El Festival Gabo y el pódcast: recuperar el hábito de escuchar

Los relatos sonoros han conseguido crear una comunidad de amantes de las historias en medio de los cambios digitales del periodismo. La alianza entre el Festival Gabo y el Festival de Podcast Al Oído ofreció una agenda ideal para seguir indagando con voces expertas en los nuevos formatos para los oyentes.

Por Kirvin Larios

Cualquier usuario, lector u oyente ha podido ser testigo de cómo en los últimos años el auge del pódcast se ha materializado en plataformas de audio y audiolibros, y en piezas sonoras que los medios de comunicación y plataformas producen cada vez con más frecuencia para atraer a la audiencia con sus formatos de consumo preferidos.

Del 30 de junio al 2 de julio, el 11º Festival Gabo albergó una serie de eventos dedicados exclusivamente a celebrar los relatos sonoros, una apuesta desarrollada en conjunto con el Festival Iberoamericano de Podcast Al Oído –de RTVC Sistema de Medios Públicos– pensada para construir comunidad y apoyar a los realizadores de este formato mediante charlas, encuentros y espacios de formación.

La agenda en torno al pódcast de ambos festivales se enfocó en entender cómo y qué escuchamos en la actualidad, teniendo en cuenta la proliferación de las narraciones sonoras en Iberoamérica y el impacto que ha generado su difusión en el periodismo y en la manera en que el público consume noticias o historias.

Durante los tres días del Festival Gabo se abordaron –solo en esta franja dedicada al pódcast– temas como el documental y el diseño sonoros, el periodismo cultural en formato audio, la perspectiva de género en el pódcast, el marketing aplicado a las piezas sonoras, la narración de historias o ‘storytelling’, el pódcast en vivo y otros más. 

El ‘boom’ de la escucha 

Según María Jesús Espinosa de los Monteros, actualmente se vive una “revolución audible” o un “boom de la escucha”, un fenómeno del que el Festival Gabo y la Fundación Gabo hacen eco anualmente a través de talleres, clases magistrales, charlas y otras actividades.

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Espinosa de los Monteros, directora general de Prisa Audio y miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo, planteó algunas reflexiones sobre el pódcast en la charla ‘Documentales sonoros: el periodismo profundo en formato pódcast’ en compañía de Catalina May, Tomás Pérez Vizzón y Juan Baquero, director de RTVCPlay que participó como moderador.

Espinosa se manifestó en contra de la “idea terrorífica” de que “ya somos muchos” haciendo pódcast, una actitud que calificó de “injusta”  ya que es cierto que “somos muchos, pero cabemos todos”. 

Lo que hay actualmente, destacó, es “un hambre de nuevas voces, nuevos formatos”, y como ejemplo mencionó el trabajo en pódcast que realizan Las Raras, Radio Ambulante y Anfibia Podcast, que durante años se han mantenido “contando buenas historias y reteniendo la atención de los oyentes”. 

“Menospreciar, como se hace menudo desde una cierta posición más intelectual del periodismo, auténticos fenómenos virales que concitan la atención de miles de personas creando comunidades, llenando teatros, que vienen de otros mundos como la comedia, el ‘stand up’ o la divulgación, me parece un error, porque es negar algo que está sucediendo”.

Espinosa cree que es necesaria la convivencia: hay lugar suficiente para que convivan el documental sonoro con el pódcast de entrevistas u otros trabajos en el mismo formato u otros. “No nos damos cuenta de lo valioso que está haciendo el pódcast: recuperar algo tan necesario en unas sociedades tan polarizadas como es el hábito de escuchar”.

El reto de la financiación 

Catalina May, cocreadora, anfitriona y directora de contenido de Las Raras podcast, se refirió a los modelos de producción independiente para este tipo de piezas. “Hay que aprender a moverse en un ecosistema que está formándose y cambiando. En nuestra experiencia, lo que más nos ha funcionado es hacer alianzas con diferentes actores de la industria como productoras y aplicaciones de reproducción”. 

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Por lo tanto los modelos de financiamiento son “mixtos”, es decir que contemplan distintas formas de ingresos: suscripción, shows en vivo, publicidad, crowdfunding (financiación colectiva vía internet) y acuerdos con plataformas a cambio de distribución.

Por el momento el desafío en la industria del pódcast es ser constante, dijo May: “Existir y permanecer en una industria cambiante y por definirse”.

Tomás Pérez Vizzón, director de Anfibia Podcast, coincidió que en la “diversidad” está  la búsqueda de sostenibilidad. Advirtió que las dificultades en la creación de un pódcast no son exclusivas de este formato, sino que está presente en otras industrias como la audiovisual y en general la del periodismo. 

“Estamos en la misma, digamos. No es que el pódcast, por tener la edad que tenga, tiene más dificultades. Seguramente en este Festival, este año y otros ha habido muchísimas conversaciones sobre la sostenibilidad en los medios periodísticos. Se están buscando fuentes de ingresos por muchas partes”.

Otras inmersiones sonoras

Durante el Festival Gabo se llevaron a cabo otros encuentros con el podcast como eje central como la clase magistral ‘Spotify para podcasters: Cómo crear y crecer tu pódcast’, dirigida por Esteban Cifuentes y planteada para explorar las herramientas que ofrece Spotify para la creación de piezas de audio.

Lourdes Moreno Cazalla dirigió la clase magistral ‘El verano del podcasting: la distribución y las audiencias, el reino donde hay que destacar’, que tenía como premisa el hecho de que “el pódcast ahora mismo es el formato narrativo que mejor expresa la cultura digital”, y que sus realizadores se enfocan en las plataformas de streaming en las que mejor se difunden: Apple Podcast, Spotify, Amazon Music, Ivoox y Google Podcast.

En una mezcla de teatro, concierto y recital narrativo, se presentaron varios shows en vivo como el evento de storytelling de Relatos Amarillos, en el que participaron narradores que subían al escenario a compartir historias contadas en un tiempo establecido y siguiendo unas reglas y pautas específicas.

El público asistió también a propuestas inmersivas como las ‘Experiencias aterradoras con la ouija’, organizadas por Relatos de la Noche, un proyecto nacido en 2013 y dirigido por Uriel Reyes que busca narrar historias, relatos y leyendas de México y Latinoamérica.

Sobre el 11º Festival Gabo
El Festival Gabo es organizado por la Fundación Gabo, que, inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.

