Gabriel García Márquez en el “Brindis por la poesía” leído durante el banquete de celebración del Premio Nobel, en diciembre de 1982, dijo: “En cada línea que escribo trato siempre, con mayor o menor fortuna, de invocar los espíritus esquivos de la poesía, y trato de dejar en cada palabra el testimonio de mi devoción por sus virtudes de adivinación y por su permanente victoria contra los sordos poderes de la muerte”, esa frase tiene historia porque en sus inicios literarios, mucho antes de dedicarle tiempo completo al cuento y la novela, Gabriel García Márquez escribía poemas. Al principio eran sátiras en verso, pero luego sus poemas se volvieron canciones a la nostalgia y el amor. ¿En qué lugar los narradores, al igual que Gabo, se encuentran con la poesía y por qué?, responder esa pregunta es el objetivo de este pánel.