuficiente sin rigor. “La verdad detrás de las cosas es lo que nos mueve a los periodistas”, explicó Ariza. “Mi consejo es: rigurosidad. No puedes patinar ahí”, complementó Torrente.

La periodista española contó que tiene una regla para confirmar sus datos cuando estos provienen de testimonios: mínimo tres fuentes. Cuando develó las presiones contra Hermoso por parte de Rubiales habló con más de 10 personas que estaban en el avión donde ocurrió la discusión. Cada una le brindaba detalles adicionales y, al mismo tiempo, le confirmaban lo que otras le habían dicho.

“La credibilidad es lo más importante que tiene un periodista”, concluyó Torrente. Y esa credibilidad se puede esfumar ante la falta de rigor en una sola nota. 

Sobre las talleristas

Natalia Torrente

Trabaja hace 15 años en comunicación, prensa, radio y televisión. Actualmente cubre temas de investigación para Relevo, un medio de información deportiva con una marcada narrativa con perspectiva de género. Testigo de  innumerables partidos de Champions y Europa League , destaca por su perfil como entrevistadora y su pasión es el deporte femenino. Ha cubierto dos mundiales y en el último consiguió destapar las presiones de la RFEF a Jenni Hermoso para maquillar la crisis de imagen que se produjo en la celebración posterior a la final. También ha sacado a la luz noticias en el ámbito polideportivo, como el entramado internacional que rodea una de las grandes crisis del dopaje en España.

Karen Ariza

Politóloga y periodista deportiva. IOC Young Leader: Joven Líder del Comité Olímpico Internacional 2023 – 2026. Fundadora y directora de Tribuna Krizol, plataforma para documentar y conectar el deporte para el cambio y la paz en Colombia. Jugadora aficionada de fútbol sala y de salón. Campeona distrital y ganadora del Premio ‘Excelencia y Talento Caribe’ de la Universidad Tecnológica de Bolívar para una carrera de pregrado (2011) para estudiantes y líderes académicos sobresalientes de la región Caribe colombiana (2010). Ganadora de la ‘Beca Iberoamérica – Santander Universidades’ del Banco Santander para un intercambio internacional (Universidad Católica de La Plata, Buenos Aires, Argentina, 2014) para estudiantes sobresalientes del cono sur. Miembro de IFFHS Federación Colombia (Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol, desde 2019 hasta la actualidad). Joven embajadora de la Academia Olímpica Colombiana.

Sobre el 12º Festival Gabo

El Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía de Bogotá y el Grupo Bancolombia con sus filiales en América Latina. A partir de este año, cuenta también con el respaldo de la CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, además del apoyo de más de 50 instituciones de todo el mundo.