Este año, en su undécima edición, el Festival Gabo regresa a Bogotá. Bajo el lema #TodosEnLasHistorias, hace una invitación a habitar las historias, reconocerlas como punto de encuentro donde coexisten múltiples voces y donde podemos construir un relato colectivo que nos acerque al mundo que soñamos.

El 11° Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte (SCRD), su dirección de Economía, Estudios y Política (DEEP), y la Red Distrital de Bibliotecas Públicas (BibloRed).

“El origen de García Márquez es el sánscrito”: tres lectores desentrañan el universo creativo del autor de ‘Cien años de soledad’

¿Cómo escribía uno de los autores más grandes de la literatura universal? ¿Qué significa decir “Caribe” en su obra? Rodrigo García Barcha, Carolina Sanín y Weidler Guerra abordaron estos y otros aspectos sobre el nobel colombiano durante el 11º Festival Gabo. 

Por Kirvin Larios 

A menos de un año de conmemorarse la primera década de la muerte de Gabriel García Márquez –ocurrida el 17 de abril de 2014–, el Festival Gabo organizó una charla para hablar de la obra del escritor más importante e influyente de Colombia, de su relación con el Caribe y de cómo se lee y se estudia en la actualidad. 

No era un reto fácil, teniendo en cuenta las dificultades de acercarse a una figura de tanto renombre para los lectores, que al leer su obra parten con una “desventaja” —como dijo durante el evento la escritora colombiana Carolina Sanín— a causa, en parte, de la “fetichización” y “folclorización” que ha traído su fama.

Académicos, periodistas, docentes, autores, lectores, personas de todos los campos y procedencias lo han leído intentado desentrañar los sentidos de su universo creativo, cuyas consecuencias apenas se pueden medir: existe un García Márquez o un ‘Gabo’ para todo y para todos, su importancia universal lo ha puesto en boca de políticos o ‘gente de a pie’, de profesores y especialistas, ha hecho que defina agendas culturales e institucionales, que bautice plazas o recintos culturales en todo el mundo, alimentando no pocas veces los lugares comunes sobre su escritura que de tanto repetirse han dejado de decir algo, si es que alguna vez lo hicieron. 

En el auditorio del Gimnasio Moderno —la sede principal del evento que se realizó por segunda vez consecutiva en Bogotá— conversaron Rodrigo García Barcha, cineasta e hijo del escritor, Weidler Guerra, antropólogo especialista en el Caribe colombiano, y la mencionada Carolina Sanín, escritora y ensayista que imparte cursos sobre la obra del nobel colombiano. Moderó la charla Nadia Celis, profesora y autora de la reciente Crónica de un amor terrible.

El descubrimiento del Caribe

Celis destacó de entrada el “extraordinario mundo de palabras creado por García Márquez”, que “ha sido la fuente no solamente para recrear realidades, para inventar mundos, sino además para transformarlas y entenderlas mejor”. A partir de eso propuso una vuelta al origen para hablar de su universo cultural y su espacio geográfico. ¿Dónde se ve el Caribe en García Márquez?, le preguntó a Weidler Guerra.

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Es común que al acercarse a la obra del autor de Crónica de una muerte anunciada se establezcan relaciones con grandes relatos y personajes de la literatura: Prometeo, Penélope, Ulises, etcétera. Pero lo último que se mira, sostuvo Weidler, es su entorno cultural inmediato. “Gabo, que es un hombre universal y un lector perseverante de distintas literaturas, tiene el Caribe como su punto de partida”.  

¿Pero qué es el Caribe? “Es el lugar en el que el mundo antiguo encuentra su complemento y en el que la humanidad de ese viejo mundo, que se pensaba completa y única, encuentra la otra mitad de la humanidad”, dijo el antropólogo echando mano de unas palabras del haitiano Michel-Rolph Trouillot. 

Como se sabe, ese encuentro con el Caribe legó sucesos como el genocidio indígena o la traída de la población africana esclavizada. Pero también la llegada de figuras históricas, como el corsario inglés Francis Drake, que en Cien años de soledad aparece en las primeras páginas. Por eso según Guerra, García Márquez narra “un Caribe que es producto de intensas mixturas, un Caribe que no tiene un nativo esencial, un Caribe que es el Rastafari de Jamaica, que es el judío de Curazao, que es el indígena de la Guajira y del Darién, que es el hispano en Cuba, en Puerto Rico, que son ingleses, holandeses. A la vez narra el Caribe específico desde el cual él escribe”.

En su intervención, Carolina Sanín amplió este punto sobre el Caribe en la obra garciamarquiana, concretamente en Cien años de soledad: “No sólo es un libro que sale del Caribe sino que es la epopeya del Caribe, es el libro del Caribe”. Añadió: “El Caribe es el mar que recoge al Mediterráneo y en el que el Mediterráneo se miró, entonces es el desdoblamiento del Mediterráneo y es también dos veces el Mediterráneo. Eso quiere decir que es el Mediterráneo potenciado, además de ser el otro del Mediterráneo”.

Al pensar en la comunicación entre esos dos mares, Sanín ha observado que “el origen de García Márquez no es Aracataca; es el sánscrito, es la India”. 

Tal cosa se hace evidente en Cien años de soledad, una obra cuyo origen “es el origen de toda nuestra civilización en realidad, que es India”. En ese libro, “al tiempo que se escribe la novela se está leyendo y se está descifrando un manuscrito invisible, que son los manuscritos de Melquíades, que son la novela misma y que están escritos en sánscrito”. 

“Creo que el mayor hallazgo, el gran descubrimiento de estas obras –que, de hecho, está cifrado en el cuento Ojos de perro azul y que en Cien años de soledad se despliega y se explica– es el del antípoda, el de lo que pasó justamente en el Caribe con el intercambio proverbial y mítico entre oro y espejos, y que es el oro que el americano da. Cien años de soledad trata sobre la construcción del oro: el oro es el sol, y es una novela que trata sobre la soledad, cuya primera sílaba es el sol o contiene el sol”. 

Sanín explicó que ese descubrimiento nos habla de un momento en que “se inauguró un mundo nuevo”, un mundo “más allá de la muerte”, sin fin o “que en la esperanza podría no tener fin […], el mundo de la eterna soledad, que es este mundo”. 

“Ese descubrimiento, que si uno lee con atención ve que el joven de 24 años de repente atisba o más que atisba; ese descubrimiento que hace en Ojos de perro azul, que significa también el descubrimiento del signo, de los dos lados del signo como de los dos lados del mundo –y los dos lados del mundo además son el sueño y la vigilia, y son la vida y la muerte–; ese es el gran descubrimiento de él y lo que informa toda su obra”.

“Yo vivía con un carpintero”

¿Cómo era el día a día del García Márquez escritor? ¿Cómo volcaba en las páginas su pensamiento, su universo creativo? La pregunta iba dirigida a Rodrigo García, sin duda un testigo principal del espacio íntimo y cotidiano de su padre, al que veía como un carpintero, un señor que trabajaba en su casa familiar, recordando una frase de Borges:  “Yo soy sólo un señor que vive en un departamento de Buenos Aires”.

Pero, como hijo, vivió un antes y un después en su familia tras la publicación de la obra más famosa de su padre. “La historia de los orígenes de Gabo, y el mito de los orígenes y la historia-mito de los orígenes de su creatividad, es algo que empezamos a oír después de que saliera Cien años de soledad”, contó García Barcha.

El cineasta recordó que su familia vivía “en una clase media mexicana en la que confluían escritores, cineastas, gente con poco éxito pero con respeto, que trabajaba en el cine y la publicidad”. Durante la estancia en Barcelona, ya con el éxito a cuestas de la novela mencionada, empezaron a empaparse del “mito” sobre “el origen de esta persona que vino de la nada y creó este libro espectacular e insólito en ese momento”. 

García Barcha insistió: “Pero seguía siendo un señor que se levantaba, se encerraba en el cuarto, a veces con la puerta abierta, impenetrable de humo, fumando constantemente y con un poder de concentración escribiendo que describo en el libro [Gabo y mercedes: una despedida]”.

“Yo vivía con un carpintero, con un señor que se sentaba [a hacer] clic, clic, clic, clic, primero con la máquina eléctrica, luego una máquina ya olvidada ahora que era semi eléctrica, luego la eléctrica y años después los procesadores”. 

En García Márquez “era el acto de escribir” lo que le descubría lo que pensaba o creía. En ese proceso “lo interesante es que todo convive: el origen del mito y de los mitos y un señor en un cuarto moviendo la máquina. Y claro, el gran caldo de cultivo que es el cerebro humano”.

Revive la charla completa

Sobre el 11º Festival Gabo
El Festival Gabo es organizado por la Fundación Gabo, que, inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.

Este año, en su undécima edición, el Festival Gabo regresa a Bogotá. Bajo el lema #TodosEnLasHistorias, hace una invitación a habitar las historias, reconocerlas como punto de encuentro donde coexisten múltiples voces y donde podemos construir un relato colectivo que nos acerque al mundo que soñamos.

El 11° Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte (SCRD), su dirección de Economía, Estudios y Política (DEEP), y la Red Distrital de Bibliotecas Públicas (BibloRed).

Festival Gabo, un refugio para las historias diversas

La multiplicidad de formatos y miradas para contarnos hizo parte del día a día del 11º Festival Gabo. En charlas, talleres y clases magistrales la agenda exploró las perspectivas LGBT+, afro y feministas, así como los nuevos enfoques para narrar la realidad.

Si algo nos queda de los tres días de Festival Gabo es que en el periodismo y en el oficio de contar historias coexisten la contradicción y la diferencia. No hay relatos concluyentes sobre el mundo; los lectores y las audiencias transitamos permanentemente en la marea de cambios que trae cada época y, a veces, cada día. 

En medio de las transformaciones, los y las periodistas no ceden en su empeño por buscar y explorar las herramientas apropiadas para seguir narrando el mundo; igualmente, las audiencias se abren a las nuevas maneras de consumir información o disfrutar de las historias. 

Pero, como dice el periodista y escritor Martin Caparrós, no se trata tan solo de contar; se trata de pensar y cuestionar; de la “libertad de analizar al mismo tiempo que se cuenta”.

De ahí que cada participante y evento del Festival Gabo nos invite a preguntarnos sobre el mundo que estamos contando y cómo lo hacemos, en qué formatos y desde qué lugares. No es –nunca ha sido– ‘contar por contar’, sino dar cuenta de unos procesos, ser conscientes de ellos y en ese camino hacernos más transparentes.

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“Somos un montón de contradicciones […]. No estamos exentos de habitar nuestras propias contradicciones para generar otras preguntas” sostuvo el periodista Cristian Alarcón en la charla Todxs en las historias: las fronteras de la narración.

Ése fue justamente el lema del 11º Festival Gabo, “Todos en las historias”: una síntesis para esta apuesta colectiva que buscó en cada decisión que todos y todas contaran y formaran parte de un espacio reflexivo, de convivencia para el goce y/o el debate. 

El goce de contar 

La variedad de enfoques se cristalizó en la agenda del Festival con eventos de periodismo, literatura, cine, arte, música, cómic, pódcast y otros formatos, que se llevaron a cabo en el Gimnasio Moderno, la Cinemateca Distrital, la Red de Bibliotecas Públicas, Theatron y otros lugares de Bogotá.

Un día los asistentes escuchaban a la poeta trans afro caribeña decir cosas como estas –que nos hacen pensar en las demandas sociales que hoy dinamizan a los eventos culturales–: “Me cuesta mucho no ser la cuota trans de las actividades donde participo: soy optimista pero también es muy doloroso participar en espacios donde me llaman solo para decir que son inclusivos. Es una cosa estructural que es mucho más grande que nosotras”. En esa misma mesa, la ilustradora Marcela Trujillo declaraba: “Es importante el reflejo: no solo para las personas trans ver que hay alguien trans, sino ver cómo las historias son reveladoras para toda la audiencia”.

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Otro día Enrique Anarte, periodista multimedia, especializado en derechos LGTB+ y redes sociales, hablaba de la revolución en términos de representación LGBT+ que tiene lugar en las nuevas plataformas, en las que se construye una relación más horizontal con los usuarios: “No le hablamos a la gente joven como le habla el periodismo tradicional, que le dice: ‘Sabemos lo que no sabes, aquí está’. No es una relación de autoridad, sino entre iguales”, dijo en su clase magistral durante el Festival.

Como en toda buena conversación, una cosa llevaba a la otra, por ejemplo al pódcast: “La facilidad del pódcast es que ya no tienes que estar suscrito a un medio grande para acceder a los contenidos que te identifican. Hay que saber cuándo los contenidos son una depredación o cuándo es contenido real y ahí hay que ponerle el pie en la puerta”, dijo Jesús Blanquiño, jefe de proyecto en Podium Podcast.

De igual manera, la periodista y ensayista feminista Luciana Peker nos hablaba de un “goce social”, de la necesidad de contar el placer más allá de las miradas predominantes y de los clichés del momento: “el goce de los oprimidos, de los que estaban condenados a existir, de los que estaban destinados a ocultarse”. Y nos deja preguntas urgentes: “¿Cómo podemos contar historias de goce en el periodismo? ¿Qué nos produce goce? ¿Y si todo lo bueno durara más?”

Eso mismo nos preguntamos cuando acabó el Festival, convertido gracias a sus participantes y asistentes en “todo lo bueno”: un refugio para los amantes de los relatos que se construyen en Iberoamérica, para las historias que nos contamos y las que queremos seguir narrando mañana.

Sobre el 11º Festival Gabo

El Festival Gabo es organizado por la Fundación Gabo, que, inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.

Este año, en su undécima edición, el Festival Gabo regresa a Bogotá. Bajo el lema #TodosEnLasHistorias, hace una invitación a habitar las historias, reconocerlas como punto de encuentro donde coexisten múltiples voces y donde podemos construir un relato colectivo que nos acerque al mundo que soñamos.

El 11° Festival Gabo es posible gracias  a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte (SCRD), su dirección de Economía, Estudios y Política (DEEP), y la Red Distrital de Bibliotecas Públicas (BibloRed).

Cristian Alarcón celebró las fronteras “anfibias” del Festival Gabo

Al ganador del Premio Alfaguara de Novela 2022 no le basta con el lenguaje escrito: “Necesito avanzar hacia otras materialidades”. En ‘Atrapados en el paraíso’, la lectura performática con que cerró el 11º Festival Gabo, combinó el recital literario, la música, la entrevista y las artes escénicas.

Por Kirvin Larios 

Bogotá era una fiesta. 

Corría el último día del undécimo Festival Gabo y Cristian Alarcón, periodista anfibio y escritor multidisciplinar, tenía el compromiso de cerrar el evento en el auditorio del Gimnasio Moderno. 

Afuera, en la tarima, el público empezaba a bailar con los sones de Fruko y sus tesos, la orquesta de salsa que desde 1970 ha embelesado a bailarines en parrandas de toda Colombia.

En un Festival que celebraba la mezcla de voces y formatos, Alarcón bailaba su propio “malambo queer”, una versión de la danza folclórica tradicional de Argentina. Era 2 de julio, día de la Marcha del Orgullo en la capital y otras ciudades de Colombia. 

El público asistía a una combinación de recital literario, concierto musical y entrevista en vivo con una proyección de imágenes de botánica antigua, del pueblo La Unión de Chile –del que germinó Cristian– y de la portada que Alejandro Pasquale realizó para El tercer paraíso, novela con la que el escritor obtuvo el Premio Alfaguara de Novela 2022.

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La lectura performática, titulada Atrapados en el paraíso, ha tenido presentaciones en Ciudad de México y Buenos Aires y en la Feria del Libro de Bogotá 2022. Ha sido pensada para adentrarse “en el universo de la novela a partir del cruce de los cuerpos, la música y las artes visuales”, como anticipó Alarcón.

En el texto, el uso de la primera y la tercera persona provocan una memoria dual de lo vivido, con un narrador que se aproxima a la historia de la botánica y se entrega a la construcción de un jardín del que florece la experiencia personal. 

En la tarima se hizo una interpretación de la canción La jardinera de Violeta Parra: “Las flores de mi jardín, han de ser mis enfermeras”. 

A partir de esos versos, Alarcón dice que no cree “en el poder salvífico de las historias”. “Confío más en el efecto mágico de las melodías, en la música. Aún así, si la pena es por soledad, las historias están allí para acompañarnos”.

Tras la lectura, Cristian Alarcón, autor de otros libros como Si me querés, quereme transa (2010) y Cuando me muera quiero que me toquen cumbia (2003), conversó con el periodista cubano-neoyorquino Carlos Manuel Álvarez: la entrevista no podía faltar en un escenario donde el anfitrión se iba dejando en capas o en pétalos frente al público.

Según Cristian, El tercer paraíso “nació como una performance”. Aunque se trata de una obra de ficción, comenzó a ser escrita cuando decidió emprender un jardín en homenaje a su abuela que cultivara el tipo de dalias que ella sembraba.

“En ese momento quizá no era consciente de un proceso creativo que ahora veo con mayor claridad: en él no me basta con el lenguaje escrito y necesito avanzar hacia las materialidades”, dice.

Un mismo proceso que ha perseguido en sus reporterías y trabajos como editor, en esa hibridación de la crónica latinoamericana que ha impulsado desde espacios como el Laboratorio de Periodismo Performático de Revista Anfibia. 

No conforme nunca con un único registro o soporte, la concepción del periodismo de Alarcón bebe del arte o la etnografía urbana, del ensayo personal o del teatro. El proceso parece emular la lógica de una fiesta o una celebración en la que queda en evidencia la ductilidad de los cuerpos y los sonidos. 

“Bogotá es una fiesta”, declaró el autor al final de la undécima edición del evento. “El Festival Gabo se confirma como el encuentro de periodismo más importante de América Latina. Celebramos que sus fronteras se anfibizan y devienen diversas y potentes”, agregó.

Sobre el 11º Festival Gabo

El Festival Gabo es organizado por la Fundación Gabo, que, inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.

Este año, en su undécima edición, el Festival Gabo regresa a Bogotá. Bajo el lema #TodosEnLasHistorias, hace una invitación a habitar las historias, reconocerlas como punto de encuentro donde coexisten múltiples voces y donde podemos construir un relato colectivo que nos acerque al mundo que soñamos.

El 11° Festival Gabo es posible gracias  a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte (SCRD), su dirección de Economía, Estudios y Política (DEEP), y la Red Distrital de Bibliotecas Públicas (BibloRed).

Openly: 3 formatos creativos para narrar historias LGBTIQ+ en TikTok

¿Cómo llevar los estándares del periodismo a la aplicación que ha revolucionado las formas de narrar? Estos son algunos de los recursos que aprovecha la plataforma de noticias LGTBIQ+ de la Fundación Thomson Reuters para contar la diversidad y acercar a las audiencias más jóvenes en TikTok.

Por Ivonne Arroyo M.

TikTok dejó de ser la plataforma de entretenimiento para publicar videos de bailes y memes que fue en sus inicios. La red social que más crece, según el Digital News Report 2023, se ha consolidado como un laboratorio para que el periodismo renueve sus formatos y narrativas en su búsqueda por conectar más y mejor con las audiencias jóvenes.

En ese camino, el periodismo enfocado en temas LGTBIQ+ ha encontrado las puertas abiertas para crear y distribuir contenidos alrededor de la diversidad sexual y de género de forma creativa. Sin embargo, ¿cómo adaptarse al lenguaje personalizado de TikTok manteniendo la rigurosidad, la imparcialidad y el enfoque de derechos humanos que son imprescindibles en este ejercicio?

Openly, la plataforma de noticias LGTBIQ+ de la Fundación Thomson Reuters, ha apostado por amplificar sus coberturas globales en inglés sobre los derechos de la población queer a través de formatos y narrativas propias de las redes centradas en video. 

Para Enrique Anarte, responsable de la cuenta de TikTok @openlynews, se trata de  “trasladar los estándares periodísticos a un lenguaje nativo para que la audiencia no se sienta saturada y participe en el proceso de visualización de contenido”. 

Para eso, considera clave establecer una relación entre iguales con los consumidores de sus contenidos. “No le hablamos a la gente joven como le habla el periodismo tradicional, que le dice: sabemos lo que no sabes, aquí está. No es una relación de autoridad, sino entre iguales”, explica Anarta.

¿Cómo lograrlo? A continuación, algunos formatos y referentes para narrar historias LGBTIQ+ de forma atractiva e imparcial en TikTok que fueron compartidos por Anarta en el 11° Festival Gabo en Bogotá, durante la clase magistral ‘TikTok, una buena noticia para el periodismo LGBTIQ+’.

Tendencias 

Los periodistas tienen la posibilidad de aprovechar los sonidos, efectos y memes que se popularizan en plataformas sociales como TikTok para crear contenidos periodísticos creativos, sin que eso signifique ceder en la rigurosidad propia del oficio. Así como usamos recursos narrativos para potenciar nuestras historias, podemos hacer uso de las tendencias en redes y cambiar la forma en que presentamos esa misma historia. 

A propósito de la legalización del matrimonio igualitario en Estonia, una semana antes del Día internacional del Orgullo LGTBIQ (28 de junio), Openly publicó en TikTok el listado de países que tienen este derecho garantizado en el mundo. ¿Es el listado un formato convencional? Sí, seguro ¿Está presentado de la manera tradicional? Definitivamente no. Hay baile, personajes, gatos y música en tendencia.

“Es una manera de usar una tendencia nativa para contar una noticia, pero también para dar contexto más allá de esa noticia. Con la coyuntura de la legalización miramos hacia atrás para repasar los países que han legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero no es una lista aburrida”, dice Anarte.

@openlynews

A few days ago, Estonia joined the list of countries around the world that have legalised same-sex marriage as the first Baltic country to embrace marriage equality. Who do you think will be next? 👀 #gaymarriage #lgbtnews #lgbtqrights #gaytiktok

♬ original sound – Openly | LGBTQ+ news

Situaciones representadas 

Recrear situaciones permite contar una historia completa o dar el contexto de una noticia en un formato entretenido. Se trata de jugar con personajes y diálogos para recrear una escena que permita explicar un acontecimiento. 

Un ejemplo es esta representación de distintos actores luego de la aprobación de una ley en el Parlamento húngaro que permite a las personas denunciar de forma anónima a las familias homosexuales. Durante el video, el periodista interpreta al parlamento, a los activistas LGBTIQ+, la Comisión Europea y los otros 15 estados miembros de la UE para mostrar los argumentos y cuestionamientos de cada quien. 

“Incluso en temas de derechos humanos es importante mostrar la parte que se opone para mostrar los argumentos. No se trata de dar igual voz a todas las partes, sino recogerlas y dar al usuario el contexto para que pueda entenderlos”, precisa Anarte.

@openlynews

After banning “gay propaganda” in schools as well as legal gender change, the Hungarian parliament passed a law earlier this week that allows people to report anonymously those who contest the “constitutionally recognised role of marriage and the family”, and those who contest the minors’ right “to an identity appropriate to their sex at birth”. Hungary’s constitution, amended in late 2020 under PM Viktor Orbán’s government, defines family as “based on marriage and the parent-child relation. The mother is a woman, the father a man,” which effectively banned same-sex couples from adopting children. It also defends “the right of children to identify with their birth gender and ensures their upbringing based on our nation’s (…) values based on our Christian culture”. Hungary ranks 20th in the European Union for LGBTQ+ rights, according to ILGA-Europe. #hungary #viktororban #lgbthungary #lgbtnews

♬ original sound – Amanda

Perspectivas personales 

Incluir una perspectiva personal en el relato es una forma de acercar a las audiencias y ofrecer una experiencia de consumo de información más inmersiva e inclusiva. En la cobertura de las marchas del Orgullo LGBTIQ+, el periodista puede recoger su propia mirada, que no es igual a dar su opinión, para trasladar a las personas al lugar de las manifestaciones a través del recurso de la primera persona, algo que ha revolucionado TikTok. 

“En vez de un reportaje en video sobre cómo es la escena gay de Berlín, podemos contar cuáles son las cosas que nos sorprendieron de esa escena. Estamos dando la misma información pero lo contamos desde una mirada personal, lo cual es posible hacer mientras se mantiene la imparcialidad en el periodismo”, propone Anarte. Ese último valor, dice, es lo que diferencia el contenido creado por influencers de los producidos por periodistas.

Un ejemplo es este TikTok sobre las marchas del Orgullo LGBTIQ+ en ruso que se celebraron en Berlín para exigir los derechos queer en los países de habla rusa. La periodista explica el contexto social y político en que se desarrolla el Marzahn Pride y amplifica las voces diversas de los asistentes. 

@openlynews

Hundreds joined a Russian-language LGBTQ+ Pride march in Berlin this weekend to demand queer rights in Russian-speaking countries and an end to the Russian invasion of Ukraine. The fourth edition of Marzahn Pride in the German capital was also an opportunity to give a stage to queer culture in Russian as well as to Ukrainian LGBTQ+ activists and performers. However, several protesters were attacked during the event, the organisers from the local queer group @Quarteera said in a social media post on Monday. #lgbtnews #foryourpride #berlin #lgbtberlin #gayberlin #ukrainewar #ukraine

♬ оригинальный звук – Olenochka💞

Sobre Enrique Anarte (España)

Es responsable de TikTok de Openly, la plataforma de noticias LGTBIQ+ de la Fundación Thomson Reuters. Anteriormente fue corresponsal freelance para este y otros medios como NBC y Deutsche Welle. También formó parte del primer equipo de TikTok de DW, uno de los medios pioneros en la plataforma. Como periodista especializado en temas LGTBIQ+, Ha cubierto historias relacionadas con los derechos de las minorías sexuales en más de diez países de Europa y América Latina. 

Sobre el 11º Festival Gabo

El Festival Gabo es organizado por la Fundación Gabo, que, inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.

Este año, en su undécima edición, el Festival Gabo regresa a Bogotá. Bajo el lema #TodosEnLasHistorias, hace una invitación a habitar las historias, reconocerlas como punto de encuentro donde coexisten múltiples voces y donde podemos construir un relato colectivo que nos acerque al mundo que soñamos.

El 11° Festival Gabo es posible gracias  a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte (SCRD), su dirección de Economía, Estudios y Política (DEEP), y la Red Distrital de Bibliotecas Públicas (BibloRed).

Rodrigo García Barcha: dirigir “lo menos posible” para dirigir bien

El cineasta colombiano participó por primera vez del Festival Gabo. En conversación con la actriz Natalia Reyes habló de su cine, de la influencia de Gabo y de sus métodos como director.

Por Kirvin Larios

Ciudades como Cartagena y Bogotá “no son fáciles de visitar” para Rodrigo García Barcha, porque en ellas ya no están sus padres, “los gabos”, y no puede recorrerlas sin que le “ronden los fantasmas”. 

No es algo “triste”, explicó el cineasta; tan sólo hace parte de la llegada a un lugar así, donde vivió momentos importantes con sus padres. A ellos les dedicó, hace dos años, el libro Gabo y Mercedes: una despedida, que relata los últimos días de la pareja.

El cineasta visitó Bogotá en su primera aparición como invitado al Festival Gabo, en el que tuvo agendadas dos charlas y una intervención especial en la ceremonia de entrega del Premio Gabo 2023 realizada en el histórico Teatro Colón. 

García Barcha (1959) lleva impreso en sus facciones tanto el rostro de su madre como de su padre. Es alto como ella (“la jirafa”, “el cocodrilo sagrado”, “la jefa máxima”), de cejas pobladas como él, y en el resto de su cara parecen repartirse características de uno y otro padre.

En entrevista con la actriz Natalia Reyes, actual presidenta de la Academia Colombiana de Artes y Ciencias Cinematográficas, el director nacido en Bogotá –donde vivió el primer año– habló de su trayectoria cinematográfica, reflexionó sobre los personajes de sus películas y sobre lo que significa haber nacido en la casa de uno de los escritores más grandes de la literatura universal. 

En el auditorio del Gimnasio Moderno, una de las sedes del evento, se refirió a sus orígenes cinematográficos en Hollywood, que “no existe” –dijo– o que existió sólo en otras épocas, cuando eran cuatro o cinco estudios los únicos encargados de las películas o los productos para la televisión.

Siempre ligado al cine independiente, el también miembro de la Junta Directiva de la Fundación Gabo debutó en la película Cosas que diría con sólo mirarla (2000), con la multipremiada Glenn Close como protagonista, y quien se convertiría en la actriz principal de múltiples películas suyas, entre ellas El secreto de Albert Nobbs (2012). 

García Barcha forma parte de una generación de directores que trabajó en proyectos innovadores de HBO, canal para el que dirigió capítulos de importantes series como Los Soprano o En terapia

Recientemente, el cineasta ha trabajado como director y productor de la adaptación a series de streaming de los libros Santa Evita de Tomás Eloy Martínez y Noticia de un secuestro de Gabriel García Márquez. También se encuentra asesorando, pero con distancia, la adaptación de Cien años de soledad para Netflix. 

En su trayectoria, contó en la conversación, García Barcha ha visto cómo el cine latinoamericano ha dejado de ser tratado de forma despectiva para suscitar el aplauso internacional. 

Sus últimos proyectos, de hecho, se han acercado cada vez más a Latinoamérica, donde ha encontrado una forma de trabajar “sin tanta presión de lo hollywoodense”, más distanciada de los costos de promoción de una película y de las exigencias por las ganancias que buscan recaudarse en el primer fin de semana.

Esto le otorga “un poquito más de tranquilidad, sobre todo porque muchos de los proyectos en Latinoamérica son hechos con estímulos, donde no hay la obligación de tener un éxito”.

Sobre este momento de su carrera, el director colombiano dijo: “Me ha gustado, me ha animado más a escribir en castellano. Me tardé sólo 63 años, no es tanto”, bromeó.

Dirigir lo menos posible

A García Barcha le interesa explorar en sus historias las relaciones interpersonales, “sobre todo esas en las que uno no puede ni vivir ‘con’ ni vivir ‘sin’”, explicó. “El divorcio, una vez que tienes hijos, nunca acaba de ser 100% divorcio. Cuando tus padres mueren nunca acaban de estar completamente muertos: el diálogo continúa”.

Sobre sus métodos como director, dijo que “hay que tratar de dirigir lo menos posible y hacerlo lo más tarde posible”. 

“Si diriges mucho, los directores, sobre todo los  directores guionistas, a veces pueden tener mucha influencia sobre el actor. Si yo hablo demasiado de cómo yo veo todo, puedo apagar una fuente de creatividad del actor. El actor o la actriz, como todo artista, trabaja a partir de su imaginación, su experiencia, su inteligencia y su instinto. Si yo te digo ‘esto tiene que ser así’, entonces tú te vas a preparar y mi voz estará en tu cabeza. Entonces prefiero que leas el guión, que cocines eso, y luego nos encontramos en algún momento a la mitad”.

Sobre sus personajes femeninos, que los considera una mezcla de las mujeres que ha conocido en su vida (tías putativas, madre, “mujeres muy fuertes”), aconsejó salirse de lo acostumbrado: “que no sea mártir santa o puta”, sino alguien que es muchas cosas a la vez: “complicada, bondadosa, egoísta, maternal, independiente, agresiva…”

“El chiste del personaje es que nunca sea una cosa sino que sea una gran contradicción de cosas”, agregó. 

Actualmente, además de terminar una película, García Barcha tiene un proyecto de serie para la plataforma Star Plus: una historia sobre una ginecóloga que está en silla de ruedas, que es alcohólica y “un personaje complicado”.  La cinta se planea filmar en Tijuana, México. 

Y acerca del proyecto de adaptación de la novela cumbre de García Márquez, dijo que participaba sólo como asesor: “Doy mi opinión, pero es un poquito a distancia. He querido dar un espacio para que esos directores, guionistas y directoras y actores y actrices hagan su interpretación. Sería muy molesto encarar un reto tan grande como Cien años de soledad para, además de todo, tener al hijo director del autor jodiendo”.

La influencia de su padre

“A veces la gente me dice ‘qué tanta influencia tuvo sobre ti tu padre’; me muerdo la lengua porque quiero decir ‘qué tanta influencia tuvo para ti el tuyo’. Claro, no todo el mundo fue hijo de un premio nobel, pero esa fue mi realidad. Entonces, por un lado hay una presión. Por un lado, hubo ventajas y privilegios: crecí en un mundo muy rico y Gabo era un buen papá. No cambiaría esa situación”.

“Ahora, hay ciertas presiones. Por un lado no, porque nunca pensé que iba a escribir una obra que va superar Cien años de soledad. Por otro lado sí hay porque –y esto lo he visto mucho con hijos de gente exitosa– aunque tu cerebro lógico te dice que el éxito de tu padre o de tu madre no te garantiza a ti nada, tu cerebro de niño te dice: ‘A mí también me va suceder’. El cerebro del adulto te dice: ‘No hay ninguna garantía’. Tu cerebro de niño te dice: ‘Yo voy a ser como mi mami, yo voy a ser como mi papi’”. 

“Es un trabajo que hay que hacer. Pero en general quejarme sería una vulgaridad insoportable. Estoy feliz. No cambiaría nada”.

Revive la entrevista completa

Sobre el 11º Festival Gabo

El Festival Gabo es organizado por la Fundación Gabo, que, inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.

Este año, en su undécima edición, el Festival Gabo regresa a Bogotá. Bajo el lema #TodosEnLasHistorias, hace una invitación a habitar las historias, reconocerlas como punto de encuentro donde coexisten múltiples voces y donde podemos construir un relato colectivo que nos acerque al mundo que soñamos.

El 11° Festival Gabo es posible gracias  a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte (SCRD), su dirección de Economía, Estudios y Política (DEEP), y la Red Distrital de Bibliotecas Públicas (BibloRed).

El Festival Gabo 2023 celebró tres días dedicados a la diversidad y registró récord de asistencia

  • Durante tres días, el Festival Gabo recibió cerca de 9.000 asistentes en más de 100 actividades realizadas en el Gimnasio Moderno, la Cinemateca Distrital, la Red de Bibliotecas Públicas y otros espacios de Bogotá.
  • Con el lema #TodosEnLasHistorias, la programación giró en torno al periodismo, la literatura, la poesía, la música, el cómic, el cine, el pódcast y otros formatos. 
  • “Bogotá y nuestros aliados nos brindaron todo el apoyo institucional para consolidar a esta ciudad como la capital de los narradores de Iberoamérica”, dijo Jaime Abello Banfi, director y cofundador de la Fundación Gabo.

Este domingo finalizó la undécima edición del Festival Gabo, la mayor fiesta de la cultura iberoamericana que se realizó por segundo año consecutivo en Bogotá. 

Del 30 de junio al 2 de julio, cerca de 9.000 asistentes –una cifra que supera con creces la cita pasada, en octubre– se encontraron para reflexionar, conversar, debatir y conectarse en más de 100 eventos dispuestos en 10 escenarios diferentes de la ciudad.

El Festival que organiza la Fundación Gabo, creada en 1995 por el propio Gabriel García Márquez, ofreció una extensa agenda de actividades como charlas, clases magistrales, talleres, conciertos musicales, exhibiciones artísticas y shows en vivo.

Este año los encuentros estuvieron marcados por la diversidad, propiciando así un espacio de interlocución para todos los que construyen historias, lo que implicó reunir a nuevos narradores que durante mucho tiempo han sido excluidos de los relatos predominantes.  

La diversidad no solo se reflejó en los más de 150 protagonistas provenientes de más de 20 países que aceptaron la invitación de #TodosEnLasHistorias –lema del Festival Gabo 2023–, sino también en las temáticas y los formatos que abordó esta fiesta del periodismo, la ciudadanía y la cultura. 

Jaime Abello Banfi, director general y cofundador de la Fundación Gabo, manifestó una gran satisfacción y agradeció el apoyo de todos los que hicieron posible una edición tan exitosa: “Estamos muy contentos y muy agradecidos con la respuesta que dio el público bogotano y todos los asistentes que vinieron de otras partes de Colombia y del mundo. Gracias a esta respuesta y al invaluable apoyo de nuestros aliados públicos y privados, Bogotá se consolida como una capital de narradores y el gran punto de encuentro de historias de Iberoamérica”. 

Algunos de los temas presentes fueron el cubrimiento de temas LGBT+, el pasado africano en Colombia y Europa, la libertad de expresión, la inteligencia artificial, los relatos sonoros, los vínculos entre poesía y periodismo, la crónica y, desde luego, la obra de Gabriel García Márquez, nuestro maestro fundador y guía principal.

Homenaje a un visionario 

Jean François Fogel, pionero del periodismo digital que falleció en marzo pasado a los 76 años, fue homenajeado en varios encuentros a lo largo de estos 3 días de Festival, incluyendo la ceremonia del Premio Gabo. En cada uno de estos espacios, se honró la memoria del periodista y ensayista francés en la voz de sus colegas y compañeros de aventuras periodísticas a los que inspiró, así como de incontables participantes de sus talleres prácticos. 

Fogel asistía puntualmente a esta cita anual dada su pasión clarividente por el periodismo hecho en Iberoamérica y su cercanía con la Fundación desde que su amigo Gabo lo invitó a vincularse en 2002.

Gracias al trabajo y legado de periodistas como Fogel, el Festival Gabo vuelve a hacer una invitación a seguir pensando en las audiencias, y la adaptación y transformación tecnológica del periodismo, temas en los que el Festival se ha preguntado desde su origen.

Ceremonia y Premio Gabo 2023

En una ceremonia realizada por primera vez en el emblemático Teatro Colón de Bogotá, se llevó a cabo, durante el primer día del Festival, la entrega del Premio Gabo 2023, que cada año reconoce lo mejor del periodismo en Iberoamérica.

Esta edición reconoció piezas en cinco categorías: Texto, Cobertura, Imagen, Fotografía y Audio.

Por primera vez en once ediciones del concurso, un trabajo colombiano se llevó el Premio Gabo en la categoría Texto. Se trata de “El grito por justicia y reparación de las mujeres afro violentadas sexualmente”, escrito por Beatriz Valdés para Colombia +20 El Espectador: un relato de las consecuencias de la violencia sexual en los cuerpos de las mujeres negras y sus propuestas de reparación.

En la categoría de Imagen, el premio fue otorgado a “Ayacucho: radiografía de homicidios”, una reconstrucción realizada por Rosa Laura y César Prado para IDL-Reporteros. Santi Donaire se impuso en la categoría de Fotografía por su trabajo para National Geographic titulado “¿Conseguirá la Ley de Memoria Democrática reparar los daños del franquismo?”. Y en la categoría de Audio resultó galardonado “Costa Nostra”, un pódcast de la productora española La Maldita para Amazon Music.

En la modalidad de Cobertura, el laurel fue para “Nome aos bois”, investigación liderada por Ana Magalhães y Marina Rossi para Repórter Brasil.

Además se otorgó el Reconocimiento a la Excelencia del Premio Gabo 2023 a la periodista hondureña Jennifer Ávila, directora y cofundadora de Contracorriente. El galardón, que el año pasado recayó en el periodista y escritor mexicano Juan VIlloro, le fue concedido a Ávila por el Consejo Rector de la Fundación Gabo por ejercer un periodismo comprometido con la verdad, la justicia y combativo con la violencia estructural de los gobiernos.

La capital del periodismo iberoamericano 

Las instalaciones del Colegio Gimnasio Moderno volvieron a acoger una parte importante de la programación en su auditorio, biblioteca, teatrino y en los jardines donde se ubicaron la tarima de conciertos, un café, varias librerías, carpas y zona de comidas.

Otros puntos de encuentro también hicieron posible la agenda del Festival: la Cinemateca Distrital, cuatro bibliotecas públicas y espacios culturales en los distritos creativos de Teusaquillo y La Playa. Por otra parte, la Universidad EAN se convirtió en la casa del encuentro iberoamericano sobre narrativas sonoras, que es posible gracias a la unión entre el Festival Gabo y el Festival de ‘Pódcast Al Oído’.

Estos lugares vuelven a posicionar al Festival Gabo como un evento de ciudad y de país, que ha convertido a Colombia en la capital del periodismo iberoamericano durante 11 años.

Macondo nos inspira

Cuando Gabriel García Márquez comenzó a escribir Cien años de soledad, la aventura de narrarla fue tan intensa que casi no tuvo tiempo de documentarse sobre las temáticas que iban surgiendo de su imaginación. Sin embargo, aquello no fue un gran inconveniente, pues Gabo contó con la ayuda incondicional de su familia y sus amigos. 

Por mencionar algunos casos, el escritor mexicano José Emilio Pacheco investigó todo lo relacionado con la piedra filosofal, Juan Vicente Melo estudió las propiedades medicinales de las plantas macondianas y Álvaro Mutis revisó (y suministró) varias referencias poéticas. 

“Ahora me doy cuenta de verdad que todos ellos estaban trabajando en Cien años de soledad”, comentó García Márquez en una entrevista concedida algunos años después.

De esa misma manera y con un entusiasmo similar se celebró el Festival Gabo 2023. Como ocurrió con la saga de los Buendía, este festival fue una suma de esfuerzos, ingenios y contribuciones tanto intelectuales como logísticas. Su lema, “Todos en las historias”, es la síntesis perfecta para esta aventura colectiva. Todos contaron historias, todos formaron parte de ellas.

Gracias a nuestros aliados esto también fue posible

Estos son los seleccionados a los talleres sobre narrativas sonoras del 11º Festival Gabo

La Fundación Gabo, institución creada en 1995 por el nobel de Literatura Gabriel García Márquez, anuncia las personas seleccionadas para asistir a los talleres presenciales sobre narrativas sonoras que se desarrollarán en el marco del 11º Festival Gabo y del Festival Iberoamericano de Pódcast Al Oído de RTVC, en Bogotá.

Los participantes seleccionados podrán explorar, experimentar y potenciar habilidades alrededor del mundo sonoro, crear narraciones de ficción, investigación y cultura, de la mano de reconocidos narradores de historias de Iberoamérica con amplia trayectoria.

Las personas seleccionadas recibirán un correo electrónico con más información sobre su participación en los talleres, la cual no tendrá ningún costo.

El Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y a la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte-SCRD, su Dirección de Economía, Estudios y Política-DEEP, y la Red Distrital de Bibliotecas Públicas-BibloRed.

Seleccionados

 

Estos son los seleccionados a los talleres sobre narrativas culturales del 11º Festival Gabo

La Fundación Gabo, institución creada en 1995 por el Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, anuncia las personas seleccionadas para asistir a los talleres presenciales sobre narrativas culturales que se desarrollarán en el marco del 11º Festival Gabo, en distritos creativos y bibliotecas de Bogotá.

Los participantes seleccionados podrán explorar, conectar, profundizar y potenciar habilidades alrededor de temas como la crónica de viajes, el periodismo cultural y el mundo de los libros.

Las personas seleccionadas recibirán un correo electrónico con más información sobre su participación en los talleres, la cual no tendrá ningún costo.

Entre las organizaciones que también hacen posible esta serie de talleres están la Fundación Michael Jacobs y Hay Festival.

El Festival Gabo es posible gracias a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y a la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte-SCRD, su Dirección de Economía, Estudios y Política-DEEP, y la Red Distrital de Bibliotecas Públicas-BibloRed.

Seleccionados

Manifiesto Festival Gabo 2023

Gabriel García Márquez dedicó su carrera a narrar la realidad a través de diversos lenguajes: el periodismo, la ficción, el cine, el teatro, entre otros, siempre desde el convencimiento de que contar historias con calidad y con ética contribuía a que el mundo fuera un lugar más libre, más justo y más equitativo. 

Desde su creación, hace 27 años, la Fundación que lleva su nombre y que se encarga de mantener vivo su legado, promueve el poder del arte de contar historias para impulsar ciudadanos activos, capaces de transformar la realidad.

Conoce aquí la programación completa

La 11ª edición del Festival Gabo reúne a los mejores contadores de Iberoamérica, creando un espacio de encuentro para construir un relato colectivo y creativo que reconozca los derechos del otro, que abrace la diversidad como un principio enriquecedor e indispensable, y no como un elemento de separación, y que incorpore a las transformaciones del oficio de narrar. 

Te invitamos a que nos acompañes a unir tu historia a la de otros y construir entre todos un relato que nos conecte, nos represente y nos ayude a tener perspectivas más amplias, porque solo así es que llegaremos a ser ciudadanos activos, más libres y felices.

¡Bienvenidos al Festival Gabo 2023, la fiesta de #TodosEnLasHistorias!